capitulo 14

Con el tiempo...

Cuatro años de universidad fue difícil, fue muy difícil, el verse tan solo los fines de semana después de trece años pasándose juntas prácticamente cada segundo del día. ¿Por qué su ciudad no tenía universidad de esta carrera? Una pequeña hubiera bastado pero no, Tiffany tuvo que irse fuera.

 

Las primeras semanas habían sido las peores, ella apenas podía dormir porque no dejaba de preguntarse qué clase de gente estaría conociendo su chica. ¿Y si de repente sus planes de comprarse una casa a las afueras de la ciudad y tener niños y una casa en un árbol ya no eran suficiente para Tiffany? ¿Y si decidía que quería salvar el mundo trabajando para una de esas grandes ONG pro-derechos de los animales? ¿Y si decidía que quería destruir el mundo trabajando para una de esas industrias del mal buscando vacíos legales que ampararan el vertido de sustancias letales aquí y allá?

 

¿Y si decidía que ya no le quería a ella?

 

Durante semanas había estado acudiendo al taller con ojeras y con litros de café corriendo por sus venas, comenzó a trabajar con su padre casi al día siguiente de su graduación su padre tenía mucho interés en que aprendiera cuanto antes los recovecos y la dinámica del negocio cuarenta años y ya soñaba con poder jubilarse y ayudar a su esposa a cuidar del jardín que poco aguante…

 

Se había pasado los primeros días con el teléfono móvil pegado a la mano, luchando contra el impulso de llamarle a cada segundo echaba de menos su voz, echaba de menos sus besos lo echaba de menos todo y escuchaba a la gente hablar de lo maravillosa que es la vida universitaria, de lo mucho que amplía los horizontes de las personas y de cómo les ayuda a crecer como seres humanos.

 

¡Ella no quería que Tiffany creciera como ser humano! Quería que fuera la misma Tiffany que se había ido la que volviese cuatro años después y sabía que era imposible, las dos iban a cambiar al igual que habían cambiado a lo largo de los años anteriores, pero siempre habían cambiado juntas y a partir de aquel momento cambiarían separadas y era aquello precisamente lo que le asustaba.

 

Su madre lo intentaba pero no ayudaba mucho, no dejaba de decirle cosas como que si estaban hechas la una para el otro todo saldría bien.

 

¿Y si no estaban hechas la una para la otra qué? A ella no le importaba, le quería de todos modos, le daba lo mismo como estuviera hecha.

 

Después de la que su madre había organizado justo antes de que Tiffany se marchara era mucho más que cauta a la hora de seguir sus consejos.

 

¿Por qué había tenido que escucharla? Tiffany siempre decía que no tenía que importarle lo que dijeran u opinara el resto del mundo porque su relación era suya, de las dos, y nadie la conocía mejor que ellas, su madre lo había hecho con buena intención y en el momento a Taeyeon le había parecido que tenía sentido y que actuar de otro modo sería egoísta por su parte después resultó que no tenía ningún sentido y lo único que consiguió fue estropear las cosas.

 

 

 

"Dieciocho años"

 

 

 

Papeles, papeles, papeles, Tiffany se marchaba, facturas, pedidos, seguros, Tiffany se iba al día siguiente.

 

¿Ya? ¿Cómo podía haber llegado el momento? Taeyeon sabía que lo haría, claro que lo sabía, pero a la vez esperaba que no lo hiciera y al final, y después de un año con la cuenta atrás, aún le había pillado por sorpresa.

 

Suspiró dejando a un lado aquel montón de papeles entremezclados sin ningún orden, su padre era un desastre y se preguntaba cómo había podido mantener el negocio a flote durante tantos años.

 

Menos mal que ahora la parte administrativa estaba en sus manos solo tenía que centrarse, olvidarse de que su alma gemela se marchaba a ciento ochenta y tres kilómetros de distancia. Ciento ochenta y tres exactamente demasiado lejos…sobraban por lo menos ciento ochenta. No, sobraban ciento ochenta y uno. ¡¿Qué demonios?! ¡Los ciento ochenta y tres! ¡Sobraban los ciento ochenta y tres!

