Prefacio
Tú eres el cielo que jamás podré tocar
Mis muñecas sangraban, lentamente iba perdiendo la noción del tiempo y espacio. Sentía que mi alma salía por aquellas cortadas, y poco a poco, fue desapareciendo. Iba a morir, jámas había estado tan feliz antes, sabía que ya no iba a llorar más, ya no iba a sufrir, ya no iba a sentir, dormiría, dormiría para siempre...
—Frases suicidas
Comments