[Sugerencias del autor: canciones: Date Night - Shin Hyesung y It's you- Shin Hyesung & Lyn ]

Miraba mi reloj de mano, marcaban las 7:00 pm y estaba a 3 estaciones de metro de mi casa, el vagón iba regularmente lleno, pero prefería ir de pie, intentando no caerme.  Había salido a comprar un poco de comida para los demás días, mi refrigerador estaba vacío…yo sabía que eran escusas. Realmente estaba muy nerviosa por mi cita con Andy;  no tenía idea de que iba a usar y sabía que estando en casa me probaría todo sin que me gustara nada…. Que mejor que la prisa para decidirse… Un poco de estrés siempre me ayuda a decidirme rápidamente por la mejor opción…Escuche el tercer timbre, que me avisaba que había llegado a mi estación.

Salí y comencé a caminar por las escaleras, en estado de ausencia mental total, imaginaba que haríamos hoy, a donde me llevaría, que llevaría puesto.

No sé como fue que llegue al apartamento y a la regadera pero cuando me percate eran las 8:00pm, comencé a desnudarme y me metí a bañar… que mejor para refrescar la mente y el cuerpo que el agua caliente. Fui minuciosa en la limpieza, desde los codos a las rodillas y los pies.   Cuando termine de bañarme, salí y me lave los dientes, ya iba por el 3er cepillado… ¿por qué tendría que haber comido precisamente hoy sopa de kimchi?… Dudo que el enjuague bucal ayude-suspire pesadamente.

Después de hacerme creer a mi misma que el aliento a ajo había desaparecido comenzó el verdadero martirio… ¿Vestido formal o casual? ,¿Corto o largo?, ¿Haría frío o calor?… termine seleccionando 2: el primero: un vestido negro de encaje muy juvenil que era perfecto para la tarde, el corte era poco arriba de la rodilla, un escote en cuello redondo y manga ¾ completamente de encaje. El segundo era un vestido azul turquesa más casual para la noche, con un corte por arriba de la rodilla y un escote en uve, con detalles con pequeñas piedras en dos hileras en la cintura.

Opte por el vestido azul, qué más daba, casi siempre usaba el negro, sería interesante dar un giro a mi guardarropas y creo yo va mejor con este giro en mi personalidad. Me mire al espejo, mi  cabello ya seco caía en mi espalda… lo llevaría suelto,  solo cepillado, no tenía idea de cómo lo acomodaría en una coleta y que se viera bien ya que había empezado a adoptar una forma diferente  y por supuesto que no sé cómo realizar peinados extravagantes con pelo largo…

Sólo me puse bálsamo labial y arregle mis pestañas, me sentía muy bien y mi piel se veía sana, bonita, como para ponerle maquillaje encima y ocultarla… estaba escogiendo las zapatillas cuando sonó el timbre.

Mientras terminaba de abrocharme el arete faltante, largo de cristal, me dirigí ansiosa  caminando lentamente, poco antes de llegar, intente retocar el cabello. No sabía si llevarlo adelante o atrás, lo más práctico, lo deje sobre un hombro, y abrí la puerta.

Para toparme con la sonrisa de  Andy mientras me miraba de arriba abajo, me percate de que llevaba una rosa entre sus dedos, una rosa roja que contrastaba con su semblante, el iba de pantalón de vestir negro, con una camisa blanca con líneas delgadas rojas, una corbata de color vino y un saco negro…

Se me fue el aire, lucía realmente guapo, mi corazón comenzó a latir tan fuerte que pensé que mis latidos eran audibles  hasta 2 pisos más abajo.  Me sonrió de nuevo  y me saludo amablemente con un beso en la mejilla, sonrojándose:

-¡Te ves realmente hermosa!, ¿ya estas lista?-Pregunto sonriente mientras entraba en el recibidor.

-Gracias- dije mientras me sonrojaba, sonreí y respondí-Sí sólo deja busco los zapatos. –Opte por unas zapatillas negras, no muy altas.- Ya estoy lista –dije sonriente.

Bajamos por el elevador, el silencio entre nosotros era cómodo, simplemente perfecto, de esos silencios que disfrutas por compartir con esa persona especial, en los que el tiempo parece no avanzar, que las palabras no son necesarias para comunicarte. Cuando la puerta se abrió, caminamos, me tomo del brazo y lo coloco en el suyo, mientras me guiaba al estacionamiento; llegamos a su auto, me guío a la puerta de copiloto y me abrió la puerta para subir. Mientras yo abrochaba mi cinturón el cruzo por delante para llegar a su asiento, se abrocho el cinturón de seguridad y tomo con sus manos las mías sobre mi regazo, me sonrío y me dijo esto realmente te gustará, dejo mis manos sólo para colocar música, y una melodía que reconocí de inmediato:

-¿¿¿Te gusta?? ¿Lo conoces??- pregunte maravillada y asombrada mientras empezamos a viajar por las calles de Seúl.

-Anoche buscaba cantantes en español, a mi me gustan las canciones románticas y el apareció, y me gusto, ¿A ti te gusta, verdad?

-¡Sí! Me encanta, es de mis cantantes favoritos en español! Es de lo poco rescatable de la música en mi idioma.

-Ah mira, si me pareció interesante-dijo un poco seco- Entonces te gusta más el que nosotros- dijo más serio mirándome de reojo

Reí en mi interior para responder-Si he de ser sincera escucho más k-pop que otra cosa, y dentro del k-pop los escucho más a ustedes- dije aún feliz, ¿es que acaso eso habían sido celos?- pero pues también escucho música en ingles o en español, no me limito sólo a un genero. – Sonreí mirándole

-Ok ok- Dijo restándole importancia- Pero sí, él es realmente bueno- Mira ya estamos cerca.

Llegamos a un estacionamiento, mientras buscábamos donde podría quedarse ya que el lugar estaba en su mayor parte vacio…decidimos por un lugar cercano a los otros automóviles.

Se estaciono y bajo primero del auto pasando por enfrente para llegar a mi lado, lo volví a mirar, se veía tan bien, y esa sonrisa podría simplemente observarla por horas, me abrió la puerta y me ayudo a bajar. Cerró la puerta y el coche y  empezamos a caminar. Cuando salimos a la calle me percate de que nuestras manos se habían entrelazado inconscientemente, y mire, era tan hermoso y reconocí el lugar de inmediato, uno de los escenarios más usados en las series y en las páginas de turismo, uno de los paisajes más bellos que he visto en mi vida: El río Han, en todo su esplendor, las cascadas iluminadas que caían del puente eran de un todo rosado que le daba un aire romántico, que contrastaba con el negro de la noche, esa noche no había luna, pero las estrellas brillaban con intensidad,  una corriente de viento paso por nosotros,  refrescando la noche.

-¿Te gusta?- Pregunto mirándome con sus ojos abiertos curiosos, mientras sonreía complacido ante mi reacción.

-Si me encanta…- Respondí mientras seguía observando esa hermosa  vista- Me dio un apretón ligero, juguetón en mis dedos mientras comenzábamos a caminar a la orilla del río Han hasta que llegamos a un restaurante, me miro de manera cómplice mientras se colocaba unos lentes y me daba un par a mi, se acerco a la hostest y nos pasaron a la terraza, un espacio precioso con piso de madera, y pocas mesas son velas sobre ellas, llegamos a la mesa más alejada y pedimos dos copas de vino y dos rebanadas de pastel de arroz,  mientras esperábamos  conversábamos y reíamos.

El servicio fue realmente rápido no tardaron más de 5 minutos y ya con eso nos dedicamos a mirarnos, y a platicar de mil y un cosas, de cómo fue nuestro día, de las nuevas de Teen Top, que a Andy se le alegro la voz al hablar de ello, al fin y al cabo eran como sus hijos.  Brindamos por esos momentos, y terminamos de comer entre sonrisas y platica.

 Todo pintaba de maravilla, ya que habíamos pagado, nos disponíamos a bajar por la escalera lateral que daba directo a la orilla del puente. Él se adelanto por unos pasos para preguntarle al mesero si era seguro ese acceso, y antes de que empezará a moverme en su dirección,  una joven de unos 20-29 años se acerco corriendo a mí y me detuvo, y me pregunto ansiosa…: ¿Esa persona era Andy Lee de Shinhwa?

 Yo la mire sorprendida intentando ocultar mi sorpresa. ¿Qué le digo…?

-Anya, dije riendo tranquilamente- Es un amigo de la infancia, que se le parece. ¿Usted cree que si él fuera Andy Lee andaría tan normal y sin guardaespaldas?

Me miro confundida pero acepto mis palabras- Tiene razón una disculpa.

-Descuide- Dije sonriendo normalmente

Andy  que había terminado de platicar con el mesero, se acerco a mí y me pregunto ¿qué había pasado?

Mientras caminábamos hacía las escaleras, se lo comente.

-¿Quién es? ¿Sigue ahí?- Pregunto discretamente

-Si es la joven en la segunda mesa, que viene con un vestido blanco y zapatillas y bolso negro de rosas de encaje…

-Oh,  no me di cuenta que había una reportera,  pero qué bueno que le dijiste eso, hasta yo lo encuentro lógico…- dijo riendo mientras llegábamos a la escalera.

-Reí y pregunte deteniéndome: ¿entonces como bajamos? ¿ si se puede por aquí?-

-De este lado-dijo mientras me tomo de la mano y comenzamos a bajar las escaleras, hasta que llegamos a la orilla, las luces comenzaron a cambiar,  el puente iba de los tonos rosas, a los violeta, llegando a los verde y terminando en los azules, un azul eléctrico.

Los observaba absorta y quién diría que  hace unos años creí que nunca los vería. Cuando pensaba que solo ver el río Han en las fotos era suficiente. Nos detuvimos cerca de un barandal y  Andy me saco de mis pensamientos, me miro fijamente, mientras se quitaba los lentes y me quitaba los míos y me pregunto ¿Qué opinas?:

-Es maravilloso, gracias Andy por todo –sonreí, mientras le ayudaba a cerrarlos- de verdad que nunca creí que tuviera la oportunidad de verlo con mis propios ojos y mucho menos con una grata y agradable compañía. Guardo los lentes en el saco y nos miramos:

-Sabía que esto te gustaría, si he de ser sincero es la primera vez que lo veo de noche, desde este punto…- comenzó a acercarse a mí, mirando mis labios, y mis ojos, repetidamente, yo lo miraba y miraba sus labios rosas ahora por el aire y el descenso de la temperatura que me dio escalofríos,  sin dejar de mirarme se quito el saco y lo coloco sobre mis hombros terminando el contacto visual y me abrazo por la espalda, ladee mi rostro mientras cerraba mis ojos y le daba un beso en su mejilla, lo sentí sonreír, abrí mis ojos sonriéndole  y lo que siguiente que sentí fueron sus labios en los míos, esa sensación tan dulce, y cálida, me hizo cerrar los ojos. Comenzamos a besarnos repetidamente, lentamente, disfrutando de sus brazos en mi cintura y sus labios en los míos, de ese calor y ternura que sus labios irradiaban en los míos, sentí mi corazón acelerarse, y mi mente quedo completamente en blanco.

Repentinamente las luces se apagaron para dar paso a una serie de fuegos artificiales, que nos hizo separar nuestros labios y observarlos detenidamente, seguimos abrazados un rato más hasta que el frío ya no era tolerable en esa condición. Regresamos tomados de la mano, recorriendo el camino más largo y despejado hacía el estacionamiento que ahora si estaba realmente vacío,  me ayudo a subir, como el caballero que era, y nos dirigimos a mi apartamento, viajando por las ahora solitarias calles de Seúl en compañía de la música de Stravinski: Pájaro de fuego.