Capítulo Nueve

Sentir Normal

 


 

**

Las luces pegan en la ventana y el señor Kim se asoma por ellas, con el corazón acelerado sabiendo que es momento para lo que sea que venga. Los pasos rápidos y sonoros de TaeYeon que parece ha sido avisada con anticipación se hacen presentes en el lugar, mientras la ama de casa observa a los otros dos integrantes de la familia con rostro de desaprobación absoluta.

 

― Mamá ―

Llama TaeYeon desde su lugar, detrás de su padre, esperando a que Sunny toque la puerta para poder abrir y no hacer tan obvio que ya estaban más que preparados para ese momento.

 

Su madre la mira con ojos de dolor, pero haciéndole saber qué le está prestando atención.

 

― No vayas a gritar, ni a decir groserías… ―

Lo dice con un tono tan delicado, que no pareciera viniera de parte de ella, con un poco de vergüenza y mostrando una faceta de aquellas que se le hacía difícil imaginar en su hija.

 

― Por favor ―

Pide al final bajando la mirada y volteando nuevamente hacía la puerta donde su papá espera el llamado que no se demora en llegar. Toma aire, pasa la mano por su pecho tratando de planchar la camisa y permite que el viento de afuera entre a su casa, junto con el sol que parece iluminar los ojos, el alma y el corazón de su hija.

 

Sunny trata de parecer tranquila, pero su actuación de lo que eso podría llegar a ser está muy lejana, así que solo se inclina levemente, levanta sus cejas y aprieta los labios, pese a que la sonrisa del señor Kim es de suma confianza y demasiado honesta.

 

Quien no puede ocultar sus dientes perlados, que parecen brillar más que cualquier luz es TaeYeon, controlar sus sentimientos cuando se trata de aquella chica bajita, no era algo que estuviera en un manual o que exista para ella, así que solo se limita a expresar y comportarse justo como su novia le había indicado.

 

“Nada de abrazos, ni besos ni toques, porque esto puede alterar a tú madre y pensará que la estamos provocando, queremos arreglar la situación, no empeorarla”

 

― Buenas noches ―

Dice con las manos metidas en los bolsillos de su gabán vino tinto, y trata de mirar directo a los ojos de aquel señor que siempre parecía ser bastante tranquilo, pero sigue encontrando eso y tanta familiaridad que incluso le asusta un poco, porque no venía preparada para un charla familiar. TaeYeon le planteó un asunto diferente cuando la llamó y viene dispuesta a una confrontación, en donde ella recibiría todo y solo aceptaría las consecuencias de sus actos.

 

― Adelante doctora Lee, bienvenida ―

Su cabeza se inclina y rápidamente vuelve a su lugar, haciéndose a un lado de la figura masculina, que no pretende mostrar rasgos de angustia o enojo. Uno de esos aspectos que siempre ha sido el exponente principal cuando se trata del señor Kim, y un atributo que salta en la mente de Sunny cuando se le menciona sobre él. A quién después de conocer y ver lo bastante antipática que resultaba ser TaeYeon, pudo asegurar que la chica debería de ser más atractiva de la forma en la que él es, así que entiende que su condición en principio podía ser de la forma en la que es debido a su problema.

 

No significa que ella deba ser una persona calcada a su progenitor, pero al menos esa aura oscura con la que se presentó en frente de ella por primera vez, no concordaba con lo que parece ser la conducta, el amor y el estima que el padre profesa sin temor alguno.

 

― Gracias señor Kim ―

Sus pasos lentos y sonoros avisan a quien se encuentra en la sala esperando por ellos. Un juez o una especie de inquisidor que con su ángulo, espera dar el veredicto final, esperando ser aceptado por encima de los demás, debido a que parece ser la más afectada, pero si se presta atención atentamente, también es ella misma el único voto en contra.

 

TaeYeon sostiene la mirada que parece con ella querer tocarle el hombro para decirle que está justo detrás, que va a respaldarla y que no está sola, pero un frío parece recorrerla, cuando su padre es quien toma la iniciativa y hace justo lo que ella está pensando.

Como si se tratara de una conexión ínfima, es un acto debería llenarla de satisfacción y sentirse más apoyada, pero por el contrario, su ceño arrugado y la torcedura marcada con sus labios es una señal de peligro.

 Siendo de esas cosas que no puede controlar, porque no se lo ha propuesto o porque no quiere. Simplemente pincha un costado de su padre con la punta del dedo índice y le levanta el mentón aun con la frente arrugada. Él bastante incrédulo, sin decir nada, arruga la frente casi igual que ella, pero con un gesto más pasivo, preguntando más que nada, a lo que ella responde estirando sus labios señalando la mano en el hombro de la psicóloga.

