Capítulo 6: Mía

Miyeon P.O.V

Llegó el día de navidad, la relación entre Shuhua y yo ha sido perfecta. Sentir su mano entrelazada con la mía me hace sentir como si no necesitara a nadie más en esta vida, Shuhua lograba llenar espacios en mi que no sabía que estaban vacíos.

Me he probado como cinco vestidos, pero realmente ninguno me convencía para estar al lado de Shuhua. No tenía la necesidad de impresionar a nadie y a veces me costaba aceptar que las cosas estaban cambiando. Finalmente decidí usar unos jeans sencillos con unas botas y un sweater color rojo para representar el color de la navidad. Llevaba dos regalos, uno para Yoonje y otro especial para Shuhua. Me gustaría que Shuhua y yo pudiéramos oficializar nuestra relación, una parte de mí se sentía completamente desilusionada por el hecho de que Shuhua no me ha pedido ser su novia, pero por otro lado pienso que quizá ella quiere que yo le pida oficializar debido a que soy la mayor, es por eso que decidí comprarle un corazón con mi nombre grabado en él, de esa forma ella sabrá que mi corazón es completamente suyo. No estoy segura de que sea la mejor forma para pedirle que sea mía, pero no tengo mucha experiencia y es lo que me nace hacer por ella.

Toqué dos veces la puerta y fue Yoonje quien abrió, —Yoonje ¿Cómo estás? — Pregunté abrazándola fuertemente. La abuela de Shuhua sonrió y soltó mis brazos luego. — Muy bien, linda. Adelante. — Apenas entré a la casa pude sentir ese rico olor a pavo, había algo en la casa de mi vecina que siempre se sentía muy acogedor y quizá por eso a Shuhua también le gustaba mucho estar aquí. Entregué el vino a Yoonje y me pidió que me sentará en el sofá. —Aún le quedan unos 40 minutos al pavo así que hice algunos pasteles para esperar la comida. —Sonreí de inmediato y tomé un pedazo de pastel. —Shuhua me ayudó a hacerlo.— Apenas dijo eso, el pastel tomó un sabor mucho más dulce, me reí internamente por lo estúpida que puedo ponerme a veces, supongo que es el amor — ¿Dónde está Shuhua? — Pregunté limpiando un poco de crema de mi labio superior. —Está hablando por teléfono con su papá, realmente lo extraña mucho.— Pude sentir la nostalgia en su voz — ¿Fue muy duro cuando murió su mamá? – Yoonje dejó su vaso sobre el mesón y tomó un tiempo para responderme, seguramente recordando todo el proceso de la perdida de la joven madre. —Shuhua es la réplica exacta de su madre, cuando mi hijo me la presentó la quise como una hija propia, y cuando Shuhua nació fui la mujer más feliz del mundo. Su muerte fue algo inesperado para todos, pero Shuhua fue lo suficientemente madura como para superarlo. En especial porque su padre se volvió frío con ella, decidió trabajar lejos y Shuhua tuvo que vivir con amigas cuando su padre no estaba, ella es una niña que necesita amor, Miyeon. — Sentí que todo eso era una especie de recordatorio de que tenía que hacer las cosas bien con su nieta. —Shuhua ha vivido cosas difíciles, ha sido fuerte y muestra seguridad, pero muy en el fondo ella se siente sola y necesita a alguien que la quiera de verdad. — Las palabras de Yoonje me llegaron, siempre que veo los ojos de Shuhua puedo ver lo inestable que es, lo sola que se siente y como ella es una buena chica dispuesta a dar mucho amor sin recibir nada a cambio —¡Miyeonie! — Escuché mi voz favorita bajando las escaleras, ahí estaba ella con esas converse viejas, pantalones ajustados rasgados y un sweater blanco, pude ver sus ojos rojos e hinchados y se me partió el corazón.

La abracé fuerte sin ganas de dejarla ir, una parte de mí pensaba que si la abrazaba lo suficientemente fuerte, entonces todas las partes tristes y frías de su corazón se comenzarían a sentir un poco más cálidas a través de mi abrazo, después de que nos separamos la pude ver sonreír, me pregunto si sonríe sinceramente o si solo me quiere demostrar que todo está bien. —¿Qué te dijo tu padre? – Preguntó Yoonje luego de que Shuhua y yo nos sentáramos en el mismo sofá. —No mucho. —Dijo fríamente. — Ahora está en Canadá, me dijo que quizá en unos seis meses más se podría volver a Corea. — Yoonje se mantuvo en silencio y solo movió su cabeza como haciendo una señal de desaprobación, mi mano dio un apretón a la de Shuhua para que supiera que me tiene a su lado. Su mirada se posó en mí y sonrió tímidamente, esperamos el resto del tiempo hablando de cosas sin sentido o con sentido, cada vez que teníamos una conversación aprendía más sobre Shuhua, y sin querer queriendo me enamoré un poco más de esta hermosa niña.

La cena fue perfecta, la comida estaba exquisita casi sin darnos cuenta el calendario marcó 25 de diciembre y ya era oficialmente navidad. Decidimos abrir los regalos en el mismo momento, ya que todas éramos muy impacientes como para esperar hasta el día siguiente. Yoonje nos regaló a Shuhua y a mí unos sweaters tejidos por ella misma lo cual fue un tierno detalle, al estar tan cansada nos dejó a solas. Las dos aprovechamos de acomodarnos frente a la chimenea, algo que hacíamos habitualmente cuando quedábamos solas en esa casa. Shuhua me entregó dos regalos, uno era una caja y la otra era un bulto con papel de navidad. Abrí la caja y era una linda caja musical con una bailarina con un vestido y un bailarín, giraban en círculos mientras sonaba la música. — Nunca eres lo suficientemente adulta como para tener una cajita musical y me di cuenta de que no tenías ninguna en tu casa. — Mi mirada no se iba de los bailarines, tenían algo relajante mientras se movían. Shuhua no tenía idea de que cuando era niña tenía una en mi velador, la cual escuchaba cada vez que no podía dormir. —Quiero que sepas . —Dijo, volteandose un poco para poder verme a los ojos. —Que mientras esa música siga sonando, y esos bailarines sigan bailando, entonces yo te seguiré queriendo. —Me quedé en silencio, viendo como ella se acercaba a mí. — Y si algún día, la música deja de sonar, y los bailarines dejan de bailar. —Nuestros labios estaban a punto de chocar. —Entonces, solo debes ponerle otra batería y ellos seguirán haciendo lo suyo y yo te seguiré queriendo.— Ambas reímos un poco y luego selló su promesa cuando nuestros labios comenzaron a bailar al ritmo de la música de la cajita musical, realmente me siento bendecida de haber conocido a una chica como Shuhua, tan gentil y romántica, tan perfecta y apasionada. Luego de separarnos ambas sonreímos. Finalmente me entregó el otro regalo que terminó siendo un osito de peluche que tenía un letrero que decía "Eres la mejor", Yeh Shuhua no podía dejar de ser infantil en ningún momento. Realmente no existía nadie como ella.

Caminamos juntas hacia la playa, el mar tenía algo relajante que me daba las agallas para pedirle que sea mía oficialmente, además casi todos los momentos importantes junto a ella ocurrían en ese lugar. Nos sentamos en la arena y ambas nos mirábamos directamente a los ojos, entonces le mostré la pequeña cajita. —¿Qué acaso me pedirás matrimonio? — Una risa nerviosa se coló en medio de mi momento de seriedad ¡Maldita Shuhua! Estos no son momentos para jugar con mis nervios. —Aún no.— Conteste tímidamente, entonces abrí la pequeña caja y le mostré el collar —Yeh Shuhua, las últimas semanas, has sido mi foco de amor y de esperanza, has logrado que me despierte cada mañana con una sonrisa en el rostro... Todos siempre me han dicho que soy como una princesa en lo alto de un castillo, que aleja a todos. Que no puede hacer que nadie se sienta feliz de estar conmigo... pero realmente soy noble y tengo mucho amor por dar, solo que me cuesta encontrar personas como para confiar y demostrar todo el cariño que le puedo otorgar a alguien, es por eso que cuando te conocí sentí como si un ángel hubiera tocado mi puerta. Sentí que mi corazón se aceleraba, como si mi mente hubiera quedado en blanco... como si mi destino fueras tú desde el momento en que te vi, yo te quiero Shuhua, no olvida eso... Yo siento que eres mi alma gemela y al entregarte esto, quiero que sepas que mi corazón es tuyo y que como la mayor te obligo a que cuides de mi corazón... que cuides de mí y que no me hagas sufrir. Al entregarte mi corazón inmediatamente me vuelvo una carga para ti, pero si tú aceptas mi corazón... entonces yo acepto el tuyo y cuidaré de ti como si fueras un tesoro, que de hecho eres, eres un ángel y necesito tenerte a mi lado, necesito egoístamente que seas mía y de nadie más Yeh Shuhua ¿Serías mi novia? —Pregunté, sus ojos estaban llorosos y sin darme cuenta mis mejillas igualmente estaban mojadas.

Movió su cabeza de arriba hacia abajo como si se le hubieran olvidado las palabras, afirme el collar a través de su cuello y así mismo la empuje hacia mí y la bese, un beso totalmente distinto a todos los demás, por qué ahora no solo besaba a Shuhua, ahora estoy besando a mi Shuhua.