Capítulo Trece

Sentir Normal

— ¡Estoy en casa! —

 

Avisa Jiwoong haciendo ruido con el mazo de llave que lleva, y camina lentamente hacia la sala de estar, donde generalmente lee su periódico, tirando en una de la esquinas del mueble el periódico del día, que los apila allí sin llenar los crucigramas para que sea su entretenimiento cualquier espacio de tiempo o romper el record los domingos.

 

— Vayan a ponerse cómodos mientras les caliento las milanesas —

 

Él se detiene un instante y mira la espalda de su mujer, como desenvuelve los pedazos de carne fuera de la servilleta y toma marcha hacia las escaleras, dejando también su maletín de trabajo en el sofá, justo al lado de la prensa.

 

No se tarde ni cinco minutos, cuando baja con cuidado en un pantalón largo que parece de pijama, en pantuflas de caucho y una camiseta lisa a un solo color que le había regalado TaeYeon hace aproximadamente dos años en el día del padre.

 

— ¿Qué tal día? —

 

Pregunta ella cuando lo nota de pie sobando su mano izquierda sin tomar su lugar, mientras ella empieza a poner la mesa con dos platos y vuelve a la cocina.

 

— Calmado y luego agitado —

 

Responde sin mucho ánimo, tomando la silla mirando el plato sin llenar como si estuviera concentrado con algo.

Ella llega y pone una pieza de carne apanada en cada plato y en vista de que no se va a detener porque no lo ha notado, él tiene la necesidad de advertirle. Más por él que por ella, más por sí mismo que por la misma TaeYeon, porque realmente está pretendiendo que el momento sea como un pinchazo; que sea rápido que duela lo menos posible y obviamente salir de todo ese peso que ha venido acumulando durante el trayecto.

 

 — TaeYeon no ha venido conmigo, solo sirve mi plato —

 

Dice levantando la mirada hacia donde ella parece ir y venir en varias direcciones, pero justo cuando se frena y se queda mirándolo a él, Jiwoong desvía su mirada nuevamente hacia el plato, con ganas de disfrutar de ese pedazo de carne que se ve bueno, pero sabiendo que con la discusión que se viene, va a pasar un largo rato para que pueda comerlo. Si es que llega a ese punto.

 

— ¿Dónde está? —

Pregunta con tranquilidad per se nota algo de cautela en sus ojos, buscando hacia varios lugares con la mirada pretendiendo que fuera una broma para que su cerebro no empiece a trabajar en las partes que posiblemente iba a estar. Sin amigos, sin prácticamente nadie, solo hay un punto al que no quiere llegar.

 

— Con Sunny —

 

Y justo a ese punto la lleva su marido y la sienta a la fuerza, sintiéndose amarrada, aprensada y con tantos sentimientos de ira que no sabe dónde queda cada cual, ni cómo controlar el dolor en su corazón, porque obviamente está convencida que la han traicionado para darle el lado a la psicóloga.

 

— ¿Qué? ¿Por qué? —

 

Da unos pocos pasos para llegar hasta la mesa donde su marido parece estar cómodo con la situación que obviamente no es para estarlo, y más sabiendo cómo puede llegar a reaccionar Min-Ha.

 

— La fui a buscar a su lugar de estudios, como siempre. La busqué, y de la nada Sunny me llamó y dijo que estaba allá, en su consultorio —

 

Ella abre sus brazos negando levemente con la cabeza con los ojos abiertos, como encontrando un plan lógico en todo este asunto, que al parecer él no tuvo en cuenta.

 

— ¿Por qué no fuiste por ella? ¡Ve a buscarla! —

 

Le recrimina levantando el tono de su voz, volviendo a paso rápido a la cocina, para terminar de hacer lo que hacía, toma una refractaria de vidrio y la pone sobre la mesa con un contenido de queso con lugares más oscuros que otros, faltándole un pedazo en una esquina donde claramente ella ha picado. Cuando se demoran en volver generalmente no los espera.

 

— Jiwoong… ¿Qué esperas? —

 

Cuestiona cuando lo ve ido aun mirando el plato, haciendo algo con sus manos debajo de la mesa. Aun soba el dorso de su mano izquierda con el pulgar de su derecha. Pareciera que tuviera miedo o nervios, como cuando un niño teme decirle a su madre que ha suspendido la escuela, o que ha cometido un error muy grave por el que seguramente será castigado, pero no es el caso de Jiwoong. Él está luchando internamente con la culpa que es quien lo presiona a decir lo que debe y dejar salir parte de ese peso que no tiene por qué cargar solo.

 

— Yo fui al consultorio, pero no quise bajar por ella, solo vine a casa —

 

Su mujer no entendiendo nada, se quita los guantes con los que había sacado la vasija de cristal, los tira a la mesa y pone las manos en las caderas.

 

— ¿Qué es, un sacrificio? ¿Qué pretendes? —

 

Él a mira como quien no le tiembla un solo pelo por la actitud de ella, contrario a lo que parecía hace pocos segundos. El cachorro regañado ahora es un perro guardián.

 

— TaeYeon, sola fue al consultorio de Sunny. Sola, mostrándose con una polivalencia que a nuestro lado no consiguió. Ni por nosotros —

 

Ella dobla la cabeza poniendo los ojos pequeños buscando una explicación más directa a esas palabras, para no tomarse el tiempo de emparejar piezas, porque sinceramente no está para eso.

 

— ¿Qué quieres decir? —

 

Él muestra una especie de dolor con una sonrisa que se le escapa, que no sabe porque, pero quiere llorar por un lado y por otro sentirse bien por lo que quiere hacer. Indudablemente tiene miedo de muchas cosas, casi todas respecto a TaeYeon y a él como padre, pero no de cómo vaya a reaccionar su mujer al saber de este plan que ha puesto a andar sin su permiso.

 

— Que ella empezó a ser ella, debido a Sunny. Ella ha tomado un taxi debido a Sunny, ha pintado debido a esa misma persona y nosotros le estamos quitando esa única cosa que la hace ser ese individuo normal por el que pedimos al cielo a diario —

 

Ya no hay nada de lucha en su gesto, hay una inmensa decisión tomada y se ve reflejada en la manera que mira, porque la seguridad empieza a aflorar. Esto se trata ahora de Tae, y por ella haría lo que fuera.

 

— Está siendo normal y la vida nos pone este reto para ver como lo tomamos, es obvio. No creo que lo estemos haciendo bien —

 

Ella lo mira buscando su lado, que claramente está siendo bastante bien abarcado por los signos de dolor que deja ver mientras habla de las cosas que han pasado y que ella conoce a la perfección, pero tampoco quiere que la culpa la abrace, porque pese a todo siente que está haciendo lo correcto.

 

— Es nuestra hija Jiwoong, le pedimos a todo una hija normal ¿esto es normal para ti? —

Él la sigue mirando como si con cada cosa que ella expulsa su rabia aumentara y las ganas de simplemente dejar a TaeYeon ser, se las toma mucho más a pecho que antes, debido a la actitud egoísta de su mujer.

 

— Esto es justo por lo que TaeYeon se ha alejado, pese a todo siempre ha querido que la veamos cómo alguien normal, pero parece que para ti nunca lo va a conseguir, así que ¿Para qué nos esforzamos? —

Se levanta de su silla haciendo ruido y con intenciones de marcharse dejando en claro qué si ella no quiere ponerse en el lugar de nadie por un momento, él tampoco lo haría más por ella.

 

— ¿Vas a enojarte conmigo cuando solo quiero lo mejor? —

 

Él se siente frustrado porque debe repetir las cosas una y otra vez, pero sabiendo que le va a entrar por un oído y le va a salir por otro.

 

— Lo mejor para ella no somos nosotros, hemos sido malos padres Min-Ha! —

 

Levanta la voz en busca de algo que cree que no va a llegar, eso llamado comprensión que sabe a su mujer le falta mucho tramo, y para eso requiere paciencia, aquella que ya está derramando desde hace mucho.

 

— La hemos protegido, lo único que nos hace malos padres, es permitirle que ahora esté con ella —

 

Él sonríe con ironía y comienza a caminar hacia las escaleras con tranquilidad.

