Capítulo 4.- Mi ayuda

Tú eres el cielo que jamás podré tocar

Fue el inicio de una amistad, una amistad que iba creciendo con el paso de los días. A pesar de haber faltado una semana completa por solucionar unos asuntos, todo iba para mejor con Taeyeon.

Taeyeon resulto ser la compañera ausente en la clase de literatura en su primer día de clases y fue inevitable no sonreírse entre sí al saber que compartirían clase. Poco a poco se le iba revelando el pasado de Taeyeon a Tiffany y el hablar sobre sus problemas con alguien era un gran paso que estaba dando.

Debido a sus múltiples faltas, las calificaciones de Taeyeon estaban por los suelos y muchos de sus maestros no comprendían como una alumna ejemplar pudo descuidar demasiado sus estudios, era la preferida de sus profesores, la número uno de la clase, pero nadie supo realmente lo que la hizo cambiar tan drásticamente de estado de ánimo. Su personalidad divertida y alegre, ya no se veía en ella al caminar por los pasillos, en cambio, un aura depresiva y negativa la rondaban por completo.

Ya no era más la alumna energética que corría por los pasillos con su mejor amiga Sooyoung. Nadie lo entendía. Su pérdida de peso no paso desapercibida por los chismosos de primera y pronto se extendió un rumor de que andaba en drogas o era anoréxica, lamentablemente, ningún rumor era cierto.

El consejo de maestros al escuchar tales rumores, intentaron conectar con los padres de la alumna en cuestión, pero nunca obtuvieron alguna respuesta positiva de su parte, para los señores Kim, otras cosas eran más importantes que su propia hija. Y de esa manera, es como el calvario de Kim Taeyeon comenzó, sintiéndose sola y desamparada.

···

«Cuatro meses atrás»

Una amistad había surgido entre Taeyeon y Ji Eun, la alumna que se encontró hace algunos meses atrás tratando de abrir su casillero. No supo cómo o cuando es que ambas comenzaron a reunirse con más frecuencia, a verse después de clases y a conocerse cada vez más.

Todo aquello era fascinante para ambas, era divertido y algo nuevo. Sentimientos que nunca antes habían experimentado crecían en su interior y las exponía a peligros inimaginables a lo que ambas temían, una vez aceptaban lo que sentían, no había retorno, pues era la perdición de todos.

Se querían, de eso no había duda, pero ese sentimiento comenzó a ser más fuerte cuando las mariposas comenzaron a volar con tan solo escuchar la voz de la otra en la lejanía, cuando no dejaban de pensarse una a la otra o cuando comenzaron a verse con diferentes ojos. Todo había cambiado de un momento a otro y todo aquello les aterraba, inconscientemente ambas se alejaron por un tiempo, pero era terrible estar alejadas, la desesperación las acorralaba y no podían estar separadas.

Ambas volvían a aquel lugar secreto, aquel lugar testigo de todos los sentimientos que crecían en ellas, testigo del florecimiento de una bella flor, llamada, amor.

Una de sus tantas salidas, era la que determinaría por completo todo, la que resolvería al fin el enigma que ambas llevaban plasmado en la frente, donde al fin podrían decir abiertamente lo que sentían.

Un beso puro y casto las envolvió por completo, ninguna supo cómo es que terminaron chocando sus labios entre sí por unos segundos, para después alejarse totalmente apenadas por lo que sucedió. Pero lo que si sabían era que no había retorno y habían abierto una puerta que les ofrecía un panorama terrorífico en el que si no arriesgaban, no ganarían nada.

Nadie comentó sobre ese beso, hicieron como si no hubiera pasado, aunque en ellas perseveraba la esperanza de que todo era una confusión, la esperanza de que no se habían enamorado de una mujer, pero aun cuando lo pensaran con mucha fuerza, era inevitable quitar o borrar el amor que crecía en ellas. Y fue así como la duda creció en su interior, sobre si sentiría lo mismo la una por la otra.

La semana transcurrió tranquila, al menos eso querían aparentar, ninguna había vuelto a tocar el tema de aquel beso mágico, pero era imposible no recrear una y otra vez la sensación de los labios ajenos.

Taeyeon se armó de valor, no se quedaría con esa sensación de insatisfacción y estaba completamente segura que estaba haciendo lo correcto, aún cuando para la sociedad era abominable.

—Eun.

—Tae.

Ambas hablaron a la vez, provocando una sutil risa entre ambas, estaban nerviosas, eso era absolutamente notorio y aun cuando estaban a solas en su lugar secreto. Temían ser descubiertas.

—Comienza tú —ofreció Taeyeon, sonriéndole cálidamente.

—No sé cómo empezar —titubeó Ji Eun—. Es sumamente vergonzoso —sus mejillas estaban sonrojadas y se sentía completamente torpe.

—Solo dilo —animó Taeyeon—. Por eso somos amigas —aquellas palabras le supieron amargas y no se dio cuenta del dejé de ánimo que ocasionó en su acompañante.

—Y-yo... —su mirada se clavó en el césped bajo sus pies—. M-me he enamorado. —Soltó, dejando delirando a Taeyeon, dejándola con una herida enorme en el corazón y sonrió tristemente—. Me enamore de alguien distinto... —empezó—. Es una persona cálida, alegre, energética, inteligente, graciosa y cariñosa —sonrió tiernamente al terminar de decir eso y alzó la mirada—, pero... tengo miedo... —la angustia trasminaba sus ojos y Taeyeon frunció el ceño—. Tengo miedo de no ser correspondida —concluyó.

Taeyeon no sabía cómo reaccionar, no se esperaba que la persona de la que se había enamorado, le confesara que estaba enamorada de alguien más, eso partía en mil su corazón, pero aun así sonrió cálidamente a su amiga y preguntó.

—¿Quién es el afortunado? —a pesar del golpe que iba a recibir su corazón, ella se prometió sonreírle hasta el final y darle ánimo con esa persona, lo que le importaba era que ella fuera feliz.

—Esa persona... —comenzó y Taeyeon tuvo que cerrar los ojos unos instante para tomar fuerza de lo más profundo de su interior—. E-eres t-tú —tartamudeó y su voz se fue apagando al terminar la frase. Sus ojos seguían fijos en la persona frente a ella, observando cada una de sus reacciones.

Taeyeon estaba sumamente sorprendida, había tenido un mini infarto en ese momento, pero estaba llena de felicidad al saber que ella era la persona que Ji Eun mencionaba.

—También estoy enamorada —habló luego de minutos de silencio, en el que estuvo sopesando la realidad—. De ti. —Confesó, ganando una amplia sonrisa de Ji Eun. No supo cómo, pero ambas ya estaban envueltas en un cálido beso—. ¿Quieres ser mi novia? —Cuestionó cuando se separaron, dejando sus frentes unidas, manteniendo el contacto.

Aun con los ojos cerrados, Ji Eun, la volvió a besar y ese beso, era la respuesta que ella estaba dando a Taeyeon, el cual era un definitivo sí.

El romance secreto, crecía cada vez más, ambas realmente se querían y aun en contra de la religión, y la sociedad, quisieron continuar con lo "prohibido". El mes se fue rápidamente y la relación se reforzaba cada vez más, cada día el amor florecía de ellas y no había escapatoria de él, pero no todo es miel en una relación, los problemas las envolvieron.

Chicas atractivas, conocidas en el Instituto y con un buen renombre, era inevitable que los chicos no se fijaran en ellas como posibles conquistas y esa fue la primera causa del primer descalabro. Los celos cada vez eran incontenibles al verse envueltas en situaciones donde los muchachos no controlaban sus hormonas.

Y así paso otro mes, en el cual ellas aprendieron a solucionar todos los obstáculos que se les atravesaba en el camino y dejar que su relación continuará establemente.

Siempre alerta, temerosas a ser descubiertas. Esto era la historia de sus vidas, su amor prohibido no era bien visto y no podían exponerse como una pareja real, sabían que serían separadas al instante y aquel amor seria destruido en un chasquido de dedos.

—Taeyeon —habló Ji Eun, ambas estaban en su lugar secreto, el único lugar donde podían ser ellas mismas, donde podían tomarse de la mano sin temor, donde podían verse sin pudor y besarse sin remordimiento de ser vistas.

—¿Sí? —Respondió con tranquilidad la nombrada, su cabeza estaba apoyada en una de sus manos y sus ojos se mantenían cerrados.

—¿Crees que es momento de hablar sobre lo nuestro? —cuestionó y al instante su novia abrió los ojos de par en par. Eso sí aterraba, no estaba preparada para ello.

—No creo que lo sea —respondió temerosa—. No estoy preparada para enfrentar todo lo que se nos avecine —se sinceró.

Ji Eun se quedó en silencio por unos segundos y respondió—: De acuerdo, pero recuerda que algún día debemos hacerlo —susurró.

—Sabes que te quiero, ¿Verdad? —Ji Eun se acercó hasta ella y la miró de frente.

—Lo sé —susurró cerca de sus labios y sonrió antes de plantar sus labios en los ajenos.

 

«Actualidad»

Taeyeon fue llamada a la dirección después de terminado el primer periodo, era fundamental entablar conversación con una de las mejores alumnas para tratar el tema de sus calificaciones. Sin protesta alguna, camino por el pasillo, siendo observada por varios alumnos y escuchando los murmullos que se estaban creando a su paso. Suspiró con pesadez y se perdió entre los pasillos.

En cambio Tiffany se quedó en los casilleros, buscando en el suyo el libro de la siguiente clase, aún cuando estuviese preocupada por Taeyeon, sabía que no sería nada grave y todo le sería contado, apenas Taeyeon regresará de la dirección.

En los últimos días habían tenido un gran avance y eso le alegraba enormemente, la comida estaba siendo bien recibida y ella misma se encargaba de preparársela para asegurarse de que Taeyeon se la comería completamente, se enteró de la situación en la que se encuentra su familia, pero aún hay historia que se le oculta y esta curiosa por saber.

—Hola, Tiffany —aquella suave voz, la saco de sus pensamientos profundos y con un parpadeo, enfoco a la persona detrás de ella. Sonrió ampliamente al ver a la única chica que conocía, por primera vez desde que ingreso.

—Hola, Ji Eun —la nombrada le sonrió dulcemente.

—¿Cómo va todo? ¿Te están tratando bien? —Cuestionó alzando una ceja.

—Por supuesto, todos son muy atentos aquí —respondió, reprimiendo el comentario que quería hacer acerca de la superficialidad que hay en todos. Se mordió la lengua para no decir nada más.

—Me alegra escuchar que todo va bien —le volvió a sonreír, pero esta fue una sonrisa triste.

¡¿Cómo demonios se conocen?!

Es la pregunta que vaga por sus cabezas, ¿No?... pues les contaré.

·Flash Back·

Era un día absolutamente caluroso, un día perfecto para nadar en las costas de California, por lo que Tiffany y su novia habían hecho planes ese día para pasarla a la orilla del mar, y poder disfrutar plenamente de ese perfecto día.

Su novia había llegado ya con el nuevo regalo que su padre le había hecho por su cumpleaños número dieciocho, un hermoso BMW descapotable color rojo, recién sacado a la carretera. Con una hermosa sonrisa estampada en el rostro le saludo a su encuentro y con un cálido beso le dio la bienvenida.

—¿Lista para irnos? —Cuestionó con una enorme sonrisa la rubia que tenía por novia, estaba guapa con ese vestido holgado que dejaba traslucir el bikini que traía debajo, unas gafas de sol cubrían sus hermosos ojos miel y una sonrisa radiante que no abandonaba su rostro.

Si había algo que decir al respecto, era que aquella rubia tenía un cuerpo de infierno. Era la envidia de muchos, eso estaba bastante claro.

Sonrió animosamente y le tendió la bolsa que traía en las manos—. Bastante lista —respondió divertida.

En cuanto la bolsa fue puesta en el asiento trasero, Tiffany no pudo contenerse más y la beso con pasión, hacía días que no la había visto y la había extrañado como no tenía una idea, fue correspondida en el acto con efusividad y todo parecía envolverlas en su propia burbuja, o al menos eso creían ellas.

—Cof, cof... —una fingida tos las hizo alejarse con una sonrisa tonta estampada en sus labios. Se rieron tontamente y observaron al intruso—. Deberían dejar de dar un espectáculo en medio de la calle —ambas alzaron una ceja y se cruzaron de brazos ante aquel comentario—. Provocan nauseas —fingió arcadas y las dos soltaron una carcajada.

—Lo que pasa mi querido primo... —comenzó Tiffany, dando ligeros pasos hasta posicionarse a su lado y pasar uno de sus brazos por los hombros de su primo—. Es que aún no te llega el amor —le pico la mejilla en son de burla—, pero supongo que pronto estarás igual o peor que nosotras —le guiño un ojo y se alejó de él con una de sus más encantadoras sonrisas.

Estaba bastante claro que ella sabía mucho y él al recordar lo que pasaría esa tarde se ruborizo completamente.

—¡Oye! —Protestó—. S-solo... —tragó saliva y trató de despejar los nervios—, Solo es un arreglo matrimonial, sin sentimientos de por medio —alegó. Tiffany lo observó y se encogió de hombros.

Es verdad, solo era un arreglo matrimonial en el cual sus padres lo habían enredado sin siquiera tomarlo en cuenta, era una lástima que sus tíos tomaran las decisiones que a él le correspondían con respecto a su felicidad, realmente lamentaba que su vida fuera de esa manera. Pero había un trasfondo en todo aquello, cabía la mínima posibilidad de que ambos se enamoraran o al menos hicieran con su matrimonio algo que se podría llevar a la ligera, sin problemas.

—¿Y si terminas enamorándote de ella? —Comentó algo divertida la novia de Tiffany, estaba claro que ella también sabia al respecto, pero no le gustaba inmiscuirse en asuntos familiares que no le correspondían, se llevaba muy bien con el primo de Tiffany y es por ese motivo que podía bromear de aquella manera.

—Eso realmente podría pasar, Hyun Woo —concordó Tiffany, con aires pensantes mientras una de sus manos estaba bajo su barbilla y lo observaba soñadoramente—. Digo... —retomó—. Si es de esa manera, deberías de verle el lado positivo —ambos la miraron en silencio—. Que ya no tendrías que sentirte tan mal por ese matrimonio que en un principio no quieres —se encogió de hombros quitándole importancia al asunto y dejando a su primo con aquello en mente.

Hyun Woo, primo de Tiffany, estaba ahí para conocer a su prometida. Pidió unos días en el internado donde sus padres lo tenían recluido, por la buena educación que daban en ese lugar y los buenos valores que él debía tener.

—No digas tonterías —le dijo a su prima. Pero había algo que realmente su prima había abierto en él y eso era la duda de si eso pasara, ¿Estaría bien?

La rubia le dio una miradita a su novia y sonrió de medio lado, tomándole la mano para llamar su atención y luego observo a Hyun Woo.

—Bueno, nosotras emprendemos camino para poder disfrutar de la tarde —le comunicó, mientras caminaba a la puerta del copiloto para abrirle la puerta a su novia—. Nos vemos después Hyun —alzó la mano para despedirse y se dirigió a la puerta del conductor para ingresar también.

—¡Diviértanse! —Gritó el muchacho cuando el motor se encendió y se quedó ahí parado, observando como aquel coche rojo se perdía de su vista.

La tarde fue maravillosa, Tiffany había reído mucho y había estado disfrutando de los juegos que hacía con su novia dentro y fuera del agua, eso era lo que más le encantaba de estar con ella, que no importara el lugar, el momento o la ocasión, a su lado todo era divertido y la hacía completamente feliz.

Podían disfrutar de su amor, sin miedo a ser juzgadas como en otras partes suele pasar, simplemente en ese lugar eran ellas mismas y nadie más. Decidieron volver cuando la puesta de sol comenzaba, habían estado observándola un buen rato, pero ya se estaba haciendo bastante tarde y no querían llegar de noche a sus casas.

Se estaciono enfrente de la casa de Tiffany, bajándose también para despedirse de ella y verla ingresar a su casa. La abrazo por la cintura, atrayéndola a su cuerpo y besándole sutilmente, le sonrió al alejarse de ella y acomodo un mechón de su cabello detrás de la oreja.

—Sabes... —susurró y Tiffany no pudo apartar la mirada de aquel mar miel—. Me llenas de alegría todos los días —beso su mejilla con afecto.

—Tú también lo haces —respondió Tiffany ante la declaración inesperada de su novia, realmente le quería y sabía que ella también la quería—. Será mejor que ingrese —le informó, besándole los labios una vez más y apartándose de ella con una amplia sonrisa—. Nos vemos —le lanzó un beso cuando la observo subirse al coche y sin más abrió la puerta de su casa.

Tiffany realmente se sentía completa ese día y aquella sonrisa radiante no se borraba de su rostro, gritó un fuerte "estoy en casa" y miró las escaleras para poder subir hasta su habitación, y tomar una buena ducha para quitar la arena que había quedado en su cuerpo.

—Oh, cariño —la suave voz de su madre la interceptó—. Qué bueno que estés en casa —le besó la mejilla y le tomó de las manos—. ¿Se divirtieron? —El brillo asomó en los ojos de Tiffany y aquella pregunta fue respondida al instante. Su madre le sonrió alegremente.

—Sabe que lo hicimos —el tono jovial y alegre con el que respondía, era suficiente para su madre.

—Me alegro de que lo hayan hecho —le mostró una sonrisa cálida—. ¿Y por qué no ha entrado? —Cuestionó. Tiffany le sonrió.

—Tenía que irse ya, su padre la necesitaba con unos asuntos y no ha podido pasar —le comunicó, con eso su madre asintió.

—Entonces será en otra ocasión —comentó—. Ahora, vamos que tienes que conocer a esta muchachita tan linda —dijo alegre.

Ambas caminaron el corto tramo y llegaron a la entrada hacia la sala, donde se podía escuchar la risa de su padre.

—Buenas noches —hablo ella para anunciar su llegada, todos en la sala la observaron.

—¡Prima! —Hyun Woo, saltó del sofá y se prendió de ella como un niño, Tiffany sorprendida por su acción, no hizo nada, simplemente se quedó quieta recibiendo el abrazo efusivo de su primo. Lo sentía temblar y entonces reacción, envolviendo sus brazos a su alrededor, masajeando delicadamente su espalda.

Se tomó el tiempo de observar a su padre que le mostraba una sonrisa pícara, a su madre que sonreía cálidamente y a aquella chica de rostro verdaderamente bello, que les observaba con extrañeza.

—¿Qué sucede contigo? ¿Tanto me extrañaste en estas horas? —Lo alejó de ella y lo encaró, alzando una ceja en su dirección. El rostro de su primo era suplicante y no entendía porque actuaba de esa manera. Frunció el ceño y observó a su padre.

—Ya que terminaron con esa muestra tan efusiva de afecto... —la imponente voz de su padre resonó—. Cariño, debo presentarte a esta encantadora muchachita —realmente se veía encantado con aquella chica, Tiffany alzó una ceja—. Hija, ella es Ji Eun, la prometida de tu primo —dijo señalando con la mirada a Hyun Woo.

Ahora todo tenía sentido y a pesar de ello, no comprendía porque Hyun Woo estaba tan nervioso, tanto que temblaba y sudaba. Le pareció extremadamente divertida la situación y por supuesto que se burlaría de él cuándo estuvieran a solos.

—Srta. Lee —habló su padre una vez más—. Ella es mi bella hija, Stephanie —sonrió enormemente y lleno de orgullo al presentar a su única hija.

—Un gusto —dijeron ambas a la vez y al coincidir con ello, ambas se sonrieron.

Tiffany hecho una mirada a su primo y luego a aquella mujer que seguía conversando amenamente con sus padres, era bastante evidente que ponía de los nervios a su primo y aquello le hacía gracia. Sonrió de una manera burlona a su primo y por su cabeza paso el pensamiento de la conversación de esa tarde, tal vez su novia tenía razón y el terminaría enamorado de aquella chica, y no lo culparía, ella realmente es muy bonita.

·Fin del Flash Back·

Taeyeon salió de la oficina del director completamente pálida, toda la conversación le había hecho recordar su deplorable situación, ella misma se sentía lástima. Se removieron en ella nuevamente aquellos sentimientos de soledad que había bloqueado gracias a Tiffany, pero todas aquellas preguntas hechas por el Sr. Simmons, el director de aquella institución, solo la alteraron.

El recordar que no contaba con su familia como todos lo hacían, le ponía demasiado sensible y el pensamiento de que a nadie le importaba atravesaba nuevamente su cabeza. Solo alguien seria su salvación y la necesitaba enormemente en aquel momento, porque sabía que solo ella podría apagar la hoguera que había vuelto a encender.

Avanzo por los pasillos con paso lento, había perdido la noción del tiempo, no sabía exactamente cuánto tiempo había estado dentro de aquella oficina, pero si sabía que se asfixiaba y solo quería salir de ahí para respirar correctamente.

Su mirada estaba perdida en la nada, divagando en lo negativo de su vida, trayendo de regreso su pasado y el dolor palpitante crecía en su pecho, parecía una bomba de tiempo que en cualquier momento iba a estallar. Sus ojos comenzaron a buscar frenéticos por los casillero, en busca de la única persona que podía confiar, de su ángel protector, solo ella podría darle calma.

Los estudiantes caminaban de un lado a otro, con libros en sus manos y mochilas colgadas a sus hombros, Taeyeon cada vez sentía que se ahogaba y cada paso le costaba más, en la lejanía la pudo encontrar y como una luz pudo encontrar algo de tranquilidad.

—T-Tiff —tartamudeo con debilidad al estar cerca de ella, solo quería estar a solas con ella y escucharla decir aquellas palabras que solo ella podía darle, quería la tranquilidad que solo ella le provocaba. Quería llorar como lo hacía antes de su llegada, antes de que la rescatara, quería desaparecer.

—TaeTae —dejó de conversar con la novia de su primo y observó a aquella muchachita, se preocupó al ver sus ojos completamente desorientados y turbados—. ¿Paso algo? —Dijo angustiada y se puso frente a ella, tomándole los hombros—. Habla —pidió, sacudiéndola un poco.

Hace unos momentos reía amenamente con Ji Eun, pero el susurró que llego a sus oídos le alertó que algo no andaba bien y lo confirmó cuando observó el rostro de su amiga.

Por su parte Ji Eun, se volvió espectadora de la situación, quedándose completamente en silencio al saber perfectamente quien era aquella "TaeTae" que había mencionado Tiffany. Se mordió el labio cuando sus ojos la recorrieron por completo, ya no la veía radiante como cuando eran novias, había tristeza en ella y eso le partía el alma.

—Taeyeon —musitó Ji Eun, pero ninguna de las dos la escucho. Parecía que ambas estaban en su propio mundo, dejando de lado a todos.

Taeyeon no soporto más y se abrazó a Tiffany, aferrándose a ella de una manera que nunca antes lo había hecho con nadie, ella parecía ser su corriente a tierra, su necesidad. Tiffany se sintió desorientada por aquel impulso, pero reacciono y le envolvió los brazos a su alrededor, brindándole el calor que necesitaba en esos momentos, podía sentir a Taeyeon inhalar profundamente, tratando de contener el llanto.

Ji Eun sintió su corazón destrozarse más de lo que ya estaba, sabía que ella había ocasionado el estado en el que Taeyeon se encontraba y se culpaba por haberla dañado, ella, su único amor. Sus ojos amenazaban con derramar lágrimas, pero parpadeo rápidamente para contenerlas.

—Q-quiero... hablar —Taeyeon habló entrecortadamente y Tiffany comprendió que debían irse de ahí.

—Por supuesto —respondió a cambio, alejándola de sus brazos y recordando que no estaban solas. Taeyeon agacho la cabeza, temerosa de que sus lágrimas salieran a la luz—. Disculpa, Ji Eun... —al instante su cabeza se elevó, encontrándose con aquellos ojos que alguna vez la hicieron delirar, pero ahora simplemente la llenaban de amargo dolor—. Tengo que irme. Hablamos luego —dijo Tiffany con una sonrisa de disculpa en el rostro y tomo la mano de Taeyeon.

Taeyeon seguía observando a Ji Eun y esta última la observaba también, miles de emociones se evocaron al instante, pero el sentimiento de amor ya no estaba más y el saber aquello destrozo a una de ellas, la causante de todo ese embrollo.

—Le diré a mi primo que nos encontramos —le informo Tiffany—. ¿Te gustaría darle algún mensaje? —La observó, pero se dio cuenta de aquel incomodo ambiente y de la mirada fija en Taeyeon.

—No es necesario, Tiffany —sonrió amargamente—. Hyun la mayor parte del tiempo se comunica conmigo —le informó sin apartar la mirada de Taeyeon, se había dado cuenta de las manos unidas y observó a Tiffany—. Salúdame a Jessica cuando hables con ella —le sonrió, eso era bajo, sí, pero no soportaba ver como el amor de su vida estaba con otra.

—Lo haré —respondió Tiffany—. Si alguna vez hablamos, decidimos terminar —aquella noticia le sentó mal a Ji Eun.

—Una lástima —habló—. Se veían muy lindas juntas —le dijo.

Taeyeon le apretó la mano a Tiffany, no soportando más la presencia de esa mujer, se quería ir de ahí ya mismo y borrar el rostro de ella de una vez por todas. La repudiaba.

—Gracias —respondió—. Era mejor así —se encogió hombros.

¿Por qué no se iba?

Era simple, le parecía ver cierto interés por Taeyeon y aquello le molestaba, no entendía porque, pero simplemente era así.

—Tiffany —Taeyeon le volvió a apretar la mano.

—Vamos TaeTae —sonrió al decir aquel apodo y ver el rostro de Ji Eun ofuscado—. Nos vemos prima —le guiño un ojo y comenzó a ser jalada por Taeyeon fuera de las instalaciones.

Ji Eun se quedó ahí, con la impotencia colmándola por completo. Estaba claro que ella había perdido y seguiría perdiendo, por más que amará a Taeyeon, su amor nunca sería posible.

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Comments

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ashleyurdiales24 #1
Chapter 12: no recordaba lo preciosa que es esta historia, ame como fue el final y simplemente toda la historia, supo desenvolver muy bien mis pensamientos y sentimientos conforme iba leyendo, muy corta pero dejando mucho en su paso ,gracias por comparyir tan bella historia ✨
Skyth06
#2
Chapter 12: Belleza de historia ❤️
popilin1643
#3
Chapter 12: Yo creo que reaccionaría igual a Taeyeon XD
Aleja_byun96 #4
Chapter 12: Espera ¿Qué? ¿Ya acabó? omg... oh bueno muchas gracias por compartirnos esta bella historia <3
Skyth06
#5
Chapter 11: Waaa muchisimas gracias fue un gran cap!!!
Skyth06
#6
Chapter 10: xD el papá directo xD
Skyth06
#7
Chapter 9: Hyo <3
dani_ela
#8
Chapter 3: Suena genial, esta noche me la leo toda <3
roguecr #9
Chapter 8: cada capitulo se pone mas interesante xd esta muy bueno y ojala pronto se de una oportunidad con Fanny
Skyth06
#10
Chapter 8: Quedó muy bueno