 

Él lo nota y trata de tragarse la sonrisa que puede venir acompañada de una sonora risa burlona, pero prefiere apretar los dientes, morderse el labio inferior y quitar la mano, mirar a su hija y levantar las palmas en señal de rendición.

 

― Buenas noches señora Kim ―

 Inclina levemente la cabeza y ella solo la mira de manera penetrante, tratando de insultarla solo con eso y soportando los gritos con el choque de sus muelas, que parece ser un calmante para ella, solo que no sabe por cuánto tiempo.

 

― Buenas noches ―

Responde tajante unos segundos después, cuando ve que TaeYeon y su esposo parecen estar interesados en no dejarla perder ni un poco de cortesía.

Sunny se queda de píe detrás del gran sillón, en medio de padre e hija, bastante abrigada, ya que no le fue pedido su abrigo en la entrada, pero que tampoco siente que es el momento de quitársela para parecer cómoda, la clara intención de la mujer allí es arremeter y estar por encima de ella, cosa que le permitirá, está en todo su derecho y ella desde un principio sabía que estas cosas se podían presentar en alguna instancia; honestamente esperaba que no fuera tan rápido pero es la hora y debe poner el pecho.

 

— Siéntese doctora Lee — Ofrece Jiwoong, con su mano, dándose cuenta de la chaqueta y ofreciéndole una mano a Sunny quien lo mira, porque  él parece actuar como si nada.

 

— No se preocupe señor Kim, estoy bien así —

Ella toma asiento, y padre e hija se dispersan. TaeYeon toma lugar en un sillón de igual tamaño al de Sunny a dos pasos de distancia, mientras que su padre va al lado de su esposa, tratando de ser el polo a tierra de ella por si se sale de control, definitivamente luce descontrolada desde el mediodía.

 

El silencio se presenta, como cómplice o enemigo, cada quien montado en una plataforma diferente de emociones, pero sin lugar a dudas a la espera del primer sermón que de seguro llegará por parte de la madre de familia.

 

— ¿Y bien? — Pregunta Min-ha con sus labios un tanto comprimido y la clara altanería en sus ojos bastante abiertos, que parece no pestañan para tomar un respiro en la mirada perpleja que sostiene en la profesional desde que las paredes permiten verla.

 

— ¿Sí? —

Pregunta con un tono inocente Sunny, que parece no comprender del todo lo que aquella señora le recrimina con preguntas que no apuntan hacía ninguna posición. Una jugada inteligente si se mira desde un punto de vista amplio; debido a que, si empiezas a hablar de todo lo que ha pasado; que es obviamente lo que ella quiere, puedes sin indubitablemente tocar puntos que definitivamente no puede decir y que tampoco ella debe o quiere escuchar. Su complejidad ha quedado encerrada en su oficina, solo trajo la veracidad y la contundencia con ella para responder de forma breve y concisa lo que sea que se le pregunte. Salirse de contexto para generar aún más polémica de la que está expuesta no está dentro de sus planes, por ello mira de reojo a TaeYeon, esperando que ella también se comporte.

 

— No quiero que se haga la estúpida, como si no supiera a que ha venido, como si no supiera porque estamos aquí reunidos —

 

— Min-ha— Interrumpe su esposo volteando a mirarla, pidiéndole con su llamado, controlar un poco el volumen de su voz y las palabras que usa.

 

Ella se frena, pero jamás lo mira, sigue con aquella mirada acusadora sobre quien está justo en frente de ella, con tanta pasividad que la enerva aún más cada instante.

— Entiendo su posición dentro del asunto señora Kim, y lamento ser tan poco profesional respecto a esto… —

 

Min-ha mira a Sunny achicando los ojos, con algo de sarcasmo en su postura.

 

— ¿Crees que eso para mí es suficiente? Yo quiero saber que le hiciste a mi hija. Que hacías con ella mientras iba a tus sesiones, que seguro hacías de todo menos ayudarla realmente con su problema —

 

La atención se sitúa en la mayor de las mujeres, volviendo a subir la voz y mostrando signos de dolor en sus ojos cuando las lágrimas empiezan a tomar lugar en sus ojos.

 

 

— Está equivocada si cree que he hecho algo con TaeYeon. Realmente la he ayudado, y a usted le consta, ella ha puesto de su parte, he trabajado para que ella sea polivalente —

 

— No me salga con ese tipo de escusas patéticas que no te creo nada. Di que sedujiste a mi hija, di que tu ética profesional no vale una mierda, di que te aprovechaste de ella solo por ser su psicóloga, porque conoces su condición —

 

Sunny arruga su frente y mentón sintiéndose un tanto ofendida, pero sabe que ella tiene el derecho de sentirse de esa manera. Si a ella le hubiera ocurrido también estuviera así seguramente.

