[ Ya vamos por la recta final, muchisímas gracias :D ]

“I don´t care who you are,
Where you from,
What you did, as long as you love me…”

La melodía sonaba en mi recamara, la primera vez que la había escuchado me sonaba tan irreal, tan idealista…

La primera vez que cante esta canción lo hacía por moda y debo admitir la música era agradable al igual que la melodía….

Y la primera vez que la grabamos, la letra tomo un sentido más profundo, más creíble, un amor imposible, un amor capaz de todo…

Pero ahora después de todo lo que había pasado, por fin entendí su significado por completo, por fin la interiorice y finalmente me identifique con cada estrofa, con cada palabra, porque si, de ella, de todas las cosas que la gente podría objetar, ella en sí, sus rasgos físicos, su personalidad, su nacionalidad, su pasado, de todo eso a mi nada me importaba, yo la amo con todo lo que posee y con todo lo que falta, porque es ella la única persona que me ha importado tanto, que me ha demostrado que me ama, que es sólo ella quien me hace sentir completo, que es ella la que ilumina mis días con su sonrisa y su mirada. Seguí pensando en la letra de esta canción mientras me terminaba de vestir, eran las 5:00 pm y habíamos quedado de vernos en el restaurante del hotel en el que se hospedo, la primera noche que nos conocimos, en The Westin Chosun.

Me mire al espejo y revise mi atuendo.

Traje azul marino liso, una camisa blanca con líneas negras y azules delgadas casi invisibles, por encima un chaleco azul que iba a juego con una corbata color verde oscuro, con detalles plata, y en mi muñeca izquierda iba un reloj de caratula blanca con una correa negra y para acabar un detalle con un pañuelo rojo en la bolsa del saco del lado izquierdo, un perfume muy leve, suave, un aroma a maderas, que me encantaba, mi cabello caía de un lado, listo, tome el regalo de esta noche y me dirigí a la entrada, cambie mis sandalias por unos zapatos negros, tome las llaves del automóvil y un ramo de rosas rojas y rosas,  y me dirigí a las escaleras, me sentía con suerte.

*Flashback: Hace 3 meses*

-¡Andy!- escuche una voz familiar llamándome.

-¡Eric hyung!- me detuve a saludarlo.

-¿Cómo va todo?-dijo Eric mientras sincronizaba su paso con el mío mientras caminábamos en el aeropuerto. Celia se encontraba con Hyesung y Dongwan a unos 15metros de distancia, mientras esperaban a Jinnie y Minwoo que venían de comprar un café para cada uno de ellos.

-Muy bien hyung, emocionado –respondí con mi mejor sonrisa y más que emocionado estaba con los nervios a flor de piel… - ¿Y tú cómo estás?

-Bien Andy, me da gusto verte más feliz que antes…para ser sincero parece la primera vez que te veo tan feliz-dijo Eric sintiéndose algo incomodo…

-Pues ya saben todo lo que paso, hace unos días que hemos vuelto a hablar y a empezar a salir como si fuera un nuevo inicio, desde cero- dije sonriendo y mis recuerdos llegaron a mi mente… Sólo en esa semana habíamos hablado tanto, sincerado tanto como jamás en la vida habíamos hecho… después de ese beso nos mostramos tan tímidos, tan inseguros, tan torpes como en un inicio, pero a la vez tan vivos y reconfortados de estar juntos de nuevo. Y los demás recuerdos aparecieron, nosotros riendo y jugando mientras cocinábamos en mi cocina, mientras le peleaba a Fanny que ni caso me hizo, y finalmente llegamos al día de ayer…  

-Me parece bien, Andy- dijo sonriendo casi gritando de felicidad, se detuvo y me abrazo.-Sé que hemos hablado antes y que todo lo dejamos claro, pero de verdad sabes que te quiero y te aprecio tanto, que eres casi mi familia, que te agradezco por todo, por haberme perdonado y más que nada me siento feliz de que te hayas dado la oportunidad de ser feliz al lado de la mujer que amas. Y ya sabes que si nos necesitas volaremos de inmediato en su ayuda.

Lo abrace de vuelta: -Hyung gracias, sé que fue algo difícil para todos, y complicado para mí y para todos realmente, pero pienso que fue algo que nos puso a prueba, sé que no lo harías con mala intención ni con ganas de lastimarme ni nada, sólo fue un incidente.- dije sonriendo, y termine el abrazo.- Y sí, no creo que haya necesidad de eso, creo que todo irá bien con mis padres.- dije dudando de mis palabras… realmente no sabía cómo reaccionarían….Mire a Eric, me miro curioso y cambiando el tema lo más rápido posible :

-Y ¿Cómo vas con Min Ji,  por lo que me han dicho han salido muy a menudo?- pregunte traviesamente, y lo mire de re-ojo divertido, y como lo supuse se había sonrojado.

-Sí… hemos salido más seguido que antes… me gusta…-Dijo tosiendo al final, eran tan fácil hacerlo sentir incomodo. – Sigamos que llegamos tarde…-dijo intentando recuperar la seriedad y compostura. Caminamos hacia donde todos se encontraban. 

Y después de unos 10 minutos, de escuchar sus palabras de apoyo y buenos deseos, nos despedimos. Nos tomamos de las manos y caminamos a la entrada de la sala de espera, el vuelo saldría en unos 30 minutos….

*Fin del flashback*

Sonreí al recordar ese momento, ahora después de 3 meses, todo era diferente, quien diría que después de casi un año de que ella llego a nuestras vidas, tantas cosas habían cambiado, tanto en mí, como en los demás… La luz del semáforo cambio a verde, pise el acelerador mientras me dirigía al centro de Seúl.

No pasaron más de 10 minutos y ya me encontraba ahí, di una vuelta a la derecha y una más a la izquierda y vi el hotel frente a mí, era famoso en sí por la vista tan hermosa y amplia que brindaba de Seúl y el restaurante era uno de los más solitarios y tranquilos, la comida era buena, pero no competía si buscabas algo muy elegante, era algo más como cocina tradicional, con ese toque casero.

Entre al estacionamiento y subí por las escaleras, me detuve en el descanso para ver el reloj, ¡perfecto! Eran las 7:00 pm llegaba justo a tiempo. Subí y llegue al lado del recibidor, al lado de los elevadores, lo cruce por unos 5 metros y di la vuelta a la izquierda, subí la escalera, un piso, me encontraba en la zona de auditorios, un segundo piso, me encontraba en el gimnasio, el tercer piso y vi el restaurante. Me acerque despacio al joven que estaba con la carta en la mano.

-Buenas noches, me da una mesa para dos- dije mientras sonreía

-Claro que sí, ¿Quiere vista a la ciudad o vista al jardín del hotel?- Pregunto mientras tomaba otro menú.

-Con vista a la ciudad.- dije mientras comenzó a avanzar.

-Sígame por favor-dijo mientras se dirigía al fondo del lugar y daba vuelta a la derecha, una zona muy exclusiva, no había más de 10 mesas y no había más que una pareja que se veía celebraba un aniversario. – ¿Junto a la ventana o de este lado?- dijo mientras señalaba la  pared cercana al pasillo por el cual entramos. Mire ambas mesas, las mesas del lado de la ventana eran redondas,  mientras que las del lado interno eran cuadradas, en ambas secciones la mesas tenían dos copas de vino, y los manteles con los cubiertos, junto con la servilleta plegada de una manera sorprende, en forma de rosa, en el centro de la mesa redonda había un adorno con una vela aromática mientras que del otro lado sólo había rosas.

-Del lado de la ventana-dije mientras me sentaba en la mesa más alejada de la pareja- La dama que me acompañara esta noche preguntará por una reservación a nombre de Sun Ho, ¿la podría acompañar aquí,  por favor?

-Claro, señor- respondió el joven amablemente,-¿Quiere empezar a ordenar algo?, si es que ella no tarda

-Sí, tráigame una botella de vino tinto, un merlot, por favor- dije

-Claro que sí- Dijo el joven mientras daba las indicaciones a otro joven.

Sí, creo que un merlot ira perfecto con esta noche, deje las flores en la mesa. Pasaron unos 5 minutos y llego el vino, en una cubeta con hielo, que colocaron del lado de la ventana, a mi derecha. Mire el reloj eran las 7:30, ya no faltaría mucho para que llegara, me quede mirando la ciudad, cuando a lo lejos distinguí un par de pasos, tome las rosas y las escondí con una mano mientras miraba atento el pasillo. Y ahí estaba ella: su cabello suelto ondulado que caía en su espalda, sus ojos grandes delineados, y sus labios con un suave tono rosado, como pétalos de rosa, unos aretes largos sencillos plateados y un collar delgado con una pequeña luna  que caía sobre el borde de su vestido,  un vestido tipo coctel color naranja pastel con pequeñas flores en color lila de un tono tan tenue que parecían brillos de la tela, un vestido con un corte que resaltaba completamente su figura, unas zapatillas que iban a juego con los tonos plata que la hacían resaltar y un pequeño bolso negro en su mano derecha. Se detuvo, buscándome con la mirada y cuando me encontró una sonrisa asomo en su rostro inmediatamente y ese brillo particular de sus ojos se intensifico.  La vi voltearse dirigirse al camarero y decirle que gracias, y que se podía retirar, sonrío y se acerco a mí, me levante aún escondiendo el ramo en mi espalda, se acerco y me dio un pequeño beso en los labios, sonrió:

-¡Hola!-Dijo mirándome un poco sonrojada

-Hola, pensé que no llegabas- dije fingiendo asombro.

-¡Eres un dramático! Son 7:32-dijo riendo-

-Lo sé, es broma- dije sonriendo y le extendí el ramo de flores, vi sus pupilas dilatarse, y me miro sonriendo mientras volvía a sonrojarse…

-Gracias- dijo mientras las tomaba y las olía- Huelen muy bien- dijo mientras las dejaba en su lado de la mesa junto con su bolsa. Me levante y le ajuste la silla para que se sentara.

-Gracias- murmuro de nuevo

-De nada, por ti cualquier cosa- dije mirándola, me encantaba verla sonrojarse y era tan fácil hacerlo. Reí levemente.

-Ya habías estado aquí, ¿cierto?- pregunte mientras el mesero nos daba la carta. Y comenzaba a servir agua en un par de copas que el traía.

-Sí, mi primera noche en Seúl, baje aquí a cenar pero no entre aquí, sino en el área que esta junto a la entrada, cerca de la barra.- dijo mientras hojeaba el menú.

-Oh, eso no lo sabía, ahmm me podría traer los tallarines en salsa de moras, y el filete de pescado ahumado por favor. –dije mirando al mesero y tendiéndole la carta.

-Muy bien, y ¿qué va a ser para usted, señorita?- pregunto cortésmente, luciendo incomodo, parecía que quería irse de ahí lo más rápido posible.

-Ahmm me podría traer los tallarines con chipotle y el pescado al vapor con ajo.-dijo mientras le entregaba la carta.

-En un momento vienen- dijo el mesero mientras se retiraba más alegre de lo que alguien normal lo haría.

-Y ¿cómo estuvo tu día?- me preguntó mirándome mientras apoyaba su cabeza entre el dorso de sus manos entrelazadas.

-Bastante bien, hoy fui con los chicos a casa de Hyesung para ver que le organizábamos a la hermana de Minwoo, cumple años en unas semanas.- dije divertido.

-Oh, ¿en verdad?, que bueno, Minwoo se ve que la quiere mucho, es bueno que hagan cosas así- dijo mientras sonreía- ¿Y ya saben que le harán?

-Hahaha-reí- Ahmm pues tú sabes cuando aún falta tiempo esas reuniones son más pretexto como para vernos y divertirnos y empezamos planeando eso pero acabamos con más opciones de las que teníamos en un inicio. –Dije riendo al recordarlo.

-Me imagino –dijo sonriendo mientras acercaba su copa con agua a sus labios.

-¿Y tu día que tal estuvo?- pregunte curioso mientras mandaba un mensaje bajo la mesa.

-Bien, no tan atareado pero ya con 1 año y poco más en el hospital me gane un día libre…. Bueno de hecho lo tuve que cambiar con Min Ji, el sábado que viene, saldrá con Eric.-Dijo  mientras sonreía- Me da gusto por ese par que estén así, ella la hubieras conocido antes era súper reservada y tímida, ahora nada que ver con lo que era. –dijo riendo.

-Si veo lo mismo con Eric, normalmente era muy asocial si no éramos nosotros, ahora es un poco menos ermitaño.-dije.

En eso nuestros platos llegaron y nos dispusimos a comer, la vi comer lo que pidió, y no es que me extrañara, cada que podía cocinaba cosas de su país, pero verla dar el primer bocado y su reacción, no tuvo precio.

Abrí mis ojos y sonreí queriendo no hacerlo, -¿No está bueno?- pregunte. Mientras sonreía, tome la botella de vino y vi la temperatura, ¡perfecto! Tome ambas copas mientras esperaba su respuesta. Comencé sirviendo su copa, un líquido color rubí oscuro, la fue llenando con unos destellos morados, la esencia era increíble, un sabor almendrado con humo…

-Esta bueno, pero sabe como dulce.- dijo mirándome extrañada,- Creo que nunca te he hecho algo con este chile, pero es bastante picoso, como el gochujan- dijo mientras extendía su mano y tomaba la copa de vino que le ofrecía.

-Oh ya veo, bueno supongo que porque aquí es más como un estilo casero, por lo general lo que es comida extranjera tiene un sabor diferente al original.- dije mientras colocaba la botella de nuevo en la cubeta de hielo.

-¿Brindamos?- pregunto

-Claro- Nos miramos y el sonido de las copas chocar nos precedió.

Bebimos de nuestra copa, realmente había sido una buena elección.

-Esta delicioso- dijo mientras me miraba sorprendida, -¿es almendrado? Es genial.

-Sí, sí lo es.- dije sonriendo complacido.

El segundo plato llego y disfrutamos de la mezcla de sabores, sonreíamos y charlábamos sobre los eventos de la semana, que no nos habíamos visto. Terminamos el plato y pedimos un postre. Pase algo bajo la mesa al ahora chef que venía a vernos, nos sugirió un pastel de frambuesas con chocolate, cosa que pedimos y que no tardo más de 10 minutos en llegar.

La segunda copa de vino estaba aún para acompañarlo. En el momento que el mesero se fue, miro su pastel con curiosidad.

-Wow, se ve realmente delicioso, pero ahh se ve tan bonito así.. – dijo mientras mordía la punta de su tenedor…

-Lo sé, se ve realmente bien.- Dije mientras miraba el pastel, dos capas una rosa de base, con una capa blanca encima, separadas por el medio por mermelada de frambuesas, y en la parte superior una capa de chocolate negro, con un decorado rosa de una salsa de fresa y unas pequeñas moras caían dándole un toque de estrellas en un cielo sin luna.

Nos miramos y empezamos a comerlo despacio, seguimos riendo, ante las experiencias chuscas de su semana con algunos de sus pacientes, tanto que la pareja que estaba cuando llegamos, que ahora pasaba a retirarse volteo a vernos con una cara de ¿Por qué no se comportan? ya están grandes.

De repente se paró en seco, tomo la servilleta que estaba y cubrió su rostro la vi llevarse un dedo a los labios, dirigió su mirada a mí, abrió sus ojos sorprendida y su mirada se ilumino, bajo la servilleta y miro lentamente hacia abajo y ahí estaba la razón de mi expectación y la razón de su asombro.

El anillo dorado brillo al reflejo de la luz y el circonio que se encontraba arriba lucía radiante, coqueteando con las flores, y compitiendo con el brillo de su mirada. Me miro atónita.

Me levante y me acerque hacía ella poniéndome en cuclillas para estar a la altura de su rostro, apoye mi rodilla en el piso. Pase la saliva pesadamente. Tome el anillo que ella sujetaba.

-¿Sabes? Eres la mujer más hermosa que haya visto en mi vida, tu personalidad tan cálida, y tierna, ese reflejo de inocencia que aún posees y tu sentido del humor, tus pucheros cuando te enojas, tus expresiones, me encantas con todo lo que es tuyo, con todo lo que te característica sean virtudes o defectos. Eres la única mujer que ha hecho latir este corazón  que creía que nunca encontraría el amor… Te amo, te amo con todo mi corazón, tanto que sé que eres la única persona con la que quiero pasar el resto de mi vida…. Celia, ¿te casarías conmigo?

Mire expectante su rostro, mi corazón latía tan fuerte que sentía mis latidos en mis oídos…