 

¡Otra vez se había saltado una fila de números al pasar aquellas cifras al maldito ordenador! Tiró los papeles a un lado soltando un suspiro frustrado justo en el momento en que su madre entraba en el pequeño despacho situado sobre el propio taller al menos era un sitio tranquilo y podía trabajar sin ver la cara de sapo de Hyoyeon durante las ocho horas, cuando escuchó la puerta pensó directamente que era ella intentando de nuevo que incluyera sus estúpidos caprichos como "gastos de empresa".

 

¿No se daba cuenta aquella cabeza hueca de que la empresa era suya y que no ganaba nada con ello?

 

Buff…y le quedaban años, ¡años!, de trabajar codo con codo junto al eslabón perdido de la evolución.

 

Al levantar la vista descubrió que en vez de Hyoyeon era su madre y el humor no le mejoró ni un poquito últimamente su madre no paraba de preguntarle que si estaba bien, que como llevaba que Tiffany fuera a marcharse.

 

¿Pues cómo lo iba a llevar? Pues fatal, rayando en el suicidio lo normal para ser una madre, la suya no era nada intuitiva…

 

- Taeyeon…-suspiró al ver el gesto exasperado en la cara de su hija menor- Sé que Tiffany se va mañana pero esos papeles no tienen la culpa, cariño- señaló.

 

La rubia simplemente le miró sin decir nada esperaba que no tuviera en mente quedarse mucho tiempo no estaba de humor para tratar con seres humanos en aquellos momentos.

 

- Hola mamá- se obligó a saludar retomando su tarea en espera de que se diera cuenta del muchísimo trabajo que tenía entre manos.

 

Lejos de captar la indirecta, la mujer tomó asiento en una silla frente al escritorio y dejó su bolso sobre el mismo.

 

- Vengo de hablar con la madre de Tiffany- anunció sabiendo que aquello atraería la atención de Taeyeon y lo hizo, la rubia abandonó su escrutinio a los datos de la pantalla del ordenador para clavar sus ojos en ella- su esposo aún está molesto con Tiffany por haber rechazado esas otras universidades.

 

La rubia se encogió de hombros el señor Hwang llevaba enfadado con su chica desde el momento en que le había dicho que no tenía intenciones de estudiar en Harvard después de ni siquiera haber intentado entrar en la universidad, había tenido que ceder y solicitar plaza en otras muchas otras universidades que estaban a más de ciento ochenta y tres kilómetros de distancia, a mucho más.

 

Muchos días Tiffany le llamaba llorando porque se había peleado con su padre al parecer él no entendía que la brillante alumna Tiffany Hwang se conformara con asistir a una universidad sin el renombre de Harvard, y menos entendía que lo hiciera porque no quería estar lejos de ella.

 

Todas esas veces que Tiffany lloraba Taeyeon había ido a buscarla, escondiéndose las dos del mundo en su casa del árbol y pensando que no había nada de malo en no querer ser una abogada brillante sin el renombre de una universidad, de esas que ganan miles de dólares al mes y que trabajan las veinticuatro horas los trescientos sesenta y cinco días del año, lo que ella quería era estudiar derecho, simplemente, e incluso había pedido consejo a uno de los socios de la única firma de abogados de la pequeña ciudad, era amiga de su madre y se habían pasado tardes enteras hablando podría hacer las prácticas en esa firma cuando terminara la carrera y algunos de los abogados más veteranos rondaban la edad de jubilación su padre no quería oír nada de aquello, según él eran abogados de segunda y Tiffany valía para mucho más, no le importaba que Tiffany no quisiera ese "mucho más" solo tenía dieciocho años pero ya sabía que cuando tuviera una familia quería poder pasar tiempo con ella.

 

- Tiffany está muy emocionada con todo eso de empezar la carrera- señaló la mujer y Taeyeon asintió.

 

Era cierto y eso le dolía un poco porque ella daría lo que fuera porque se quedara en las dos últimas semanas, la castaña había parloteado sin parar sobre todas las asignaturas que iba a cursar y sobre lo genial que iba a ser vivir fuera de casa y por un lado Taeyeon estaba muy contenta por ella, porque iba a hacer lo que quería hacer pero por otro…por otro le dolía que ni siquiera hubiese mencionado que iba a echarle de menos sabía que lo haría, pero Tiffany no lo había dicho de viva voz ni una sola vez.

