"Noche anterior a la boda"

 

¡No iba a poder conciliar el sueño!

 

¿Cómo iba a poder dormir si al día siguiente se casaba con Tiffany?

 

¡Era imposible desde todo punto de vista!

 

IM-PO-SI-BLE.

 

Ojos abiertos como platos, completamente abiertos, tan abiertos que si le daba por estornudar se le saldrían volando y se quedaría ciega para siempre.

 

"Da mala suerte verse la noche antes de la boda"

 

¡Pero menuda...!

 

Se lo habían dicho sus madres, ¿cómo no?

 

Ellas decían que era tradición pero Taeyeon sospechaba que se trataba de su particular venganza por dejarles planear aquella boda paralela que hacía un par de meses había hecho aguas por todos sitios al enterarse de que no era más que eso…una boda falsa.

 

¡Menudas rencorosas!

 

Además… ¿tradición?

 

Tal vez para las bodas heterouales…las bodas gays no es que tuvieran mucha tradición todavía.

 

! Mendigas víboras ¡…

 

Dio otra vuelta en la cama…llevaba tantas que de haberlas dado en el suelo, y todas en la misma dirección, ya estaría a las puertas de la casa de los Hwang.

 

Allí estaba Tiffany, su novia Tiffany, "su prometida" Tiffany…

 

¡Madre mía al día siguiente se casaba con Tiffany!

 

No, no iba a dormir en toda la noche y se casaría con ojeras.

 

Tiffany otra que dios guarde muchos años.

 

¡Había estado de acuerdo con las locas de sus madres! Por su culpa ahora ella estaba en la habitación de la casa de los Kim, su antiguo cuarto, mirando el techo y contando los segundos que iban pasando demasiado lentamente para su gusto.

 

Si, Tiffany estaba en su habitación en casa de los Hwang y ella en su habitación en casa de los Kim.

 

¿En la habitación de ambas en su apartamento? Nadie, absolutamente nadie.

 

Menudo desperdicio de cama doble.

 

En aquellos momentos Tiffany podría estar quitándole el insomnio a base de os

 

¡pero no!

 

No, no. No, porque es tradición.

 

Click.

 

Y Taeyeon frunció el ceño ante el familiar sonido.

 

Click.

 

Lo había escuchado muchas veces antes,estaba tirando piedrecitas a su ventana.

 

Click, click, click, click.

 

Uhhh…cuatro de golpe, su noviecita se estaba impacientando.

 

Corrió hasta allí y abrió la ventana con extremo cuidado, Tiffany ya le había pegado pedradas antes de esa forma y le había cogido el truquillo.

 

Se aseguró de que su chica había parado el fuego antes de asomarse completamente y verla allí abajo con su vieja bici tirada a un lado del jardín.

 

Ohhh…¡menudos recuerdos!

 

- Tae baja- le pidió la chica cruzando los brazos sobre su pecho.

 

- ¿Vienes a suspender la boda?- bromeó la rubia.

 

- No- sonrió su novia.

 

- ¿Te va mal la hora de la ceremonia?- inquirió de nuevo.

 

- ¡No seas idiota y baja!- exclamó Tiffany.

 

- Ugh…ya voy, pero me has despertado…-le reprochó antes de desaparecer en el interior de su cuarto de nuevo.

 

Hizo lo de siempre, colocarse un jersey viejo sobre el pijama, calzarse y salir sigilosamente de la casa.

 

Años de experiencia le aseguraban el éxito total, nadie se despertaría alertado por ruidos raros.

 

Era sigilosa como un gato en mitad de la noche y sabía también que Tiffany en esos momentos estaba en la casa del árbol de modo que dirigió allí sus pasos.

 

- ¿Sabes que da mala suerte verse la noche antes de la boda?- fue lo primero que le dijo tras colarse dentro, Tiffany le sonrió al verla toda despeinada y con aquellos ridículos pantalones de pijama.

 

- Espero que no pienses casarte en eso- señaló su atuendo y la rubia se miró a si misma fingiendo estar ofendida después- No podía dormir…-reconoció la castaña desde su posición, sentada contra una pared de la cabaña.

 

- Ajá…asi que te arriesgas a una vida entera de mala suerte porque te estaba costando dormirte…-ironizó su chica tomando asiento a su lado.

 

- ¡No echaban nada en la tele!- se justificó Tiffany en broma y cuando escuchó una suave risita escapar de boca de Taeyeon le besó en la mejilla y luego apoyó la cabeza en su hombro- Ahora si estoy nerviosa Taeyeon- reconoció en voz baja.

 

- ¿Nervios buenos o nervios malos?- se interesó su chica.

 

- Nervios buenos- eligió la castaña- ¿Tu tienes?- curioseó.

 

- Unos cuantos, si- se confesó Taeyeon.

 

- Va a salir todo bien mañana ¿verdad?- quiso reafirmar.

 

- Si cuando acabe el día tú eres mi mujer y yo la tuya, para mi todo habrá ido bien, lo demás me da lo mismo- reconoció.

 

- ¿Aunque caiga la tormenta del siglo?- le puso a prueba su chica.

 

- Aunque caiga la tormenta del siglo, además tenemos el Gorro de tu madre que nos mantendrá a salvo de los rayos- se lo recordó y Tiffany rió.

 

Se pasaron la mayor parte de la noche en su cabaña del árbol, si estaban juntas los nervios se notaban menos.

 

 

 

Día de la boda, Hora de la boda.

 

 

 

¿En qué hora se le había ocurrido dejar que fuera su hermana quien le llevara en coche a casa de Tiffany el día de su boda?

 

¿En que hora?

 

En una no muy buena, eso desde luego.

 

La ceremonia estaba fijada a las 12.00 y eran las 12.01 y ni siquiera habían salido hacia allí aún.

 

- ¡Hyoyeon¡ Si el vestido no fuera blanco te haría sangrar mucho ahora mismo!- le gritó desde el piso inferior.

 

- ¡No me pongas nerviosa, "Princesa un enlace de ensueño"! Cuanto más nerviosa me pongas menos me saldrá…-le contestó desde el baño.

 

- ¡Es una boda al aire libre! ¡Mea en un árbol!- exigió la rubia recogiéndose el vestido y comenzando su ascenso por las escaleras, como que se llamaba Kim Taeyeon que se la iba a llevar arrastrando aunque estuviera desnuda.

 

Antes de que hubiese alcanzado el piso superior el dulce sonido de la cisterna del retrete llegó a sus oídos y dio gracias a dios mentalmente.

 

Hyoyeon pasó por su lado a toda prisa.

 

- ¡Vamos Taeyeon! No querrás que Tiffany piense que has decidido plantarle ¿verdad?- le metió prisa exasperándola aún más.

 

- ¡Llevo lista desde hace veinte minutos, gusana!- le respondió bajando a toda velocidad las escaleras y siguiendo a su hermana hasta el coche.

 

- ¡Lo he hecho lo más rápido que he podido! ¡Ni me he lavado las manos para no perder más tiempo! Mira…- le dijo una vez dentro del coche restregando con ellas su brazo.

 

-¡AGGGHHHHHH! ¡Hyoyeon!- protestó Taeyeon pegándole mientras ella reía alegremente arrancando el vehículo.

 

Su hermana era el ser más repulsivo de todos los seres repulsivos que poblaban el planeta, pero ahí estaba, llevándola hacia su boda y con una sonrisa de oreja a oreja porque estaba realmente contenta por ella.

 

Repulsiva o no, era su hermana y le quería.

 

- ¿Se me permite tirarme a alguna de las amigas de universidad de Tiffany esta noche?- quiso dejar claras las reglas del juego de antemano.

 

Repulsiva, definitivamente repulsiva.

 

No le dio tiempo a profundizar más en el nivel de repulsión de su hermana porque de repente el corazón se le paró en el pecho.

 

Estaban allí.

 

Los invitados estaban el jardín y ¡oh dios mío! Podía ver el gorro de su madre desde allí.

 

En serio.

 

Resaltaba entre el resto, era enorme.

 

- ¡Joder con el gorro de mamá, Taeyeon! En cualquier momento bajará la nave nodriza por él- exclamó Hyoyeon reduciendo la velocidad.

 

Ella tuvo que reírse ante el comentario y cuando su hermana detuvo el vehículo del todo le miró respirando hondo.

 

Su hermana le sonrió imitándola

 

- Te casas con Tiffany- sonrió aún más.

 

- Me caso con Tiffany- repitió la rubia echando chispitas por los ojos.

 

- Sé que las he asustado, hecho llorar y lesionado físicamente muchas veces…pero espero que todo vaya bien, de verdad- le dijo la chica con su cara más seria.

 

Taeyeon le abrazó sin pensárselo, como un acto reflejo y sonrió cuando Hyoyeon le devolvió el gesto, Le dijo "Gracias" al oído y después ambas abandonaron el vehículo accediendo al jardín de la casa por la parte de atrás.

 

La rubia admiró el escenario donde iba a tener lugar la ceremonia.

 

Había quedado perfecto, justo como Tiffany y ella lo habían querido.

 

Simple pero perfecto, Simplemente perfecto.

 

Las sillas para los invitados se dividían en dos mitades creando el pasillo que les llevaría a ambas hasta el improvisado "altar".

 

No era más que un arco decorado con flores blancas pero para ellas era el altar más bonito de todo el universo.

 

Se fijó en que el oficiante de la ceremonia ya estaba en su puesto y después en que su madre corría hacia ella sujetando su gorro con ambas manos, y con su pequeño bolso colgándole de un brazo y dando botes a un lado de su cuerpo.

 

- ¡Por fin estás aquí! ¡Tenías a Tiffany con el corazón en la mano!- le reprochó, por supuesto que con "Tiffany" quería decir a “a ella y la mdre de su futura esposa”- Estás preciosa cariño, no puedo creerme que te vas a casar…¡y con Tiffany ! Madre mía… si parece que fue ayer cuando veníais las dos a por la merienda después de haber estado jugando toda la tarde en el jardín y os limpiaba los mocos…- la emoción le traicionó en ese momento y se le quebró un poco la voz, debía de recordar con especial cariño aquellos momentos en los que les había limpiado los mocos.

 

- Mamá…- intervino la rubia acariciándole un brazo.

 

- Hace nada no levantabais un palmo del suelo y ahora os vais a casar…- continuó sonándose la nariz con un kleenex.

 

- Mamá tranquila…aún tienes a Hyoyeon- bromeó un poco y el llanto de su madre se incrementó aún más y no le pareció que fuera de alegría.

 

Pobre Hyoyeon.

 

De pronto unos golpecitos en los cristales de la ventana de la casa que tenían justo a su espalda llamaron poderosamente la atención de su madre, que se recompuso a la velocidad de la luz y comenzó a hacer gestos extremadamente raros con las manos mirando hacia ese lugar.

 

Taeyeon se volvió solo para localizar a la madre de su chica devolviéndole unos movimientos igual de raros desde el otro lado del cristal.

 

Tan pronto como habían empezado, los signos extraños cesaron y su madre se volvió hacia ella.

 

- Todo esta listo, Tiffany saldrá en exactamente dos minutos, no estés nerviosa cielo, todo va a ir muy bien- le dijo, luego "Mua" y "Mua" dos besos en las mejillas y regresó a su asiento de primera fila sin darle tiempo a contestar nada y con el gorro amenazando con desequilibrarla en cualquier momento.

 

Oh…por dios… ¿a eso se habían estado dedicando sus madres durante las últimas semanas? ¿A crear un lenguaje secreto de signos para poder sincronizar cada movimiento de la ceremonia? Pobres… ¡que malo era el tiempo libre!

 

Poco después vio salir a la madre de Tiffany que le sonrió mostrándole sus dos pulgares en un silencioso, "todo va a salir estupendamente", antes de correr pasillo adelante ocupando el lugar libre junto a su esposo.

 

Y ya estaba…el momento había llegado.

 

Sonará cursi, poético y falso pero de verdad que el tiempo pareció detenerse allí y entonces, cuando la vio salir, tuvo que hacer un esfuerzo físico bastante grande para obligarse a seguir respirando, porque es que Tiffany estaba preciosa.

 

Y se le veía un poco nerviosa y se le salía la sonrisa de la cara y su vestido era el vestido de novia más increíble de la historia de las bodas.

 

A lo mejor a Taeyeon se lo parecía porque era la castaña quien lo llevaba.

 

A lo mejor.

 

Pero la imagen de Tiffany avanzando hacia ella y tendiéndole la mano…buff…esa imagen no se le iba a borrar de la memoria por muchos años que viviera.

 

Y no lo supo hasta más tarde, pero la castaña se sentía exactamente igual que ella en esos momentos.

 

Cuando Tiffany le cogió de la mano sus corazones comenzaron a trabajar a doble potencia.

 

La castaña le había cogido de la mano miles de millones de veces antes, para correr juntas hacia los columpios, para huir juntas del señor Enderson, para arrastrarle hasta la cabaña del árbol con la intención de comérsela a besos una vez dentro…y ahora se la cogía para avanzar juntas hacia aquel improvisado altar.

 

A pesar de que la intensidad del momento la tenía un poco atontada Taeyeon sonrió al sentir la mano de Tiffany en la suya, porque ya no eran las pequeñas manitas de los primeros años pero seguían encajando igual de bien.

 

Habían decidido que irían juntas, que ninguna de las dos esperaría a la otra en el altar, no se hubieran puesto de acuerdo en quien tendría que esperar a quién, de modo que habían pactado hacerlo de ese modo, y mientras recorrían el pasillo acompañadas solamente por el sonido de unas cuantas guitarras y los disimulados susurros de los invitados, se dieron cuenta de que había sido la mejor decisión.

 

Avanzar juntas y de la mano.

 

Se robaron mil miradas de camino al altar y con cada una de ellas se sonreían, y Taeyeon no sabía las suyas, ¿pero las de Tiffany? Joder…esas sonrisas de Tiffany le transmitió de todo.

 

Nervios, impaciencia, alegría absoluta y varios "¿Te puedes creer que nos estamos casando, Taeyeon? ¡Nos estamos casando!".

 

Y de verdad que no se acordaba de que había dicho el oficiante durante la ceremonia, solo se acordaba de lo preciosa que estaba Tiffany y del modo en que le miraba de vez en cuando, de la suavidad y la facilidad con la que deslizó la alianza en su dedo y de la risita que soltó cuando por fin estuvieron casadas de verdad y llegó el momento del beso que habían estado ensayando.

 

Y fue mucho menos espectacular de lo que habían sido los que se habían dado en la privacidad de su apartamento, pero a la vez fue el más increíble de todos.

 

El mejor.

 

Su primer beso como matrimonio.

 

Tiffany era su mujer.

 

¡Tiffany era su mujer! ¡Madre mía!

 

Ohhh…y su nueva mujer estaba llorando un poco de pura emoción cuando dejaron de besarse…menuda mujer más sensiblera tenía.

 

No fue hasta que la castaña le secó un par de lágrimas propias con sus dedos, cuando se dio cuenta de que a lo mejor, podía ser que… tal vez…ella era también un poquito sensiblona a veces.

 

Aplausos, vítores y sus madres sonándose la nariz en sendos kleenex.

 

Mientras algunos invitados las bañaban en pétalos de flores de distintos colores tirados al aire, Hyoyeon gritó "¡Ahora!" y las guitarras comenzaron a tocar los acordes de una canción que las tres habían bailado infinidad de veces de pequeñas en el salón de los Kim.

 

Ambas habían querido que sonara en ese preciso momento, pero al final tuvieron que ceder a las airadas protestas de sus madres que la consideraban demasiado movida para semejante ocasión.

 

Parecía que Hyoyeon se las había arreglado para modificar un poco lo planeado con anterioridad.

 

Ohhhh…Hyoyeon…podía ser repulsiva pero le quería. Joder si le quería…

 

Miró a Tiffany con los ojos aún algo húmedos y se rió, se rió y Tiffany también y entonces le tomó la cara entre las manos y le plantó un super beso en el que quedaron comprimidas todas las emociones que ambas sentían en ese momento.

 

Después le abrazó muy fuerte y le dijo "Felicidades Fanny" y ella le contestó con un "Felicidades Tae" justo antes de que sus familiares les obligaran a separarse para estrujarlas y felicitarlas y decirles lo preciosas que estaban.

 

Se habían hecho las fotos de rigor, habían comido entre risas y bromas con los ocupantes de la mesa presidencial y se habían mirado con paciencia al ver como sus madres vaciaban más de una botella de champán codo con codo.

 

Ya estaba bien entrado el baile de después del banquete y por fin tenía a Tiffany entre sus brazos de nuevo y ambas estaban bailando en mitad de la pista.

 

Todo el mundo les había pedido un baile y no habían querido ser groseras pero ya no iban a bailar con nadie más…era hora de Tiffany y Taeyeon.

 

- Tiffany ya sé que te lo he dicho como un millón de veces hoy pero es que estás increíble- le piropeó la rubia mirándole detenidamente,la besó fugazmente y su chica se lo agradeció con una sonrisa antes de esconder la cara en su hombro besando su cuello.

 

- Tú estás increíble también, somos las novias más guapas de la historia de las bodas- indicó y Taeyeon la estrechó más fuerte entre sus brazos, disfrutando de la suavidad y la facilidad con la que ambas se movían juntas, adaptándose la una a la otra a la perfección.

 

En aquellos momentos estaba sonando una canción lenta y cursi, perfecta.

 

Después de los nervios y el estrés que habían pasado durante el día entero aquel momento era como un oasis de tranquilidad muy necesitado por ambas.

 

Las dos solas a pesar de estar en un salón lleno de gente.

 

- ¿Te crees que estamos casadas?- escuchó que preguntaba la castaña- Creo que me va a costar acostumbrarme a decir "Mi mujer Taeyeon" en vez de "Mi novia Taeyeon"- le confesó levantando la cabeza de su hombro para mirarle con una sonrisa- "Mi mujer Taeyeon"…suena bien- opinó regresando a su posición de hacía segundos.

 

- "Mi mujer Tiffany" suena mejor- le contestó la rubia besando suavemente su sien- Estoy muy contenta Fanny…¿lo sabes?- le dijo a su oído.

 

- Demasiado contenta…creo que se te va a dislocar la mandíbula de tanto sonreír- le dijo divertida la castaña y Taeyeon le mordió ligeramente la nariz como castigo, Tiffany rió antes de besarla suavemente- Yo también estoy muy contenta- le confió casi sin separase de sus labios.

 

- Ha salido todo perfecto ¿verdad? Todo perfecto…-sonrió la rubia perdiéndose en el marron de los ojos de su mujer mientras sus frentes descansaban juntas.

 

Tiffany iba a contestar que si, que más que perfecto pero de repente la canción lenta y ñoña se interrumpió…

 

unos murmullos de confusión entre los invitados en general y comenzó a sonar el inicio de una canción demasiado conocida para ambas.

 

La habían oído en más de una ocasión y siempre cuando sus madres habían bebido un poquito más de la cuenta.

 

Se volvieron hacia el escenario y con un "Oh no…" Tiffany escondió la cara en su cuello de nuevo, avergonzada por lo que sabía que vendría a continuación.

 

- Al menos todo ha sido perfecto hasta ahora- rió un poco Taeyeon sin apartar los ojos de su madres que ya se habían hecho con dos micrófonos y se movían intentando permanecer sincronizadas al ritmo de los primeros acordes de "It´s raining men" de "The Weather Girls".

 

- Sabemos que las homenajeadas son lesbianas, pero esta canción nos sale de miedo- se escuchó aquella aclaración de la madre de Taeyeon amplificada por los altavoces de la sala.

 

- Oh, dios, mio…-musitó Taeyeon sintiendo como Tiffany se reía en su cuello.

 

Acabó riendo también escondiéndose a su vez entre el pelo de su mujer.

 

Y lo dieron todo, sus madres, de verdad que si, lo dieron todo de principio a fin de la canción mientras sus esposos preferían no mirar demasiado.

 

Cantaron, bailaron y utilizaron sus enormes gorros incorporándolas a la coreografía fingiendo que eran paraguas mientras daban gracias a la madre naturaleza porque estaban lloviendo hombres.

 

Aleluya.