 

— ¿Qué dijiste? Que como somos personas de estrato social bajo daba igual ¿no? ¡Te estás provechando de los pacientes, te aprovechaste de mi hija, ahora que sabes cómo controlarla la haces pensar que está enamorada de ti porque eres una maldita enferma! —

 

— Mamá —

Reacciona TaeYeon al ver que sus palabras están tomando otro rumbo y lo último que ella quiere en ese momento es ver como dos partes importante en su vida se destruyen.

 

— ¡Tú sabes que está mal TaeYeon!. ¡Debiste decirnos lo que esta puta te hacía! —

 

Sunny cierra los ojos, como si con las solas palabras hubieran chocado literalmente en su cara. Toma aire y agacha su rostro.

No iba a ser fácil ella lo sabía, pero las cosas son diferentes cuando se enfrentan, cuando estas en frente del toro no es fácil tomarlo por los cuernos.

 

— Yo… —

 

— ¡Prometiste que no harías algo como esto, dijiste que ibas a comportarte! —

 

De la nada, furibunda, TaeYeon se levanta de su lugar con ojos que parecen estar entre la rabia y el desapego, tratando de cargar con la decepción y el resentimiento.

 

— Cuando yo gritaba delante de todos, decías que yo siempre me portaba de manera diferente. Cuando decía groserías, me justificabas diciendo que yo era una chica especial. Si me alejaba y la gente preguntaba porque yo era así, decías que yo no era como los demás…—

 

Su madre la mira con recriminación, su padre parece querer detener todo y Sunny solo se dedica a escuchar a la menor, sin siquiera mirarla, siempre sus ojos están con a quien seguro se moriría si la llamase suegra.

 

— ¿Entonces ahora qué? ¿Que tú digas hagas esto, levantes la voz e insultes es muy normal verdad? —

 

--- TaeYeon —

 Su padre se pone de pie e intenta tomarla de una mano para que tome asiento.

 

— Todo lo que he querido este tiempo es que alguien me tratara como ella me trata. Alguien que simplemente me hiciera sentir normal —

 

— Ve a tú cuarto —

 

Ordena su madre con un tono de voz moderado, dejando ir las lágrimas, pero llevando inmediatamente el dorso para no dejar rastro de ellas.

Jiwoong, por su parte pone las manos en ambos costados de su cadera y mira marcharse a su hija. Que hace sonar cada pisada de forma estruendosa y el portazo pronto llega, así que él vuelve a tomar lugar al lado de su mujer.

 

— Nunca he tocado a TaeYeon en la manera que usted cree. Las cosas no pasaron como usted imagina. Cuando ella iba a mi consultorio, realmente hablábamos, puedo mostrarle grabaciones y tomas de notas que... —

 

— Váyase de mi casa —

 

Sunny queda con la boca abierta, con ganas de completar el discurso que parecía ser convincente para el señor Kim, pero que al parecer, ella, a quien debía convencer no la estaba llenando y prefería dejar de escuchar por ahora.

 

Se levanta con cuidado, inclinándose un poco después de ello, y sintiendo como unos pasos la siguen. Asegurándose de que no es Min-ha con ganas de golpearla; voltea, encontrando al caballero que la dio la bienvenida.

 

Él le abre la puerta y sale con ella, sin siquiera cruzar palabras, ella va camino a su coche, pero se detiene y lo mira.

 

— Señor Kim ¿puede usted acompañarme a un café? juro contarle todo —

 

Ella tiene los ojos tan llenos de preocupación y desespero que él lo nota sin posarse demasiado tiempo sobre ellos.

 

— ¡Ya vengo! —

 

Informa solo volteando su cabeza un poco en dirección a la puerta y la cierra sin esperar una respuesta.

 

Ella toma un gran impulso, y afirmando con la cabeza va hacia su asiento de conductora, quitando el seguro de su auto permitiendo a su nuevo acompañante poder tomar la iniciativa de abrir y entrar.

 

Cuando va hacia atrás, para salir de donde lo tenía parqueado, no puede evitar echar un vistazo a la casa encontrando a su pequeña asomada en una pequeña ventana en el segundo piso. Parece dolida con todo, incluso por ella misma. Tal vez por no haberse defendido, o por no haber defendido aquello que sabía para TaeYeon es sagrado.

 

El mundo que no se detiene estaba dando vuelta en la cabeza de las cuatro partes, que parecía no detenerse en ningún lugar, en ningún sentimiento, en algo que les permita saber que todo va a estar bien.

 

TaeYeon queda con deseos reprimidos, un tanto de celos al ver a su padre largarse con su chica, el no recibir ninguna explicación a lo que ella le reclamó a su madre y el pensar en cómo se sentirá Sunny. Piensa que quien debió marcharse en ese carro era ella, porque son ellas quienes necesitan aquella confianza y apoyo mutuo, porque esto que están viviendo es de las dos. Pero ahora no puede hacer más que quedarse abrazando toda esa masa que aunque no quiere le toca por el momento cargar.

 

Min-ha permanece con el impulso infructuoso de preguntarle a su esposo a donde iba y a que iba con esa mujer, a la cual le tiene celos obvios por ambas partes; su esposo y su hija, que encuentran un mundo de posibilidades con aquella pequeña que parce haberles cambiado la vida de muchas maneras, no solo a su hija, sino a ellos ahora con todo lo que actualmente están viviendo.

 

Jiwoong por su parte quiere perseverar su tranquilidad, escuchar, tratar de entender y colar la información para resumirla y tratar de llevarle el tamiz a su esposa, siendo que de esta manera ella lo puede tragar más fácilmente. Pero también le preocupa haber visto esa mirada iracunda en TaeYeon cuando se reveló ante su madre; la misma que hacía cuando niña en momentos de crisis, cuando se revolcaba y no quería ser controlada por nada ni por nadie, que gritaba y se remolineaba en brazos de sus familiares evitando que tomaran el control de ella. Teme que esos días de silencio y comunicación a pequeñas señas vuelvan, justo ahora, cuando cree que ambos son mejores personas.

 

Sunny solo quiere soltar todo para poder simplemente ser escuchada, ni siquiera quiere ser entendida, ella venía justo a ser juzgada y estaba dispuesta, pero también quería que la contraparte escuchara lo que tenía que decir, pero no se le ha permitido en aquel lugar, así que en otro será, con menos personas, pero será.


 

¡Hola!

¿Han pasado bien? Tomé unas vacaciones forzadas, pero ya de vuelta... Posiblemente este sea el penúltimo capitulo... (Espero)

Thir13en: Muchisímas gracias por tú Voto *¬*

sonyeshidae: Trataré de actualizar los otros fics, claro que si, no te preocupes. Te mando un abrazo. Gracias por comentar.

Luucxcx: Siempre, siempre, siempre tus comentarios me inflaaan impresionantemente, muchisisisisisisisimas gracias Lu, es increiblemente encantador para mi encontrar este tipo de comentarios. Adoro que te guste como narro, lo hago con mucho cariño y siempre tengo la duda de si aburro a las personas por alargar y describir tanto. Gracias a ti por seguir aquí esperando la historia, Un super abrazo para ti.

mei-chan4556: Gracias por comentar y aquí tienes el capitulo siguiente, que espero sea de tu agrado, abrazos.

kawakitanawo: Pues no,no pude actualizar tan pronto. tú sabes que estaba moribunda y por eso no pude actualizar. Gracias por comentar

Abrazos y disfruten (:

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
MAR7GS
#1
LA VOLVI A LEER ME ENCANTO, SE EXTRAÑA SUNYEON :)
soneeee
#2
Chapter 13: me encanto, ciertamente la ame <3 :'v muchas gracias chamita bella <3 me encanta el SunYeon :'v <3
mei-chan4556 #3
Chapter 13: Simplemente, genial.
De verdad, creo que reflexione muchas cosas con esta historia.
Aparte de que la amo con todo mi corazón, dato curioso, pero que a nadie le importa.
Esta historia la conozco desde que inicie la preparatoria, y su final llega justo ahora que estoy en la universidad.
Cuanto tiempo deberás. Jajajaja
Igual, gracias, por favor sigue escribiendo más Sunyeon, ¡el mundo lo necesita!.
MAR7GS
#4
Chapter 13: Me gusto, muchas gracias.
MAR7GS
#5
Chapter 12: Me encantó muchas gracias.
MAR7GS
#6
Chapter 12: Muchas gracias
MAR7GS
#7
Chapter 11: Espero que algún día actualices, me encanta tu historia.
mei-chan4556 #8
Chapter 11: Ay dioh yo quede lok :'v
No, enserio esto es tan.. Genial.
No me esperaba eso de la madre de tae :'v
Gracias por actualizar <3
desfachatados
#9
Chapter 10: wow, no puedo creer que realmente esté leyendo esta historia de nuevo, es raro jaja pero es grato, me alegra que hayas vuelto y me alegro de que sigas actualizando este fic que siempre fue de mis favoritos y lo va a seguir siendo <3
muchas gracias(((: