Tercera parte.

Give Your Heart a Break [Traducción]

Nam Woohyun ha sido bartender en ‘Beautiful Night’ por más de un año. En un año trabajando sirviendo bebidas, Woohyun había conocido a un montón de gente, desde fiesteros hasta los idiotas depresivos, pero desde las decenas de cientos de personas que Woohyun conocía había cierto cliente que era imposible de olvidar: Lee Hoya.

Hoya era un cliente regular de ‘Beautiful Night’ desde incluso antes de que Woohyun comenzara a trabajar ahí. El chico siempre había sido el centro de atención en la pista de baile por sus increíbles pasos y su y cuerpo. Siempre asistía durante el turno de Woohyun, quien no podía evitar que fuera el destino o algo – pero nunca lo había dicho, porque no quería sonar como una loca adolescente con un amor platónico que él, juraba, no era.

Debía admitir que siempre había admirado a Hoya, el bailarín siempre estaba sonriendo, era obviamente alguien que se esforzaba mucho y que disfrutaba haciendo lo que amaba: el baile. Es por eso que el ver al joven bailarín, completamente deprimido, bebiendo como si no hubiese un mañana, hacía que Woohyun alzase sus cejas.

“Hyung”. Gimoteó un chico afeminado, se llamaba SungJong, hasta donde Woohyun podía recordar. “¡Estamos en tu club favorito! No te puedes sólo sentar ahí a beber toda la noche y no bailar o divertirte”.

“Te apuesto que puedo hacerlo”. Hoya respondió mientras pedía otro trago, el cual el bartender sirvió un poco dudoso.

“Hyung”. Hablaba nuevamente la voz suplicante de SungJong, quien preocupado miraba a Hoya.

“Aish”. SungJong suspiró, estaba disgustado y preocupado por su mayor.

“Mira, Jongie”. Hoya suspiró mientras desordenaba un poco su cabello. “Si te quieres divertir entonces anda, baila, liga con alguien o lo que sea, yo estaré aquí”.

“No puedes quedarte aquí a hundirte en tu miseria, hyung”. Respondió SungJong. “Es patético”.

“Lo sé”. Admitió Hoya, pero ¿qué podía hacer si se sentía realmente patético en aquel momento? “Mira, ese tipo de allá ha estado viéndote desde que entramos, así que por qué no coges con él y me dejas aquí, por favor”.

“Hyung, no voy a coger con un completo extraño”. SungJong respondió mientras observaba al tipo que había estado viéndole desde que entraron. El sujeto estaba completamente ebrio y asustaba un poco a SungJong, aunque debía admitir que el tipo era bastante guapo.

“Viene hacia acá ahora”.

“Oh Dios”. SungJong dijo un poco asustado mientras miraba hacia atrás, colocándose enfrente de su mayor y el tipo ebrio. “Por la mierda, hyung ¿qué hago?”

“No sé, Jong”. Dijo Hoya mientras terminaba su vaso de alcohol, ordenando otro. “Ya no sé qué hacer”.

“Mierda”. SungJong maldijo por lo bajo mientras se debatía entre dejar a su mayor o quedarse mientras el ebrio seguía avanzando hacia ellos.

“Te sugiero que corras si no quieres ser violado por aquel ebrio”. Dijo Woohyun mientras colocaba otro trago en frente de Hoya, quien lo bebió de un solo sorbo.

“Pero no puedo dejar a mi hyung”. Dijo SungJong.

“Le haré compañía hasta que regreses”. Respondió el bartender con una amable sonrisa.

SungJong miró al bartender, luego a Hoya, luego al ebrio que seguía avanzando, mientras pensaba si confiarle a su hyung al tabernero o no. Mientras más cerca estaba el ebrio, SungJong retrocedía, decidiéndose por confiar en el amable bartender, en aquel entonces era más importante salvar su idad ¿verdad?

“Por favor cuida de él por mi… ¿eh…?”

“Woohyun”. Se presentó el chico con una sonrisa.

“Gracias, Woohyun-hyung”. SungJong sonrió agradecido. “Su nombre es Hoya, es un buen chico, sólo está un poco deprimido ahora. Su teléfono está en su bolsillo y mi número, SungJong, es el segundo de su lista. Prometo regresar después de perder a ese maldito borracho”.

“Cuidaré de Hoya-ssi”. Woohyun le sonrió. “Ahora corre”.

“Cuídate, hyung”. SungJong dijo antes de desaparecer entre la multitud, aún con el borracho siguiéndole el rastro.

“¿Jongie ya se fue?” Preguntó Hoya un poco atontado.

“Sí” Woohyun respondió. “Estaba siendo seguido por un ebrio”.

“Entonces está bien”. Hoya replicó casi volteando su vaso. Usualmente Hoya era realmente sobreprotector con SungJong, Woohyun había visto una vez cómo Hoya golpeaba a un tipo que estaba acosando ualmente al chico afeminado y es por esto que la falta de interés de Hoya hacia SungJong, le indicaba que estaba bebiendo más alcohol del que podía soportar.

“Deberías escuchar a tu amigo”. Dijo de repente el bartender. “He estado sirviéndote más tragos que a todos los clientes juntos”.

“¿Cómo lo sabes?” Hoya preguntó, apuntándole.

“Porque soy yo quién te ha servido todas esas bebidas”. Respondió Woohyun.

“Como sea”. Dijo Hoya restándole importancia. “Otra”.

“No podrás  resistir otra bebida”. Woohyun respondió, colocando sus manos sobre la barra.

“¿Qué sabes tú sobre lo que puedo o no resistir?” Hoya se mofó.

“Sé” Woohyun comenzó a hablar un poco dudoso. “Que bailas más de lo que bebes, de hecho esta es la primera vez que te veo bebiendo aquí, siempre te veo divirtiéndote con tus amigos cuando estoy de turno”.

“¿Qué?” Hoya preguntó, obviamente no estaba escuchando o no pudo retener las palabras que Woohyun le había dicho.

“Dije que no te voy a servir otro trago”. Dijo Woohyun.

“¡Incluso tú estás en mi contra!” Hoya lloró mientras golpeaba su cabeza contra la barra, alarmando a Woohyun.

“Yah”. Habló Woohyun, preocupado. “¿Estás bien?”

“Todos me odian”. Habló la amortiguada voz de Hoya.

“Eso no es cierto”. Woohyun respondió.

“DongWoo-hyung me odia”. Dijo Hoya.

“Estoy seguro de que no lo hace”. El bartender habló en un tono confortante.

“Pero tampoco me ama”. Hoya habló mirando a Woohyun como si no quisiera creer lo que el mismo acababa de decir. “Simplemente no lo entiendo”.

Por supuesto, Woohyun pensaba que era realmente extraño que un joven tan alegre estuviera tan deprimido de repente, el único motivo podía ser un corazón roto, eso explicaría el por qué no lo había visto durante toda la semana pasada – es como si Woohyun hubiera estado esperando verlo o algo, no.

Aunque no fuera parte del contrato, ser bartender incluía el escuchar las historias y preocupaciones de pobres borrachos, lo que convertía a Woohyun en mitad psicólogo, mitad tabernero. Woohyun no quería presumir, pero había dado tan buenos consejos que muchas personas volvían a agradecerle por ayudarles a realizar un cambio positivo en sus vidas, así que también podría ayudar al joven bailarín, si tan sólo éste le escuchase.

“Quiero decir” Hoya continuó, sin darle oportunidad alguna a Woohyun de hablar. “¡Lo he amado desde que nos conocimos! Pero entonces apareció SungGyu y ¡puff! Es SungGyu esto, SungGyu lo otro”.

“Tal vez él-“

“¡Y luego realmente está con SungGyu!” Hoya exclamó, interrumpiendo al otro. “¿Quién se fijaría en ese tipo? Es mandón y fastidioso y luce como un hámster con pequeños ojos que podrían devorar tu alma. No merece a DongWoo que es tan gentil como un ángel”.

“No puede ser tan ma-“

“¿Por qué DongWoo no se fijó en mi en cambio?” Hoya exclamó. “¡Soy genial! Y y y guapo y… Y lo amo”.

“…”

“¿A quién quiero engañar?” Hoya suspiró. “SungGyu es un buen tipo, podrá hacer más feliz a DongWoo de lo que yo podría”.

“No hables así”. Woohyun habló luego de un rato, cuando consideró que no sería interrumpido. “Eres un gran tipo, Hoya-ssi. Eres divertido, preocupado y sí, y y guapo. DongWoo sería igual de feliz que ahora si estuviera junto a ti, es sólo que no estaban destinados en ésta vida”.

“¿Por qué no?” Hoya gimoteó como un niño pequeño, haciendo que Woohyun riera.

“No lo sé, Hoya”. Woohyun sonrió alentadoramente. “Pero quieres que tu DongWoo-hyung sea feliz ¿verdad? Así que el estar feliz por él y SungGyu hará que él sea feliz”.

“Estoy feliz por él”. Hoya suspiró. “Estoy feliz cuando él está feliz, sólo desearía que fuera feliz junto a mi”.

“Lo sé, Hoya-ssi”. Woohyun habló en un tono confortante, inconscientemente acariciando la cabeza ajena.

“Ojalá me hubiera enamorado de ti en vez de él”. Hoya dijo de repente, mirando fijamente al rostro sorprendido de Woohyun. “Tu mano es tan cálida”.

“Y-yo” Woohyun trató de hablar, pero antes de que pudiera decir algo coherente la cabeza de Hoya cayó sobre la barra con un ruido sordo y pronto Woohyun pudo oír el tranquilo ronquido del menor.

Woohyun no podía evitar sonreír a la tranquila expresión que tenía el otro al dormir, miró a todos lados y movió suavemente su mano frente al rostro de Hoya para asegurarse de que realmente estaba dormido antes de sacar su teléfono y tomarle una foto al menor mientras dormía como un bebé, la hizo su fondo de pantalla, por alguna razón la expresión serena de Hoya al dormir le tranquilizaba. Decidió dejar que el joven bailarín tuviera aquel merecido sueño y volvió a servir tragos, mirando de reojo a Hoya en algunas ocasiones, sonriendo.

***

Las horas pasaron y Hoya no mostraba signos de despertar. Incluso un cliente cayó accidentalmente sobre él y ni se inmutó, lo que hizo que Woohyun revisara dos veces el pulso ajeno y gracias al cielo aún estaba ahí. SungJong tampoco mostraba señales de haber regresado, esto hizo que Woohyun se preocupase ya que el ebrio pudo haber alcanzado al chico, pero desechó aquel pensamiento en seguida porque había visto a SungJong golpear a un par de ertidos una vez, perfectamente pudo haberle dado un golpe. Cuando quedaban aún algunos minutos para cerrar Woohyun decidió buscar el teléfono de Hoya para llamar a SungJong para que lo fuese a buscar.

Titubeó un momento, pensaba que parecería un ertido al revisar los bolsillos del bailarín en búsqueda de su teléfono, pero aquel era un club, seguramente la gente ahí había visto cosas aún más ertidas y salvajes. Tragó saliva antes de buscar por el cuerpo de Hoya el teléfono, su rostro sonrojado rápidamente cambió a uno de pánico al notar que el otro no andaba con ningún teléfono.

“Mierda”. Maldijo mientras revisaba una vez más los bolsillos ajenos. “¿Y ahora qué hago?”

“Llévatelo a casa”. Dijo una voz tras de él, volteándose vio a uno de sus compañeros de trabajo, Key, quien le sonreía ladinamente.

 “¡No puedo llevármelo a casa!” Le gritó al joven.

