Unos cuantos pasos después, la señora abre una puerta que da entrada a un estudio pequeño, cerrado con cortinas y que parece que lo habitan objetos que hace mucho están allí, pero que no se usan. Las sabanas cubren algunos cuadros que están allí, al azar, en desorden, otros muchos apilados y lienzos sin terminar que dan figuras leves con objetivos aún desconocidos – Aquí es donde TaeYeon permanece – anuncia la señora Kim, terminando de abrir las cortinas, permitiendo que la luz entre al lugar que aún que parece deshabitado, está libre de polvo, pero hay pinturas por cada rincón.

Ella empieza a destapa uno a uno los pocos marcos que tienen trapos encima – Este lo terminó apenas hace una semana – dice sonriente con orgullo marcado en sus palabras y en todo su rostro. La visión que da el rostro de Sunny es de una persona atónita, pasmada, estupefacta, boquiabierta. No da crédito a lo que ve en los retratos bien hechos, con distintas técnicas pero al final la pintura puede llamarse una perfecta obra.

Sunny mira después de varios segundos a la señora, que aún está sonriendo, más que por el orgullo, por la expresión extraña en el rostro de la pequeña –Es…- la mamá de TaeYeon asiente varias veces – Es usted. – dice yéndose de ese lugar y la psicóloga ni siquiera sabe en que cuadro quedarse parada para repararlo, todos los ve de una forma tan increíble, que no sabe exactamente donde detenerse – Aquí hay más- dice mostrando una gran cantidad de telas apiladas sin enmarcar – Todas son sobre usted, o inspiradas en usted – a paso lento la chica en tenis va hacia donde la otra se encuentra, con ganas de escudriñar entre los paños – ¿Desde cuando empezó… - la señora abre la boca para responder pero la presencia inquietante de TaeYeon en la puerta le advierte - ¿Por qué la traes aquí?- pregunta con un rostro impávido – No quería que lo hicieras- camina hasta donde Sunny que ve el rostro lleno de dolor de la más adulta y le da un cara de disculpas y un susurro que la llena de fe – Yo lo arreglo- comenta antes de Que la menor la tome fuerte por el brazo y la saque del lugar.

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TaeYeon deja a Sunny en la puerta de conductor y da la vuelta proporcionando pasos ruidosos, con los hombros caídos y actitud callejera, Sunny desactiva la alarma de su carro y sube esperando que la menor haga lo mismo. El portazo fuerte, hace que la profesional apriete los ojos por el poco tacto del copiloto para con su adquisición – No debes hacer eso – TaeYeon se ponía el cinturón de seguridad y pegaba su espalda fuerte al espaldar del asiento, cruzando los brazos en el acto – ¿Que cosa? ¿Tirar la puerta?- Sunny se dio cuenta entonces que había sido apropósito así que la amonestó con la mirada – Eso, y hablarle de esa manera a tú mamá- pero la menor solo levantó los hombros, restándole importancia al asunto – yo quiero una cita tranquila contigo- la cola palabra ‘cita’ hizo que la chica sonriera de la nada y quedó atenta a lo que sea que siguiera –pero si te vas a portar así lo dejamos para otro momento, cuando estés más tranquila- la chica la mira con los ojos serios sabiendo que es un vil chantaje – arranca… – suelta los brazos y se acomoda – me comportaré- al final sabe que para conseguir debe seguir unas pautas, reglas son reglas.

- Es allí – señala Sunny en el amplio parque soleado y un lago en el fondo, se puede decir que habían algunas personas, no se veía repleto, tampoco muy lleno, algo normal, había bastante espacio, y sunny conociendo bien a la paciente sabe que los lugares muy concurridos no le llaman la atención y le hacen sentir incomoda,  por eso eligió este sitio – ¿Te gusta?- pregunta cuando ve a Tae con el cuello estirado hasta donde su retención se lo permite, la chica asiente varias veces – Por allí hay helado- dice con una sonrisa picara cuando el carro se ha detenido por completo mientras ella retira el cinturón de seguridad, la menor voltea a mirarla con un rostro brillante en una sonrisa llena de pura felicidad.

Sunny lo piensa dos veces antes de tomar la mano de la chica, tal vez pueda sentirse ofendida por tratarla como a una niña, pero no quiere que las personas que por los pedazos de cemento pasan en bicicleta o en patines se la lleven por delante y le causen algún daño, así que para cumplir con su cometido, pide permiso – Puedo…- estira su mano sin dar un mensaje claro y por un segundo mira hacia otro lugar, cayendo en cuenta de su manera estupida de actuar - ¿la mano?- y la mira con un rostro suplicante, Tae sonríe sin mostrar sus dientes y entrelaza sus dedos con el de la mayor, sintiendo como un calor sofocante la posee, y aun que es bastante nuevo y asfixiante, le encanta – vamos a los helados- comunica Sunny hablando como alguien que se estaba ahogando, tal vez la misma sensación puede ser parte de ella ahora – si – responde espontáneamente TaeYeon.

De vez en cuando con sus manos agitadas de atrás hacia delante en una danza hipnotizante sunny observa lo bien que encajan, y puedes llegar a pensar que las manos casi todas encajan igual, pero la sensación de confort jamás será la misma cuando en el fondo y de todo corazón se quiere – En esa banca quieres?- Tae levanta los hombros apresurando el paso mientras lame su helado con vehemencia, cosa que hace sonreír a sunny, pensando que aun que no le gusta que la traten como una niña, sin duda se comporta como tal.

- ¿En este lago hay peces o algo? – Pregunta a unos 4 pasos de llegar al agua, Sunny termina su helado desde la banca, y pone las manos en sus muslos, cuando ve que TaeYeon está concentrada en el agua – Hay patos, pero tal vez estén en alguna otra orilla – se levanta para ponerse a la par de la chica – La gente suele tirarles migajas, así que se van para donde los alimenten – la menor asiente varias veces y mete las manos en el bolsillo de su chaqueta – ¿Puedo meter las manos? – Sunny se sorprende por la repentina petición de la chica acostumbra a hacer lo que le da la gana sin esperar aprobación de nadie – Tienes temor – la chica un poco más alta voltea a mirarla – Casi nunca me dejan acercarme al agua – La consejera entiende inmediatamente que se trata de sobreprotección familiar, y que tal vez el impedirle experimentar cosas hayan reprimido aún más aptitudes en la formación y evolución de TaeYeon – Puedes hacerlo – la chica mira el agua y luego a Sunny, nuevamente al agua y saca la mano de su bolsillo para entrelazar sus dedos con la chica a su lado, que la sigue con una pequeña sonrisa.

Tae se agacha muy cerca del agua, sin que sus zapatos toquen la superficie, pero llega hasta la zona húmeda y se ayuda con una pequeña rama seca, que está, coloca la mano de Sunny sobre una de sus rodillas para no perder el calor, empieza a dibujar en la zona oscura, donde el agua ha dejado su rastro.

Los trazos se curvan repentinamente y Sunny no pierde el rumbo de la vara, sigue el curso de cada uno de los detalles, y cuando las líneas en el suelo se encuentran, Tae voltea para mirar a Sunny con una sonrisa  gigante – Son tus labios – dice orgullosa de su trabajo y observa la boca de la mayor – ¿mis labios son tan bonitos?- Sunny juega con sus palabras pretendiendo que la menor hable un poco más, TaeYeon se ríe y observa su dibujo, luego al agua y allí se queda, esperando que la naturaleza le silbe las palabras que debe soltar – Es la parte que más me demoro haciendo, porque son demasiado perfectos… - agacha un poco la cabeza para ver la mano que aún está postrada donde la dejó – tuve que practicar mucho para que me salieran bien – voltea para mirar a la profesional que parece estar tocada con las palabras de la chica – pero aún no lo perfecciono, creo que nunca lo haré – vuelve a mirar al agua y Sunny sabe que debe alentarla a seguir – Yo creo que lo haces muy bien, para mi es perfecto – Tae sonríe a medio lado y pestaña dos veces de forma lenta – Lo único perfecto eres tú, y aun que mis cuadros tengan un parentesco a ti, jamás serán igual a la original, porque la perfección no se puede igualar – Las palabras de la menor parece que le hubieran arrancado el alma y en el mismo instante haya regresado, es como morir y nacer de un golpe, sentir como el cuerpo se adormecía flotaba y luego caer allí agachada al lado de ella sintiéndose más viva que nunca y apretando su mano en la rodilla de la joven para darse cuenta que todo es real y que la chica que poco o nada dice, le ha dicho una historia de poemas en pocas palabras y en un tiempo corto, algo que en su vida con todos los piropos lanzados alcanzaría en 1% de lo hermoso que cada vocablo salida de la boca de TaeYeon la ha hecho sentir.

Sunny mira a la chica con una sonrisa de orgullo, de amor, de tantas cosas que no sabe como exponerlo – ¿Tienes muchos sentimientos allí? – Tae mira al cielo y toma aire cerrando los ojos un momento, discutiendo internamente si debe decirlo o no, sonríe con un pequeño brinco de hombros, no parecen cosas de la descarada y altanera TaeYeon – Los tengo por ti – Suelta sin más, pero no se atreve a mirarla, pese a todo como cualquier persona teme al rechazo.

Sunny vuelve a mirar su mano en la rodilla y aun que le está pidiendo que se mueva de allí para no darle alas no puede, su ética profesional está en juego, pero ella se graduó en psicología, no en manejo de sentimientos, por lo que no puede ni sabe como manejar todo aquello que la está controlando por dentro y retira la mano de un momento a otro, es entonces cuando la menor asustada voltea a mirarla, pero Sunny está caminando como un pingüino, agachada rodando un pie al tiempo para ponerse más cerca de la chica inspirada, y la mano que quitó, ahora recorren su espalda y la abraza, acercando su cuerpo un poco más, para transmitir más hervor del que la sola mano sabe en la pierna de la chica.

Sunny siente que sus piernas se acalambran y decide levantarse para estirarse un poco, la menor observa desde abajo y niega, se levanta y va directo a donde se plantó en primer lugar, Sunny abre los ojos y mira hacia donde va hasta que la nota sentada en la banca, así que sin más y a paso lento llega al lado de la chica - ¿Hace cuanto dibujas? – TaeYeon levanta los hombros recordando el incidente en casa con su madre - ¿Has estado en talleres o algo? – ella niega varias veces con la cabeza y junta las puntas de sus pies con las piernas estiradas – Pero fue cuando me sentí sola – Sunny arruga su entrecejo, no sabía de donde sacaba esas cosas, por lo general cuando TaeYeon va a sus sesiones le contaba que apreciaba la soledad que en realidad no necesitaba muchas cosas en su vida – ¿Te sentías sola?- Tae la mira y sonríe – Es lo que dije – aprieta sus labios porque sabe que la mayor va a seguir hasta que suelte y no quiere irritarse – Te extrañaba, así que decidí dibujarte para sentir que estabas allí – suspira sintiéndose bastante tonta, así que no puede evitar sentir el rostro caliente y lleva ambas manos a sus mejillas, más por tocarlas que por ocultar su rubor – Yo siempre voy a estar para ti Taengoo – la menor voltea a mirarla aun con sus manos allí y hace que Sunny quiera llorar cuando observa el rostro tierno de la chica, ella toma ambas manos entre las suyas y hace que la mire a los ojos – cada vez que me necesites, te sientas sola o me extrañes, solo debes decirlo, yo voy a estar allí – ella queda mirando el rostro que tanto quiere y vuelve a seguir un fogaje en su cara cuando se queda prendida los labios de la mayor – papá dijo que no podía hacerlo, no te pagamos y que solo debemos hacerlo en emergencias – Sunny  solo niega - Yo creo que ya está pago – la menor la mira con pregunta clara en sus ojos – Tu sonrisa ya lo hizo – y es el turno para que Sunny haga su jugada maestra, logrando que Taeyeon apriete sus labios baje la mirada el rostro se torne más brillante.

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Sunny observa como la luz empieza a disminuir y se levanta – ¿Caminamos? – Tae está dada a todo el día de hoy, así que se pone de pie y toma la mano de la chica inmediatamente, poniéndose a la par. mira hacia ella y luego se ríe – ¿Que es tan gracioso en mi?- pregunta, pero Tae niega con la cabeza y con la palma de la mano libre abierta – dime – solicita la profesional con una sonrisa – eres más baja que yo – dice mostrando los hoyuelos debajo de sus labios, Sunny infla sus mejillas – ¿siempre me habías visto en tacones? – La chica asiente aún sonriendo – hubiese venido en tacón – Tae columpia sus manos unidas – Sigues siendo encantadora para mi – Sunny la mira y sonríe amplio – eres una chica bastante romántica, Kim TaeYeon – la menor se regocija en las palabras porque sabe que la mujer no ha perdido detalle y seguro está dando algún resultado.

La menor se queda petrificada cuando ve que un chico viene con una manada de perros, sus ojos brillan y la boca muy abierta – Tiene tantos – todos agarrados con correas de diferentes colores, el trota y los perros en frente. Sunny sonríe por las expresiones llenas de inocencia en el rostro de la chica – ¿Nunca has tenido mascotas? – La chica niega aún mirando como los perros se alejan – no me dejan – dice aun entretenida, Sunny la jala invitándola a caminar nuevamente – ¿Te gustan los peces? – Pregunta la mayor mirando la ruta a seguir – ¡oh, si!- lo dice con demasiado entusiasmo que hace que la mayor suelte una risa pequeña – ¿quieres uno? – Pero Tae la mira con fastidio rodando los ojos después de mirarla – Te dije que no me dejan – repite con  antipatía – Pero, digamos que será nuestra mascota – la menor ríe con malicia pura, cuando la palabra ‘Nuestra’ se repite infinidad de veces en su cabeza – Tú la cuidas una semana y yo otra – insiste Sunny en su propuesta - ¿Qué dices?- la chica sonríe y asiente – Y puedes ir a mi casa para visitarla…- invita Tae, dando a entender que la quiere ver un poco más – si quieres – Sunny asiente y llega hasta un puesto donde se supone venden algo para comer – Si quiero – responde cuando llega al lugar e invita a Tae para comer algo ligero antes de llevarla de vuelta a casa.

Disfruten. Abrazos (: