capitulo 1

Con el tiempo...

No recordaba un tiempo en que Tiffany no estuviera presente en su vida, pero recordaba el primer día que la había visto.

 

La gente decía que era imposible que recordara con tanto detalle algo que había sucedido cuando ella tenía apenas cinco años, pero no era imposible, se acordaba con una claridad absoluta.

 

Conocía a la mayoría de sus compañeros del año anterior, la mayoría habían ido juntos a la guardería.

 

En aquella pequeña ciudad de Seúl no había muchas guarderías de modo que no era extraño.

 

Para el ojo inexperto la pequeña Taeyeon solamente dibujaba en un folio con las pinturas de colores.

 

En realidad se encontraba pensando a quien le robaría el almuerzo aquel día.

 

Su mamá le había vuelto a dar una manzana.

 

¡Una manzana! ¿Eso era comida? ¿En serio mamá?

 

Localizó a Kyu Hyun en una esquina tratando de construir con los Legos la torre más alta que hubiera visto aquella clase de infantil.

 

Umm…la mamá de Kyu Hyun le solía preparar unos sándwiches riquísimos…pero ya le había quitado su almuerzo el día anterior y tampoco quería que el pobre niño se quedara raquítico por culpa suya. ¡Era tan bondadosa!, Pasó su vista a Jimin que jugaba con un enorme bloque de plastilina multicolor.

 

Jimin, Jimin… ¿cuántas veces te ha dicho la señorita que no se mezclan los colores de la plastilina? Taeyeon sacudió la cabeza dando a su compañera por imposible, iba a pasarse otro recreo mirando la pared.

 

Aquella niña no aprendía jamás.

 

Una vez la propia Taeyeon había mezclado la plastilina y luego le había echado la culpa a Jimin y como esta lo hacía siempre la señorita le había creído y la pobre Jimin se había quedado sin salir al patio.

 

Umm…la mamá de Jimin solía prepararle un surtido delicioso de galletitas saladas.

 

Se relamió solo de pensar en las galletitas saladas de Jimin, era una posibilidad, Junto a Jimin y también jugando con la plastilina se encontraba SeoHyun, los bollitos rellenos de crema de SeoHyun eran un manjar y…

 

La voz de la señorita le sacó de sus pensamientos de matona roba almuerzos, levantó la vista solo para ver como una señora desconocida para ella entraba a la clase sujetando la mano de una niña castaña que caminaba tímidamente a su lado.

 

La pequeña escondió su cara en la pierna de su madre en cuanto la voz de la señorita atrajo todas las miradas de los niños sobre ellas. Uh…otra sosita pusilánime a la que robar el almuerzo. Genial.

 

La señorita la presentó como Tiffany Hwang y todos los niños repitieron a coro "Hola Tiffany" tal y como les habían enseñado a recibir a las nuevas incorporaciones.

 

La tal Tiffany se puso un poco roja antes de contestar con un tímido gesto de la mano.

 

Un poco de charla entre la maestra y la señora Hwang y la mujer se agachó delante de la pequeña para despedirse antes de abandonar la clase.

 

¡Madre mía que drama! Tiffany se aferraba a su cuello como si la vida le fuera en ello. ¡Vamos niña! Es solo una clase de infantil y quiero saber que has traído de almuerzo.

 

Por fin la señora Hwang se marchó y Tiffany le dio la mano a la señorita paseando su mirada nerviosa por la clase.

 

Se dejó llevar hasta el lugar donde Jimin y SeoHyun jugaban con la plastilina.

 

¡Ay Jimin! Se te ha caído el pelo tonta…Taeyeon sonrió cuando la señorita comenzó a regañar a la niña porque "la plastilina no se mezcla". Claro que no.

 

Aun así no la castiga sin recreo… ¡¿Por qué no?! Que injusta es la vida…

 

Vio a la tal Tiffany sentarse junto a Jimin y SeoHyun dispuesta a jugar un poco con la plastilina.

 

La castaña dijo algo que Taeyeon no logró escuchar por la distancia que les separaba pero nada más abrir la boca Jimin y SeoHyun se habían echado a reír señalando a Tiffany con el dedo y burlándose de ella por alguna razón desconocida.

 

Después se habían levantado a toda velocidad dejando a la nueva sola y mirando la plastilina.

 

Oh, oh…iba a llorar seguro. Ya se sabe cómo son las clases de infantil, allí las noticias corren como la pólvora, y en cuestión de segundos todos miraban a Tiffany de reojo y soltaban risitas diciéndose cosas al oído. Taeyeon miraba a los niños crueles y a Tiffany. A Tiffany y a los niños crueles.

 

¿De qué podían reírse? No podían llamarla cuatro ojos porque no llevaba gafas, no podían estar burlándose de su aspecto físico, era una niña muy bonita.

 

Umm…un misterio.

 

Hasta que Heechul, el "corre ve y dile" más eficaz a aquel lado de la escuela llegó hasta donde ella se encontraba "pintando" y se lo dijo riéndose entre dientes.

 

"La nueva habla raro". ¿La nueva habla raro? Igual que había llegado se desvaneció en busca de otros compañeros que aún no se hubiesen enterado de que la nueva hablaba raro.

 

Ajá…tal y como sospechaba, Tiffany estaba llorando aún sentada junto a la plastilina.

 

Taeyeon jamás había visto lagrimones de ese tamaño salir de los ojos de nadie y eso que ella había hecho llorar a casi todos los niños de aquella clase, cambió el color de la pintura que sostenía entre los dedos ,resultaría sospechoso que llevara más de un cuarto de hora con la azul en la mano.

 

Eligió la verde mientras sus ojos seguían observando a "la nueva que hablaba raro".

 

Por fin la señorita se dio cuenta del drama que se estaba viviendo en su aula y acudió al lado de Tiffany, aquella castaña necesitaba ingerir algo de líquido o acabaría deshidratándose.

 

Ella y la señorita hablaron por un rato. La señorita no se reía de la forma en que hablaba…o bien no hablaba tan raro o su profesora sabía aguantarse la risa como una profesional. Una de dos.

 

Bueno, al menos Tiffany ya no lloraba solo se sorbía la nariz y le había dado un poco el hipo del disgusto que llevaba encima.

 

A Taeyeon le gustaría decir que le daba pena pero si tenía que ser sincera consigo misma aún seguía preguntándose qué le había preparado su mamá de almuerzo lo descubriría más adelante, en la hora del recreo.

 

Uh…la señorita estaba dando palmas para captar la atención de todos los allí presentes veinte pares de ojos se posaron en la profesora y en "la nueva que hablaba raro" las dos estaban subidas a la tarima de la clase y parecía ir a echarse a llorar de nuevo porque algunos de sus compañeros seguían riéndose y señalándola ¡No quiero oír ni una risita más!- exigió la maestra en un tono que hizo que la clase se quedara en completo silencio solo podía oírse el hipo de la nueva

 

- Tiffany no habla rara…-comenzó a explicar.

 

- ¡Si habla raro! ¡Parece que tiene la lengua de trapo!- señaló Jimin ganando la risa de casi todos sus compañeros.

 

- ¡No es verdad!- exclamó de repente Tiffany-¡Soy de California tonta!

 

Wow…era cierto que hablaba raro. Taeyeon no pudo evitar soltar una risita ante aquel acento tan extraño pero enseguida se quedó seria de nuevo ¿Qué pondrían las madres de California para almuerzo a sus hijos?

 

Unas risitas por aquí, una bronca de la profesora por allá y todo solucionado. Bueno, solucionado no eran niños de cinco años y estarían burlándose de la forma de hablar de Tiffany para siempre jamás, pero de forma soterrada, sin captar la atención de la maestra de nuevo.

 

Sabían hacerlo bien Tiffany se sentó sola en una de las mesas y cogió un folio en blanco y unas pocas pinturas a lo mejor ella iba a pintar de verdad y no solo a fingir que lo hacía.

 

De vez en cuando su cuerpecillo daba un pequeño bote a causa del hipo y Taeyeon sonreía divertida cada vez que eso pasaba, aquel año de primero de infantil no iba a ser aburrido para nada.

 

Por fin, hora del recreo los niños salieron de estampida al patio, un patio enorme y todo suyo segundos, segundos y todos los columpios estaban ocupados, risitas y gritos llenándolo todo y cada uno de sus compañeros tratando de comerse su almuerzo a la velocidad de la luz.

 

Sabían que Taeyeon andaba cerca y no querían correr el riesgo de regresar a la clase con la tripa vacía, la pequeña rubia caminó tranquilamente por entre sus compañeros mirando divertida como se metían su almuerzo a presión en sus pequeñas bocas Bah…no tenía prisa, le interesaba localizar a la nueva, a Tiffany le intrigaba en que podía consistir su almuerzo, un almuerzo de California.

 

No tenía idea de donde estaba California, pero si la comida allí era tan rara como la forma de hablar de la castaña valía la pena probarlo solo por curiosidad.

 

Oh…allí estaba, sola, sentada en una de las mesitas que nadie usaba durante los recreos, en una esquina del patio a Taeyeon se le hizo la boca agua en cuanto localizó la bolsita que colgaba de las manos de la nueva allí debía guardar su misterioso almuerzo.

 

¡Pero qué demonios! Uhhh Min Hyuk…si sabes lo que te conviene dejaras esa bolsa en paz…pensó al ver a su archienemigo acercarse a la castaña con paso decidido.

 

Min Hyuk se pensaba que podía quitarles el almuerzo a sus compañeros así como si nada… ¡JA! Dile a tu mamá que te ponga un buen almuerzo doble castañito, este patio es de Kim Taeyeon.

 

Tiffany vio como un niño se acercaba y le miró un tanto desconfiada igual iba a reírse de ella otra vez.

 

- ¿Qué llevas en esa bolsa?- interrogó aquel pequeño y Tiffany bajó la vista a la bolsa que su mamá le había preparado aquella mañana.

 

- Eh…mi almuerzo. Creo que mi mamá me ha puesto unas galletas- admitió- ¿Tú no tienes almuerzo?- se extrañó al verle con las manos vacías- Si quieres podemos compartirlo- ofreció comenzando a sacar su paquetito de galletas.

 

En un rápido movimiento Min Hyuk le arrebató la bolsa de las manos.

 

- ¡Ey!- protestó Tiffany mirándole molesta- ¡Dámelo! ¡Es mío!- intentó recuperarlo pero Min Hyuk le empujó y ella acabó sentada en el suelo y con las palmas de las manos doloridas por la caída no la había visto llegar pero una niña rubia había salido de la nada y en aquellos momentos su agresor estaba tumbado en el suelo y la niña rubia mantenía su pie sobre su pecho impidiéndole incorporarse y huir.

 

- Min Hyuk…-fue todo lo que necesitó decir en un tono no muy amigable, extendió su mano y el pequeño matón le entregó la bolsa de su almuerzo sin rechistar.

 

Tiffany miraba la escena boquiabierta desde su posición en el suelo

 

- Lárgate- dijo la niña rubia liberando al matón del peso de su pie y aquel niño desapareció como alma que lleva el diablo.

 

Wow…La niña rubia se volvió hacia ella con la bolsa de su almuerzo en las manos y se la tendió sin decir una palabra Tiffany se levantó del suelo recuperando su almuerzo y sonriendo a su salvadora.

 

- Gracias- le dijo educadamente- Son galletas. Si quieres podemos comparti…

 

- Dámelo- le ordenó con la misma voz con que había hablado al tal Min Hyuk.

 

Tiffany frunció el ceño completamente descolocada ¡Pero si acababa de devolvérselo!

 

- Dámelo. Tengo hambre- exigió.

 

- Pero es mi almuerzo…-protestó la castaña- Te puedo dar alguna galleta y podemos ser amigas- sugirió.

 

- No quiero ser amiga tuya…quiero tu almuerzo- contestó Taeyeon.

 

- ¿Y porque no le pides a tus amigas que te den un poco del suyo?- frunció el ceño la castaña aferrándose a su bolsa.

 

Aquella niña rubia no tenía derecho a comerse sus galletas y menos si no quería ser amiga suya.

 

-No quiero tener amigas, solo almuerzos- clarificó la rubia.

 

- ¿No quieres tener amigas?- alzó las cejas Tiffany completamente atónita- ¿Y con quien vas a jugar?- interrogó.

 

- Con nadie- se encogió de hombros Taeyeon.

 

- ¿Con nadie? Eso es un poco aburrido ¿sabes? Yo tengo una mejor amiga que se llama Jessica, pero se ha quedado en California con sus papás- le explicó y Taeyeon le miró sin decir nada.

 

¿Por qué aquella niña que hablaba raro se pensaba que le interesaba su vida dos pepinos? Pero por alguna extraña razón se quedó allí de pie escuchándola

 

- Mira, si quieres compartimos mis galletas. Saben muy ricas- ofreció sentándose en la mesa y sacando por fin su almuerzo de la bolsa.

 

Taeyeon miró alrededor asegurándose de que nadie le viera socializando con "la nueva que hablaba raro" y se sentó junto a ella en la mesita vio como desenvolvía sus galletas, Mmmmmmm…de chocolate y crema por dentro, sus favoritas.

 

Tiffany se rio alegremente al ver su cara y posiblemente al verla babeando por aquellas deliciosas galletas.

 

- ¿Quieres que seamos mejores amigas? Te daré de mis galletas todos los recreos si lo somos- probó suerte de nuevo la pequeña castaña.

 

Taeyeon miró las galletas y a Tiffany, a Tiffany y las galletas.

 

Le diría que sí, se comería las galletas y luego si te he visto no me acuerdo. ¡Qué mente más brillante Kim!

 

- Vale- engañó a Tiffany y se sintió un poco culpable al ver como los ojitos marrones de la castaña se iluminaban porque tenía una mejor amiga a lo mejor ser una mejor amiga no era tan malo al fin y al cabo.

 

- ¡Vale!- exclamó poniendo sus galletas en medio de la mesa para que ambas pudieran llegar a ellas- Coge una, verás que rica- le animó mientras se metía una entera en su pequeña boca y le sonreía.

 

Taeyeon le miró y no pudo evitar reírse al ver alguno de sus dientecillos manchados de chocolate mientras le sonreía ampliamente, Cogió una de las galletas y le dio un mordisco.

 

¡Madre mía! ¡Estaban deliciosas!

 

- Ahora que somos mejores amigas… ¿puedo sentarme contigo en la clase?- le preguntó la castaña mientras observaba como su nueva amiga degustaba su galleta.

 

- Bueno…-se encogió de hombros la rubia- ¿Qué más hacen las mejores amigas?- quiso saber exactamente en que se estaba metiendo por seguir comiéndose aquellas galletas estaba dispuesta a casi todo.

 

- No sé…se sientan juntas en clase, y juegan juntas y se cuentan secretos- enumeró la pequeña pensando en que hacían ella y Jessica.

 

- Ah…vale- accedió Taeyeon metiéndose otra galleta a la boca, no parecía ser tan difícil.

 

Habían regresado del recreo hacía casi una hora y los niños ya se habían cansado de burlarse de que Taeyeon era amiga de "la nueva que hablaba raro". La pequeña rubia miraba de vez en cuando a Tiffany que estaba totalmente concentrada en un dibujo a medio terminar no le había querido decir que era el dibujo, era una sorpresa. Sonrió un poco cuando vio a la castaña con el ceño fruncido y con la lengua medio sacada mientras realizaba la parte más difícil de su obra de arte los gestos de aquella niña eran muy divertidos y sus galletas deliciosas.

 

A lo mejor iba a gustarle ser la mejor amiga de Tiffany Hwang.

 

- ¡Ya está!- exclamó la castaña dejando a un lado la pintura amarilla- Ya lo he terminado…-le informó a Taeyeon- ¿Tú has terminado el tuyo?- quiso saber.

 

Ese había sido el trato, hacer un dibujo cada una. Taeyeon solo había aceptado porque hacer un dibujo de verdad era más entretenido que fingir estar haciendo un dibujo Tiffany le había dicho que al terminarlos se los regalarían la una a la otra porque eso era otra cosa que hacían las mejores amigas por lo visto ¡Que rara era la amistad!

 

- Si, yo también lo he acabado- admitió Taeyeon hacía lustros que lo había terminado.

 

- Yo te lo regalo primero ¿vale?- le pidió la opinión la castaña tendiéndoselo con los ojos brillantes por la excitación de si le gustaría su dibujo Taeyeon lo cogió y lo miró.

 

Wow…Tiffany había puesto mucho esfuerzo en aquel trabajo había una casa al fondo, árboles, un sol gigante y luego en primer plano había un muñeco un tanto desfigurado con las piernas demasiado cortas y los brazos demasiado largos, unos puntos cafés por ojos y un borrón dorado…¿el pelo? A su lado había otro muñeco igual de feo pero con unos puntos marrones por ojos y un borrón café por pelo.

 

- ¿Te gusta? Somos tú y yo en mi casa. Puedes venir a jugar siempre que quieras. Taeyeon le miró en silencio pensándose si decirle que de ninguna forma aquel espantajo era ella, pero vio el brillo esperanzado en los ojos de Tiffany y se obligó a sonreírle.

 

- Si…es muy bonito- mintió.

 

- Si quieres lo puedes colgar en tu habitación- sugirió la pequeña castaña extremadamente contenta de que le hubiese gustado a su mejor amiga Taeyeon. Si, ya, estate esperando.

 

- Toma…este es el que he hecho yo- le ofreció su hoja medio en blanco. Tiffany la cogió sonriendo de oreja a oreja. Unas cuantas rayas negras. Frunció el ceño al verlo.

 

- ¿Qué es?- tuvo que preguntar.

 

- Eh…rayas - señaló Taeyeon sintiéndose algo incómoda Tiffany se había esforzado mucho más que ella estaba claro.

 

- Me gustan tus rayas Taeyeon- sonrió la castaña de nuevo- Las voy a colgar en mi habitación- anunció con orgullo.

 

Wow…que niña más rara pero Taeyeon sospechó desde aquel momento que aunque Tiffany dejara de llevar aquellas galletas tan deliciosas para compartir con ella durante los recreos no le importaría seguir siendo su mejor amiga.

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Comments

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Dianasnsd
#1
Chapter 22: Hace tiempo que buscaba la historia y no la encontraba, ya estaba pensando en adaptarla pero me alegro que lo hayas hecho tú, me encanta esta historia, gracias por adaptarla 🥰
jenrsun
#2
Chapter 1: Es una de mis favoritas historias..
gaby_tomala
#3
Chapter 1: <3 me encanta!!