Capítulo 7.- El comienzo de algo nuevo

Tú eres el cielo que jamás podré tocar

Aquel sutil beso la tomó desprevenida, la dejó en blanco cuando aquellos suaves labios tocaron los suyos. No correspondía en un principio, estaba dudosa de lo que estaba pasando realmente. Pero poco a poco se dejó envolver por la situación.

Se separaron y se observaron fijamente. El miedo centelleo en los ojos de Taeyeon—. Tiffany... —susurró, tocando sus labios con los dedos.

Se sentía diferente, algo extraño, pero diferente, era una sensación agradable que no había sentido con Ji Eun y eso le aterraba. Estaba sorprendida de su propio descubrimiento, su corazón latía desbocado y había una sensación dulce en su boca.

—Lo siento —musitó—. Yo... no estoy lista para una relación —se sinceró, aun cuando en su interior moría de ganas por probar esos labios rosas que había besado hace un momento. Todo parecía un sueño, pero era un sueño agradable.

—Lo sé —la escucho decir, alzo la mirada, para encontrarse con aquellos ojos chocolate. Una sonrisa se formó en los labios carnosos de Tiffany y trago al darse cuenta de que realmente era hermosa—. Solo quería que supieras que me gustas —se encogió de hombros. Taeyeon seguía prendada en su mirada, algo se movía en su interior y no sabía exactamente que era.

'¿Me estaré enamorando de ella?'

Era la pregunta que rondaba por su cabeza y no podía alejar la sensación de sus labios con los suyos, y aquella magnifica sonrisa que la estremecía. Tiffany también la observaba, pero ella sabía perfectamente que se había enamorado de la mayor.

—Primero sanaremos aquí... —le señaló el lado izquierdo de su pecho, justo donde su corazón golpea con fuerza dentro de sus costillas—. Para poder continuar —le aseguró. Taeyeon sonrió, sin siquiera saber porque lo hacía.

Se quedaron mirándose la una a la otra fijamente, perdiéndose en el tiempo-espacio, simplemente encerrándose en su pequeña burbuja. El receso ya había terminado y ellas seguían ahí, no queriendo que el momento se fuera cuando retomaran las clases.

Pero era momento de bajar de las nubes y atender los deberes diarios.

Uno de los alumnos, buscaba frenéticamente a Tiffany, era momento del entrenamiento de natación. La busco por todos lados, en los grupos y los pasillos, preguntó por ella, pero nadie le daba razón alguna de ella, hasta que alguien le mencionó que la había visto subir a la azotea, por lo que corrió escaleras arriba hasta toparse con las puertas de metal que llevaban al techo.

Con un estruendo las abrió, encontrándose con las dos compañeras observando el cielo de lo más relajadas posible. Carraspeo, pero ninguna se inmuto de su presencia.

—Chicas —alzó la voz y ambas al instante giraron su rostro para encontrarse con el muchacho.

—Oh. Hola, Minho —saludó Tiffany con una sonrisa–. ¿Sucede algo? —Cuestionó con inocencia.

Minho era un muchacho muy bien proporcionado, su cuerpo era digno de un atleta y la natación le estaba dando un cuerpo de envidia, moreno, alto, de cabello castaño y ojos cafés. Así es como es él.

—¿Olvidas el entrenamiento? —Alzó una ceja en su dirección mientras se cruzaba de brazos al lanzar esa pregunta. Tiffany se quedó callada, ciertamente lo había olvidado—. Ves. Es por eso que te anduve buscando, sabes que al profesor Williams, no le gustan los retrasos —le recordó.

—Es verdad —dijo Tiffany—. Lo había olvidado por completo —mencionó.

—Es evidente que lo has hecho, pero ve el lado bueno, tienes un buen colega —le guiño el ojo—. Anda, que nos pondrá castigo si llegamos tarde —dijo presuroso.

Taeyeon se había mantenido en silencio, observando sigilosamente a Minho, en la manera que miraba a Tiffany y en la sutil manera de coquetearle, no sabía porque sentía molestia, pero la sentía.

—Vamos —le tendió la mano a Tiffany para ayudarle a ponerse en pie, pero justo cuando Tiffany iba a reaccionar, Taeyeon le había tomado la otra mano, se sobresaltó un poco con el contacto, pero se sintió feliz de él. Se giró para verle a los ojos y estos estaban encendidos, mordió su labio inferior ante el panorama y sonrió sutilmente al saber que podrían ser inicios de celos.

—Uhm... porque no te vas adelantando Minho —pidió Tiffany con una sonrisa amigable—. Terminare de hablar con mi amiga y voy enseguida —le aseguró. El chico algo inseguro, recogió su mano, dejándola a su costado.

—¿Segura? —Interrogó. Su compañera asintió—. Igual te esperare a la entrada del edificio —le informó. Taeyeon resoplo sutilmente y puso los ojos en blanco.

—Está bien —respondió Tiffany. Espero hasta que su compañero ingresara al edificio para poner su atención en Taeyeon—. ¿No te gustaría acompañarme? —Le sonrió.

—No creo que sea conveniente —un dejó de decepción apareció en el rostro de Tiffany—. Además, debo hacer trabajos de recuperación —resopló fastidiada—. Ya sabes, por las calificaciones —se encogió de hombros.

—Entonces... —titubeó Tiffany—. ¿Nos vemos a la salida? —Se escuchaba entusiasmada con la idea.

—Uhm... —Taeyeon se quedó pensativa, con el ceño fruncido—. No sé cuánto tarde con los trabajos —se sinceró—. Pero por si las dudas, puedes ir a buscarme a la sala de profesores —le comunicó.

—De acuerdo —corroboró Tiffany, poniéndose de pie al tiempo que Taeyeon lo hacía también—. Si no llego a tu búsqueda es por el entrenamiento o el posible castigo que me pongan —de tan solo pensarlo se estremeció, se abrazó a Taeyeon por la cintura, apoyando el perfil de su rostro en su hombro, inhalando su dulce aroma.

Taeyeon se quedó quieta, sin saber qué hacer, pero sus brazos reaccionaron por si solos, envolviendo por los hombros a Tiffany y prolongando un poco más el abrazo.

—Estoy en el grupo de natación, estamos practicando para un intercolegial y las practicas se extienden —le explicó, sabiendo a la perfección que Taeyeon no estaba al tanto de sus actividades. Alzó la cabeza, observándola a los ojos—. Me encontraras en las piscinas o en los vestidores —un tono sugerente salió de sus labios, dejando a Taeyeon con un ligero rubor. Una risita escapo de sus labios—. Será mejor irnos, que Minho debe estar desesperado —informó.

Taeyeon asintió y se alejó del abrazo, pero Tiffany entrelazo sus manos entre sí. Avanzaron a la puerta para ingresar al edificio, pero antes de siquiera abrirla, Tiffany se detuvo y detuvo a Taeyeon en el acto, la aludida sorprendida le observó interrogante y sin mediar palabra, le planto otro suave beso en los labios.

La sensación la dejaba en las nubes, se sentía en la gloria al sentir sus labios con los de ella. Se alejaron con una sonrisa cómplice e ingresaron al edificio.

Abajo, a las afueras del edificio, Minho miraba su reloj con insistencia, ya hacía varios minutos que le había dicho a Tiffany que tenían que estar en el entrenamiento, pero esta simplemente no llegaba, estaba a punto de ir por ella cuando la observo salir del edificio con Taeyeon.

Ambas seguían tomadas de las manos y justo cuando iban a despedirse, un grito llamó su atención.

—¡Tae! —Era un grito eufórico, que le puso la piel de gallina y que le atravesó un nudo en la garganta. Hacia tanto que no le escuchaba y el volverlo a hacer, hacía que mil emociones le inundaran. Se giró al instante en la dirección que la habían llamado, soltó la mano de Tiffany y salió corriendo en la dirección por donde venía corriendo aquel muchacho.

—¡Young! —Gritó ella de regreso. Se impactaron en el camino, envolviéndose en un apretado abrazo, que era bastante reconfortante, las lágrimas se aglomeraban en sus ojos y el sentimiento de culpa la inundo.

—Taeyeon —susurró contra su oído, apretándola más a él con temor de que se desvaneciera de entre sus brazos, la había echado de menos—. ¿Dónde demonios te metes? —La alejó de él, observándola de pies a cabeza, inspeccionando su aspecto y dejando que unas ligeras lágrimas resbalen por sus mejillas. La adoraba tanto, que no podía soportar el hecho de que estuviera alejada de él.

La abrazo nuevamente contra su cuerpo, casi partiéndola en dos, pero igual el abrazo seguía siendo bastante cálido.

—Estas tan cambiada —se lamentó, ella estaba mucho más delgada de lo habitual y bastante pálida—. ¿Por qué nunca nos contaste? —Le reprochó, alejándola nuevamente por los hombros y observándola fijamente a esos ojos grises que guardaban muchas secretos—. Sooyoung no dejaba de preguntarse qué había hecho mal para que la sacaras así de tu vida. Está destrozada —le comentó.

Taeyeon no pudo más y sollozo, todo eso también les afectaba a ellos y aun cuando los veía como sus hermanos, nunca tuvo la suficiente valentía para contarles la verdad.

—Lo siento —se desplomó en su pecho, derramando ligeras lágrimas de angustia—. No era mi intención —Wooyoung pasaba una de sus manos por su espalda, tratando de calmar el dolor en su amiga.

—Shh —la alejó de él y le sonrió cálidamente, con sus manos comenzó a secar las lágrimas de Taeyeon—. Tranquila —le dijo—. Todo está bien, nos tienes a nosotros y no te dejaremos —le aseguró. Su corazón se aceleró—. Nos contarás todo, confía en nosotros —le acomodó el flequillo y le sonrió—. Pero no ahora, será en un momento adecuado —le propuso—. ¡Dios! —Exclamó—. No sabes cuánto te extrañe, Taengoo —Taeyeon soltó una ligera risita que le infló el corazón.

—También te extrañe y mucho —beso la mejilla del muchacho y le sonrió jovial.

—Realmente lamento no haberme enterado de todo antes, me hubiese gustado estar a tu lado en esos momentos difíciles en los que más sola te sentías —había algo de culpa en su voz. Taeyeon apenas estaba digiriendo toda su situación, pero lo más seguro era que ellos se enteraron al respecto de la situación familiar en la que se encontraba y no acerca del romance que había mantenido.

Pero justo en ese momento se preguntaba cómo es que Wooyoung sabía eso, si sus padres mantenían todo bajo las sombras, inclusive las veces que estuvo recluida en el hospital por sus intentos de homicidio. Lo observó con una ceja alzada y estaba por preguntar cuándo.

—Taeyeon —su melodiosa voz, rompió su concentración y el contacto de su mano con la suya, la trajeron de regreso.

Hasta ese momento Tiffany había mantenido la distancia, observando detenidamente cada una de sus interacciones, sintiendo celos de aquel chico que le hablaba y la trataba de una manera cariñosa, eso le molestaba y estuvo por ir a hacer una estupidez, pero se contuvo al observar como Taeyeon lloraba en su pecho y él le consolaba.

Aun cuando sintiera celos, no podría alejar a todas las personas que amenazaran con conquistarla.

—Debo irme ya —le comunicó haciendo contacto visual con ella—. Nos vemos a la salida —le dio un beso en la mejilla con suavidad y le sonrió radiante al alejarse de ella, le dio un ligero apretón en la mano y le soltó con lentitud. Emprendió camino en dirección a Minho y este le esperaba con los brazos cruzados, realmente estaban muy retrasados.

Se quedó ahí, observando su figura en la lejanía, fijando sus ojos después en aquel muchacho que le decía algunas cosas y riendo sutilmente, cuando Tiffany paso por su lado y se giró sutilmente para volver a sonreírle. No fue hasta que la perdió de su vista que observo nuevamente a su amigo.

El también observaba a sus compañeros y dudoso pregunto—: ¿Ese no era Minho? —Su frente estaba arrugada por la confusión.

—Sí, lo era —corroboró la bajita.

Sorprendido le observó—. Qué extraño —dijo—. No se tomó la molestia de joderte —realmente estaba sorprendido por ese cambio y extrañado de que no le dijera algo hiriente a su amiga.

Taeyeon se encogió de hombros, sonriéndole sutilmente—. Supongo encontró a alguien más para molestar en mi ausencia —soltó—. En fin. Debo ir a la sala de profesores ya —le dijo impaciente.

—¿Te han reprendido? —Alzó las cejas.

—No. —Le tranquilizó Taeyeon—. Son mis calificaciones, me están dando una oportunidad para salvar el semestre —soltó el aire contenido y dejó caer los hombros con pesadez—. Me pondrán prácticas y dejarán trabajos, y después me practicaran unos exámenes —se sentía agobiada con todo aquello, jamás cruzo por su cabeza que estaría en esa posición.

—Realmente están siendo muy condescendientes contigo —le palmeó el hombro amistosamente y le sonrió cuando la bajita asintió.

—Lo sé —concordó—. Así es que, es mejor irme ya —le sonrió—. Los llamaré. —Le aseguró. Se acercó a él y beso su mejilla a modo de despedida, y emprendió camino en dirección opuesta a la que su amigo se dirigía.

Wooyoung se mantuvo ahí parado en el mismo lugar, observando la espalda delgada de su amiga. Suspiro con pesadez y agachando la cabeza, se giró para seguir su propio camino.

Taeyeon seguía concentrada en el trabajo que uno de sus profesores le había impuesto, mordía la goma del lápiz de vez en cuando buscando las soluciones al problema de química que la Srta. Fischer le había puesto, era algo laborioso, pero lo comprendía después de la explicación que su profesora le había dado.

Realmente agradecía que los profesores le dieran esa oportunidad y sobre todo, que se tomaran el tiempo para explicarle los trabajos que debía elaborar. Aun cuando todo aquello era agotador, era mejor perderse en problemas estudiantiles, que en los problemas diarios de su vida. Con un suspiro miro el techo, justo hacia el abanico que estaba al centro de la sala y giraba lentamente sobre su cabeza.

Regreso su atención a su cuaderno, donde letras estaban escritas y algunos números también, información que su maestra le había proporcionado. Termino lo que le hacía falta y se lo entrego a su profesora, la cual seguía sentada en el sillón frente a ella, con la pierna cruzada y con un libro en manos, el cual leía concentradamente a la espera de que su estudiante terminara. Taeyeon la interrumpió, susurró un "he terminado" y le tendió su libreta.

La maestra la observó y tomó el cuaderno, observó la hora en el reloj colgado en la sala y acomodó sus gafas para poder comprobar el resultado del trabajo. Una sonrisa asalto los labios de la mayor, era una sonrisa orgullosa, ella sabía que su alumna tenía mucho potencial y ese era uno de los motivos por los cuales accedió -al igual que otros profesores- a darle una oportunidad para salvar su trasero del semestre perdido.

—Bien hecho —la felicitó—. Te dejaré unos trabajos para que los lleves a casa, te los revisare el lunes —le aseguró, concentrada mientras escribía la tarea dejada a su alumna—. Aquí tienes —le tendió de vuelta la libreta.

Taeyeon la tomó y la observó unos segundos para después ver a su profesora ponerse en pie, y tomar su bolso.

—Nos vemos el lunes Srta. Kim —le sonrió con afecto y caminó a la puerta. Dejando completamente sola a Taeyeon.

Esta suspiró y observó su libreta una vez más. Era demasiada tarea, juntando la demás, pero si tenía que hacer eso para salvar su trasero, lo haría. Se puso de pie, tomando sus cosas y guardando las que había utilizado, se colgó la mochila al hombro desganadamente y se enderezo para caminar a la entrada.

Se detuvo al escuchar una ligera melodía proveniente de su mochila, con desespero abrió el bolso delantero y saco su teléfono celular, fijándose en la pantalla táctil el número desconocido y con el ceño fruncido deslizó su dedo para descolgar y atender.

—¿Hola? —su voz titubeante se deslizó por su garganta.

—"¿Taeyeon?" —Aquella voz la dejó pasmada y con la respiración entrecortada—. "¿Eres tú?" —Se sentía sofocada y trataba de respirar con normalidad, pero simplemente no le iba. Pasó una de sus manos por su frente y mordió su labio, ahogando el ardor en su interior.

—H-Hyoyeon... —aquello, más que una pregunta, fue una afirmativa. Parecía estar entrando en pánico, porque esa era la primera llamada que recibía de su hermana mayor después de que ella había intentado de mil maneras comunicarse con la mayor.

"Que bueno que he dado con el número correcto y que no lo has cambiado" —el alivio era notorio en su voz y lo confirmó con el suspiro que le siguió a su respuesta. Taeyeon temblaba de los nervios y se sentía extraña.

La línea se quedó en completo silencio, uno muy incómodo y Taeyeon no sabía exactamente para que la había llamado. Pero una parte de ella estaba que saltaba de la felicidad por escuchar nuevamente la voz de su única hermana, pero la otra, seguía herida por el abandono.

"¿Sigues ahí?" —Cuestionó.

—S-sí —tartamudeó.

"Escucha" —su hermana soltó un suspiro—. "No fue mi intensión dejar de llamarte o no responder tus llamadas" —se defendió sin siquiera ser reprochada por aquello—. "Mi trabajo me consumía, había tanto que hacer y en todo el ajetreo perdí mi antiguo celular" —le aseguró. Pero los ojos de Taeyeon se humedecieron.

Se llevó una mano a los labios, para contener el sollozo que se le quería escapar, en ese momento se sentía muy frágil y como si le llamaran, Tiffany ingreso por la puerta de madera con una sonrisa amplia, la cual decayó al ver sus ojos perturbados.

Sin pensarlo se acercó a ella y la abrazo, Taeyeon no se opuso y se aferró a ella.

—N-no... quiero hablar —dijo ella, ya no soportaría más y se echaría a llorar en cualquier instante por todos esos sentimientos encontrados.

"Taeyeon, por favor" —imploró su hermana—. "Solo quiero verte, quiero conversar contigo... quiero disculparme" —la culpa pincelaba su voz.

—¡N-no! —Gritó. No quería hacerlo, pero ese grito salió desde su pecho, como si la estuvieran desgarrando.

Tiffany se sorprendió y no comprendía porque estaba en ese estado, le atravesó por la cabeza que tal vez estaba hablando con la persona que le rompió el corazón y eso la envolvía en rabia.

"Por favor, dame esa oportunidad" —suplicó con la voz rota—. "No seas dura conmigo".

Taeyeon se quedó en silencio, dejando que sutiles lágrimas se deslizaran por sus mejillas. Tragó saliva y respiró profundamente, alzando la vista al frente y con la barbilla temblándole respondió.

—D-de... acuerdo.

—"Nos vemos en tu heladería favorita a las seis en punto" —no desaprovecharía la oportunidad—. "Es una cita" —le espetó.

Asintió con la cabeza a la nada y musitó—: Es una cita —corroborando las palabras de su hermana. Sentía un vacío dentro de ella, pero necesitaba aclarar sus pensamientos y aun cuando sentía dolor, quería verla, la necesitaba de regreso.

—"Nos vemos más tarde" —se despidió.

—Hasta luego —respondió Taeyeon en cambio y alejo el celular de su oído.

Ella seguía quieta, reproduciendo en su mente la voz de su hermana, tenía matices tristes y suplicantes. Sus ojos seguían fijos en la nada, sin siquiera parpadear y la mirada opacada.

'¿Cómo se sentiría volver a verla?'

Se preguntó, en un intento de traer a su mente la imagen de su hermana mayor, pero solo la recordaba yéndose de casa.

—¿Taeyeon? —Interrumpió Tiffany, sacándola de sus recuerdos. Le miró sin emoción alguna en el rostro—. ¿Estás bien? —Su voz era preocupada, al igual que sus brillantes ojos. Una sonrisa tierna tiró de sus labios y acarició la mejilla de Tiffany.

—Ahora lo estoy —musitó.

—¿Segura? —Cuestionó dudosa, pero Taeyeon no dejaba que la sonrisa que se había formado en sus labios decayera y con esa estampa asintió cual niña a su madre.

—Solo me perdí en mis recuerdos unos momentos —reconoció. Tiffany le seguía observando cuidadosamente, buscando en sus ojos la respuesta que le ocultaba y no quería darle—. Son recuerdos que mi hermana ha resucitado —reveló.

Tiffany se sorprendió ante la respuesta—. Taeyeon —susurró, pasándole una de sus manos por las mejillas.

—Tranquila —le sostuvo la mano con la suya y le sonrió—. Todo está bien —dijo segura, tratando de convencerse a sí misma que no se derrumbaría frente a su hermana—. Ahora vámonos, que es tarde ya —le ánimo, tomando su mochila para llevarla ella.

La acompaño hasta su departamento, dejándola en la entrada del edificio y despidiéndose de ella con un beso en la mejilla, emprendiendo camino con la vista fija en el piso y divagando en todos sus pensamientos.

Llego a su casa, completamente sola, camino el tramo que le hacía falta por llegar a su habitación y se desplomo en su cama una vez estuvo en ella, miró al vacío y se puso en pie para tomar una ducha que le relajaría por completo. Había sido una mañana estresante por la escuela, pero sin duda, la llamada de su hermana la había desconcertado mucho, la había sacudido y la había estremecido.

Se vistió con ropa casual, unos jeans desgastados y una blusa con estampados por delante, calzo sus Vans y tomo algo de dinero, recogió su celular y salió de su casa con un único destino.

La heladería "Jean Carlo", una heladería Italiana que tanto le gustaba frecuentar.

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Comments

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ashleyurdiales24 #1
Chapter 12: no recordaba lo preciosa que es esta historia, ame como fue el final y simplemente toda la historia, supo desenvolver muy bien mis pensamientos y sentimientos conforme iba leyendo, muy corta pero dejando mucho en su paso ,gracias por comparyir tan bella historia ✨
Skyth06
#2
Chapter 12: Belleza de historia ❤️
popilin1643
#3
Chapter 12: Yo creo que reaccionaría igual a Taeyeon XD
Aleja_byun96 #4
Chapter 12: Espera ¿Qué? ¿Ya acabó? omg... oh bueno muchas gracias por compartirnos esta bella historia <3
Skyth06
#5
Chapter 11: Waaa muchisimas gracias fue un gran cap!!!
Skyth06
#6
Chapter 10: xD el papá directo xD
Skyth06
#7
Chapter 9: Hyo <3
dani_ela
#8
Chapter 3: Suena genial, esta noche me la leo toda <3
roguecr #9
Chapter 8: cada capitulo se pone mas interesante xd esta muy bueno y ojala pronto se de una oportunidad con Fanny
Skyth06
#10
Chapter 8: Quedó muy bueno