Dara quería llevar las cosas con calma, hacer como si en su vida todo lo que antes giraba con normalidad aún pareciese estar en el mismo lugar; sin embargo, no se podía engañar, el estar cerca de Chaerin era una tortura y con cada momento que pasaban juntas, ese sentimiento que intentaba negarse, era más fuerte. Una nueva maldición. Había pasado de estar intensamente maravillada por Hyuna a estar infernalmente impregnada por la platinada, quien a pesar de mostrarse algunas veces esquiva y fría, en ocasiones dejaba vislumbrar un rastro de dulzura que hacía vibrar a la castaña.

Desde el día en que se habían encontrado con Yoona ambas parecían jugando al gato y al ratón, cuando trabajaban juntas el ambiente se volvía denso y aunque no les gustaba, no sabían como colocarle un alto.

El principal problema consistía en que Dara estaba confundida por muchas cosas pero le enervaba, el no saber qué tipo de relación había entre Chaerin  y Ji yong, quienes se dejaban ver juntos constantemente por toda la empresa, observaba como él la acaparaba, la seguía, a veces se lo encontraba saliendo del apartamento. Lo que la mataba de celos; aunque ella era consciente que ni siquiera sabía, si a la platinada le gustaban las mujeres.

Ganas de llorar no le faltaban cuando pensaba en ello, puesto que, la misma Chaerin le había confirmado su noviazgo con un hombre en parís… Ji Yong era su ex novio, para colmo de males, su corazón le pertenecía a su hermano… “¿Por qué no fui hombre, Dios. No, por qué no me gustan los hombres?”. No obstante si ella la aceptara ¿Cómo podrían tener una relación sincera? Sandara odiaba el engaño y por lo que había visto CL estaba herida.  “ ¡No!, es imposible, lo que siento no puede ser” .

-¡DEMONIOS! ¡MIERDA, MIERDA, MIL VECES MIERDA! – gritó golpeando la mesa

-¡WOW!, ¿se te perdió un archivo?- pregunto Chaerin que entraba acompañada por Minzy, la miraban sorprendidas, Dara no era el tipo de persona que maldecían y perdían el control. La castaña observo que la platinada traía en sus manos el almuerzo, miró su reloj y confirmo que tenía la razón.

En las últimas semanas, desde el inicio de las grabaciones, Chaerin y ella se reunían para trabajar. Al principio CL la invitaba a salir a la 1:00 p.m.  Para almorzar; no obstante, ella prefería evitar las tentaciones y seguir cayendo. Como resultado la platinada, obstinada, cocinaba para las tres; puesto que Minzy se había unido a ellas. Dara sospechaba que eso era debido alguna petición de Chaerin.

-Se me fue la idea… - Se excusó Dara por su gritó – sigan.

Chaerin y Minzy intercambiaron miradas, preguntándose si se sería conveniente seguir. La rubia se encogió de hombros, el hambre le ganaba a la incomodidad y necesitaba llenarse de energía. Unos momentos antes se había topado con Bom que coqueteaba con una de las maquilladoras.

-Traje lo Básico – comentó Chaerin colocando las poncheras de plástico encima de la mesa mientras que Dara se apuraba por darle espacio, después de todo, para ella, la comida de la platinada era lo mejor de muchos mundos extraterrestres y  ultraterrestres.

-¿A qué te refieres con lo básico?-  pregunto Minzy sentándose

-Arroz, fideos con soya, carne, ramen… por supuesto, cerdo con salsa agridulce… té, pulpo frito… otras cosas… aahhh y pastelitos.

-¿Cómo haces para que te quepan todas esas cosas en esas poncheras? – preguntó Dara

-Ya sabes, aprendes con la vida. Francia, no es un país muy económico que digamos, con lo que ganaba como mandadera mientras estudiaba, lo gastaba en comida, manutención y otras cosas…

-¿Eras mandadera? – preguntó sorprendida Dara sorbiendo su ramen, la forma en que ella hacía eso con tanta “delicadeza ruidosa” y gusto le encantaba a la platinada, la verdad era, que Chaerin se encontraba a gusto con los miles de defectos de la castaña, su ángel era la persona más extraña y confusa que ella hubiese conocido.

-Sí – se recordó en contestar, de lejos escucho la risita de Minzy que conocía esa mirada brillante más que nadie en el mundo – entregaba pizzas… aprendí a hacer pizzas…

-Me acabas de romper el corazón… te imaginaba en bicicleta por las calles de parís con una canasta llena de pan francés…

-¡OH no!, sé hornear pan francés… es más podríamos hacerlo, el horno del escenario no es de utilería, es verdadero ¿Quieres pan francés? – Dara observo esa carita sin expresión alguna ¿Cómo lo hacía? ¿Cómo podía ser tan tierna en medio de esa frialdad que la envolvía?

“Quiero verte sonreír, maldita sea, escuchar tu risa… sentirte…”

-¿Dara?

-Sí quieres hacerme pan francés yo no me niego – le respondió Dara con indiferencia, confundiendo a Chaerin que no sabía como se sentía, deseaba que la castaña le diera pistas de la razón por la cual se comportaba de esa manera. Minzy le había dicho que tal vez  se sentía incomoda por la relación de Ji yong y ella o los privilegios que pudiesen obtener por ello.

La rubia aún mostraba señales de desconfianza con Ji, el hecho de buscar espacios para estar con su amiga no le gustaba; por el contrario, adoraba la energía recargada que emanaban la castaña y la platinada. Por experiencia, con un simple vistazo Minzy reconoció que Dara era lesbiana y se lo hiz