 

- ¿Habéis hablado de cuál va a ser vuestra situación?- tanteó la mujer un tanto incómoda por tener que sacar aquel tema, pero se obligó a hacerlo estaba preocupada por su hija.

 

- ¿Nuestra situación? Todo va a seguir igual, solamente que ella estará estudiando fuera…- dijo claramente a la defensiva era un tema delicado y su madre lo sabía.

 

- Taeyeon cariño…Tiffany va a ir a un sitio nuevo, sale de casa de sus padres y va a conocer a gente nueva…

 

- Puede conocer a toda la gente nueva que quiera mamá- puntualizó la rubia comenzando a molestarse al comprender de que iba todo aquello- No vamos a romper porque ella vaya a estudiar fuera cuatro años- clarificó ante todo si eso era lo que quería decirle podía ahorrarse las palabras y la saliva.

 

- No estoy hablando de romper Taeyeon… pero me preocupáis las dos- confesó la mujer.

 

- ¿Por qué?- se cruzó de brazos.

 

- Yo también he tenido dieciocho años y sé que a esa edad uno piensa que lo sabe todo, pero no lo sabes todo cariño, ni tu ni Tiffany y hay un montón de cosas ahí fuera que tu puedes querer o que Tiffany puede querer y me da miedo que las dejéis pasar por las razones equivocadas…

 

- Tiffany no es una razón equivocada- le informó Taeyeon tozudamente.

 

- La aceptaron en Chung-Ang- señaló, su hija bajó la mirada. Ya lo sabía.

 

- No quiere ir a esa universidad- indicó.

 

- ¿Por qué?- le preguntó y la chica no quiso contestar porque la respuesta era obvia- ¿Qué pasará cuando le ofrezcan unas prácticas estupendas en un sitio que no sea aquí? ¿O cuando sus compañeros de clase le inviten a ir un fin de semana a cualquier parte?- la rubia no levantó la vista y su madre suspiró- ¿Entiendes lo que quiero decir con todo esto, cariño? Sé que la quieres, sé que ella te quiere y no pretendo que rompáis la relación, solo…daros un poco de espacio- sugirió.

 

Espacio ella no quería espacio aun así las palabras de su madre se quedaron dando vueltas en el interior de su cabeza.

 

Había quedado en pasar por casa de Tiffany aquella tarde la castaña se marchaba al día siguiente, aún quedaban dos días para el comienzo de las clases pero quería estar allí antes para acomodarse y conocer un poco el sitio con anterioridad al inicio del curso, entró sin más en la casa al encontrar la puerta abierta y saludó a la señora Hwang que se encontraba absorta en un programa de televisión antes de subir al piso superior, a la habitación de Tiffany al abandonar el último peldaño de las escaleras escuchó música proveniente del cuarto de su chica y al empujar la puerta la descubrió metiendo algunos libros en una caja mientras movía su cuerpo al ritmo del último éxito de Madonna sonrió ligeramente ante la escena antes de llamarla.

 

- ¡Tae!- exclamó ella por encima de la música tras darse la vuelta a la velocidad de luz al escuchar su nombre- Me has asustado- le regañó acercándose y besándole fugazmente los labios como bienvenida.

 

- Tú me estás asustando a mí. ¿Madonna?- alzó las cejas.

 

- ¡Es la radio! No es que tenga el último disco…y no quiero que nadie me lo regale- señaló con un gesto y un tono que convertían "no quiero que nadie me lo regale" en "$19.80, tienda de discos del centro, tercera estantería, segunda fila empezando por la derecha. Gracias".

 

Taeyeon sonrió acariciando su pelo por unos segundos antes de que la castaña desapareciera de su vista para comenzar a rebuscar en el armario.

 

- Emm…si estás muy ocupada me marcho- se quejó Taeyeon de la poca atención que le había prestado su chica.

 

- No seas tonta, estoy buscando un regalo que tengo para ti- desveló la castaña sin abandonar su registro.

 

Taeyeon se sentó en la cama de su chica dispuesta a esperar, con eso de la mudanza a la universidad Tiffany lo tenía todo bastante desordenado últimamente y en menos de lo que había pensado que tardaría, la castaña estaba frente a ella con las manos a la espalda y sonriéndole con aquel gesto impaciente de "quiero saber si te gusta antes incluso de habértelo dado". El corazón de la rubia se derretía cada vez, en serio, cada vez.

 

Taeyeon también sonrió en espera de que su chica desvelara el misterio y segundos después, con un "taaaaaaachaaán" pasado de moda que le hizo reír, Tiffany sacó de su espalda un jersey rojo con el logotipo de la Universidad lo plantó frente a sus ojos.

 

- Dices que a veces tienes frío en el taller y si lo llevas puesto te acordaras de mi todo el día- le dijo tendiéndoselo- Yo tengo otro igual, pedí dos- explicó- ¿Te gusta?

 

Taeyeon le miró con una media sonrisa. Le gustaba, cualquier cosa que le diera Tiffany iba a gustarle y ambas lo sabían.

 

- Lo llevaré puesto siempre- aseguró la rubia y Tiffany puso cara de disgusto.

 

- Olerás mal- le dijo antes de volverse hacia su caja a medio llenar, rio cuando sintió una patadita en el culo a la vez que Taeyeon le llamaba idiota- Puedes llevarlo puesto los fines de semana que vengas a verme- señaló alegremente mientras revisaba su estantería pensando que otros libros quería llevarse- A lo mejor tenemos que cambiar nuestros planes Taeyeon…creo que este primer fin de semana no voy a poder venir, así que tendrás que ir tu ¿vale? Y así te podré enseñar mi habitación y el campus y…

 

Taeyeon le observó en silencio por unos segundos mientras seguía escuchando todas las cosas que la castaña planeaba enseñarle y pensó en su idea original de verse todos los fines de semana con excepción de los cercanos a los exámenes si Tiffany l os necesitaba para estudiar.

 

Pensó en ello y en las palabras de su madre y llamó la atención de su chica pronunciando su nombre, Tiffany dejó de parlotear y le miró interesada.

 

- ¿Puedes quitar la música? Quiero hablar contigo de algo- le pidió y la castaña le obedeció y apagó la radio antes de tomar asiento junto a ella en la cama, Taeyeon sonaba muy seria.

 

- ¿Qué pasa?- quiso saber.

 

- Hoy mi madre ha venido al taller- explicó la rubia- Ha estado hablando con tu madre antes- añadió.

 

- Si, lo sé, ha venido esta mañana- afirmó Tiffany en espera de que Taeyeon llegara al meollo de la cuestión.

 

- Están preocupadas- le dijo y Tiffany frunció el ceño.

 

- ¿Preocupadas?- inquirió sorprendida.

 

- Por ti y por mí y porque tú te vas a la universidad y yo me quedo aquí- aclaró la rubia.

 

- ¿Y qué les preocupa de eso?- interrogó a la defensiva había oído a sus padres hablar de aquello en varias ocasiones pero no les había prestado la menor atención y pensaba que Taeyeon tampoco. ¿Por qué estaba sacando la rubia aquel tema?

 

- Les preocupa que intentemos seguir como hasta ahora cuando las cosas van a cambiar tanto- señaló mirándose las manos.

 

- Tanto, Taeyeon no van a cambiar tanto, no nos veremos entre semana pero…-comenzó a decir la castaña.

 

- No es solo eso Fanny, vas a la universidad y tendrás compañeros nuevos, experiencias nuevas y…

 

- ¿Y qué?- le cortó su chica y ya no parecía tan alegre como minutos antes.

 

- Que si tienes que estar pensando a cada segundo en si me toca ir a mi o en si te toca venir a ti o en si me sentará mal que un fin de semana no nos veamos porque quieres quedarte a una fiesta…

 

- ¿A qué viene esto ahora?- le preguntó directamente con gesto serio.

 

- No quiero que pases de largo por un montón de experiencias que deberías vivir porque te toca venir a verme Fanny- señaló la rubia sin enfrentarse a su mirada.

 

- Estás hablando como nuestros padres…-dijo la castaña mirándole a pesar de no encontrar sus ojos.

 

- A lo mejor tienen razón… un poco de razón cuando…-intentó explicarse la joven pero Tiffany no le dejo.

 

- ¿Qué estás diciendo Taeyeon? No tienen razón, no tiene por qué cambiar nada, la universidad está a dos horas y tengo coche y tú tienes un taller lleno de coches… ¡y me importan una mierda las fiestas que pueda perderme!- exclamó molesta cuando Taeyeon ni siquiera levantó su mirada- ¿Qué? ¿Qué piensas? Di lo que quieras decir de una vez- le presionó.

 

- Lo que quiero decir es que queramos o no las cosas van a cambiar Tiffany Queramos o no- repitió.

 

- ¡Van a cambiar si las cambiamos! Tú lo dijiste ¿recuerdas? Y yo no quiero cambiarlas pero a lo mejor tú si…-le acusó la castaña- A lo mejor no quieres tener una novia a medias durante cuatro años…

 

- ¡Yo no he dicho eso!- exclamó Taeyeon al escucharla.

 

- ¿Y qué has dicho entonces?- inquirió mirándole.

 

- Solo que tal vez sería buena idea darnos un poco de espacio- musitó las palabras de su madre.

 

- ¡¿Espacio para qué?! Yo no quiero espacio. ¿Espacio para que Taeyeon?- inquirió frunciendo el ceño y levantándose de la cama.

 

- Espacio para que descubras como es estar fuera de casa, para que conozcas a otras personas y hagas las cosas que te apetezca hacer sin tener que estar constantemente preocupada por cómo me sentará a mí- señaló, la rubia creía que era lo correcto, estaba preocupándose por ella, pero Tiffany parecía estar tomándoselo de un modo muy diferente.

 

- ¡Deja de hablar de mí y habla por ti! Si tú quieres espacio dilo claro Taeyeon si no quieres estar preocupándote por cómo me sentará lo que tú quieras hacer mientras estoy fuera al menos no me pongas de disculpa- le pidió y al mirarle la rubia vio que tenía los ojos húmedos y se sintió como una perfecta imbécil- ¿Quieres espacio para poder estar con otras chicas?- le preguntó a media voz después de una pausa mirándole de una forma que hizo que el estómago se le anudara por dos o tres sitios diferentes.

 

Tiffany estaba llorando y era cuestión de tiempo que le diera el ataque de hipo.

 

¿A eso había sonado lo que había dicho? ¿A que quería ver a otras chicas? ¡No tenía el más mínimo interés en ver a otras chicas! ¡Menuda mierda de consejos daba su madre!

 

- Claro que…- iba a aclarar Taeyeon.

 

Y justo en ese momento, ¡justo en ese momento!, la madre de Tiffany entró en el cuarto tras llamar a la puerta e iba a decir algo cuando cayó en la cuenta de que su hija estaba llorando en mitad de la habitación y les miró a una y a otra por unos segundos, Tiffany trató de borrar el rastro de las lágrimas de sus mejillas pero era demasiado tarde.

 

- Vete…-pidió la joven con la voz más firme que pudo conseguir y Taeyeon miró a la señora Hwang en espera de su retirada hasta que se dio cuenta de que su chica hablaba con ella.

 

- Tiffany…

 

- Vete- repitió la castaña con más énfasis esta vez.

 

- Taeyeon…tal vez sea mejor que dejes a Tiffany sola hasta que se calme un poco- apoyó la madre la petición de su hija no sabía que había sucedido allí pero odiaba ver a su pequeña llorar.

 

La rubia miró a su chica completamente frustrada porque no podía explicarse con la madre de Tiffany presionándola para que se fuera se levantó de la cama con el jersey que Tiffany le había dado en los brazos.

 

- Tiffany…voy a volver luego- dijo la rubia- No es lo que piensas, tenemos que hablar…- insistió pero la castaña le había dado la espalda y simplemente esperaba que abandonara su cuarto.

 

Taeyeon lo hizo, salió de la estancia y de la casa sin decir nada más y maldiciendo mentalmente el momento en que decidió que escuchar los consejos de su madre era una buena idea.

 

Vale había robado un coche. Bueno robado no, lo había cogido prestado del taller sin pedirle permiso a nadie. ¡Era casi de noche! ¿Quién iba a enterarse? Estaría de vuelta en su sitio en unas pocas horas.

 

¿Qué porque había robado…"cogido, prestado" un coche del taller? Porque, después de haberle dado a Tiffany un par de horas para que se calmara, había vuelto a la residencia de los Hwang dispuesta a aclarar aquel malentendido tan estúpido y se había encontrado con que la castaña había decidido irse a su nueva universidad. Ya. ¡Tiffany! Incluso le había dejado un recado en boca de su madre, que se lo había repetido sin saber muy bien que significaba, tras informarle de la marcha anticipada de la castaña.

 

"Utiliza todo el espacio que quieras". ¿Era o no era dramática?

 

Le había llamado al móvil unas diez veces porque tenía manos libres en el coche pero le había colgado después del primer tono en todos y cada uno de sus intentos de modo que había dado el siguiente paso lógico. "Coger prestado" un coche y recorrer ciento ochenta y tres kilómetros para decirle a la acelerada de su novia que ella tampoco quería espacio y que iría a verla todos y cada uno de los fines de semana de los siguientes cuatro años.

 

¡Ah! Y que por supuesto que no quería estar con más chicas. ¡Nunca! Y que no quería volver a verla llorar por su culpa jamás.

 

Señor aún tenía un nudo en la garganta cada vez que se acordaba de la expresión de su cara al preguntarle si quería espacio para estar con otras chicas…

 

Primera y última vez que escuchaba a su madre. Eso seguro.

 

¡Madre de Jesucristo Bendito Resucitado!

 

Aquello no era un campus aquello era más grande que su ciudad entera repetida dos veces.

 

Edificios por todas partes, fuentes, explanadas de césped, más edificios, caminos que llevaban a todos los sitios y a ninguno si no estabas segura de donde te dirigías exactamente al menos sabía el nombre de la residencia de Tiffany preguntaría y estaría allí en un momento.

 

Un momento, cuarenta y cinco minutos…sinónimos en el fondo.

 

Una vez dentro preguntó por el número de habitación de su chica tras escucharlo no se molestó en esperar el ascensor y subió los tres tramos de escalera que le separaban de la tercera planta. Llamó con los nudillos a la puerta con el cartel de 290 y esperó no haberse equivocado y que fuera Tiffany quien abriera.

 

Gracias a Dios lo fue, aún tenía los ojos un poco rojos y se notaba que había seguido llorando tras su marcha. Un buen rato.

 

Pareció increíblemente sorprendida de verle allí y por un momento no dijo nada y cuando parecía que por fin iba a hablar Taeyeon le cortó tomando su cara entre las manos antes de decirle "No", contestando a su última pregunta sin respuesta la besó suavemente antes de volver a mirarle.

 

- No Tiffany Sabes que no- elaboró un poco más su discurso antes de volver a unir sus labios- Sabes que no- repitió acariciando sus mejillas mientras le miraba directo a aquellos preciosos ojos que no debían volver a llorar nunca más Tiffany evitó sus ojos mirando sus labios con el ceño fruncido.

 

- ¿Por qué has dicho todas esas cosas?- inquirió aún con voz dolida.

 

Taeyeon miró a un lado y a otro del pasillo antes de devolver su atención a Tiffany.

 

- ¿Puedo pasar?- probó suerte antes de responder.

 

- No lo sé. Depende. ¿Por qué has dicho todas esas cosas?- quiso saber mirándole a los ojos esta vez y Taeyeon había visto a Tiffany asustada antes, muchas veces. ¡Habían visto la saga de Freddy Krueger a los diez años! Le había visto asustada pero nunca había visto tanto miedo en sus ojos como veía en esos momentos.

 

- Porque mi madre vino al taller y me dijo un montón de cosas y te quiero Tiffany y no quiero que dentro de un tiempo te arrepientas de haber dejado cosas de lado por mí y estabas tan contenta porque venías a estudiar aquí que…

 

- No estaba contenta, pero tú estabas triste por las dos Taeyeon alguien tenía que intentar ver el lado positivo…-suspiró apartándose de la puerta y dejándole pasar por fin, cerró tras ella en cuanto ambas estuvieron dentro- Y para poder ver el lado positivo no hacía más que repetirme que íbamos a vernos todos los fines de semana y de repente tú ya no quieres verme en ninguno…- señaló con voz rota mirando el suelo.

 

Taeyeon se acercó a ella colocando una mano en su mejilla.

 

- Tiffany…quiero verte todos los días, quiero verte a todas horas… ¿cómo no voy a querer verte todos los fines de semana?- le preguntó suavemente.

 

- Has dicho que quieres que veamos a otras chicas- señaló en voz baja Taeyeon sonrió al oír su tono molesto.

 

- No es verdad. No he dicho eso. Jamás diría eso y si me enteró de que has estado viendo a otras chicas las mataré y a ti también- le avisó fingiendo seriedad Tiffany sonrió ligeramente.

 

- ¿En serio?- inquirió jugueteando con los botones de la chaqueta de su chica.

 

- Os mataré muy lenta y dolorosamente- aseguró y la sonrisa de Tiffany era completa tras aquella confesión.

 

- Yo también te mataré muy lenta y muy dolorosamente si me entero de que has estado viendo a otras chicas- le dijo mirándole más tranquila.

 

- No esperaba menos- sonrió la rubia retirando un mechón de pelo de su cara.

 

- Te quiero mucho Taeyeon- le dijo abrazándola con fuerza por el cuello la rubia acarició su espalda besando su hombro- Eres una idiota por asustarme así…- añadió.

 

- Cuando hablé con mi madre pensé que lo que decía tenía sentido- admitió la rubia.

 

- Nunca les hemos hecho caso a nuestros padres le dábamos la verdura a Prince y mojábamos el cepillo de dientes para que pensaran que nos los habíamos lavado…-le recordó separándose un poco y mirándola y sonrió al verla sonreír a ella, claro que se acordaba- Yo solo quiero estar contigo Taeyeon y…

 

La rubia no le dejó seguir porque ocupó sus labios en un largo e intenso beso que le dijo sin necesidad de palabras lo que ella quería oír.

 

Casi eran las once de la noche cuando Tiffany acompañó a su chica al coche después de ese beso una cosa había llevado a otra y se habían entretenido un poco más de la cuenta.

 

Tiffany le cogió de la mano al llegar a la altura del coche robado y le miró con cara suplicante de nuevo.

 

-Tiffany…tengo que irme y devolver el coche. Mi padre me matará si se entera- insistió acariciándole la barbilla con un dedo sus padres pensaban que estaba en casa de Victoria en aquellos momentos. Un plan perfecto.

 

- Pero es muy tarde, es de noche…-señaló la castaña apretándole más la mano, Taeyeon solo le besó y Tiffany suspiró aceptando su derrota- Llámame en cuanto llegues- le pidió.

 

- Lo prometo. Será lo primero que haga- le aseguró- A lo mejor te despierto- sonrió a sabiendas de que Tiffany no iba a poder conciliar el sueño hasta no saber que había llegado sana y salva a casa.

 

Se pasaron cerca de un cuarto de hora diciéndose adiós y besándose antes de que la rubia se marchara de verdad.

 

Y casi se le olvidó llamar a Tiffany cuando al llegar con el coche "prestado" al taller de su padre se encontró con un vehículo de policía aparcado justo enfrente. Dos agentes de la ley hablaban con un visiblemente enfadado Kim Jiwoon en la acera. Oh, oh…iba a ser entretenido de explicar

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Dianasnsd
#1
Chapter 22: Hace tiempo que buscaba la historia y no la encontraba, ya estaba pensando en adaptarla pero me alegro que lo hayas hecho tú, me encanta esta historia, gracias por adaptarla 🥰
jenrsun
#2
Chapter 1: Es una de mis favoritas historias..
gaby_tomala
#3
Chapter 1: <3 me encanta!!