“Oh por favor” Key habló, rodando sus ojos. “He visto como lo miras, Woohyunnie, claramente lo quieres en tu cama y ahora tienes la oportunidad”.

“No seas ertido, Key”. Woohyun habló, sonrojado. “No puedo aprovecharme de una persona borracha”.

“Eso es lo que hizo que JongHyun y yo estemos juntos”. Key se encogió de hombros.

“JongHyun se te confesó estando ebrio”. Woohyun argumentó. “Es una historia diferente”.

“A mí me parece la misma historia”. Key sonrió. “Si no te lo vas a llevar a casa entonces yo lo haré, porque, como tú dijiste, es y y guapo”.

“¡Estaba consolando al tipo!” Woohyun exclamó. “Estaba deprimido y necesitaba un alza en su autoestima”.

“¿Estás seguro que no estabas confesándole tu amor por él?”

“¡Apenas lo conozco!”

“Aish. Estás en negación, pequeño cabrón”. Key habló irritado, apartando a Woohyun para levantar a Hoya, quién aún estaba dormido.

“¿A d-dónde lo llevas?” Woohyun le preguntó a su amigo.

“Por si no lo has notado, somos los únicos que quedan aquí y el jefe está esperándonos para cerrar e irnos”. Respondió Key. “Así que como no te lo vas a llevar a casa, entonces yo lo haré”.

“Espera, espera, espera”. Woohyun habló, deteniendo al otro. “Nunca dije que no lo haría”.

“¿De verdad?” Key sonrió ladinamente, aún sabiendo que Woohyun acababa de decir que no lo haría. Le lanzó entonces al ebrio y dormido bailarín a los brazos, aún con aquella sonrisa en el rostro. “Ahí lo tienes entonces, ¡diviértete!”

Y con esas palabras, Key tomó su bolso del mostrador y se marchó del local, dejando a Woohyun con Hoya dormido entre sus brazos y con el pensamiento de que había caído directamente en la trampa de su amigo. Pasó uno de los brazos de Hoya tras su cuello para que fuera más cómodo el caminar con el joven ebrio, Woohyun podía sentir el aliento ajeno contra su cuello, haciendo que toda aquella zona fuese recorrida por un hormigueo. De pronto se le hizo más complicado el caminar y continuaba recordándose la promesa de que no debía aprovecharse de una persona ebria.

***

El apartamento de Woohyun era simple, pero perfecto para él. Tenía una linda pequeña cocina que Woohyun limpiaba más que la lavandería. Tenía una mesa para dos en frente de la estufa, aunque en realidad usaba sólo una silla. Un sofá en frente de la televisión, claro, un baño y una habitación. Una cama.

No era problema para él dormir en el sillón, siempre lo hacía, el problema era que Hoya no lo soltaba. Woohyun colocó con cuidado el cuerpo ajeno sobre la cama para así poder liberarse, pero el bailarín debió haber sido un koala en otra vida porque, aún dormido su abrazo era lo suficientemente firme para atrapar a Woohyun ahí. Después de muchos intentos, Woohyun suspiró rindiéndose y decidió tan sólo dormir cómodamente junto a Hoya – porque el agarre impropio también le estaba dejando sin oxígeno.

Los brazos de Hoya envolvieron la cintura de Woohyun, acercándole más a él y Woohyun temía que el fuerte latido de su corazón pudiese despertar al bailarín, gracias al cielo, no sucedió. Woohyun entonces, lenta y nerviosamente, pasó su brazo alrededor de la cintura foránea – porque juraba que se estaba adormeciendo al ser abrazado – miró una vez más el rostro dormido de Hoya antes de cerrar sus ojos y caer dormido con una sonrisa en sus labios, recordándose a sí mismo que debía despertar más temprano que Hoya, porque estaba seguro de que el despertar entre los brazos de un desconocido era una de las causas de un ataque al corazón.

_____________________

Hoya por dios.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet