Capítulo Once

Sentir Normal

Dos días habían pasado y Sunny no dejaba de pensar ni un segundo en cada instante que vivió con TaeYeon desde que la conoció. Se arrepiente a veces sabiendo que si las cosas no hubieran ido tan lejos, ella posiblemente estaría feliz de recibirla hoy en su consultorio.

No habría recogido aquellos besos que tanto había deseado, pero si había algo que quería desde el primer momento al conocerla, era que la chica estuviera bien, y por eso era su sacrificio, y por ende su dolor.

Bien dicen por ahí que sin dolor no hay recompensa y ella en el fondo espera que galardón después de su inmolación sentimental solo sea TaeYeon.

 

No se ha podido quedar tranquila con los mensajes por chat para con la niña, aun estando en plena sesión no podía evitar mirar a lo lejos su celular, que le guiñaba cada nada la luz de colores gritándole con ello que le habían escrito y estaba casi segura que habían muchos mensajes de varias personas, pero de lo que estaba al cien por cien, era que entre ellas TaeYeon estaba presente.

 

Hoy por hoy, las cosas parecen ser un poco llevaderas entre ambas, y que de vez en cuando sus conversaciones se reducen a “te amo”  “Te extraño” “Te quiero ver” pero, son las pequeñas cosas que hacen que el fuego de lo que sienten la una por otra quiera bullir pronto.

 

Sunny todavía piensa en las palabras que recibió una vez había llegado a su casa aquella noche.

 

**

 

Después de más media hora de camino, su teléfono sonaba incesantemente, la letra en grande con una sonrisa franca en la fotografía que le despertaba las ganas intensas de todo, le hacían saber que TaeYeon no se quería quedar con solo eso, pero no quería conducir, explicar, lamentarse y llorar, no podía manejar todo eso al tiempo. Así que, llegaría a casa, se daría una ducha y la advertiría que está alerta, después de ver sus ojos hinchados y rojos.

 

— Aló —

 

Responde con la voz ronca y baja, como quien esconde sus palabras de alguien, pero ella está completamente sola en su apartamento, así que tal vez esconde la tristeza de ella misma, posiblemente.

 

— ¿Por qué no me contestas, también tengo prohibido llamarte? —

 

Sunny mira a su cama y empieza a dibujar nada entre las arrugas de las sabanas amarillo pastel.

 

— Estaba conduciendo, llegué apenas hace poco —

 

Le responde con serenidad, o al menos eso quisiera tener. La voz de Tae le regala calma y le permite respirar de forma profunda, dejar salir el aire y sentir que por un instante todo está y estará mejor.

 

— Creo que quieres alejarte. Dime si es lo que vas a hacer para no parecer estúpida esperándote —

 

El suspiro de Sunny se cuela todo por la bocina y le llega con exasperación a oídos de la menor, que parece entender de más con el ruido que no dice nada, pero lleva mucho.

 

— Podemos hablar diario por aquí cariño, no quiero ser un puente al vacío entre tú familia y tú —

 

— ¿De qué hablas? No estoy en una consulta ¡soy tu novia! ―

 

Sunny suspira fuerte nuevamente y hace que TaeYeon ponga los ojos blancos y mire al techo.

 

― Si me tienes que decir alguna cosa dímela de una buena vez, no me tengas aquí pensando tanta mierda al tiempo ¡esto me consume! ―

 

Sunny niega en silencio y piensa un instante antes de poder decir algo.

 

― Antes que nada deja de ser grosera o no te digo nada ―

 

― Está bien, lo siento. ¡Pero dime lo que pasa! ―

― No estás ayudando ―

 

Escucha el suspiro en la línea del otro lado, sabiendo que TaeYeon está desesperada.

 

― Okay, llámame cuando te dé la gana ―

 

Le cuelga y tira el celular aun lado, arrepintiéndose al instante de haberlo hecho, vuelve a tomarlo y lo mira queriendo marcar una vez más, pero no es capaz.

 

Busca la ventana del chat y ve que Sunny está en línea, así que piensa que por allí es más fácil pedir disculpas, o al menos a ella se le facilita.

 

“Lo siento. ¿Te puedo llamar otra vez?”

 

Escribe rápidamente y lo que antes le daba posibilidad de una respuesta rápida desaparece, la reseña que le mostraba que la chica estaría frente a la pantalla y de la nada desaparece la hace generar aún más dudas y rabia, tira su celular nuevamente en la cama.

 

**

 

Las cosas después de aquello habían ido a mejor claramente, pero no dejaba de sentir rabia una vez pasaba cierto tiempo y Sunny no respondía a sus mensajes. No la culpaba por no hacerlo podía entender a momentos que ella estaba atendiendo a otras personas y ella igual y pese a que era relativamente poco tiempo, debía recibir la visita de su nuevo psicólogo.

 

Uno de bastante renombre, que a ella poco o nada le importaba, siempre iba a preferir a Sunny por encima de cualquiera, así tuviera más experiencia y especializaciones que la pequeña psicóloga.

 

Revisa su celular cada 2 minutos máximo, y al ver que la última conexión sigue acumulando el tiempo, decide dejar al celular tomar carga mientras va por suministros en el primer piso.

 

Sus pisadas fuertes llaman la atención de su familia, pasa a la cocina, toma la caja de jugo y el pan sin pedir permiso, da un portazo en la nevera y su mamá la mira.

 

― Quieres dañar todo ¿O qué? ―

 

La chica que le daba la espalda para irse a su cuarto se frena, cierra los ojos y voltea sosteniendo el jugo debajo de su brazo derecho y el pan debajo de su brazo izquierdo. Voltea y empieza a abrir los ojos lentamente, esperando que se le suba toda la rabia o le termine de bajar, pero no tener tantas cosas queriéndose salir de una sola vez.

 

― Tú eres la que siempre dañas todo ―

 

Su madre mira al padre que tiene los lentes en la punta de la nariz y mira desde la posición en la que lee el periódico, pero ya con el papel abajo prestándole atención a la escena.

 

En vista de que la neutralidad de la figura masculina sigue en pie, ella decide responder.

 

― Siempre estás tirando todo, haciendo ruido por donde pasas o llegas, ten un poco de tacto ―

 

La chica se ríe de la nada, como quien inocentemente no sabe que está haciendo pero es claramente sarcasmo.

 

― La que anda insultando. No soy normal, ¿no se trata de eso? ―

 

Ella se queda mirándola y luego a su esposo que parece estar contradictorio con el rebote emocional de su hija. Sabe que le está sacando en cara palabras que ella misma ha usado para referirse a su hija en el pasado y que al parecer TaeYeon carga con ellas y por ende se lo recrimina cada vez que puede.

 

― No debes hablarle así a tú mamá TaeYeon, ella solo quiere lo mejor para ti ―

 

La chica sabiendo que ahora mismo ella es quien está en medio de todo y que no tiene las de ganar, simplemente usará aquello de no tener tacto que antes siempre le funcionaba para poder salirse con la suya.

 

― ¿Saben que es lo mejor para mí? ¡Han estado actuando todo el tiempo de acuerdo a como otros les dicen que lo haga, llega esta chica, cambia mi mundo, me ayuda, nos ayuda, y entonces esa mujer, que es lo mejor para mí, es mejor echarla! ―

 

Viendo que ya no puede evitar el manotazo que se le viene en frente y justo por voltear a mirar a su padre un instante perdió las luces de lo que podía pasar, conectada con nada más que con la intención de dejar salir lo que tenía dentro y con el firme propósito de lastimar. Solo que olvidó que a veces, después de atacar, la venganza suele llegar, obviamente no pensó que tan rápido, debido a que lo que pasó con Sunny, ella lo veía como el primer disparo hacia ella, que pretendía devolver con esto, pero automáticamente ha sido auto dirigido.

 

El sonido no tan bestial, deja estupefacto a su padre que parece está conteniendo la respiración y desde esa distancia quiere asegurarse que las cosas no van a pasar a mayores, tampoco es como si pudiera levantarse y ponerse en medio, simplemente no puede.

 

TaeYeon tiene sus cabellos rubios en el rostro debido al movimiento brusco que logró hacer en busca de esquivar la cachetada, que no logró, y su madre con un rostro lleno de temor, pone la mano izquierda en su mano derecha, como si este miembro quisiera ayudar a impedir la reacción, pero parece ser demasiado tarde.

 

La respiración agitada de TaeYeon es un indicio de que las cosas parecen ir para mal.

 

― Min-Ha ―

 

Llama él aun sin poder pestañar, solo se nota en su fisionomía como tiene apretados los dientes del frente y con los ojos tan llenos de terror como los de ella, parece leer la clave de lo que le trata de decir.

 

Min-ha da dos pasos hacia atrás lentamente, sin perder de vista a TaeYeon que cree en cualquier momento levanta el rostro y la va a atacar sin piedad, recordando cuando niña podía llegar a arañar la cara de quien intentaba controlarla o alejarla del confort en el que se encontraba.

 

Pero la chica lentamente se pone recta, levanta el rostro de la misma manera y la mira directamente, sin perder el movimiento tosco de su padre, que queda de pie como un resorte, después de un tiempo en el que parecía estar conectado al sofá.

 

Las lágrimas permiten tener los mechones de cabellos pegados a su rostro, los ojos rojos su labio inferior casi encima del superior. La rabia inundando sus ojos y sus puños alertas.

 

Su madre da otro paso atrás más lentamente y ella lo nota, con la voz entrecortada no puede evitarlo.

 

― Me golpeas ¿pero eres tú quien me temes? ―

 

Su padre la mira atenta sin querer intervenir demasiado, obviamente lo hará si vuelve a pasar algo parecido, pero por ahora parece tener una distancia prudente.

 

― Me tienen lastima y miedo, pero me quieren amarrar. ¿Por qué no dejan ser? ―

 

Se tira al suelo agachada y cruza los brazos en sus rodillas, llorando irremediablemente. Su padre a paso lento avanza y cuando la tiene en frente de si le toca con prudencia la cabeza.

 

― No me toques, tú eres como ella ―

 

Retira su mano lentamente pero sin dejar de mirar su cabeza con un dolor tan profundo que puede sentirlo claramente en el pecho.

 

― También me temes ―

 

Los ojos de TaeYeon están tan llenos de dolor respecto a su padre, que él siente exactamente el golpe en la manera que TaeYeon pudiera haberlo enviado a su madre, pero sin tocarlo, sin levantar la mano, sin siquiera tener intención de pegarle, ese solo gesto, posiblemente ha dado más duro que cualquier contacto físico brusco.

 

― Taeye… ―

 

― Antes, cuando niña, llegaste a agredirnos. Es solo por eso que tal vez colocamos una barrera contigo ―

 

La pequeña se levanta sin decir nada y se va a su habitación, obviamente haciendo más ruido para poner  a su madre en vilo. Cuando Jiwoon ha volteado a mirarla, se ve como ella claramente tiene los ojos en un temblor que es por mantener consigo la tranquilidad después de ver como su hija por malcriadez azota todo aposta solo para ponerla tensa, y aunque lo logra no quiere demostrarlo.

 

― Si lo que quieres es que ella tenga un retroceso, lo estás haciendo muy bien ―

 

Le advierte su esposo con las cavidades nasales bastante abiertas y con sus labios apretados, llegando a parecer bastante amenazador con la mirada altiva y la mandíbula tensa.

 

― ¿Qué quieres? Es mi hija, también puedo corregirla, esto se nos puede salir de las manos, recuerda que… ―

 

Se queda en silencio para no mencionar el nombre de la doctora Lee, que muchas veces les hizo entrar en razón diciéndoles que, a TaeYeon debían de tratarla de manera madura, y que había que corregirla si era necesario porque sabía que con berrinches conseguía todo y era algo que a su edad ya tenía que haber superado, como muchas otras cosas.

 

― Debemos imponernos porque somos sus padres ―

 

Él la mira con un ojo más chico con otro y con una mueca que a mitad de boca parecería una sonrisa, pero al otro costado no está totalmente estirada y su ceño está fruncid.

 

― Existe muchas maneras de imponerte, golpeándola y reprochándole absolutamente todo no es la manera. Ahora que ves que puedes tener algo de control sobre ella y que te lo permite solo estás tratando de hacerla menos y molestarla todo el tiempo, como si te fastidiara ¿Qué te pasa? ―

 

La mirada que ella dirige hacía él es sumisa, entendiendo que él tiene la razón, lo ha notado en sí, pero no puede evitar tratarla como lo hace, así que si es momento de sinceridad entonces lo afrontará.

 

― ¿Cómo se supone debo tratarla? ¿Cómo que nada ha pasado? ¿Cómo que todo está bien? Ella ha estado engañándonos durante todo este tiempo, ha estado teniendo una relación escondida con ¡otra mujer! ¿Eres consciente de eso? ―

 

Jiwoon cierra los ojos y abre las palmas de su mano, dando a entender que se detenga, mira hacia las escaleras como si eso le dijera algo, o le alertara, esperando que su hija no estuviera allí para escuchar todo.

 

― ¿Quién crees que soy? Estoy cargando demasiado con todo, y tú tampoco me ayudas… ―

 

―Es que la ayuda que tú me pides no te la puedo dar Jiwoon, no voy apoyadora de esa aberración ―

 

Él abre los ojos ante el planteamiento de cómo está llamando a su propia hija y sabe que este tampoco es el ambiente idóneo para su hija.

 

― Será mejor que me vaya con TaeYeon donde mi mamá. Cuando estés consciente de la situación, de TaeYeon y de mí, entonces volveré ―

 

Él toma camino hacia el sofá para tomar sus lentes y luego cuando tiene la intención de ir hacia arriba.

 

― También es mi hija, no tienes que llevártela para alejarla de mí, pero semanal la llevabas donde la depravada esa ―

 

― ¡Compórtate como su mamá, como quien quiere lo mejor para su hija NORMAL, no trates a TaeYeon como si fuera una cualquier cosa y luego para reivindicarte digas que es tú hija, no seas hipócrita! ― 

― Para ti será muy fácil asimilar todo esto, que la llevas apoyando durante tanto tiempo, pero también ponte en mi lugar, no es fácil aceptar que ella aparte de todo le gusten… ―

 

Baja la voz para terminar la frase sabiendo que si está tratando a TaeYeon con resentimiento.

 

― Las mujeres. ¿Entiendes eso? ―

― ¿Lo dices por lo que significa para ti o por lo que los demás pueden pensar? ―

 

Ella lo piensa un momento mirando al suelo y luego levanta a mirarlo a él.

 

― Dios no está de acuerdo con esto ―

 

Jiwoon pone los ojos blancos y permite que un parpado caiga de forma más dramática en su ojo derecho que en su ojo izquierdo.

 

―Todos solemos sacar a Dios cuando queremos probar un punto que tenga que ver con otra persona, pero jamás nos juzgamos a nosotros mismos en su nombre. Me llevaré a TaeYeon ―

 

Ella lo mira e intenta detenerlo, pero no dice nada, solo se sienta en una de las sillas del comedor y pone sus manos en la cabeza, despeinándose un poco, cerrando los ojos y tratando de estar en el lugar correcto, queriendo solo ser una buena madre, pensando que tal vez a futuro era algo que su hija le iba a agradecer y el odio y el dolor del ahora iba a desaparecer con el tiempo.


Disfruten

Abrazos (:

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Comments

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MAR7GS
#1
LA VOLVI A LEER ME ENCANTO, SE EXTRAÑA SUNYEON :)
soneeee
#2
Chapter 13: me encanto, ciertamente la ame <3 :'v muchas gracias chamita bella <3 me encanta el SunYeon :'v <3
mei-chan4556 #3
Chapter 13: Simplemente, genial.
De verdad, creo que reflexione muchas cosas con esta historia.
Aparte de que la amo con todo mi corazón, dato curioso, pero que a nadie le importa.
Esta historia la conozco desde que inicie la preparatoria, y su final llega justo ahora que estoy en la universidad.
Cuanto tiempo deberás. Jajajaja
Igual, gracias, por favor sigue escribiendo más Sunyeon, ¡el mundo lo necesita!.
MAR7GS
#4
Chapter 13: Me gusto, muchas gracias.
MAR7GS
#5
Chapter 12: Me encantó muchas gracias.
MAR7GS
#6
Chapter 12: Muchas gracias
MAR7GS
#7
Chapter 11: Espero que algún día actualices, me encanta tu historia.
mei-chan4556 #8
Chapter 11: Ay dioh yo quede lok :'v
No, enserio esto es tan.. Genial.
No me esperaba eso de la madre de tae :'v
Gracias por actualizar <3
desfachatados
#9
Chapter 10: wow, no puedo creer que realmente esté leyendo esta historia de nuevo, es raro jaja pero es grato, me alegra que hayas vuelto y me alegro de que sigas actualizando este fic que siempre fue de mis favoritos y lo va a seguir siendo <3
muchas gracias(((: