Nueve: Chica ideal

Verla descansando nuevamente en su cama hacía que la tensión se fuera de mi cuerpo. Acariciaba su cabello y en mi cabeza no podía evitar pensar qué clase de cosas pueden estar pasando por la mente de Shuhua.

Unos minutos después Yoonje se acercó a la puerta. —Gracias, Miyeon. — Dijo desde el marco de la puerta y yo sonreí débilmente.

—Debes estar cansada, deberías dormir.

Al principio me sentí nerviosa porque Yoonje me estaba dando la autorización de dormir en la misma cama que Shuhua, algo que quizá antes no hubiera tenido importancia, pero ahora ella ya sabía cuál era nuestra relación. Yoonje se dio cuenta de mi reacción por lo que comenzó a reír automáticamente. —Está bien, Miyeon. No es como si Shuhua quisiera hacer cosas contigo ahora que está enferma y durmiendo, además no me tendría que preocupar por nietos.

Me sonrojé aún más al escucharla decir eso y simplemente me metí a la cama de Shuhua con cuidado y la abracé. Su pecho era el lugar más cómodo y me quedé dormida apenas cerré los ojos.

—Miyeon. — Escuché a alguien susurrar. —Miyeon. — El susurro fue más fuerte y escuché la tierna voz adormilada de Shuhua que me hizo abrazarla más fuerte.

Suspiré un poco y abrí los ojos. Me encontré con su mirada, llena de amor y cariño, aunque todavía un poco cansada. —Miyeon, no llores. —Me pidió quitando las lágrimas que rodaban por mis mejillas, realmente no me di cuenta de que estaba llorando.

—¿Qué sucede? — Me preguntó seriamente ¿Qué sucede? Me pregunté a mí misma, suceden muchas cosas realmente, pero por ahora prefería no perturbarla con todos mis problemas.

— No sabes lo asustada que estuve al verte en el hospital, no me vuelvas a asustar así. —Sentí sus brazos presionando fuerte contra mi cuerpo. — Perdón. —Susurró a mi oído con delicadeza y amor, mucho amor.

Ya han pasado dos días y ahora nos encontrábamos en mi cama, mi cómoda y gran cama, sin ofender la de Shuhua... pero era realmente muy pequeña para teneros a ambas en ella. Estábamos nuevamente viendo películas antiguas y tomando té. —Miyeonie. — Creo que ya me acostumbré a Shuhua llamándome de esa forma, pero cada vez me parecía más tierno escucharlo.

—¿Hmm? —Murmuré, entonces se volteó y ambas nos quedamos mirando directamente a los ojos.

— ¿Cuánto tiempo me vas a tener encerrada? — Entonces no pude evitar sonreír, desde su accidente no he dejado que Shuhua salga a trotar o entrenar o hacer los movimientos agresivos que solía hacer.

— No lo sé. — Contesté, entonces se comenzó a revolcar por la cama con un cerdito encerrado.

— ¡Déjame salir! — Comenzó a gritar mientras saltaba por todos lados, las carcajadas salían como loca desde mi boca. —Estás locaCho Miyeon.— Dijo una vez que se detuvo y me quedo mirando mientras las carcajadas continuaban saliendo de mi boca, entonces la abracé y nos quedamos así por un rato. —Una amiga vendrá a visitarme. —Comentó con su cabeza en mi pecho.

— ¿Amiga? — Pregunté, se me hacía algo raro escuchar a Shuhua hablar de amigas, ya que generalmente no hablábamos de ese tipo de cosas. — Sí, es mi mejor amiga... es parte del equipo de voleibol igual que yo. —Mis oídos estaban atentos a escuchar las palabras de Shuhua. —¿Cómo se llama?— Pregunté interesada. —Minnie. —Respondió. —¿Cuándo llega? — Continúe mi interrogatorio.

— Debería llegar hoy por la noche, por lo tanto me iré algo más temprano donde mi abuela hoy. —Eso me irritó un poco, me gusta pasar la mayoría de mi tiempo junto a Shuhua, y ahora ese tiempo se vería reducido por esa tal Minnie.

—¿Entonces nos vemos en la mañana? — Pregunté despidiéndome de Shuhua en la puerta de mi casa, ella se comenzó a rascar el cuello. —Creo que saldré con Minnie.

—Oh. — murmuré. —¿En la mañana? — Pregunté nuevamente.

—Sí. — Contestó. —Queremos aprovechar el día.

—¿Aprovechar el día? Deberías estar descansando. — Dije, sin saber si era por preocupación o si quizá me estaba sintiendo un poco celosa.

—Por favor, Miyeon. Ya estoy fuerte y saludable, he tenido a la mejor enfermera del mundo. — Sus palabras tiernas no harían que de mi brazo a torcer, no me lo permitiría. —No me interesa.— Dije seriamente con mi mirada que podría congelar el mundo, ví como tragó saliva nerviosamente —Debes descansar. — Intenté ser lo más sería posible para que realmente estaba preocupada por su salud.

Entonces sonrió nerviosamente. —Vamos, Miyeon solo vamos a hacer un poco de deporte, el deporte no le hace mal a nadie. Además, quizá solo salgamos a caminar para que conozca un poco el pueblo. Mi cara de póker no se desvanecía, no estaba convencida.

—Entonces haz lo que quieras, Shuhua. Es tu cuerpo, la decisión la debes tomar tú. —Estuve a punto de cerrar la puerta en su cara, pero su pie la detuvo.

—¿Por qué te molesta tanto? — Pregunto frunciendo el ceño, lo cual la hacía ver más tierna de lo que ya era, intenté con todas mis fuerzas mantener mi rostro serio frente a su hermosa ternura. Ella estaba sonando realmente seria y tenía que responder como tal.

—Me molesta, porque me prometiste que no te volverías a meter en problemas, pero ahora vas a ir por allí jugueteando con esa tal Minnie que ni siquiera conozco y que tampoco sabe los problemas de salud que tuviste hace poco.— Mis palabras fueron frías y serias, pero ella comenzó a reír levemente. —Miyeon, no es como si fuera a hacer cosas extremas que me puedan matar, deja de preocuparte... solo saldremos a caminar por allí .—Contestó, intentando bajarle el nivel a la discusión.

—Está bien, no me interesa... solo sal con ella y diviértete. — Intenté cerrar nuevamente la puerta, pero su pie seguía allí. —¿Puedes quitar tu maldito pie? — Creo que soné un poco más irritada de lo normal, y ahora tenía miedo de que Shuhua se sintiera muy mal con mis palabras, pero para mi sorpresa tenía una graciosa sonrisa en su boca.— Acaso... —dijo mirándome seriamente. —Acaso ¿Cho Miyeon está celosa? —Preguntó graciosamente.

¿Acaso estoy celosa? Me pregunté a mí misma. —¡Por supuesto que no!— Grite de inmediato. — ¿Crees que una mujer como yo estaría celosa de una niña que ni conozco? — Pregunté mientras levantaba una ceja.

—Hmm. — Comenzó a acariciar su barbilla. —Realmente tendría sentido. — dijo. —En realidad es un poco mayor que yo, pero no tanto como tú, lo cual podría ser una ventaja, es alta no como tú, le gusta hacer deporte... no como tú y no se comporta como una mamá mandando a su hijita.

Si antes no estaba segura de si estaba celosa o no, entonces definitivamente ahora sí lo estaba. —El problema está. —Continuó acercándose un poco a mí. —En que Minnie no es nada cercano a mi tipo ideal, no le gusta mucho la comida... por lo tanto no comparte nada conmigo, no le gusta leer, lo cual es algo que me gusta mucho de ti. Si es alta. —Pareció pensarlo un poco. —Pero eso la hace poco tierna, a diferencia de ti. Ella es muy divertida, por lo tanto mis bromas no suenan tan graciosas a como cuando estoy contigo... a ella le encanta levantarse temprano, en cambio contigo puedo despertar un poquito antes y observarte dormir, lo que es una de mis cosas favoritas. —Dijo pasando sus manos a través de mis caderas para acercarme a ella. —además ella tiene novio ¿Y adivina qué? —Preguntó mirándome directamente a los ojos, yo solo quería ocultarme en su pecho para tapar mis mejillas sonrojadas.

— ¿Qué? — Pregunté casi sin aliento.

—Ella no es Miyeon.— Dijo. —Ella no es el amor de mi vida, ella no es mi chica ideal ¿Además de que serviría estar enamorada de alguien que ya tiene dueño? No sería capaz de soportar ese dolor, y yo ya te amo mucho.

Después de decir eso me beso tiernamente, con mucho amor y delicadeza... solo como Shuhua sabía hacerlo. —Prométeme que no vas a hacer cosas locas mañana ¿Si? — Le pedí llena de remordimiento por todo el acto de celos que había hecho.

—Lo prometo. —Besó mi frente y se dio media vuelta.

— Te amo. — Dijo con una sonrisa mientras seguía caminando.

— Te amo más. —Respondí con otra sonrisa. Apenas cerré la puerta mi sonrisa se desvaneció y las palabras de Shuhua se reprodujeron en mi cabeza "¿Además de que serviría estar enamorada de alguien que ya tiene dueño? No sería capaz de soportar ese dolor” Al recordarlas no pude evitar llenarme de un sentimiento muy amargo ¿Qué voy a hacer contigo Shuhua? Me pregunté a mí misma.