Al siguiente día en la universidad…

“Hola, hyungs”. SungJong saludó alegremente, ingresando al salón de música en compañía de Hoya.

“Hola, Jongie” Saludó DongWoo con la boca llena de comida. “Y Hoaegi también”.

“Aish, ¿cuándo vas a aprender a tragar antes de hablar, DongWoo?” SungGyu le regañó mientras limpiaba un poco de arroz del rostro de su amado. “Honestamente, eres como un niño pequeño siempre”.

“Es porque es un niño pequeño”. Bromeó Hoya. “Creo que tiene seis años o algo así”.

“Creo que en realidad tiene unos cinco”. SungGyu le siguió el juego, Hoya rió, lo cual le hizo sonreír.

“¡Yah!” DongWoo exclamó haciendo un leve puchero. “Son tan malos conmigo”.

“Sí, están insultando a DongWoo-hyung”. SungJong dijo de repente, haciendo que DongWoo le mirara agradecido. “El ya ha cumplido diez años”.

Con aquello todos rieron, pero DongWoo continuaba con sus labios abultados.

“Son todos muy malos conmigo”. DongWoo habló cuando las risotadas acallaron.

“Aww… No hagas esas caras, DongWoo, no se te ven bien”. SungGyu habló mientras apretaba suavemente la mejilla de su novio, lo cual le hizo sonreír instantáneamente. “Además, me gusta que seas tan infantil, te hace más divertido e interesante”.

“Dios, ustedes son tan cursis”. SungJong dijo mientras juntaba sus manos y miraba hacia arriba. “Alguien por favor sálveme de toda esta cursilería”.

Y como si sus plegarias hubieran sido contestadas, el teléfono de Hoya comenzó a sonar.

“Gracias”. SungJong dijo completamente agradecido.

“¿Hola?” Hoya hablaba al teléfono. “Sí, está hablando con Lee HoWon. Sí, lo hice. Sí. ¡¿LO CONSEGUÍ?! Muchas gracias, señor. ¿Mañana? Sí, sí, puedo comenzar mañana. Muchas gracias de nuevo, señor, no se arrepentirá.”

“¿Quién era, Hoya?” DongWoo preguntó cuando el bailarín guardaba su teléfono con una enorme sonrisa en su rostro.

“Sólo mi nuevo jefe en la academia de baile para la que postulé”. Hoya respondió, aún con una enorme sonrisa.

“¡¿Obtuviste el trabajo!?” Inquirió SungJong completamente emocionado, Hoya asintió. “¡Sabía que lo lograrías!”

“¡Eso es estupendo, Hoya!” DongWoo exclamó, pasando uno de sus brazos alrededor de su cuello.

“Felicitaciones”. SungGyu habló, Hoya apenas pudo murmurar un ‘gracias’ ya que le era difícil hablar con DongWoo casi colgando de su cuello.

“¿Saben qué?” DongWoo habló cuando por fin dejó en libertad al bailarín. “¡Debemos celebrar! Beautiful Night va a abrir en un par de horas ¿verdad? Yo invito las bebidas”.

“Nuestras bebidas serán gratis si es Woohyun-hyung el que las sirve”. SungJong habló con una sonrisa traviesa, ganándose una mirada amenazante por parte de Hoya.

“¿Quién es Woohyun?” SungGyu preguntó.

“El novio de Hoya-hyu- ¡Auch!” SungJong gritó antes de terminar de hablar, Hoya le había golpeado la cabeza.

“Cállate, pequeño mocoso”. Hoya habló entre dientes.

“¡¿TIENES NOVIO, HOYA?!” DongWoo exclamó completamente sorprendido. “¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE?!”

“¡NO TENGO!” Hoya se defendió. “¡NO TENGO NINGÚN NOVIO ¿ESTÁ BIEN?! Woohyun es sólo un buen amigo”.

“Un buen amigo con el que durmió an- ¡AUCH! ¡¿QUÉ MIERDA, HYUNG?!” SungJong gimoteó.

“Te juro, Lee SungJong, que si no te callas ahora vas a estar durmiendo en el piso por las siguientes dos semanas”. Hoya amenazó al menor, SungJong realmente lo pensó bien antes de responder.

“Bien”. SungJong bufó. “Uno de estos días me voy a comprar un calentador para el piso, así no podrás amenazarme nunca más”.

“Aish” Hoya exclamó mientras desordenaba sus cabellos por culpa de su increíblemente malcriado dongsaeng, pero su irritación bajó completamente cuando se dio cuenta que DongWoo lo estaba mirando fijamente.

“¿Dormiste con alguien?” DongWoo preguntó con su tono de una madre estricta y severa.

“No lo hice, hyung, te lo juro”. Hoya respondió. “Simplemente me emborraché mucho la noche anterior y él cuidó de mi”.

“¿Por qué te emborrachaste?” DongWoo cuestionó, aún con aquel tono.

“Cosas…” Hoya respondió inseguro, mientras DongWoo y SungGyu intercambiaban miradas escépticas. “Es por eso que hoy no voy a ir al club o a beber, sobretodo porque mañana es mi primer día de trabajo”.

“Hoya tiene razón, de hecho ninguno debería ir a beber hoy, todos debemos trabajar mañana”. SungGyu añadió, recordando que él tenía que dar clases de piano mañana. “Y hablando de trabajar, ¿no vas atrasado al tuyo, Jongie?”

“¡Demonios!” SungJong exclamó, levantándose rápidamente. “¡Yesung-hyung me hará alimentar a sus tortugas si llego tarde!”

“Alimentar tortugas no suena a un trabajo difícil…” DongWoo comentó mientras pensaba en aquellas lentas y dóciles criaturas.

“¡Eso es porque nunca has visto las tortugas de Yesung-hyung! ¡Ttangkkoma es como una montaña!” SungJong exclamó exageradamente, tomando su mochila. “Me voy ahora ya que aún me queda algo de tiempo. ¡Adiós!”

“¡Ya no traigas a casa más pasteles!” Hoya gritó porque el refrigerador estaba lleno de los pasteles sobrantes que SungJong siempre llevaba a casa del trabajo.

“Tal vez” escucharon aquel grito como respuesta.

Al siguiente día en frente de la academia…

“¿Por qué no has entrado aún, hyung?” SungJong preguntó impacientemente ya que Hoya y él habían estado en frente del edificio por más de veinte minutos. “Voy a llegar tarde a mi trabajo si seguimos parados aquí”.

“Sólo dame unos segundos más” Hoya respondió con voz temblorosa porque, honestamente hablando, estaba realmente nervioso. Había tenido montones de trabajos anteriormente, pero ninguno había puesto a prueba sus habilidades de baile.

“¡Has estado diciendo eso desde que llegamos, hyung!” SungJong exclamó, irritado. Tomó la mano del mayor y comenzó a avanzar, arrastrando al bailarín hacia la academia. “Ya tuve que alimentar a Ttangkkoma ayer, no lo haré hoy también”.

“¡Espera, Jongie! ¡No estoy listo para esto!”

“Estás muy listo para esto, hyung” SungJong bufó, tenía problemas para llevar al mayor puesto que este era mucho más musculoso que él. “¿No eres acaso el Hodios del baile? ¡¿Dónde está tu confianza, hyung?!”

“En casa”. Hoya respondió. “Y es mejor que vaya a buscarla”.

“¡NO!” SungJong exclamó, arreglándoselas para hacer que Hoya entrara al lugar, una vez adentro, con una sonrisa le soltó. “Ahora todo lo que debemos hacer es buscar a tu jefe y asegurarme de que te instales y así podré irme a mi trabajo”.

“No necesitas buscarme, jovencito”. Una voz claramente de un mayor vino detrás de ellos, haciendo que se voltearan para ver al hombre que estaba ahí con ojos sonrientes. “Tú debes ser Howon-ssi, soy el dueño de esta academia, Lee Jungyeop, pero puedes llamarme abbeoji”.

“Jungyeop…” Howon comenzó a hablar, pero se detuvo unos segundos a pensar en sí debería llamarle o no abbeoji al amable hombre, pero ya que su jefe lo había sugerido, era mejor que lo hiciera. “Abbeoji”.

“Tú también puedes decirme así”. JungYeop habló sonriente, mirando a SungJong quien le regresó la sonrisa.

“Está bien, abbeoji”. SungJong respondió naturalmente. “Mi nombre es Lee SungJong, el dongsaeng favorito de Hoya-hyung”.

“Es un placer conocerte, SungJong-ssi, supongo que te veré más seguido ya que Howon va a trabajar aquí”. JungYeop habló. “Ahora, Howon-ssi, las clases usualmente están compuestas entre veinte y veinticinco estudiantes, es por eso que los instructores trabajan en pares, así que tendrás un compañero”.

“Está bien”. Hoya respondió, deseando que su co-instructor no fuese un tipo estirado y arrogante.

“Lo llamé hace unos minutos, así que creo que ya debe haberle explicado a su clase, y ahí está” JungYeop dijo mientras agitaba su mano, haciendo que los dos chicos se voltearan al mismo tiempo. SungJong instantáneamente dibujó una enorme sonrisa en su rostro, pero Hoya parecía bastante sorprendido.

“¡Woohyun-hyung!” SungJong saludó alegremente al chico que acababa de llegar.

“SungJongie, Hoya”. Woohyun habló con una sonrisa, la cual, obviamente se hizo más grande al mencionar a Hoya. “¿Qué están haciendo aquí?”

“Hoya-hyung obtuvo un trabajo aquí”. SungJong respondió felizmente.

“¿De verdad? Espera… ¿Tú eres Howon?” Woohyun preguntó aún sonriente.

“Howon es mi nombre real” Hoya respondió. “Pero la gente usualmente me llama Hoya”.

“Así que se conocen”. JungYeop interrumpió. “¿No les parece genial? Así les será más fácil trabajar juntos y ya no tendré que preocuparme porque Howon se acostumbre”.

“No debe preocuparse por nada, abbeoji”. Woohyun respondió sonriente, pasando uno de sus brazos tras el cuello del menor. “Yo cuidaré a Howonnie”.

“Bueno, ahora que sé que Hoya-hyung está en buenas manos, me iré a trabajar”. SungJong sonrió. “Llévense bien”.

“Ve con cuidado, Jongie”. Hoya habló antes de que SungJong se fuese.

“Bueno, ahora…” Woohyun habló. “¿Debería presentarte a la clase?”

“Estoy a tus cuidados, Woohyun”. Hoya le sonrió.

“Es mi placer cuidarte, Hoya”. Woohyun respondió regresándole la sonrisa.