 

— Eso es lo único que la hace feliz, por lo único que ha luchado, lo único que la ha acercado a nosotros y por tus negativas, lo único que ahora nos separa de ella —

 

Da unos pasos más yendo a las escaleras para dejar todo allí servido, como parte de la comida que se encontraba en la mesa, para ver si sus palabras eran un plato que ella comería, así sea un bocado, porque él ya ha comido antes, pero ahora…

 

— No voy a comer, puedes recoger si quieres —

 

La mira cómo se sienta en la mesa, tomando su lugar de siempre y mirando a la nada, como si algo la ha tocado, pero sabiendo también que quedarse alargaría más. Dejaría la ropa tendida esperando que ella la recoja al atardecer.

 

— Jiwoong… —

 

Él no se detuvo, siguió subiendo pese al llamado que había escuchado, pero sabía que si ella lo seguía algo dentro la estaba carcomiendo y él iba a dejar que ese efecto rasguñara más.

 

Ella se levanta un instante y solo mira como se ha ido. Su esposo y ella se han querido poner de acuerdo respecto a las cosas de TaeYeon, pero la última palabra siempre era tomada por él. Ésta era la primera vez que lo veía tan abrumado respecto a algo y dando espacio entre la una y la otra, esto le permitió a ella sentarse y poner sus puntos sobre la mesa sin querer esperar más, solo queriendo que sus palabras fueran tomadas.

Ella sabía que él estaba afrontando cosas que no se esperaba o no había calculado desde ninguna instancia y que los comportamientos de ambas, ahora lo ponían a él en un comportamiento extraño también. TaeYeon generalmente pasiva y esperando que tomaran decisiones por ella, Min-ha poco profunda en las cosas y dejándose llevar por las decisiones de su esposo que parecían correctas y él que siempre llevaba las riendas, parecía haberlas perdido, porque no estaba acostumbrado a manejar este comportamiento en cada una y creía que adaptándose a la situación iba a lograr la paz. Pero muchas veces cediendo no se llega al fin del conflicto, sino poniendo mano firme a esa parte que no quiere dar su brazo a torcer.

 

— Jiwoong —

 

Decide levantarse e ir tras él, sube las escaleras con sus fosas nasales respirando fuerte, con el entrecejo fruncido y la boca cerrada, manteniendo todo atrapado allí, como para que no se le olvide nada en lo que ha reflexionado.

 

— Jiwoong —

 

Repite abriendo la puerta de la habitación, y lo encuentra sentado con los lentes puestos revisando el celular.

 

— Ve a buscarla, somos sus padres y aunque nos equivoquemos, porque somos humanos, siempre hemos querido lo mejor para ella, esto no es lo mejor para ella —

 

Él termina de escribir lo que sea que mandaba en el celular, retira sus lentes con bastante tranquilidad, los pone en la mesita al lado y el celular en la cama junto a él, la mira como quien es bastante indiferente y se queda en silencio un momento, tanto, que parece la fuera a ignorar, pero en realidad es tratando de mantener su papel.

 

— Ya te di la oportunidad de ver si eras lo mejor para ella, pero solo la trataste mal al ver que era diferente. De niña, cuando te dijeron que era autista, la trataste diferente y ahora es la oportunidad de darle libertad, para ver si lo que ella decide, por primera vez en su vida, es lo que le hace bien. Si no es así regresará, porque no tiene a donde más ir. Pero si esto la hace feliz, entonces es lo que le corresponde a ella, y a nosotros como padres apoyarla  —

 

Ella lo mira, igual con demasiada pausa, tragándose todo lo que se supone tenía para decir. Él se acuesta y le da la espalda, después de unos segundos solo siente como la puerta es tirada con fuerza y sonríe con las palabras de TaeYeon que pronuncia en un susurro.

 

— Ella es más como tú, solo que no ves eso en ti… —

 

 

 

— No, no es necesario, si usted gusta está bien, no hay problema —

 

Ella sonríe abiertamente sentándose en su gran mueble,  haciendo unos apuntes rápidos, se levanta con la misma sonrisa, estira la mano y da despedida a su paciente.

