-…Por cierto, Jessica te mandó saludos…- Sunny dice mirando su muñeca  cuando la alarma de los 45 minutos empieza a sonar. TaeYeon resopla levantándose lentamente del gran sillón -Salúdala de mi parte también- dice con su rostro serio –Bien- asiente hacia Sunny -Nos vemos dentro de poco- Sunny nota que en los ojos de la chica hay un dejo de tristeza. Uno de esos caprichos coquetos vuelve a mostrar la doctora, quien levantando el dedo le hace señas a TaeYeon.

La paciente, camina lentamente hacia la mesa, con su falda ajustada a sus caderas, bien ceñida en los muslos y sus hermosas piernas bien formadas que avanzan a paso rápido, es un detalle tan gigante (pese al tamaño de la chica) que TaeYeon no pierde y la hace sonreír a medio lado.

Sunny llega a su escritorio y estira su cuerpo hasta una de las gavetas, saca lo que parece ser un papel, ella no sabe que tanto se está exponiendo, pero la chica detrás de ella, está copiando mentalmente cada milímetro de su trasero forrado con tela negra, su mirada hambrienta parece de un cazador y lo que más quisiera sería ir allá y descaradamente amasar los dos círculos bien dibujados debajo de esos paños. Sonríe ante la idea y muerde la uña de su dedo pulgar.

Sunny voltea después de tomar nota y verifica el papel, mientras camina de regreso a su paciente, levanta la mirada para encontrar el rostro risueño de TaeYeon -¿Qué?- pregunta con cierta picardía, achicando un ojo más que otro, sonriendo con extrañeza ante el nuevo formato que la menor le ha dado a su rostro después de un corto periodo de tiempo.

TaeYeon niega, liberándose de acusaciones, pero los gestos en la fisonomía de Sunny la hacen sonreír abiertamente –bien- dice la profesional dejándola ser un instante, se acerca un poco más y estira su brazo con un pequeño pape amarillo -¿Qué es?- pregunta la chica un poco extrañada empezando a caminar deteniendo la marcha cuando puede alcanzar el trozo de hoja -mi número de teléfono personal, si necesitas algo solo llámame-. La chica asiente, esto es un paso gigante para aquello que se supone ella piensa puede ocurrir, la vuelve a mirar esta vez con una sonrisa inocente y un rostro agradecido.

- gracias - por dentro Sunny se sorprende, pocas veces se muestra de esta manera, pero la energía que emana TaeYeon con sus pequeños gestos, le hace creer a la mayor que ha tenido un regalo magnifico, le ha dado justo en el corazón, Tae mira hacia varias partes y saca un celular poco lujoso del bolsillo de su chaqueta, delante de la doctora, empieza a anotar el numero y revisa varias veces que esté bien, el papel, lo guarda en el bolsillo de su Jean, y la doctora, no puede dejar de mirarla con ternura, acompañada de una sonrisa de orgullo y simpatía -si quieres puedes anotar el mío- dice la chica con sus ojos bastante abiertos y señalando a su Psicóloga con la luz de su pequeño celular, Sunny vuelve a la tierra después de volar por un instante dentro de sus pensamientos y la mira por un instante abriendo los ojos, como si la información estuviera llegando lentamente a ella, así que asiente un par de veces y vuelve a su escritorio por su Terminal, uno de última generación que hacer ver al de su paciente como una basura completa, pero ni siquiera es algo que molesta, ofende o avergüenza siquiera un poco a TaeYeon, le da bastante igual, está más interesada en estrechar ese vínculo que sabe puede ser un gran paso el hecho de compartir sus cifras de comunicación

Estira su mano con el teléfono, ve que la menor la observa con ojos de pregunta -Anótalo- aún con la mano estirada Sunny insiste -yo no sé usarlo -  responde mirando por encima el aparato -okay, díctame- dice la profesional buscando en la pantalla de su aparato. Taeyeon como de costumbre sonríe observando como la pequeña mueve sus dedos a toda prisa en la pantalla táctil y como esa luz que naturalmente emana se torna más brillante cuando el aparato le brinda un poco de su resplandor.

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-Nos vemos pronto TaeYeon- Dice la psicóloga sonriendo por ultima ves dándole un apretón en el hombro, la menor se inclina y da la vuelta para marcharse, tres pasos después se detiene y voltea, ve a Sunny llamando a su secretaria para que hagan pasar al siguiente paciente –Sunny - la mayor con los ojos expectantes cuelga el teléfono mientras la observa -lindas curvas - dice sonriendo con absoluta picardía, sabiendo entonces que era lo que hace un rato cuando la psicóloga fue a su escritorio estaba guardándose para ella misma en esa sonrisa avispada  y sus ojos brillantes, no podía ser otra cosa.  Es cuando el rostro de la chica mayor empieza a arder, viendo como la espalda de su paciente se pierde después de un portazo demasiado sonoro, sonríe negando mientras pone las manos en sus mejillas.

Levanta el rostro de nuevo aún riéndose, cuando la puerta hace un chirrido avisando que su otra consulta está por empezar, coloca el cronometro nuevamente, y se levanta para atender a su otro paciente.

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-¿Lista?- Pregunta el señor Kim cuando ve a su hija salir con una amplia sonrisa, ella asiente un par de veces, el adulto se pone de pie, arrojando un brazo sobre los hombros de la que es su pequeña. Dando paso a la salida, un muchacho llega y pone un codo en el escritorio de la secretaria, la paciente recién salida no quita el ojo -¿Lee Sunny?- pronunciar el nombre de su amor platónico de los labios de un chico bien mozo que viene con un ramo de flores, hace que TaeYeon frene inmediatamente, voltea para mirar al muchacho que responde asintiendo con una débil sonrisa hacia la secretaria   -yo esperaré- observa como pasa del mostrador y se sienta justo en la silla que su padre dejó libre. Mira como el hombre sostiene un ramo de flores en su mano y lo observa. Algo que le recorre el cuerpo hasta calentarle las orejas recorre el minúsculo cuerpo de TaeYeon, así que dejando de lado el brazo de su padre regresa a paso rápido -Suzy-ssi ¿él es paciente de la doctora Lee?- la secretaria deja de teclear en su computadora para mirar a TaeYeon y luego a quien ella señala, el muchacho no pierde detalle sabiendo que se refiere a él -No, no es paciente - poco le importa si el chico la está observando, aprovecha eso para ella darle una mirada de muerte mientras avanza para ponerse al lado de su padre, quien un poco apenado pone la mano sobre su hombro nuevamente y avanzan hacia la salida.

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Desde entonces, TaeYeon ha venido mostrando una actitud reprochable, poco come y se ha comunicado un poco más pero de muy mala gana, se encierra por más horas que antes en el estudio, pero no a pintar como generalmente suele ser, cosa que la hace muy feliz, se la ha pasado leyendo y dibujando cosas oscuras y tenebrosas, las cuales el señor Kim ha mantenido guardando para llevárselo a la doctora Lee. Solo espera que TaeYeon se sienta cansada y regrese a la habitación para el señor acercarse a la canasta de la basura y recolectar lo que su hija ha tirado.

Un tanto preocupado después de unos días, no espera que el momento para la cita llegue, así que se toma el tiempo para llamar a la oficina de la doctora y pedirle a la secretaria que le diera su recado, que estaba bastante preocupado por su hija.

El guarda la esperanza, porque aun que sabe que la profesional es bastante buscada y por lo tanto muy ocupada, tiene un afecto aparte por su hija, cosa que puede leer a diez mil millas. Se ve una preocupación real en los ojos de la mujer cada vez que abordan cualquier cosa que tenga que ver con TaeYeon y lo hace prioridad, así que con la fe en alto se pone leer algunos documentos al lado del teléfono, esperando pacientemente por la llamada.

Después de un tiempo cuando el teléfono suena, logra espantarse un poco y antes de levantar la bocina reza porque sea quien él espera. Retira sus lentes y acomoda la pila de papeles a un lado de donde él se encuentra – Aló – un tanto temeroso responde, pero respira grueso y pesado cuando escucha la voz de su cuñada del otro lado preguntando por su mujer y con algo de enojo en su voz llama a su esposa para que conteste la llamada, no sin antes advertirle – La doctora Lee puede llamar en cualquier momento, no te demores- con los ojos muy abiertos entrega el aparato y el vuelve a centrarse en sus papeles.

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-Cariño- Ella viene a paso rápido hacia él, quien levanta solo la mirada, su cabeza sigue un tanto inclinada hacia abajo en sus documentos – La doctora - Le indica tapando la bocina del teléfono y el estira su mano derecha para recibir y con la izquierda retira nuevamente sus lentes – Doctora Lee, ¿como está?-  el sonríe tímidamente sintiéndose aliviado debido a que si algo tiene que ver con TaeYeon pone su fe en que Sunny tiene alguna solución para ello.

- Si, no se a que se deba, incluso ha dejado de dibujar en lienzo, solo lo hace en hojas con lápices oscuros – escucha atentamente mientras asiente y le hace señas a su mujer que le consiga un bolígrafo y ella corre hasta el sofá donde él estaba que de seguro allí hay uno y se lo entrega. Él se levanta corriendo hacia la mesa de comedor y toma una servilleta para anotar con cuidado de no romper el tejido lo que la doctora le indica.

- Muchas gracias doctora, no sabe como… - él vuelve a asentir cerrando los ojos – Si, claro que si, allí estaremos – sonríe por ultima vez antes de perderse en las palabras de animo de la chica – muchas gracias, no se que haría sin usted, disculpe haber interrumpido su tiempo – sonríe abiertamente con una risa sonora – Que esté bien, muchas gracias, adiós-

El voltea para encontrar a su esposa allí con las manos juntas y cara de preocupación – No timbró - dice el señor sonriendo –No, mientras hablaba escuché el pitido, estaba pendiente – él le devuelve el teléfono y dobla la servilleta  metiéndola en el bolsillo de su camisa - ¿Qué dijo?- cuestiona la mujer intrigada.

El camina a paso lento pero dando largas zancadas hasta el sofá donde estaba cómodamente sentado antes de la llamada, acomoda los papeles en sus muslos y humedece la punta de su dedo medio antes de empezar a pasar paginas, buscando la hoja exacta en donde había quedado – Dio unas cuantas recomendaciones – responde arrugando la frente dándose cuenta que se ha pasado – Pensé que anotabas medicamentos – él se ríe negando y dándole la atención necesaria, metiendo un dedo en medio de las paginas para que no se le vuelva a perder – indicaciones de cosas que debemos hacer para que Tae no se nos salga de las manos – ella asiente cuando y el teléfono vuelve a sonar – Aló – ella responde pensando que puede ser la Psicóloga – Disculpa es que estábamos esperando otra llamada y me tocó colgar – y se marcha a otro lugar para dejar concentrar a su esposo, que hace un gesto cuando se da cuenta que lo ha dejado hablando solo, así que negando pone en su lugar los lentes y se pone a leer.

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- ¿Hoy no estás tan feliz como antes? iremos a ver a la doctora – le recuerda con un tono juguetón cuando pasa por ella a la universidad especializada, ella lo mira con los ojos indiferentes, pero él continúa sonriendo – No sé que te hizo la doctora que parece que te enojas más cuando es mencionada – comenta mirando el retrovisor asegurándose de que no viene vehiculo para poder abordar la vía con libertad – Pero si ella se entera que te enojaste con ella, posiblemente pida que te cambien de especialista – Tae voltea a mirarlo con su rostro serio pero claramente transmitiendo miedo, el levanta un solo hombro y dobla la cabeza hacia un lado – Si tienes algún problema con ella, lo más lógico sería contarle – Ella se cruza de brazos estirando sus labios, sabiendo que su padre tiene razón – eso haré – dice con una voz fuerte y clara, como muy pocas veces, eso hace que el señor se emocione de sobre manera y se ría ampliamente cuando debería estar un poco intimidado por la actitud y la potencia de la voz de su hija – ¿Quieres un helado? – Ella vuelve a mirarlo con antipatía, pero detiene el carro – Chocolate y brownie, ya lo sé, no demoro – dice para luego correr a la heladería, ella sonríe a medio lado cuando sabe que ya no la puede ver.

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- Mr. Kim – resuena en las bocinas del lugar. TaeYeon que estaba a punto de ponerse de píe permaneciendo sentada como muy pocas veces, esperando pacientemente su llamado no era propio de ella, su naturaleza era esperar de pie a un lado de la puerta y cuando escuchaba algún tipo de ruido indicándole que sería abierta ella correría hacia el fondo sin esperar su llamado, pero hoy era diferente y su llamado también lo ha sido - ¿Por qué te llama a ti? Soy yo quien debe entrar – dice con una actitud dominante y tratando de empujar a su padre – TaeYeon, la doctora Lee solo necesita cinco minutos conmigo, en un momento entras tú sola. ¿De acuerdo? – el trata de parecer condescendiente poniéndose a su altura y acariciando sus mejillas, pero ella sigue mostrando su rostro enojado, mete un mechón de cabello detrás de su oreja – No – pero aún así se sienta en donde estaba y permite ir a su padre, quien le hace señas a Suzy que le eche un ojo a su hija, a lo cual la chica asiente sonriendo de manera amable.

Disfruten (: