Su primer beso.

 

Tiffany le había dado su primer beso ya ella le había gustado pensar que también había sido el primer beso real para la castaña sin contar aquel incidente desagradable con él come mocos de Nichkhun a los siete años.

 

Si, mejor olvidarlo.

 

Obviamente no había sido el beso más espectacular del mundo porque ambas tenían 12 años y ni idea de lo que estaban haciendo, pero para ella fue el mejor beso que nadie había recibido jamás.

 

Ni siquiera le pareció raro sentirse así tras ser besada por su mejor amiga, no le dio más vueltas, no cambió nada entre ellas… tal vez cambió algo en ellas pero ninguna de las dos hizo nada que demostrara que aquel beso había quitado algo en su interior.

 

Siguieron pasando noches la una en la cama de la otra, hablando muy bajito y riéndose de tonterías, durmiéndose abrazadas.

 

Taeyeon no se sintió diferente con respecto a Tiffany tras su beso, más bien siguió sintiéndose como hasta entonces, era natural para ella sentirse así de cerca de la castaña, desear pasar las veinticuatro horas del día juntas, encontrarse muy mal si Tiffany decidió acercarse a otro niño…

 

Siempre se había sentido así y nunca le había buscado nombre pero una medida que crecía iba dándose cuenta de que las cosas que ella sentía por Tiffany eran muy, muy parecidas a las cosas que sus compañeras de clase comenzaban a sentir por los chicos.

 

Umm…interesante.

 

Y puede que fuera una ingenua, una niña viviendo dentro de su propia burbuja y ajena al mundo exterior, pero a los doce años ni siquiera conocía el significado de las palabras "gay", "homoual" o "lesbiana".

 

Ella solo sabía que se sentía increíblemente bien cuando estaba con su mejor amiga.

 

Le encantaba estar cerca de Tiffany.

 

Si a eso se le sumaba el hecho de que el besar a la castaña le había gustado mucho tenía una pieza más que encajaría en su puzzle cuando fuera lo suficientemente madura como para empezar a ensamblarlo.

 

De momento solo eran piezas sueltas.

 

 

 

“DOCE AÑOS”

 

Aquel sábado no iba a ser un sábado cualquiera, se notaba en el ambiente.

 

Aquel sábado Victoria Song celebraba su cumpleaños, doce años ni más ni menos.

 

Había sido una semana de locura en aquella clase de to grado, sobre todo el lunes y el martes porque habían sido los días elegidos por Victoria para repartir las invitaciones a los afortunados. Uff…aquellos días la tensión podía haber cortado con un cuchillo.

 

Las respiraciones se detenían en cuanto llegaba la hora del recreo y Victoria sacaba aquellos pedazos de cartulina que garantizaban el acceso a uno de los eventos más esperados del curso escolar, habían sido dos días de pura agonía, alegría para los invitados y decepción para los rechazados .

 

Tiffany y Taeyeon no se habían preocupado demasiado, la buena relación de la rubia con la cumpleañera les garantizaba a ambas la asistencia a la fiesta del sábado y de todos modos habían sido las primeras en recibir sus invitaciones.

 

Después de aquello, básicamente se había dedicado a mirar como el resto de sus compañeros sufrían la incertidumbre del que no sabe.

 

Dos días agotadores emocionalmente hablando pero ya estaban a viernes.

 

Siete chicas y seis chicos acudirían al evento, las chicas habían sido invitadas primero y entre ellas habían decidido que chicos serían los afortunados, evidentemente solo los más guapos y populares habían recibido el pedazo mágico de cartulina.

 

La creme de la creme de los integrantes del género masculino de su clase.

 

Se encontraron en el recreo del día de antes de la fiesta y eso significó una reunión obligada de todas las invitadas.

 

Las reuniones de aquel tipo se celebraban junto al gimnasio, bajo las escaleras de incendios que daban acceso a las tres plantas de colegio y allí se encontraban las siete.

 

En esos momentos alguien habló que ni Taeyeon ni Tiffany comprendieron como había sido invitada por Victoria.

 

jimin

 

- No sé porque hemos invitado a Nichkhun… ¡se comen los mocos! Lleva comiéndose los mocos desde primero de infantil. No sé cómo es que sigue siendo color carne, debería ser verde- dijo con disgusto.

 

- Es guapo- Reducir Victoria- Lo hemos invitado por votación- agregaron.

 

- ¡Está obsesionado con Tiffany!- volvió a indicar- Hwang estarás contenta, seguro que puedes besarle cuando juguemos a la botella- le picó Jimin.

 

Urghhh…la botella.

 

Ninguna de ellas sabía en qué consistía aquel juego hasta que Jimin se los explicó el miércoles en la reunión de media semana.

 

Por lo visto había escuchado a su hermana mayor ya sus amigas hablando de ello.

 

Habían votado ¿juego de la botella en la fiesta sí o no? Y desgraciadamente los resultados han sido cuatro votos a favor y tres en contra.

 

Las votaciones eran secretas así que ni Tiffany ni Taeyeon sabían de quién procedía el tercer voto negativo.

 

No importaba, la triste realidad era que después de la merienda todas se verían en un círculo y girar la botella en busca del chico al que probablemente daría un beso.

 

Tiffany no se molestó en contestar a la burla y sonrió cuando Taeyeon le tiró a Jimin una bola de papel de aluminio con el que su madre había envuelto su almuerzo aquella mañana.

 

Se le quedó enredado en el pelo y ni siquiera se dio cuenta. Perdedora.

 

- Todo el mundo debe estar en mi casa a las cinco y media- les recordó la organizadora del evento- ¿Alguna pregunta?- inquirió mirando a sus invitadas suspiró al ver como SeoHyun levantaba la mano- Si SeoHyun, habrá sándwiches vegetales y ya le he dicho a mi madre que eres alérgica a la mantequilla de cacahuete y al chocolate- adelantó su respuesta a la pregunta de la niña.

 

Seo Joo Hyun, una niña vegetariana con alergia a la mantequilla de cacahuete y al chocolate. Menuda infancia.

 

Taeyeon también levantó el brazo pidiendo su turno para formular una pregunta.

 

- ¿Si Taeyeon?- inquirió Victoria interesada.

 

- Me gustaría saber si es completamente obligatorio participar en el juego de la botella- dijo.

 

Jimin soltó una risita al oírla y se volvió hacia ella.

 

- Vamos Kim, sabemos que aún nadie ha tenido el disgusto de besarte, pero puedes practicar con el brazo antes de la fiesta, así a lo mejor no haces el ridículo- se metió con ella.

 

- ¿Cuántos te han besado a ti?- curioseó Tiffany y Jimin le miró.

 

- Seguro que más que a ti- respondió molesta por la intromisión.

 

¡Jesús! No podías meterte con la una sin que la otra saltara a la yugular…

 

Tiffany iba a contestarle cuando Victoria intervino.

 

No quería peleas entre las invitadas a su fiesta.

 

- Si, es obligatorio el juego. Pero no te preocupes, a lo mejor te toca besar a Sungyeol - dijiste guiñándole un ojo.

 

Taeyeon intercambió una mirada de disgusto con Tiffany.

 

¿Desde cuándo el que le tocara besar a Sungyeol podría necesitar como algo bueno? ¿El mundo se había vuelto loco o qué?

 

Sin más el recreo terminado y con él la súper reunión pre-fiesta de cumpleaños.

 

Tuvieron que apresurarse en llegar a clase a tiempo y en la mente de Kim Taeyeon se repetía un pensamiento y solo uno, en un bucle atemporal sin principio ni fin…cabía la posibilidad de que tuviera que besar a Sungyeol al día siguiente y era un hecho que le tocaría besar a alguno de los otros invitados.

 

Y seguro que el inventor del dichoso juego de la botella estaba por ahi tan feliz.

 

¡Inconscientes! No tenía ni la menor idea de lo que su estúpido juego había provocado.

 

Podía haber dedicado su vida a crear algo más útil para la raza humana, como había hecho el inventor del chupa chups, por poner un ejemplo.

 

Por fin las clases terminaron y Tiffany y ella caminaban hacia sus casas.

 

La castaña iba a ofrecer pataditas a una piedra, pensando en porque demonios le molestaba tanto la idea de que Taeyeon se viera obligada a besar a uno de aquellos babosos al día siguiente, ella también tendría que hacerlo y tampoco aquella perspectiva le entusiasmaba demasiado.

 

- Tiffany…-le sacó de sus pensamientos la rubia.

 

- ¿Qué?- respondió sin desviar su atención de la piedra que se había propuesto llevar hasta su casa.

 

- ¿Puedes venir antes esta tarde?- le pidió.

 

Aquella tarde se habían quedado en casa de Taeyeon a las seis en punto, noche de cine.

 

- ¿Por qué antes?- pidió más información a pesar de que su respuesta iba a ser que sí de todas las formas.

 

- Porque a ti te han dado un beso ya mí no y no quiero hacer el ridículo mañana en la fiesta de Victoria- admitió recordando las burlas de Jimin.

 

- ¿Un beso? Apenas me rozó los labios Taeyeon, me babeó toda la barbilla. Y fue cuando tenía siete años…-le grabó Tiffany- Y fue asqueroso…- agregó.

 

- ¡Pero fue un beso! A mí ni siquiera me han babeado la barbilla- rebatió- Además así podemos practicar juntas con el brazo y decirnos si lo hacemos bien… ¡por favor Fanny!- suplicó crecerse del brazo de su amiga.

 

- Buff…vale, pero espero que tengas en cuenta que voy a tener que pasar de la lección de póker con mi padre por ayudarte- le dijo.

 

- Eres la mejor amiga que una chica podría tener- admitió la rubia besándole la mejilla como agradecimiento.

 

- De todas formas no entiendo porque te preocupa tanto lo que esos babosos piensann…ni siquiera te gustan- se encogió de hombros Tiffany.

 

Porque no le gustaron ¿verdad? Ninguno de ellos le gustó ¿no? No podría gustarle porque…porque… ¿Por qué? ¿Por qué no podría gustarle? Umm…era una pregunta para la que no tenía respuesta aún.

 

Simplemente no podría gustarle y punto.

 

- Pero no quiero que vayan por ahí diciendo que beso mal, que babeo o algo- admitió.

 

- Aghh…espero que no beses como el baboso de Nichkhun- rio Tiffany.

 

- ¡De momento no beso de ninguna manera!- se lo grabó la rubia.

 

Sin darse cuenta habían llegado al lugar donde sus caminos se separaban, las casas de ambas estaban a cinco minutos andando de allí.

 

Tras asegurarle a Taeyeon que estaría en su casa a las cinco Tiffany prosiguió su camino llevándose su piedrecita con ella.

 

La rubia le vio alejarse y suspiró aliviada, si Tiffany iba a ayudar a todo marcharía bien.

 

¡Eran las cinco y diez por dios! ¿Dónde se había metido Tiffany? Si se pegaba un poco más a la ventana se fundía con el cristal pero no le importaba, lo único que importaba en aquellos momentos era que los dichosa Tiffany Hwang cumpliera su palabra y apareciera por el camino de tierra que llevaba a su casa.

 

¡Por fin! Ahí estaba. Pedaleando y con la mochila llena de las cosas necesarias para pasar allí la noche cargada a la espalda la bicicleta continuaba haciendo ese desagradable sonido chirriante intermitente.

 

¡Llevaba más de un año así! Tiffany trató de saludarle con una mano al divisarla pegada a la ventana pero perdió el control del manillar y tuvo que abortar el gesto por el bien de su integridad física.

 

Taeyeon rio por lo bajo, que ridícula era su mejor amiga a veces.

 

Le abrió la puerta sin necesidad de que la castaña llamara y la arrastró escaleras arriba arrebatándole la mochila, depositándola sobre la cama y tirando de ella escaleras abajo de nuevo. Tiffany no preguntó nada, sabía lo que su amiga estaba haciendo, buscaba intimidad para poder practicar besando su brazo sin que Hyoyeon le pillara y se pasara el resto de su vida riéndose de ella.

 

Iban a la casa del árbol, tan seguro como que había comido puré de patatas aquel día.

 

Saludaron al señor Kim rápidamente al atravesar la cocina como unas centellas para salir por la puerta de atrás.

 

- ¿Sabes que mi madre quería saber porque habíamos quedado una hora antes?- le informó Tiffany mientras ambas trepaban por los escalones de madera hacia la puerta de la cabaña.

 

- ¿Qué le ha dicho?- quiso saber la rubiecita con medio cuerpo ya dentro de la estructura de madera.

 

- Que te tenía que enseñar a besar bien porque babeas como un perro- se burló y rio cuando Taeyeon le dedicó una mirada de advertencia- Le he dicho que era un secreto- admitió- Nunca se interesa cuando le digo eso, piensa que nuestros secretos son aburridos ¿te lo puedes creer?- dijo ofendida sentándose al estilo indio en el suelo frente a su amiga.

 

Las dos se miraron en silencio.

 

Preguntándose lo mismo sin necesidad de palabras "¿Y ahora qué?".

 

- Tenemos que darnos prisa mi madre saldrá a buscarnos en cuanto empiece a oscurecer- le presionó la rubia.- ¿Qué hago?- inquirió.

 

- No lo sé- se encogió de hombros Tiffany- ¿Darte un beso en el brazo?- sugirió apoyando su barbilla en las palmas de sus manos mientras observaba a su amiga- Yo te diré si lo haces bien o mal.

 

Taeyeon accedió y se miró el brazo.

 

- Mmm…voy a subirme la manga del jersey- decidió procediendo a ejecutar la tarea.

 

- Buena idea- asintió Tiffany mirándole muy atenta quería desempeñar su misión lo mejor posible.

 

Sin más, Taeyeon miró a su amiga para asegurarse de que prestó la máxima atención y besó su propio brazo durante unos segundos.

 

- Tienes que cerrar los ojos Taeyeon…en las películas siempre cierran los ojos cuando se dan besos- destaca Tiffany y su amiga obedeció cerrando sus párpados- Y tienes que mover los labios un poco, no puedes simplemente dejarlos ahí quietos…-dio más indicaciones .

 

Taeyeon trató de seguir los consejos de su amiga pero era raro estar besando su propio brazo y al cabo de varios segundos dejó de hacerlo

 

- ¿Tienes muchas babas en el brazo?- preguntó la castaña.

 

- Mmm…no- lo comprobó Taeyeon.

 

- Genial, al menos no besas como Nichkhun- le animó y la rubia sonrió.

 

- ¿Lo he hecho bien?- inquirió.

 

- No lo sé con seguridad…solo te estabas besando el brazo…pero creo que si- concedió- Vale Ahora voy a hacerlo yo y tú me miras- Tiffany decidió subiendo también la manga de su jersey.

 

Taeyeon se preparó para juzgar el beso de Tiffany a su brazo.

 

Buff… Tiffany era una profesional, cerraba los ojos y movía los labios sin necesidad de que le dijera media palabra. ¿Qué podría enseñarle a ella a la castaña? Nada. Nada de nada.

 

- Ha sido el mejor beso a un brazo que he visto nunca- le alabó la rubia cuando Tiffany le miró interesada por su opinión.

 

- Es el único beso a un brazo que ha visto nunca, idiota- rio su amiga pegándole una patadita a su zapatilla. Taeyeon también rio- Venga sigamos practicando un poco más- le animó.

 

Y lo hicieron, tal vez se pasaron en aquella cabaña un cuarto de hora dándose besos en el brazo, depurando su técnica. Pero Taeyeon pronto se cansó de eso.

 

- Fanny…es ridículo darnos besos en el brazo- admitió por fin mientras la castaña continuaba besando su extremidad- Tiffany…- le llamó otra vez.

 

- Mmm…si Tiffany, sigue, besas de miedo…- dijo la castaña fingiendo una voz extraña atacando de nuevo su brazo.

 

Taeyeon rio empujándola y consiguiendo que cayera de lado en el suelo sin poder contener su risa por más tiempo.

 

- Si, es ridículo besar nuestro propio brazo- ordenado al fin sentándose bien de nuevo.

 

Miró a su amiga en silencio por un momento.

 

-Bésame a mí- sugirió Taeyeon tranquilamente y Tiffany frunció el ceño.

 

- ¿Cómo?- Quiso saber si había oído bien.

 

- Que me beses a mí, tú bésame a mí y yo te besaré a ti y así sabremos lo que hacemos bien y lo que hacemos mal- explicado. Su amiga le miró meditando la propuesta- ¿Te da asco besarme?- interrogó la rubia ante la reticencia de Tiffany.

 

- ¿What? ¡Claro que no!- lo negó- Pero…-dudó

 

- Dijiste que no te daba asco darme besos a mí- le recordó la rubia.

 

Tiffany también sonrió pero su gesto dejó entrever que seguía sin estar convencida del todo

 

- ¿Quieres o no quieres? Eres mi mejor amiga, no voy a babear, no quiero hacer el ridículo mañana…-señaló la chica.

 

La castaña le miró en silencio meditando su propuesta. Besar a Taeyeon.

 

Besar a su mejor amiga.

 

Le sorprendió que no le sorprendiera más el plantear la idea de besar a Taeyeon no le sorprendiera, ni le incomodaba.

 

Además…era su mejor amiga y necesitaba ayuda.

 

Era su deber el prestarse a aquel experimento ¿verdad?

 

- Vale…- Tiffany aceptó por fin asintiendo también con la cabeza.

 

Siempre se deja arrastrar por la rubia a donde fuera y esa vez no iba a ser diferente.

 

Taeyeon le miró satisfecha por su triunfo la perspectiva de besar a su mejor amiga allí y entonces le era mucho más atrayente que el tener que besar a cualquiera de los invitados a aquella fiesta. Se acercó a la castaña hasta que ambas estuvieron sentadas frente a frente y Tiffany levantó su mano pidiendo tiempo muerto.

 

- Espera un momento- dijo rebuscando en los bolsillos de su cazadora y sacando unos cuantos caramelos- Fresa, cereza, menta o naranja. ¿A qué prefieres que sepas tu primer beso de prueba?- inquirió.

 

- A fresa- respondió la rubia sonriendo mientras Tiffany se deshacía del envoltorio y se metía el caramelo a la boca.

 

Imitó a su amiga en cuanto esta le tendió otro dulce del mismo sabor.

 

Las dos chuperretearon los caramelos hasta que se consumieron totalmente en sus bocas.

 

Ya estaban listas para evaluar su técnica específica.

 

- ¿Lista?- inquirió Tiffany cuando las dos volvieron a mirarse frente a frente.

 

- Lista- aseguró la rubia.

 

¡Madre mía de repente su corazón estaba latiendo anormalmente rápido! Bah…seguro que no era raro, porque estaba a punto de dar su primer beso a otro ser humano, no importaba que ese otro ser humano solo fuera Tiffany.

 

Y aquella sensación en la boca del estómago también debía ser perfectamente corriente en esas situaciones.

 

La castaña siempre se había preguntado cómo sabría si tenía que inclinarse ella o dejar que lo hiciera la otra persona o cuando era el momento exacto en el que debería cerrar los ojos, siempre le había preocupado que fuera raro y no lo fue.

 

Al menos en aquel beso de ensayo no lo fue.

 

Encontró los labios de Taeyeon a medio camino y los ojos se le cerraron solos sin necesidad de controlarlo ella conscientemente y tampoco tuvo que pensar en cómo quería mover sus labios sobre los de su amiga porque simplemente respondían automáticamente al roce del otro par.

 

Y sabía una fresa. El beso sabia una fresa.

 

A Taeyeon le parecía que ambas lo estaban haciendo muy, pero que muy bien, y no tenía que preocupara tanto por el primer beso porque por lo que podía comprobar en aquel momento… ¡salía solo! Sus labios se adaptaban a la perfección a los de la castaña y todo era muy fácil.

 

Besar era muy fácil. Y como extra, sabía una fresa.

 

Segundos después las dos chicas se apartaron mirándose a los ojos, un poco faltas de aire y con sus corazones golpeándoles fuerte en las costillas.

 

Tras un breve contacto visual ambas desviaron sus miradas, al suelo, a la ventana…a cualquier sitio, porque…wow. No eran expertas en besar ni nada de eso pero… ¿aquel beso de había probado sido muy bueno o qué?

 

Por unos segundos ninguna de las dos supo que decir o que hacer.

 

Finalmente Taeyeon sacudió la cabeza y volvió a mirar a su mejor amiga.

 

- No es asqueroso Tiffany- fue lo primero que le dijo Taeyeon su amiga, le había mentido vilmente a la edad de siete años- No es más asqueroso que pisar una caca de perro descalza- citó el símil utilizado por Tiffany cinco años atrás.

 

- No ha sido asqueroso ahora pero lo fue con Nichkhun- se defendió la aludida dejando atrás aquella extraña sensación, era Taeyeon a quién tenía delante, solo a Taeyeon- A lo mejor es solo porque Nichkhun es un baboso- se encogió de hombros- Tú no eres una babosa- le dijo.

 

- Gracias- sonrió la rubia ante tal cumplido- Tu tampoco eres una babosa- se lo devolvió y Tiffany también sonrió.

 

- Gracias. Seguro que no haces el ridículo mañana Tae, no te preocupes- le aseguro la castaña.

 

Urghhh…si, al día siguiente debería besar a cuantos chicos señalara una estúpida botella de plástico se le había olvidado completamente y era raro que lo había olvidado porque… ¿no se suponía que el besar a Tiffany era solo un medio exclusivamente dirigido a esa ocasión ?

 

 

 

Umm…Si, era asqueroso.

 

Mas asqueroso que pisar una caca de perro descalza. Tiffany había tenido razón desde el principio.

 

La **** de botella le había obligado a besar a Sungyeol y el niño le había dejado babas alrededor de toda la boca, parecía que en vez de besarla quería comérsela, así, sin pan ni nada. Urghhh…Tiffany podía enseñarle un par de cosas en cuanto a besar a damas se refería.

 

Y para colmo de males Tiffany había tenido que besar a Siwon dos veces! Taeyeon había visto como aquel niño se metía en la boca puñados y puñados de patatas con sabor a barbacoa justo antes de sentarse en el círculo.

 

Tiffany odiaba aquellas patatas. Pobre Tiffany. Primero "Nichkhun el come mocos baboso" y luego "Siwon a la barbacoa"… menos mal que aún tenía su beso de prueba para mantener la fe.

 

Y aparte de la lástima evidente por su amiga, había sentido algo más al verla besar a aquel chico en las dos ocasiones, no sabía que era pero no le gustaba nada de nada.

 

Antes de que la tortura, o juego, les bendijera a todos con su finalización, había tenido que dar dos besos más.

 

Uno a "Siwon a la barbacoa" y otro al niño más popular de la clase en aquellos momentos Seung Hyun. Y sería el más popular pero en vez de besar succionaba.

 

Cuando lo hablara con Tiffany le propondría que le bautizaran con el sobrenombre de "la ventosa humana".

 

Su amiga estaría de acuerdo, seguro, había tenido que besarle también.

 

Por fin todo terminó y los invitados a la fiesta podrán irse a su casa.

 

Victoria vivía muy, muy cerca de la casa de Tiffany así que tanto los padres de una como los de la otra les habían dado permiso para ir y volver en sus bicicletas.

 

Taeyeon pasaría aquella noche en casa de los Hwang echaron una veloz carrera que, como siempre, ganó la rubia y tiraron sus bicis en la mitad del jardín antes de correr hasta la puerta y abrirla con las llaves que su madre le había dado. ¡Eran lo suficientemente mayores como para tener sus propias llaves!

 

Ninguna de las dos cenó nada antes de irse a la cama, sus tripitas estaban llenas aún con la cantidad de sándwiches y de chucherías que habían ingerido en la fiesta.

 

Hasta que sus cabezas no fueron una junto a la otra sobre la almohada no comenzaron a compartir sus impresiones sobre sus primeros besos con aquellos chicos.

 

- Tenías razón Fanny…es asqueroso como pisar una caca de perro- opinó Taeyeon.

 

- Te lo dije- sonrió la castaña mirándole divertida.

 

- Pero…no fue asqueroso ayer- Taeyeon característico algo reacia a sacar el tema, aquel beso con Tiffany había sido mil veces mejor que los que había recibido aquel día. ¡Que todos juntos!

 

- No, no lo fue- admitió pensativa su amiga y la rubia se quedó también en silencio por unos segundos- ¡Pero porque sabíamos a fresa!- explicó al fin saliendo de sus cavilaciones.

 

Debía ser eso. Porque sabia una fresa

 

- Aghh…Siwon sabía asqueroso…

 

- Se ha comido él solo toda la bolsa de patatas a la barbacoa- apuntó la rubia y rió al ver el gesto de disgusto de la cara de su amiga.

 

- Taeyeon…mis besos dejan de ser gratis de nuevo, y sube el precio a diez mil dólares- pensó y la rubia soltó una risita al oírla- ¿Crees que son muy caros?- pidió su parecer.

 

- No, creo que un beso tuyo debería de valer como un millón de dólares- admitió. Y lo decía de verdad.

 

- Hecho entonces un millón de dólares por besar a Tiffany Hwang- zanjó el tema- Taeyeon prométeme que nunca jamás vamos a jugar al juego de la botella. Nunca le pidió mirándole de frente.

 

- Te lo prometo- accedió fácilmente la rubia, Tiffany sonrió satisfecha- O si jugamos deberíamos repartir un caramelo de fresa a cada participante- sugirió.

 

- Es una buena idea- coincidió la castaña acomodando su cabeza en el hombro de su amiga como siempre hacía- ¿Crees que alguna vez encontraremos a un chico que no eche babas y que no succione y que sus besos sepan a fresa?- le preguntaron una Taeyeon.

 

- Claro…y cuando lo encontremos sabremos que es él con quien nos tenemos que casar- dio por sentado bostezando después.

 

Le contagió el bostezo a su amiga y las dos soltaron unas risitas por la coincidencia y ninguna era del todo consciente aún de su significado, pero para cuando se quedaron dormidas había algo, un pensamiento, una sensación, suspendió entre el resto de pensamientos y sensaciones que inundaban sus cabezas adolescentes.

 

Que hubiera sabido una fresa no era lo único que había hecho aquel primer beso de prueba tan especial.