 

Busca en su celular y en su computadora y se da cuenta que tiene otro par de citas más dentro de 2 y 3 horas, entonces suspira cuando escucha la gran puerta cerrarse y rápidamente abrirse.

 

Mirando con el ceño arrugado, porque no espera que Suzy irrumpa de esa manera sin antes tocar o avisar. Se queda con el celular en la mano y sonríe cuando ve a su novia entrar abrazando su bolso.

 

— ¿Cerraste la puerta? —

 

— ¡Ah! —

 

Sunny sonríe dejando caer un poco la cabeza en su lado izquierdo, podía asegurar que uno de los hobbies de Tae es tirar todo y hacer ruido.

 

— ¿Tú papá no ha llegado? Estaba a punto de escribir —

 

 Comenta con voz alta cuando escucha que se ha cerrado una vez más la puerta y esta vez no ha sido sonoro.

 

Ella se planta en el celular, saliendo de su escritorio  y revisando las notificaciones , tal vez esperando que haya algo escrito de parte del señor Kim, entonces ve llamadas perdidas y luego un mensaje  de su parte.

 

— Me dejó un mensaje diciendo que me quedara cuanto quisiera, que me llevaras si puedes o él pasa por mi dónde sea que esté. —

 

Responde TaeYeon llegando nuevamente frente a ella, que encuentra un mensaje en su aparato con algo parecido a lo que Tae acaba de explicar.

 

— ¿Crees que debemos llamar? —

 

Tae levanta los hombros como a quien le importa muy poco, porque al parecer si ella está con Sunny es todo lo que vale.

 

— Llamamos más tarde entonces —

 

Sunny la mira asintiendo y sonriendo levemente. No puede evitar acercarse a los labios de la chica y darle un beso rápido que logra que Tae tome un montón de aire y lo suelte lentamente y entrecortado, sin poderse mover ni pestañar.

 

Sunny da la vuelta, regresando a su lugar y descuelga el teléfono marcando la tecla que va a dar a la chica de afuera.

 

— Suzy, llama al señor Walker y a la mamá de Jared Richard y diles que la cita la tendrán para este sábado en la mañana. Puedes irte después de ajustar los horarios y dejármelos en la base de datos. Gracias —

 

Cuelga revisando su celular una vez más. Toma su bolso que está metido en una gaveta grande a mano derecha y lo pone al lado de su laptop, lo abre y mete el celular, para mirar a Tae que permanece justo donde la dejó; segura de que graba cada instante y pequeño movimiento.

 

— ¿Qué pasa? —

 

Entonces le sonríe amplio y niega con la cabeza. No puede ocultar su felicidad, no puede dejar pasar el momento, el lugar, los gestos, el ser agradecida por estar allí, el querer explotar de júbilo en ese momento sin importarle más. No puede, simplemente todo aquello que antes no expresaba hoy, por Sunny lo deja salir todo con pequeños detalles que expresa su fisionomía, y justamente en esa bella sonrisa.

 

— ¿Qué quieres haces entonces? —

 

Pregunta Sunny acomodando el resto dentro de su bolso, toma un mazo de llaves, apaga la computadora y camina hacía TaeYeon, que muestra otro pedazo de emoción cuando Sunny a un par de pasos de llegar a ella estira la mano para tomarlas juntas y salir del recinto a pasar como pocas veces se les ha permitido.

 

 

Tres meses después…

 

 

— ¿Entonces donde se supone vamos a celebrar? —

 

TaeYeon pone los ojos blancos mirando a su mamá, mientras mastica con flojera un pedazo de pollo.

 

— No lo sé qué Tae elija —

 

Su padre advierte con una sonrisa, pero se encuentra con el desanimado rostro de su hija que no parece importarle el orgullo y la alegría que ha desprendido con el acontecimiento.

 

— El tercer lugar no es para celebrar —

 

Su padre abre los ojos y la ve tomar el tenedor para apuñala su pieza de pollo. Sorprendido y con incredulidad se refiere a ella, pensando tal vez que está un poco decepcionada de sí.

 

— Es tú primera vez participando en un concurso y quedaste en ese lugar, todos estaban sorprendidos, eres una novata y desde ya lograste eso. Debes solo poner un poco más y seguro la próxima ganas —

 

Ella sigue sin darle importancia al asunto, llevado más alimento a su boca y moviendo el hombro en un sin sentido a esas palabras que han venido soltando de parte de todos lados al enterarse que en el concurso de pintura que organizó la casa de la cultura de su ciudad ella había ocupado el tercer lugar.

 

Por supuesto, sus padres habían hecho escándalo por ello y Min-ha había llamado a todo mundo para informar del logro de su hija, así que el teléfono no paraba de sonar debido a que sus familiares querían saber por boca de ella la noticia. Por boca de Min-ha, claro está, nadie espera media palabra de TaeYeon, pero sin embargo ha contestado un par de veces a sus abuelos y tíos lejanos, ya que ambos han querido demostrar el avance que ha tenido la muchacha en el tiempo que lleva alejada y ella, se ha mostrado bastante normal, cosa que ha sorprendido a sus allegados.

 

— Es tu primer logro como artista hija, permítenos eso ¿sí? —

 

Pretendiendo que todo se aplaque y que dejen de estar elevando la cometa que ella ni siquiera quería volar de ese modo, asiente tomando un poco de jugo con una mejilla llena.

 

— ¿el fin de semana está bien? —

 

Ambos sonríen sabiendo que han ganado ésta al menos y que seguramente las cosas van para mejor, ya que después de ello, varios se acercaron a Jiwoong para preguntar por su hija, que poco hablaba pero que al parecer tenía mucho talento, llevándose halagos de toda clase cuando él comunicaba que ella no estaba tomando ningún tipo de tutoría al respecto y que lo que hacía era empírico. Guardó un par de teléfonos en su móvil y él dio el suyo, diciéndole con esperanzas en sus rostros que pronto lo iban a estar llamando y él iba a estar esperando por ello.

Tae había recibido una beca para aprender un poco más del arte, un pequeño kit de pintura y dinero en efectivo, que había pedido de inmediato, porque decía que lo necesitaba para algo. Min-ha, había hecho mala cara, porque generalmente cuando dice “algo” se refiere a Sunny, exactamente.

 

El cartón que había recibido Tae, había sido colgado en la pared sin más, ya tenían planes para enmarcarlo dentro de poco para que se viera más bonito. TaeYeon por su parte no sentía mucha alegría, porque le había prometido a su novia ganar por ella, así que cuando dijeron que ella era merecedora de ese lugar, las cámaras la habían captado con un rostro bastante carente de emoción y mordiéndose el labio de rabia.

 

 

Había pasado el día y Jiwoong no paraba de reír después de haber traído un par de periódicos a casa, donde Tae sale en uno acomodando su mechón y con una pose bastante floja. En otro con la cabeza agacha dejando caer el cabello en el aire, mientras los otros dos ganadores estaban con sus diplomas sonrientes mirando al frente-

 

De igual manera, esa felicidad y el orgullo no se lo quita nadie.

 

— Esos dos son bastantes mayores que ella. Deben tener mucha más experiencia —

 

Él inmediatamente asiente, con plena seguridad en su rostro.

 

— Si claro, escuché de igual forma que el premio a Gómez, había sido más porque la vez pasada se lo habían negado y ha participado mucho. Lástima —

 

Pero de sus palabras no está muy seguro, solo lo dice con la intención de sentir que su hija es más ganadora de lo que le han dado.

 

Ambos se frenan mirando a las escaleras cuando ella baja a toda velocidad y sin hacer el ruido atronador que antes solía hacer.

 

— ¿a dónde vas? —

 

Pregunta Min-Ha inmediatamente cuando la ve usando sus zapatos nuevos, esos que Jiwoong había comprado como regalo para ella. Por el triunfo.

 

— Sunny viene por mí —

 

Comenta masticando chicles y yendo a la cocina a tomar agua.

 

— Te he dicho que debes pedir permiso con anticipación —

 

Empieza su madre levantando la voz que ni siquiera inmuta a la menor, ya que ni se voltea a mirarla y sigue con lo que hacía.

 

— Ella me había dicho a mí, pero olvidé decirte con esto del periódico y los zapatos y… —

 

Da vueltas en el aire con su mano sin llegar a explicar nada concretamente y sin mirar a nada fijo, al levantar el rostro ve a su esposa aun esperando que le dé una respuesta contundente, pero en eso siente un ruido y piensa internamente que es su campanazo.

 

— ¡TaeYeon!—

 

Grita sin más y se cruza de piernas en el sofá tomando el periódico y riéndose con una mal actuada risa mientras niega para sí mismo, sintiendo la mirada de su mujer sobre él.

 

— Nos vemos más tarde —

 

Dice con el celular en la mano mientras se le ilumina el rostro, sin saber si es por la luz del aparato o es ella misma quien la irradia.

 

— No vengas tarde y avisas donde vas a estar, porqué la vez… —

 

La puerta suena y sabe que ha salido dejándola con la palabra en la boca. Inmediatamente se asoma por la ventana y agacha un poco la cabeza, volteando de la nada cuando ve que el rostro de su hija parece buscar el de la psicóloga. Rezando internamente que nadie las esté viendo.

 

Siente la mano de su esposo que se estaciona en su hombro y sin dejar de mirar hacia afuera lo reprende con la voz baja, y el tono calmado.

 

— ¿Esto es realmente lo que quieres? —

 

Él se sonríe viendo como el carro empieza a andar en reversa.

 

— Esto es lo que ella quiere —

 

Ella voltea a mirarlo, como quien mira muy alto.

 

— ¿Y te parece esto muy normal? —

 

Exige volviendo a mirar por la ventana cuando la respuesta de él se demora en llegar y todo lo que hay es una tomada interminable de aire.

 

 

— Esto a ella la hace sentir normal. Y se trata de ella, no de ti o de mí. Ya nosotros hicimos nuestras vidas, dejemos que ella haga la suya—

 

 

Se queda callada con la plena certeza de las palabras de su esposo. Ella ha decidido toda la vida por TaeYeon y por su vida propia, que han podido o merecido tener más y mejores cosas, pero se siente conforme y porque no, muchas veces feliz por tener lo poco o mucho que posee. Entonces se da cuenta que es hora de que Tae también tome por fin partida de sus pasos.

 

Se retira de la ventana sin decir más nada cuando ya no se puede ver el auto nuevo de la psicóloga, él se sienta en el sofá, volviendo a ver a su hija, como si tuviera años sin verla, como si no se cansara de hacerlo, pese a que no se ve muy bien.

 

— ¿Café? —

 

Llega la pregunta amable dese la cocina, Jiwoong levanta la mirada sonriendo y asiente.

 

— Por favor —

 

 

 

— ¿Tú también? —

 

Sunny sonríe cuando ve el rostro de interminable tortura en su novia, que empieza a retorcerse en su asiento con el cinturón  abrazándola.

 

— ¿Cómo que si yo también? ¡Obviamente hay que celebrar! —

 

Sunny se ríe por los berrinches de la chica que de la nada le da la espalda y mira por la ventana.

 

— ¿Quieres cine, hamburguesas o parque? —

 

Se voltea con una sonrisa tonta, pero guardando picardía en sus ojos, pensando en algo particular.

 

— ¿Recuerdas el parque a donde fuimos juntas? —

 

Sunny abre los ojos grandes recordando y asintiendo varias veces.

 

— ¿Quieres ir allí? —

 

— Quiero —

 

Responde sonriendo  y sentándose derecha nuevamente. Sunny cambia de carril habiendo pasado desde hace un tiempo por donde se supone debería ir y regresa a la avenida principal en sentido contrario. Un par de minutos les había tomado para poder llegar y como era día de semana estaba bastante solo en comparación a aquel día.

 

Se toman de la mano cuando el sol se está marchando, pero solo ver el naranja de sus rayos hace que la vista se moleste un poco. Sunny usa sus brazos para querer mirar mejor hacia el lugar y TaeYeon ya está en la vía peatonal esperando por ella con su mano estirada.

 

— Lindos shorts —

 

Dice en un halago coqueto cuando Sunny llega hasta dónde está y aprieta su mano con la propia, sonriendo por el cumplido de Tae, que son bastantes seguidos pero a los que aún no se acostumbra.

 

— Tú no te quedas atrás, siempre estás hermosa —

 

Replica Sunny empujándola con el hombro, con ganas de darle un beso por haber dicho eso, pero solo quedándole los pequeños y sutiles toques por el momento.

 

— Lo de lindos shorts es porque me gustan tus piernas —

 

Ella vuelve a reír sintiendo que la cara se torna caliente y esta vez no puede decir nada, entonces escucha como TaeYeon se ríe por la nariz, sabiendo que disfruta dejarla un poco desprotegida o tomarla con la guardia baja.

 

— ¡Al lago! —

 

Dice, o más bien da la orden y corre jalando a Sunny con ella, que parece estar atrasada con los pasos de su novia y solo queda a su lado justo cuando han llegado, pero sin haber soltado sus manos ni un instante.

TaeYeon se sienta en el pasto, siendo un tanto descuidada con su ropa. Sunny se queda de pie mirándose a sí misma con sus pantalones cortos blancos, y sabe que los va a volver nada sentándose allí.

Tae se da cuenta y golpea sus propios muslos, invitando a la mayor a que tome lugar en ellos. Sunny duda un momento mirando de izquierda a derecha, pero luego obedece.

 

Miran el agua teñida de naranja, escuchan ladridos y voces de niños que sirve como música de fondo y las sonrisas en sus rostros que parece mejor panorama que el mismo atardecer.

 

— Cada atardecer, con sol o sin él, me recordará que al siguiente día igual te voy a tener —

 

Dice TaeYeon en uno de esos despertares románticos y llenos de poesía que aunque muchas veces suenen como a una tontería, logra derretir cada sentido y el corazón de Sunny, que casi nunca sabe cómo responder, pero sabe que hay una palabra que puede sustituir todo lo demás para poder devolver en algo una parte de su dulzura.

 

— Te amo Tae —

 

Dice sin mirarla al rostro, pegada aún a las aguas y al horizonte que pronto se apagará.

 

— También te amo Sunny —

 

Confiesa con el mismo tono de la mayor, apretando sus brazos en la cintura de su novia y sacando levemente la cabeza hacia el lado derecho para poder divisar mejor hacía el frente, como quien mira hacia el futuro,  que si es por el paisaje que ve,  entonces pinta muy bien.

 

Fin


 

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Comments

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MAR7GS
#1
LA VOLVI A LEER ME ENCANTO, SE EXTRAÑA SUNYEON :)
soneeee
#2
Chapter 13: me encanto, ciertamente la ame <3 :'v muchas gracias chamita bella <3 me encanta el SunYeon :'v <3
mei-chan4556 #3
Chapter 13: Simplemente, genial.
De verdad, creo que reflexione muchas cosas con esta historia.
Aparte de que la amo con todo mi corazón, dato curioso, pero que a nadie le importa.
Esta historia la conozco desde que inicie la preparatoria, y su final llega justo ahora que estoy en la universidad.
Cuanto tiempo deberás. Jajajaja
Igual, gracias, por favor sigue escribiendo más Sunyeon, ¡el mundo lo necesita!.
MAR7GS
#4
Chapter 13: Me gusto, muchas gracias.
MAR7GS
#5
Chapter 12: Me encantó muchas gracias.
MAR7GS
#6
Chapter 12: Muchas gracias
MAR7GS
#7
Chapter 11: Espero que algún día actualices, me encanta tu historia.
mei-chan4556 #8
Chapter 11: Ay dioh yo quede lok :'v
No, enserio esto es tan.. Genial.
No me esperaba eso de la madre de tae :'v
Gracias por actualizar <3
desfachatados
#9
Chapter 10: wow, no puedo creer que realmente esté leyendo esta historia de nuevo, es raro jaja pero es grato, me alegra que hayas vuelto y me alegro de que sigas actualizando este fic que siempre fue de mis favoritos y lo va a seguir siendo <3
muchas gracias(((: