Cuarta parte.

Give Your Heart a Break [Traducción]

Hoya despertó a la mañana siguiente con el sol dándole de lleno en el rostro. Luego de parpadear unos momentos para acostumbrarse al brillo, la primera cosa que notó fue… ¡¿Dónde demonios estaba la litera del camarote de SungJong?! Entonces tomó la manta que lo envolvía dándose cuenta que no era morada, sino azul y esto fue lo que le hizo notar que NO estaba en su propia habitación. Hoya se sentó abruptamente sobre la cama, acción de la cual se arrepintió luego porque ahora le comenzaba a doler la cabeza, jurando que había mil martillos invisibles golpeando su cabeza. ¡¿Cuánto había bebido anoche?! Demonios, no estaría cerca de la más mínima gota de alcohol por mucho tiempo.

Hoya lentamente miró la habitación, entrando en pánico porque no tenía idea de dónde diablos se encontraba. Lentamente se levantó, utilizando de apoyo la mesa de noche junto a él para sostenerse porque su cabeza dolía como el infierno y su cuerpo se sentía como la mierda mientras avanzaba hacia la puerta, cuando estaba a sólo unos centímetros pudo sentir el aroma a tocino y huevos siendo cocinados desde el otro lado, y aunque esto pudiera hacer que cualquiera se sintiera hambriento, a Hoya simplemente le hizo sentirse mal del estómago. Cuando abrió la puerta, vio a un tipo de espaldas a él, cocinando el desayuno.

“Disculpa…” Hoya habló débilmente, pero en un tono bastante audible.

“Oh” el otro tipo sonrió brillantemente. “Estás despierto, ¿cómo te sientes? ¿Necesitas algo?”

“Baño” Hoya respondió rápidamente, el otro chico apuntó hacia una habitación, que fue ocupada de inmediato por Hoya.

Woohyun podía oír como el joven bailarín echaba afuera todo lo que tenía en su estómago y se sintió mal por él, pero sabía que el vomitar le haría más bien que mal. Cuando el desayuno estuvo listo, Hoya salió del baño, lucía un poco más pálido, pero por lo menos ya podía caminar por sí mismo.

“El desayuno está listo” Woohyun sonrió, extendiéndole un vaso con un espeso líquido rojo a Hoya. “Pero primero debes beber esto”.

“¿Por qué debería?” Hoya preguntó un poco desconfiado, sin moverse de la puerta del baño.

“Bueno, o lo bebes o te sentirás como la mierda todo el día”. Woohyun le explicó, pero Hoya aún le miraba con algo de incredulidad. “Mi nombre es Nam Woohyun, trabajo como bartender en ‘Beautiful Night’, no podemos dejar que un cliente ebrio duerma en el club, así que o era yo o Key el que te llevaría a casa”.

“Ahora que te miro sin sentirme mareado” Hoya le contempló. “Me pareces bastante familiar”.

“Sí” Woohyun sonrió. “Soy tu siempre amigable bartender, ahora bebe eso o te lo meteré a la fuerza por la garganta”.

“Sí, mamá”. Hoya musitó, haciendo que Woohyun alzase una de sus cejas, aunque no dijo nada. Hoya bebió el primer sorbo, atragantándose. “¿Qué demonios le pusiste a esto?”

“Cosas que te ayudarán a pasar la cruda y cualquier otro efecto del haber bebido tanto anoche”. Woohyun le explicó a Hoya, quien le devolvía una mirada como si quisiera mayores detalles. “¿De verdad quieres saber todo lo que puse ahí?”

Hoya simplemente sacudió su cabeza y bebió la horrenda bebida. Por muy mal que supiese, era bastante efectiva, Hoya pudo sentir su estómago más firme, comenzando a sentirse hambriento. Miró la comida que Woohyun había preparado, se veía deliciosa, pero él tenía modales, así que no comenzó a comer de inmediato.

“Come” Woohyun sonrió, sentándose frente al bailarín, haciéndole un pequeño gesto para que comiera. “Lo cociné para ti, así que si no lo comes, mi esfuerzo habrá sido en vano”.

“Gracias”. Hoya le sonrió de igual modo, comenzando a comer. “Está delicioso”.

“Es tocino”. Dijo Woohyun, aún sonriente. “Se supone que debe ser delicioso”.

“Verdad”. Hoya rió un poco. El desayuno continuó en un cómodo silencio, pero por alguna razón, Hoya deseaba saber más sobre el hombre que le había ayudado. “Entonces, eh… Woohyun-ssi, la verdad es que no recuerdo mucho cuando me emborracho, pero sé que hablo un montón. ¿Dije algo extraño?”

“No completamente extraño”. Woohyun meditó. “Hablaste algo bastante normal para alguien que se emborracha, ¿quieres saber qué fue?”

“Sí”. Hoya respondió sinceramente porque había un fastidioso sentimiento que le hacía creer que se había puesto en ridículo la noche anterior.

“Hablaste sobre un tal DongWoo que parece ser un ángel”. Woohyun comenzó a hablar, sin evitar notar que el menor tenía una pequeña sonrisa en sus labios. “Y sobre un tal SungGyu que tiene los ojos pequeños y parece un hámster”.

“Oh dios”. Hoya murmuró. “SungGyu hyung me matará si se entera que dije eso”.

“También dijiste que DongWoo debió haberse en el más guapo y y tú”. Woohyun sonrió traviesamente, haciendo que Hoya se sonrojara de vergüenza. “Pero también que estabas feliz por su relación con SungGyu”.

“¿Lo hice?”

“Creo que tus palabras fueron ‘soy feliz cuando él está feliz’” Woohyun sonrió confortantemente.

“Lo hice” Hoya repitió ya no como una pregunta, podía sentir que era verdad aunque el otro no lo dijese.

“Y…” Woohyun continuó, peleando internamente si decir la parte de ‘ojalá me hubiera enamorado de ti en vez de él’, pero decidió omitirla. “Y creo que es algo bastante genial en ti. No eres egoísta, Hoya-ssi, cualquier persona sería suertuda si te tuviera”.

“Gracias”. Hoya rió por lo bajo, él y Woohyun llevaban juntos poco más de una hora, pero él ya se sentía realmente cercano al bartender. “Es realmente amable de tu parte el haber cuidado de un ebrio, Woohyun-ah”.

‘Es porque tú eras el ebrio’ Woohyun pensó, simplemente sonriéndole al otro.

“Oh por cierto”. Hoya dijo cuando terminó de comer. “¿Viste al chico que estaba junto a mí en el club? ¿Un chico afeminado con un aura de inocencia rodeándole, pero que maldice como marinero?”.

“¡Mierda!” Gritó Woohyun al recordar a SungJong. “¡Fue SungJongie quién me pidió que te cuidara en el club mientras él trataba de perder a un ebrio que lo estaba persiguiendo!”

“¡¿QUÉ!?” Hoya exclamó. “¡¿Un ebrio lo estaba siguiendo?!”

“Tú no estabas con tu teléfono, así que no tenía forma de comunicarme con él”. Woohyun entró en pánico, estaba realmente preocupado por el menor porque creía que era en parte culpable si algo le sucedió a este.

“¡Demonios!” Hoya maldijo. “¡No puedo creer que estaba tan ebrio! ¿Dónde diablos estoy? ¿Cómo llego a Mangwon Dong?”

“Te llevaré hasta ahí”. Se ofreció el mayor. “Le pediré prestado el auto a mi vecino”.

“Gracias, Woohyun”. Hoya dijo mientras seguía al otro fuera del apartamento. “De verdad, muchas gracias”.

Woohyun caminó directamente hacia la puerta de su vecino, la cual comenzó a golpear fuertemente.

“¡SungYeol!” Gritaba Woohyun. “¡SungYeol, soy yo, Woohyun!”

Luego de unos cuantos golpes más, la puerta se abrió mostrando a un joven alto a quien Hoya ya conocía de los muchos concursos de bailes que había organizado.

“¿Qué mierda quieres, Woohyun?” Maldijo el joven alto, estaba algo adormilado. “¿Sabes que aún no he bebido mi café?”

“Lo siento”. Woohyun se disculpó de corazón. “¿Podrías prestarme tu auto?”

“¿Por qué debería?” SungYeol cuestionó desconfiadamente.

“SungJongie está en problemas”. Hoya interrumpió.

“Hoya”. Habló SungYeol, estaba tan sorprendido de ver al bailarín ahí junto a Woohyun que pasó por alto lo que éste había dicho. Miró a Woohyun y luego a Hoya y nuevamente a Woohyun. “No sabía que ustedes dos dormían juntos”.

“¡No lo hacemos!” Respondieron al unísono, ambos sonrojados.

“Simplemente ayudé a Hoya anoche porque estaba realmente ebrio”. Woohyun explicó. “¿Ahora puedes prestarme tu carro? O de lo contrario a SungJong-ah pudieron haberlo violado”.

“¡Mierda!” SungYeol maldijo al darse cuenta de la situación. “¡¿Por qué no dijeron eso en primer lugar!?”

SungYeol volvió a entrar a su apartamento, dejando a Woohyun y a Hoya con la leve impresión de que era completamente inútil e idiota cuando no tomaba su café matutino.

***

El camino hacia la casa de Hoya sólo tomó unos minutos, cuando estuvieron frente al edificio, Hoya y Woohyun corrieron juntos por las escaleras hasta el cuarto piso, donde estaba el departamento, Hoya rápidamente buscó sus llaves en el bolsillo e ingresó al lugar gritando el nombre de su compañero.

“¡SungJong!” Llamaba el bailarín, pero no había respuesta alguna, así que decidió entrar a la habitación que compartía con SungJong, la cual estaba vacía. “Maldición. Woohyun, ¡no está! ¿Ahora qué hago? ¡¿Y si aquel tipo le hizo algo?!”

“¡Primero necesitas calmarte, Hoya!” Woohyun exclamó. “¿Cómo vas a encontrarlo si estás así de nervioso? Aún no estamos seguros de que algo le haya pasado”.

“¿Y si de verdad le pasó algo?” Hoya habló. “Voy a odiarme por el resto de mi vida si al-“

“¡Hoya-hyung!” Un bulto amarillo apareció de repente y abrazó a Hoya.

“Te dije que te calmaras”. Woohyun sonrió luego de suspirar, reconociendo a SungJong en su suéter amarillo.

“¡Por dios, hyung!” SungJong exclamó. “¡¿Sabes lo preocupado que estaba?! Cuando vi tu teléfono aquí me regresé al Beautiful Night a buscarte, pero ya había cerrado y entonces me di cuenta de que no tenía el número de Woohyun-hyung y enton-“

“Estoy bien, Jongie”. Hoya rió mientras apartaba lentamente al otro porque le estaba costando trabajo respirar. Le miró seriamente después de aquello. “¡Yo debería ser el que te pregunte cómo estás! Escuché que un borracho te estaba persiguiendo”.

“Oh… Lo cuidé”. SungJong respondió como si no hubiese sido la gran cosa. “Era realmente molesto, seguía diciéndome que era una tal Sujin y me pedía que volviera con él. ¡Me quedé toda la noche escuchando su cháchara interminable porque no me quería dejar ir! ¡Tenía una maldita fascinación hacia mí!”

Woohyun no pudo evitar reír disimulada ante el descargo verbal del menor, recordando que Hoya tampoco lo había dejado ir durante toda la noche. Su pequeña risa hizo que SungJong lo fulminase con la mirada.

“¡No es divertido, hyung!” Gritó. “¡Lo escuché toda la noche hablar!”

“¿Cómo te libraste de él?” Preguntó Hoya.

“Le dije que era un idiota por salir con una perra como Sujin”. SungJong respondió honestamente. “Por lo que me contó, la tipa era una zorra que estaba jugando con él.”

“Bueno, por lo menos no te sucedió nada malo”. Hoya sonrió, acariciando los cabellos del menor.

“Sí”. Woohyun asintió. “O hubiera muerto de culpa”.

“No es mi culpa que Hoya-hyung sea lo suficientemente estúpido como para dejar su teléfono móvil aquí”. SungJong replicó.

“¡Yah!” Hoya exclamó. “Necesito enseñarte modales urgentemente”.

“Entonces me voy”. Woohyun habló. “O SungYeol se pondrá histérico por su coche”.

“Déjame acompañarte”. Se ofreció Hoya.

“Nah, está bien”. Woohyun respondió. “Puedo controlarlo, ustedes dos necesitan descansar”.

“Está bien, entonces”. Replicó el bailarín. “Gracias, Woohyun-ah por cuidarme mientras estaba ebrio”.

“No es nada”. Woohyun sonrió. “Eres un cliente especial después de todo”.

“Oh”. Hoya respondió un poco desconcertado por aquellas palabras. “Yo… Eh… Creo que te veré en el club cuando vaya”.

“Mmm”. Woohyun asintió. “Creo que ya no te voy a servir más tragos”.

“No creo que esté cerca del alcohol por algún tiempo”. Hoya rió y con una última seña, Woohyun salió del apartamento.

“¡Adiós, Woohyun-hyung!” SungJong gritó antes de voltearse a ver a Hoya. “Entoooooonces, pasaste la noche en la casa de Woohyunnie-hyungie”.

“Sí ¿y?” Hoya preguntó algo extrañado por el ‘Woohyunnie-hyungie’.

“Nada”. SungJong respondió con aquella juguetona sonrisa en sus labios. “¿Qué hicieron?”

“Dormí en su casa”. Hoya habló lentamente para no darle ideas raras a su menor. “Y desayunamos juntos, es un buen cocinero”.

“¿Sólo eso?”

“Hablamos”. Hoya respondió, sin saber por qué le estaba dando explicaciones al menor. “Es muy fácil hablar con Woohyun, incluso…”

“Incluso ¿qué?” SungJong preguntó mirando al mayor con sus grandes y curiosos ojos porque éste había dejado de hablar de repente.

“Nada”

“¡¿Incluso qué, hyung?!” SungJong chilló. “¿Te abrazó? ¿Te besó? ¿Te confesó que está desesperadamente enamorado de ti? ¿Qué? ¿Qué?”

“¡No! ¡Nada de eso! ¡¿Por qué piensas que haría algo así?! ¡Apenas me conoce!” Hoya exclamó algo sonrojado por las palabras de su menor. “Él simplemente me hizo sentir mejor con respecto a todo el tema de la relación de DongWoo y SungGyu”.

“¡¿De verdad?!” SungJong exclamó impresionado, ¿cómo se las había arreglado Woohyun para hacer eso? Hizo una pequeña nota mental, recordándose que debía agradecerle al bartender, tal vez con un pastel y flores o haciéndole un altar.

“Sí, quiero decir…” Hoya continúo, pasando una de sus manos por su cabello. “De verdad quiero sentirme feliz por DongWoo-hyung, aún duele un poco, pero si me mantengo hundido en mi miseria nunca podré ser realmente feliz por él y yo sólo quiero que sea feliz, y si es SungGyu la persona que lo hace feliz, más le vale que lo haga bien”.

“Eso es muy dulce de tu parte, hyung”. SungJong respondió orgulloso de su mayor. “Woohyun-hyung te ayudó de verdad, y eso que apenas lo conociste”.

“Es un buen tipo, creo que comenzaré a hablar con él más seguido cuando vaya a Beautiful Night”. Hoya sonrió, aunque aquella sonrisa desapareció al ver la mueca traviesa y arrogante en el rostro de su menor. “¿Qué?”

“Nada”. SungJong sonrió. “Sólo estoy muy impresionado sobre lo buen casamentero que soy”.

“¿Casamentero?” Hoya se burló. “¿A quién ligaste?”

“A Woohyun- hyung y a ti”. SungJong explicó.

“Tú me dejaste al cuidado de él”. Hoya negó. “Eso no es ligarnos”.

“Oh… Ah sí que quieres que te ligue con él”. SungJong respondió más que preguntando.

“No”. Hoya respondió, sacudiendo su cabeza. “No quiero que me ligues con nadie”.

“Bien”. SungJong asintió de mala gana, aunque le sonrió a su mayor. “De todas formas, será más lindo y valioso recordar cómo ganaste su corazón con tus propios esfuerzos”.

“¡Yah! ¿Qué sucede contigo y tus ganas de buscarme pareja?” Hoya exclamó antes de darle un golpe en la cabeza, pero SungJong fue más rápido y lo evitó.

“Tengo hambre, hyung, ¿qué quieres comer?” SungJong habló dulce e inocentemente. “Yo cocinaré”.

“Sólo guárdame un poco, Jongie”. Hoya respondió. “Creo que voy a dormir un poco más”.

“Está bien”. El menor habló desde la cocina, y justo cuando Hoya cerraba la puerta de la habitación pudo oír claramente: “¡Ten muchos sueños llenos de Woohyun-hyung!”

“Ese pequeño mocoso”. Murmuró Hoya, estaba un poco sonrojado. Su cuerpo dejó caer sobre su suave cama, deseando un descanso sin sueño alguno, porque tenía el fastidioso sentimiento de que la sonrisa de Woohyun aparecería en sus sueños y no sabía cómo reaccionar ante aquello. 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet