Capítulo 9.- Verdadero amor

Tú eres el cielo que jamás podré tocar

Taeyeon sabía que no estaba en condiciones de faltar al Instituto, pero tal parecía que sus padres lo tenían todo previsto y las autoridades de la Institución, accedieron a la petición que ellos habían hecho. Los profesores se encargaron de atiborrarla de trabajos, los cuales podía enviarles vía correo electrónico, estaba agradecida con sus profesores, que se habían mostrado solidarios con ella.

Sus padres habían decidido pasar un tiempo fuera de la ciudad, fuera de todo aquello que los acongojara y juzgara, simplemente querían pasar tiempo con sus hijas y recuperar algo del perdido. Fue maravilloso volver a estar con ellos, se sentía extraña con los nuevos tratos, pero no podía negar que se inundaba de felicidad.

Al parecer, las pases estaban hechas entre su hermana mayor y ellos, tanto así que la mayor llevo consigo a su pareja. Taeyeon no podía dejar de pensar en Tiffany al verlas sonreírse de aquella manera tan íntima, tan secreta, tan única. A ella le gustaría compartir algo así y la única persona que venía a su mente, era aquella atolondrada chiquilla de hermosa sonrisa.

Cuando sus pies descalzos sentían la húmeda arena bajo sus pies y el suave oleaje mojarle los pies, se estremecía y una sonrisa bordeo su bello rostro. Miraba el cielo azul con aquellas algodonosas nubes blancas que lo adornaban, le encantaba el sonido del mar, de las aves volando a su alrededor, del viento llevando consigo una melodía silenciosa que solo la llenaba de paz.

¿Hace cuánto no se sentía de esa manera?

Hacía bastante tiempo, debía admitir. Y le encantaba volver a sentirse tranquila, todo el tiempo había estado reflexionando con respecto a todo, tratando de abrirse con los suyos una vez más, dándoles muestras de afecto que no había dado en años y sinceramente se sentía bien darlo. Ya no se sentía a la deriva como en el pasado, había encontrado aquella balsa perdida que la había abandonado hacía ya seis años.

Observó la casa de playa que sus padres habían rentado esas semanas, era grande y espaciosa, y sobre todo, fue la única en desnudar por completo a todos en ella, en ver como poco a poco, murallas caían hasta quedar en escombros. Sonrió tenuemente, acomodando sus gafas de sol, alejó la vista hacia el brillante océano que se mecía tranquilamente, estallando sus olas en rocas o llegando a la orilla de la arena con temor y sequía.

¿Eso era la felicidad?

Es la pregunta que le rondaba -porque ese sentimiento que no la dejabaera tan luminoso que a veces la segaba y las emociones que afloraban, le gustaban.

Había hecho sus deberes la primera semana, su hermana mayor y su cuñada le habían ayudado mucho con ella, y había podido enviar los trabajos antes del tiempo que le habían indicado sus profesores.

Se estiró completamente, alzando una mano al aire y dejando que su espina dorsal se estirara gratamente, algunos huesos le tronaron en el acto, pero se sintió magnifico. Era así como se sentía, se sentía libre.

—¡Taeyeon! —Escuchó su nombre desde la enorme estructura, giró el rostro para ver a su madre alzando una mano para llamarle—. ¡Es hora de irnos! —Asintió y observó como ella ingresaba a aquella casa.

Miró el océano una última vez, cerró los ojos momentáneamente y al abrirlos, lanzó una sonrisa radiante al aire con una promesa silenciosa.

Llegaron a casa por la mañana, habían hecho muchas horas de camino y su trasero estaba entumido de ir sentada, bajo del coche, escuchando a sus padres sobre dejar el equipaje en el auto e ir a descansar, nadie protesto, todos estaban agotados y fue así como todos ingresaron, y descansaron.

Por la tarde se podía escuchar el bullicio fuera de su habitación, por lo que se levantó y vio la hora en su celular, eran exactamente las 2:45 p.m. y era apenas que ella despertaba. Se estiró perezosamente en su cama, observando el techo de su habitación, sonriendo por primera vez desde que se encerraba en ella, esa era la primera vez que no escuchaba discusiones y se respiraba un ambiente más tranquilo.

Salió de su habitación, escuchando estruendosas risas en el primer piso, sus pies se encaminaron hasta llegar al pasillo y encontrarse a todos reunidos en la cocina, con tazas humeantes de café y una rebanada de pastel casero.

—Buenas —fue el saludo que le dieron, solo sonrió a todos y talló sus ojos para disipar el sueño que aún tenía.

—¿Te hemos despertado, cariño? —Su madre le cuestionó preocupada. Taeyeon negó con otra sonrisa y camino al refrigerador, tomando la jarra con jugo que había ahí. Se sirvió en un vaso y bebió bajo la mirada atenta de todos.

No fue hasta que termino todo el contenido que se dio cuenta de que se habían quedado en completo silencio. Alzó una ceja y los observó a todos.

—¿Sucede algo? —Cuestionó. Sus padres sonrieron, su hermana mayor desvió la mirada y bebió de su taza, y su cuñada, solo se limitó a tomar un trozo del pastel.

—Por supuesto que no —repuso su madre—. Por cierto cariño, haremos una tarde de películas, ¿Te unes? —Taeyeon los observó a todos una vez más y se encogió de hombros para luego servirse nuevamente jugo.

—Por que no —fue su respuesta antes de que el vaso tocara sus labios.

Traía unos jeans desgastados de las rodillas, una blusa blanca y unos converse, un outfit casual. Taeyeon y su hermana estaban a las afueras del supermercado, sus padres las habían enviado a comprar municiones para la tarde de película que se les presentaba -o más bien noche de película-.

Ambas caminaban y conversaban animosamente, o al menos era de esa manera hasta que ha Hyoyeon le entro una llamada, se alejó de su hermana, dejándola en la entrada. Taeyeon distraída, observaba la punta de sus zapatos, buscando un escape de las miradas que se fijaban en ella.

—Taeyeon —alguien la llamo, tomándole del hombro. Taeyeon se sacudió repentinamente con el contacto y alzó la vista para encontrar a su interlocutor. Sus facciones cambiaron drásticamente y una mirada fría fue la que le dirigió.

—¿Qué se te ofrece? —Dijo lo más calmadamente que pudo. La observó fijamente, cruzándose de brazos a la espera de una respuesta, estaba cansada de repetir ese juego.

Unos ojos angustiosos no se apartaban de su fría mirada—. Por favor —pedía—. Debemos hablar —para ella las cosas no podían quedar así.

—Ji Eun, basta —soltó lo más fríamente posible—. Ya no hay nada de qué hablar —espetó—. Ya no hay que remover el pasado. Hay que dejar las cosas como están —se sentía molesta, ya no quería recordar aquel pasado, quería pasar la página y continuar. ¿Por qué Ji Eun no comprendía eso?

—Taeye...

—Ji Eun —alguien la llamo antes de que pudiera decir algo más, callándola al instante—. Tenemos que irnos, no sé porque saliste disparada de mi lado de esa manera —comentó.

Taeyeon no podía dejar de sonreír tontamente, aquella dulce voz aceleraba su corazón a mil y la torpeza la sacudía, ella, su bello ángel, que no se había dado cuenta de su presencia. Se permitió observarla en silencio, relajando sus facciones y músculos al instante, solo ella podía calmarla con su melodiosa voz.

—Mi primo me llamo diciendo que nos espe... —cortó la frase al momento que sus ojos se conectaron con los de Taeyeon. Un súbito de emoción la cubrió y no pudo contener su entusiasmo—. ¡Taeyeon! —Chilló emocionada y sin pensarlo dos veces la abrazo fuertemente, hundiendo su rostro en el hueco del cuello de la mayor—. Te extrañé —le susurró, derritiendo por completo a Taeyeon.

La envolvió con sus brazos y cerró los ojos, disfrutando de su calidez, de su aroma, de su esencia, de ella. También la había echado de menos y por más que había intentado llamarle, sus padres habían tomado los aparatos electrónicos para no ser usados esas semanas.

—También te extrañé —reveló, inhalando el dulce aroma embriagador de su cabello—. No sabes cuánto –susurró para sí y la apretó más contra su cuerpo. La separó de los hombros, observándola de pies a cabeza y sonriendo bobamente, Tiffany se sonrojo por aquella mirada, pero dentro de ella solo sentía el impulso de estampar sus labios con los contrarios, «tan apetitosos y suaves», pensó, pero estaban en público y trataba de controlar sus impulsos.

Beso la mejilla de Taeyeon, tardando unos segundos de más ahí, cerrando los ojos y alejándose para regalarle una de sus impresionantes sonrisas, una de esas sonrisas que paralizan por completo a la mayor. Taeyeon soltó una risita nerviosa y miró en otra dirección, se sentía torpe frente a esa mujer de hermosa sonrisa.

—¿Taeyeon? —Alguien más la llamo, sacándola de golpe de la burbuja en la que se encontraba. La nombrada giró en la dirección donde provenía aquella voz y sonrió dulcemente al toparse con los ojos miel de su mejor amiga—. ¡Taengoo! —De inmediato se lanzó a sus brazos, estrujándola con fuerza.

Taeyeon no pudo evitar soltar una risita y abrazar también a la muchacha emocionada. La más alta la apartó del abrazo y la observó fijamente.

—Hola, Sooyoung —fue el saludo cariñoso que le dio la bajita.

—¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me has llamado? ¿Por qué no nos avisaste que te irías? —La escrutó por unos segundos.

—Hey, calma esposa —comentó divertida Taeyeon, alejándola por completo de ella. Sooyoung tiene ese instinto sobreprotector con ella y le era inevitable no cuestionarla por todo, Taeyeon río alegremente y respondió—. Llegamos esta mañana, pero es apenas que salgo a la luz del mundo —bromeó—. No te había llamado porque mis padres confiscaron mis aparatos de comunicación y apenas llegamos a casa, fui directo a dormir —se explicó calmadamente.

Taeyeon miro a los costados, preguntándose quien estaba con su amiga. Por fortuna, las cosas entre ellos habían salido bien, todo se había disipado y contaba con el apoyo de ellos, luego de que sus padres le avisaran de que se irían de viaje, decidió que era momento también de hablar con sus dos mejores amigos y contarles por completo la historia.

Lloró a moco tendido junto con ellos, que no dejaban de lamentarse por todo aquello, de preguntarle y recriminarle que los amigos estaban para apoyar aun cuando las cosas se veían difíciles. Fue así como comprendió, que amigos como ellos, nunca tendría y sin ellos no podría continuar.

Sonrió tiernamente, observando a la más alta—. ¿Con quién estás? —Alzó una ceja y Sooyoung sonrió.

—Con una conquista —subió y bajó las cejas a modo de insinuación, y después río sonoramente.

—Oh, vamos. Esa ni tú te la crees —le recriminó Taeyeon, riendo también y cruzándose de brazos.

Para ese momento, tanto Ji Eun, como Tiffany, habían pasado a segundo plano, a ser espectadoras de ese amistoso y agradable encuentro entre amigos. Tiffany no podía borrar la sonrisa que su rostro dibujaba, por primera vez la veía sonriendo con alguien más y eso la hacía completamente feliz. Ji Eun, solo se mantenía en silencio, con una mueca indescifrable en el rostro.

—De acuerdo —se repuso Sooyoung, limpiando una falsa lágrima—. Ando con Wooyoung —Taeyeon hizo una expresión de sorpresa.

—¡Oh. Dios. Mío! —expresó con fingida sorpresa—. ¿Cuándo me lo dirían? —Cuestionó—. Se supone somos amigos —fingió estar indignada. Sooyoung soltó una carcajada, era bastante divertido ver las expresiones de la mayor y continúo con la actuación.

—Nos abandonaste, sin comunicación, todo se dio de pronto y nuestros corazones se llamaban —decía con fingido amor—. Ya sabes —se encogió de hombros—. Nos besamos apasionadamente y... —Taeyeon no pudo más y estalló en risa.

Se dobló completamente y lágrimas divertidas salían de sus ojos. Extrañaba hacer eso con Sooyoung, extrañaba ser alegre y reír de cualquier tontería, de sus tonterías. Ambas reían, ajenas a los ojos que se posaban en ellas, simplemente estaban siendo ellas mismas y se divertían de la mejor manera que sabían.

Sooyoung limpió una lágrima y respiró hondo—. Por dios —se tomó es estómago—. Hace bastante que no me reía de esta manera —comentó. Taeyeon asintió y respiró profundamente, tratando de reponerse.

Tiffany la observaba embelesada, fascinada por la espontaneidad de ambas chicas, de lo divertido del momento, le encantaba ver a Taeyeon así y esperaba continuara de esa manera.

—Entonces... —dijo Taeyeon.

—Ah, sí —respondió su amiga—. Es sábado, ya sabes que los sábados salimos a hacer algo —le recordó—. No iba a ser este la acepción —Taeyeon se dio un golpe mental por haber olvidado algo de suma importancia.

—Lo siento —le sonrió nerviosamente—. Realmente había olvidado eso —Sooyoung le regresó una sonrisa comprensiva.

—Descuida, Tae —le palmeó el hombro suavemente—. Nosotros comprendemos —le aseguró, guiñándole el ojo.

Taeyeon parpadeo un par de veces, con fingida sorpresa—. ¿Me estas coqueteando? —Se señaló.

—Te puedo acompañar hasta tu casa guapa y no se... —le dio una miradita de arriba abajo y le sonrió suspicaz—. Nos podemos ir por ahí. No sé, piénsalo —y le volvió a guiñar el ojo.

—Pues no sería mala idea —continuó con el juego—. Mis padres podrían dejarme ir...

—Ya basta ustedes dos —intervino Tiffany, con un toque molesto en la voz, apropiándose al instante de la mano de Taeyeon. Sinceramente se había puesto algo celosa de la escena que estaban teniendo.

—Bah... —soltó Sooyoung—. Le quitas lo divertido al momento —le recriminó. Taeyeon río bajamente por la acción de Tiffany y por la respuesta de Sooyoung—. En fin. ¿Te unes a nuestros planes, Tae? —Interrogó, moviendo sus largas pestañas.

Tiffany la observó con el entrecejo fruncido y Sooyoung disfrutaba de hacerla enojar, Taeyeon solo rodo los ojos y sonrió tiernamente. Ji Eun, se mantenía alejada, apretando los puños a sus costados.

—Realmente me encantaría, pero mis padres ya han hecho planes para lo que resta del día. Mi hermana y yo se supone, debemos llevar las cosas para nuestra tarde, pero se me perdió —miró en todas direcciones, buscándola con la mirada, pero simplemente no la encontró en ningún lado.

—Uhm... —Sooyoung llevó una de sus manos a la barbilla, pensando seriamente en la situación—. Entonces... —comenzó—. Si no puedes con ellos, úneteles —dijo con una amplia sonrisa. Taeyeon alzó una ceja intrigada.

—¿Qué harás? —Estaba curiosa por lo que su amiga hiciera.

—No tardare, iré por Wooyoung —le guiño un ojo y salió corriendo de ahí. Dejándola completamente sorprendida y dudosa. Regresó nuevamente y agitada preguntó—: ¿Seguirás aquí? —Taeyeon parpadeo.

—Puede ser, aun no hago las compras —le respondió, Sooyoung solo asintió y volvió a irse corriendo.

—¿Esa es tu mejor amiga? —Cuestionó Tiffany a su lado, observando también el camino por donde se había ido corriendo. Taeyeon asintió—. Pues es muy rara —y eso fue suficiente para que la mayor riera.

—Lo es —confirmó—. Pero es mi complemento —le aseguró. Observó a Tiffany, con una de sus perfectas cejas alzadas—. No me mal intérpretes, somos polos opuestos, pero nos entendemos a la perfección, Wooyoung y yo, somos sus compañeros de locuras —le aseguró—. Solo eso.

Tiffany relajo su rostro y sonrió, Taeyeon suspiro en alivio y observó sus manos unidas, no podía evitar sentirse nerviosa y el rubor comenzó a cubrir sus mejillas.

—D-debería irme... —tartamudeó—. N-nos... vemos —quería ingresar para hacer las compras, pero su cuerpo seguía estático al lado de Tiffany. Sonrió nerviosamente a su dirección y observó por segunda vez a Ji Eun—. Hasta luego chicas —soltó la mano de Tiffany y dio pasos seguros lejos de ellas, lejos de Ji Eun.

—Taeyeon —la escuchó llamarle, cerró los puños a sus costados bajo la mirada atenta de Tiffany y mordió su labio para contenerse.

—Hablamos el lunes, Ji Eun —se giró para enfrentarla y por primera vez, Tiffany presencio la mirada fría de Taeyeon—. En el lugar de siempre —dijo con mucha seriedad—. Si me disculpan —pero antes de que pudiera irse, nuevamente la cálida mano de Tiffany se entrelazo con la suya.

Desmoronando por completo los muros de protección que elevaba. La miró tiernamente y le sonrió, acaricio su mejilla con delicadeza.

—Te llamaré esta noche —le aseguró, dando los pasos que las distanciaba para envolverla en sus brazos—. Espera mi llamada esta noche, ¿De acuerdo? —Se alejó de ella y la observó.

Y justo en ese momento su móvil comenzó a vibrar dentro de su jeans, se alejó completamente, conmocionada sacó su celular y observó la pantalla táctil, soltó un suspiro frustrado y deslizó el dedo para responder.

—Sí —respondió.

"¿Dónde están? ¿Por qué tardan tanto?" —la profunda voz la estremeció—. "¿Ya vienen a casa? ¿Les paso algo? ¿Estás bien?" —Taeyeon suspiró. Se habían vuelvo muy protectores y si tardaba mucho, sucedía esto.

—Papá —susurró—. Estoy bien, no tardaré en volver a casa —le aseguró.

"Dime dónde estás, iré a tu encuentro en este momento".

—¡¿Qué?! —Taeyeon miró en todas direcciones—. No es necesario papá.

"Muy tarde, estoy aquí, ahora dime dónde te encuentras, no te veo" —Taeyeon suspiró nuevamente y alzó la mano.

—Aquí. ¿Ha logrado verme?

"Te he encontrado cariño, voy para haya" —le aseguró.

—De acuerdo —y sin decir más, cortó la llamada. Miró a Tiffany con una sonrisa nerviosa y tomo nuevamente su mano—. Tengo que irme —le susurró.

—Aquí estás —su padre había llegado ya y en ese momento la recorrió por completo el nerviosismo—. No sabes lo preocupado que estaba por ti, ya hace más de media hora que no vuelven, ¿Dónde se metió Hyoyeon? ¿Por qué te dejo sola? —«Aquí vamos», se dijo Taeyeon y rodo los ojos.

—Papá... —dijo.

—Nada de papá, pudo haberte pasado algo... —espetó. La estaba avergonzando frente a Tiffany, eso es lo que pensaba y no fue hasta que se quedó en silencio -contemplando a su hija- que noto a las muchachas que estaban con ella. Sonrió pícaramente—. ¡Oh! —Espetó—. Lo siento mucho cariño, no quería avergonzarte frente a tu novia —aquellas palabras, avergonzaron más a Taeyeon.

Dejándola completamente roja, las orejas las sentía calientes y en ese momento quería que la tierra la tragara.

—N-no... papá... n-no —tartamudeaba y se trababa con las palabras.

—¿Cómo te llamas, querida? —Interrogó a Tiffany, omitiendo por completo a su hija, que cada vez más parecía un tomate.

—Soy Stephanie, señor —le reverenció educadamente y le mostró una amplia sonrisa.

—Pero que muchachita más educada tenemos aquí —estaba complacido por lo visto y los ojos de Taeyeon estaban sorprendidos. ¿Qué era eso? ¿Tiffany estaba de acuerdo con ese mal entendido?—. Yo soy Liam, el padre de Taeyeon —le tendió la mano y fue rápidamente tomada por la menor—. Es un agrado conocer a la novia de mi pequeña —sonrió ampliamente y soltó la mano de la menor.

—E-ella... n-no...

—Eres realmente hermosa cariño, ya veo porque mi hija te adora —sí, en definitiva, su padre ya la tenía súper avergonzada y no había retorno.

—Gracias señor —respondió Tiffany, con una amplia sonrisa en el rostro.

—Y ¿Quién es la otra muchachita? —Cuestiono curioso, en ese momento toda la vergüenza se esfumó del cuerpo de Taeyeon y el pánico la abrazó.

—Ella es Ji Eun, la prometida de mi primo —la presentó Tiffany. La recién presentada, le reverenció educadamente.

—Pero que educadas son ustedes dos —dijo el señor—. Un gusto —habló—. Bueno, lamento llevarme a mi hija, pero tenemos planes —recordó—. Vamos cariño, despídete.

Taeyeon suspiró y rodó los ojos, estaba avergonzada y por un momento pensó que sabría que Ji Eun, era la causante de que revelara su ualidad a ellos.

—Nos vemos después chicas —soltó la mano de Tiffany y camino hasta su padre.

—Hasta pronto jovencitas —le sonrió y se giró para ingresar al local—. Taeyeon, despídete bien de tu novia —le habló por encima del hombro, haciéndola estremecer de los nervios.

—Ella n-no... —volvió a tartamudear, ya a ese punto, no tenía caso llevarle la contraria. Se acercó a ella y tomó sus manos entre las suyas—. Te llamaré esta noche —le sonrió—. Nos vemos el lunes en el instituto —y sin más, beso su mejilla—. Hasta pronto Ji Eun.

Y fue así como siguió a su padre. Le explicó lo que había pasado y el retraso, después de haber recolectado todo en un carrito de supermercado, Hyoyeon los encontró y se disculpó por haberse perdido así. Recibió tremendo regaño por parte de su padre por dejar a Taeyeon sola y a merced del peligro, la menor solo rodo los ojos por el comportamiento sobreprotector de su padre.

Al salir, se encontraron con sus mejores amigos, con una amplia sonrisa fueron recibidos a unirse al plan familiar.

Pasaron el resto del día riendo y divirtiéndose, jugaron juegos de mesa y vieron películas, comieron un montón y se sintieron cómodos con la nueva faceta que había en esa familia, sus amigos estaban completamente feliz por el cambio y veían la alegría en los ojos de Taeyeon, y eso era suficiente para ellos sentirse feliz.

Se fueron entrada la noche, el papá de Taeyeon se encargó de irlos a dejar a sus hogares, decía que era muy peligroso para que anduvieran deambulando solos por las peligrosas calles de la ciudad y entonces, solo cuando estuvo en la seguridad de su habitación, la llamó.

El corazón no dejaba de latirle rápidamente y las sensaciones en su estómago no la dejaban tranquila, estaba nerviosa y ansiosa por escuchar su voz, quería saber cómo le había en ese día, que había hecho en su ausencia, simplemente quería saber todo de ella. Tiffany le respondió de inmediato y su melodiosa voz le dio tranquilidad, hablaron hasta muy tarde y no podían borrar las sonrisas que colgaban de sus rostros, cuando la hora de cortar llego, ninguna cortaba la llamada, se quedaban en silencios prolongados y terminaban riendo suavemente por eso. Era como estar conectadas a través de la línea telefónica.

El domingo sucedió lo mismo cuando la llamo, ese día por la mañana no podía borrar la sonrisa de su rostro y sus padres solo le daban miradas cómplices, pues su padre se había encargado de avergonzarla delante de todos con el tema de la novia y paso parte del sábado recibiendo indirectas sobre el tema. Salió con sus amigos al cine y a divertirse por ahí, pero la noche era completamente para Tiffany, de eso no había duda.

Estaba ansiosa porque llegara el lunes, quería verla, quería estrecharla entre sus brazos, quería inhalar su dulce aroma, quería ver aquella bella sonrisa y quería besarla, eso es lo que quería hacer.

El lunes se levantó muy temprano, con la adrenalina recorriéndole cada rincón del cuerpo, las ansias crecían a cada instante y se desesperaba de que el reloj marcara tan lento, salió temprano al Instituto, mucho más  temprano de lo usual.

Cuando llego, la entrada estaba atiborrada de estudiantes, se encontró con sus amigos cerca y entablaron una conversación que los envolvió por completo, ella olvidó su deseo de ver a Tiffany con aquella conversación tan animada, pero así como se había disipado, volvieron las ganas, ingreso a su primer materia, pero el profesor la mando directo a la sala de profesores, tenía varias exposiciones que debía hacer para acreditar la materia y sin vacilaciones, emprendió camino al lugar.

Tres horas estuvo ahí dentro, exponiendo a sus profesores lo correspondiente, temblando en ocasiones de los nervios por la mirada seria de cada uno de sus maestros, pero estos se iban cuando entraba en calor con respecto al tema y se desenvolvía a la perfección.

Le dieron descanso, se lo merecía y realmente estaba hambrienta, por lo que salió casi corriendo a la cafetería, a duras penas logró comprar un sándwich y un jugo, miró su entorno, todas las mesas llenas y bulliciosas, ni la sombra de sus amigos asomaba y se preguntó dónde demonios se habían metido aquellos locos, negando con una sonrisa salió de la cafetería.

Le dio un mordisco a su sándwich de pollo, deleitándose y dándole a su estómago tregua, lo devoró en un santiamén y se bebió el jugo, miró su entorno una vez más, hacía calor y los jardines resguardaban alumnos envueltos en conversaciones banales. Suspiro de alivio y observó la hora en su celular, aún faltaba mucho para que volviera a la sala de profesores y como balde de agua fría, recordó que hablaría con Ji Eun.

Tiró la basura en el cesto y caminó a paso rápido por los pasillos al jardín oculto del Instituto, se adentró en él y la observó, sentada a la sombra de un árbol, la vista le trajo viejos recuerdos, era la misma postura en la que se la encontraba cuando se veían ahí. Sacudió la cabeza en negación y sacó de sí, aquellos pensamientos.

—Lamento hacerte esperar —fue lo que dijo al llegar, se sentó a su lado, con una buena distancia de por medio—. ¿Qué es eso que quieres que hablemos? —Fue directo al grano, no podía extender la conversación mucho tiempo, tenía aun proyectos que exponer.

Ji Eun, observó su perfil y se estremeció al saber que ya no habría aquella calidez que había en el pasado, se giró, mirando al frente con nostalgia y cerró los ojos. Ella aun la quería y le era difícil acostumbrarse a la lejanía de Taeyeon.

—Es triste escuchar que me hables de esa manera tan fría y distante —soltó. Taeyeon suspiró en su lugar y la observó.

—Mira Ji Eun, las cosas han cambiado y lo sabes, no vine aquí para que me digas como tratarte —le espetó—. Solo vine a escuchar lo que querías decir, te estoy dando una oportunidad y tan solo me dices eso —dijo en tono molesto.

—Por favor... no me hables así —se sentía dolida, su tono frívolo no le gustaba, pero sabía que no podía hacer que le hablara como antes.

Taeyeon aparto la mirada, controlándose y tomando fuerzas de lo más profundo de sí, para no levantarse e irse de una buena vez.

—Solo habla de una buena vez, Ji Eun —dijo—. Solo te escuchare, porque para mí todo quedo claro cuando te fuiste... —estaba claro que su voz revelaba resentimiento contenido, seguía herida por aquella falla y Ji Eun lo noto.

Sonrió nostálgicamente, contemplando el perfecto perfil que alguna vez beso con devoción.

—No fue así —trató de defenderse, pero Taeyeon negó. Estaba siendo dominada por el rencor del abandono, ese rencor que no la dejaba perdonar a Ji Eun.

—Escucha, lo que hubo entre nosotras es pasado. Fuiste muy importante para mí y te quise en su momento —se sinceró—. Fuiste mi primer amor y eso nadie lo cambiará —le aseguró—. Tanto tú, como yo, cometimos muchos errores y estupideces por lo que creíamos era un amor verdadero —aquello destrozó por completo a Ji Eun—. Pero, solo confundí todo aquello, entraste justo cuando estaba identificando mi ualidad y consolaste el vacío de las personas que me habían dejado de lado. Muchas gracias —le sonrió.

—Taeyeon, no digas eso por favor —Ji Eun tenía los ojos húmedos, ¿Cómo podía simplemente ser el consuelo?, eso no podía soportarlo—. Me lástimas con cada una de tus palabras, ¿No te das cuenta? —Taeyeon se sintió mal, era lo menos que quería hacer, pero simplemente estaba siendo sincera con ella y consigo misma—. Yo sé que sientes algo fuerte por mí, no puedes decir todo aquello a la ligera —especuló. Taeyeon negó con la cabeza, pero se vio envuelta en una situación que no se esperaba.

No supo en que momento, ni mucho menos como es que Ji Eun recorrió la distancia que las separaba, solo se dio cuenta de que la estaba besando, Taeyeon estaba completamente petrificada, parecía un tempano de hielo, congelada en la misma posición, con los ojos abiertos de par en par, tratando de procesar que demonios estaba pasando, simplemente estaba en shock.

—¡¿Con que esto es lo que ocultaban?! —Aquella voz la sobresalto y como acto reflejo, alejo a Ji Eun rápidamente, «al demonio con todo», pensó.

Tiffany simplemente estaba pasando por ahí, cuando se encontró ese lugar oculto, jamás imagino que se encontraría con aquellas dos mujeres charlando en un ambiente tan íntimo, tenía sus sospechas de que ocultaban algo, pero jamás que fueran demasiado cercanas, el corazón se le rompió en mil pedazos cuando Ji Eun se abalanzo sobre Taeyeon para besarla, pero lo que más le dolió, fue ver que la mayor no la apartaba de sí.

Taeyeon se puso en pie rápidamente, con el corazón acelerado a mil del miedo que la recorría.

—P-puedo... explicarlo —tartamudeó. Tiffany sonrió irónicamente y sus ojos comenzaron a derramar lágrimas. «Demonios», se dijo Taeyeon, la había hecho llorar. Intentó abrazarla, pero la menor retrocedió.

—No hay nada que explicar —dijo con amargura y se fue de ahí, dejando a una atónita Taeyeon.

—¡Demonios! —Gritó Taeyeon—. ¡Tiffany, espera! —Gritó, pero la nombrada no miro atrás. Estaba por emprender la persecución tras Tiffany, pero Ji Eun la tomo del brazo, deteniendo su camino, la desesperación y frustración flameaba en sus ojos, y fulmino a Ji Eun con la mirada—. ¡Nunca! —La señalo y se soltó del agarre con brusquedad—. ¡Nunca en tu vida vuelvas a besarme!

Estaba furiosa, por su culpa estaba perdiendo una oportunidad con Tiffany, por su culpa todo se había complicado, por ella el amor se le estaba yendo entre los dedos. Respiró profundamente, calmado la furia que crecía en ella y habló nuevamente.

—Gracias por todo Ji Eun, por el amor que me tuviste, pero ahora olvídalo —le comentó—. Se feliz, dale felicidad a tu prometido y olvídate de lo que hubo entre nosotras. No me busques más por favor —soltó—. Lo nuestro fue algo pasajero —y sin más preámbulos, la dejo ahí, observándola correr.

Ji Eun se quedó ahí, llorando silenciosamente, así de amargo era el desamor y ella lo estaba probando de primera mano. Había destruido lo que alguna vez había tenido con Taeyeon.

Taeyeon corría como si fuera una maratón olímpica, sus pulmones oscilaban por oxígeno y sus piernas estaban agotadas ya, había recorrido cada rincón del instituto y a pesar de haberse llevado miradas curiosas, continuó con su búsqueda, solo había un solo lugar a donde no había ido y sin pensarlo más, corrió el tramo que le quedaba.

Las puertas del sanitario de mujeres estaban despejadas, abrió con un estruendo la puerta y observó su entorno, parecía que no había nadie y justo cuando iba a abandonar, un gimoteo la atrajo hacia uno de los cubículos, observó bajo ellos y solo había alguien ahí.

"¿Porque soy tan estúpida? ¿Por qué me enamore de un imposible? ¿Por qué de ella?"

Sonrió para sí misma al saber que había dado con la persona que buscada, justo cuando iba a llamar a la puerta, el timbre sonó. Por su parte, Tiffany se percató de que alguien más había ingresado y se estremeció al escuchar aquella voz.

—¡Maldición! —Taeyeon sabía que debía volver a la sala de profesores y se sentía completamente frustrada, dio un golpe a una de las puerta y caminó a la salida, sus zapatos resonaron y eso tranquilizo a Tiffany.

Pero sin siquiera esperarlo, su puerta se abrió estrepitosamente dejando a la vista a una frágil y deshecha Tiffany.

—Tiff —susurró con calma y ternura, se metió al cubículo, levantando a Tiffany y envolviéndola entre sus brazos, la menor tembló ante el contacto cálido de la mayor y sollozo más—. No llores por favor —pidió tranquilamente, pasando una de sus manos por su espalda para darle calma. Tiffany quiso alejarla de sus brazos, no quería que Taeyeon la viera así, no cuando ella la había destrozado—. Por favor, déjame explicarte —pidió, separándola de sus brazos y viéndola con ternura infinita—. Lo que viste no...

—Basta, Taeyeon. No quiero saberlo —realmente estaba herida.

—Solo déjame aclararte las cosas, déjame hacerlo por favor —suplicó.

|"Srta. Kim Taeyeon, por favor preséntese en la sala de profesores"|

El alto parlante le recordó sus obligaciones, cerró los ojos, apretando los parpados y maldiciendo en silencio.

—¡Rayos! —Soltó con frustración—. Bastante inoportunos —suspiró—. Espérame a la salida, te acompañare a casa y te explicaré todo, lo prometo —se acercó a ella, envolviendo sus brazos a su alrededor y dejándole un suave beso en los labios.

Hacía semanas que no los había besado y el hacerlo era como volver a renacer, eran su delirio, su elipsis prohibido y su deleite. Tiffany le correspondió a duras penas, dudosa de que confiar en su palabra, pero se dejó llevar por el deseo de probar los labios ajenos. Ambas se envolvieron en la pasión del beso, encendiendo como fuego sus emociones y dejándose abrazar por el deseo, cada vez el beso era más profundo y les quitaba el aliento, dejándolas en las nubes.

|"Srta. Kim Taeyeon, por favor diríjase en la sala de profesores, tiene 5min para presentarse"|

Nuevamente el alto parlante hacia su aparición, pinchando como aguja su bella burbuja de amor. Se alejaron agitadas por el beso, sus pechos de elevaban y respiraban profundamente, recuperando el aliento.

—Enserio que les gusta estropear buenos momentos. ¿No se pueden esperar? —Una frustrada Taeyeon se quejó. Tiffany soltó una risita que la hizo sonreír a ella y la observó—. Eso es, es mejor una sonrisa en el bello rostro de mi ángel protector, que una mirada triste —le acarició la mejilla con cariño.

Ambas salieron del cubículo, acomodando su uniforme. Tiffany observaba a Taeyeon y esta la observaba a ella, ambas sonreían cómplices de la situación.

—Deberías irte ya —dijo Tiffany, preocupada por las repercusiones que podría llevarse la mayor por el retraso. Taeyeon asintió, obediente y le dio un delicado beso en los labios, se apartó de ella y le sonrió.

—No se te olvide esperar por mí —le recordó.

Taeyeon ingreso a la sala de profesores, siendo reprendida por el profesor en turno, invento una excusa que le salvo el trasero y le permitió que expusiera el tema. Nuevamente se encontraba ahí, exponiendo temas que le salvarían el semestre.

Casi cuatro horas ahí dentro, sentía que la cabeza le explotaría de tanta materia y exposición, realmente estaba agotada, eso estaba claro, justo se encontraba en la sala del director, sentada correctamente en una silla delante del enorme escritorio, observando a aquel señor canoso. Veía la enorme pantalla del ordenador, concentrado y se preguntaba si notaba su presencia.

—Ha hecho un gran trabajo Srta. Kim —habló al fin y su profunda voz la estremeció.

—Gracias —fue lo que susurró, agachando la mirada para perder contacto alguno con aquellos ojos castaños.

—Todo ha terminado, por lo que puede tomar sus cosas e irse —le comunicó, Taeyeon alzó la vista, encontrando los ojos del director Simmons—. Reitero. No deja de sorprenderme Srta. Kim —espetó con cierto orgullo destellando de sus orbes cafés—. Tendrá un gran y exitoso futuro —le aseguró—. Felicidades —le dijo esto último y le entregó una hoja, Taeyeon la observó y por inercia la tomo entre sus manos—. Puede irse —se giró, ignorándola una vez más.

Se puso rígida al ver sus calificaciones, la boca se le seco y el súbito de emoción llego, una sonrisa tiró de sus labios con orgullo y se puso en pie, tomó su mochila y la colgó a su hombro.

—Con permiso —habló y reverenció antes de salir de la dirección.

Al estar afuera, miró la pared de enfrente, sonrió ampliamente y saltó emocionada, alzando la mano en victoria y gritando un "lo logré", cuando termino de hacer eso, se quedó quieta, respirando profundamente y sintiendo la libertad inundarla.

—Debo suponer que todo ha salido bien, ¿No? —Se sacudió internamente al escuchar esa voz, la observó con una amplia sonrisa y asintió vigorosamente—. Felicidades —se acercó a ella y la abrazó fuertemente.

Taeyeon se dejó envolver en los cálidos brazos de Tiffany, enredando sus propios brazos a su alrededor, le encantaba abrazarla, sentirla cerca.

—¿No se supone me esperarías afuera? —cuestionó alejándola de sus brazos para verla mejor. Tiffany asintió, pero luego puso una cara de aburrimiento total.

—Se supone, pero me canse de ver a las hormigas llevar alimento a su hormiguero —se encogió de hombros—. Así es que decidí esperar aquí —colocó su cabeza en el hombro de la mayor y sonrió—. ¿Ya nos podemos ir? —Cuestionó como una niña mimada.

Taeyeon sonrió tiernamente y se derritió de ternura ante su pregunta—. Sí, ya podemos irnos —repuso y besó su frente—. Andando —la alejó de ella y le ofreció su mano, pero Tiffany no pudo contenerse más, beso los labios de la mayor con tranquilidad, deleitándose por unos segundos de ellos.

La oficina del director se abrió y de ella, salía el hombre mayor, se quedó quieto, observando a sus estudiantes. Ambas se alejaron avergonzadas y observaron con pánico al director.

—Los jóvenes de hoy en día —fue lo que dijo, quitándole importancia a lo que había visto. Camino por el pasillo, pero se detuvo y habló por encima de su hombro—. Sean cuidadosas muchachas —y sin más, continuó con su camino.

Taeyeon comenzó a respirar nuevamente, no sabía que había contenido el aliento hasta que él se alejó de ellas, miró a Tiffany que estaba pálida y sonrió.

—Vámonos —fue lo único que dijo.

Se encontraban en el departamento de Tiffany, Taeyeon estaba sentada en el sofá, mientras la dueña de casa iba por bebidas para ambas, al incorporarse con ella, se sentó a su costado. Ambas con un vaso de refresco en las manos, iniciaron la conversación, Taeyeon dejó al descubierto la identidad de su primer amor y Tiffany solo seguía sorprendida, encajando las últimas piezas del Puzzle.

–Lo que viste esta mañana, no debió suceder —especuló—. Todo quedo atrás, no hay nada entre nosotras, pero al parecer Ji Eun no lo tiene muy claro —sostenía el vaso entre sus manos y tenía el entrecejo fruncido—. Solo acudí a su llamado para dejarla hablar, pero no sé, todo dio un vuelco y de repente me beso... —dijo—. Realmente me sorprendió.

Tiffany no podía creer las palabras de la mayor, se sentía mal, sentía mucho aquello porque Ji Eun era la prometida de su primo, uno de los más preciados que tenía y estaba claro que Hyun Woo estaba sintiendo algo por ella.

Se quedaron en silencio, hasta que Taeyeon volvió a retomar la palabra.

—No importa ese asunto ya —comentó vagamente, dejando el vaso en la mesita de centro—. Las cosas han cambiado, he reflexionado bastante al respecto en las semanas que me fui fuera de la ciudad y solo llegue a una conclusión —Tiffany la miraba atenta, escuchando cada una de sus palabras.

—¿Cuál es esa conclusión? —preguntó.

—Ji Eun llego a mi vida en el momento que me desmoronaba, estaba claro que si ella no hubiera aparecido, la situación seria otra. Ella solo retraso el proceso de mi depresión y el desprecio a la vida —suspiró—. Mis traumas son de infancia y solo estaba en busca de comprensión y afecto, ella me lo dio sin rechistar y me enamoré —susurró—. Un amor pasajero que me destrozo —se encogió de hombros—. Pero que me llevo a otra situación.

No comprendía a que quería llegar Taeyeon, pero seguía quieta, sosteniendo el vaso entre sus manos, dejando que la condensación del hielo le empapara los dedos y las palmas.

—De no ser por ese suceso, por mis actos suicidas o por mi terquedad en dejar este mundo —guardo silencio y la observó fijamente—. No te habría conocido —reveló—. Fuiste la que me dio la sacudida necesaria para dejarme de estupideces, me diste confianza y te preocupaste por mí —suspiró—. Caíste del cielo para rescatarme de las tinieblas —especuló, Tiffany estaba sorprendida—. Aunque solo saltaste al agua para rescatarme —Taeyeon río tontamente—. Inconscientemente, comenzaste a ser mi ángel.

Tiffany tenía los ojos cristalinos, había dejado el vaso en la mesita también y una de sus manos estaba en su pecho, sintiendo los alocados latidos de su corazón.

—Eres el destello de luz al final de aquel vacío —le sonrió dulcemente—. Pero hay un problema —Tiffany se sofocó al instante con el nudo en la garganta.

—¿C-cuál? —Tartamudeó.

Taeyeon volvió a sonreír dulcemente y respondió—. Me he enamorado de mi ángel —Tiffany dejó de respirar por unos segundos, las lágrimas comenzaron a surcar su camino y el pulso seguía acelerado—. No sé cómo, cuando, en que momento, ni mucho menos sé por qué —musitó—. Solo sé que me das tranquilidad, seguridad, protección y has estado reconstruyendo mi corazón —reveló.

—¿La quieres? —Preguntó con la voz entre cortada por las lágrimas.

Se acercó a ella, secando sus lágrimas con sus pulgares, acariciándole las mejillas y mirándola con afecto. ¿Qué si la quería?, se preguntó a sí misma, la amaba.

—Estoy enamorada Tiffany —volvió a decir—. Enamorada de tu sonrisa, de tu personalidad, de tu bondad, de ti —le reveló—. Lo he pensado mucho y no sabes lo que me costó liberar todo —río bajamente—. Pero al final solo pude llegar a una dirección y esa dirección, fuiste tú —le sonrió—. Stephanie —la miró con seriedad—. ¿Quieres ser mi novia? —Un sollozo escapó de sus labios por la sorpresa y una gigantesca sonrisa adorno su rostro.

No respondía y Taeyeon comenzaba a preguntarse si había hecho lo correcto, si se había equivocado de momento, realmente estaba entrando en pánico. Pero Tiffany tan solo estaba sopesando todo, sabía que para Taeyeon no era sencillo aquello, sabía que debió de haber soltado demasiado para pedir aquello.

—Escucha... yo... —comenzó a divagar, pues se sentía incomoda, tal vez si se había equivocado—. Si no... —pero unos labios la cortaron al instante, sorprendiéndola en el acto.

—Si quiero —respondió sobre sus labios. Taeyeon la alejo para verla mejor, para ver aquella sonrisa radiante y aquellos ojos húmedos por las lágrimas. La respuesta estaba plasmada en su rostro y sintió el alivio recorrerla por completo.

Tiffany envolvió sus brazos alrededor del cuello de la mayor y la atrajo hacia ella para unir nuevamente sus labios, un beso tranquilo, donde se probaban mutuamente, donde se estaban demostrando el amor. Se separaron, uniendo sus frentes, aun con los ojos cerrados y uniendo una vez más sus labios.

Era una delicia compartir aquel beso, parecía haber fuegos artificiales dentro de sus estómagos y las emociones no disminuían en ningún instante. Sus labios danzaban en sincronía, moviéndose lentamente, deleitándose, reconociéndose. Cada roce, cada caricia de estos, desataba la pasión en ellas y el beso iba subiendo de tono, quitándoles el aliento, envolviéndolas en la pasión contenida y explorándose mutuamente.

El calor en sus cuerpos aumentaba y cada prenda en ellas comenzaba a estorbar, las manos ya no se querían quedar quietas, querían recorrer con pericia cada rincón del cuerpo ajeno, querían reconocerlo, querían acariciar la piel oculta y expuesta. La excitación crecía como una llamarada, dejando las puertas abiertas a la lujuria y a la pasión, dejándolas tomar las riendas de la situación.

Poco a poco, Taeyeon fue acostando a Tiffany en el sillón, quedando encima de su cuerpo, explorando temerosa su cintura y recorriendo su costilla con suavidad, y pericia, no fue hasta que su mano se detuvo en una de sus cumbres que la corriente eléctrica en sus cuerpos las recorrió, dejándolas escapar un jadeo lujurioso. Ambas dejaron de besarse, con la respiración jadeante se observaron fijamente, sus ojos estaban oscurecidos por la pasión y el deseo, e inconscientemente la mano de Taeyeon presiono el seno de Tiffany, arrancándole un gemido.

Se quedaron quietas, recuperando el aliento, lanzándose miradas cargadas de deseo. Cada vez la temperatura subía y sus cuerpos estaban sedientos de más.

Una melodía crispo la atmosfera y ambas cayeron en la cuenta de lo que estaba sucediendo, con un pronunciado rubor, Taeyeon se levantó y saco su celular de la mochila, observando el identificador. Respiro profundamente, calmándose para que no se escuchara alterada y deslizo el dedo por la pantalla táctil para responder.

—¿Sí? —Respondió, a sabiendas de quien se trataba. Se sentó en el sofá nuevamente, al lado de Tiffany, quien tomaba su pecho para calmarse, y tenía las mequillas sonrojadas. Pero aun así, seguía teniendo aquella punzada del deseo encendida y sin siquiera detenerse a pensarlo, comenzó a besar el cuello de la mayor.

"Taeyeon" —su madre al otro lado del teléfono.

La nombrada se estaba dejando llevar nuevamente por la pasión y se reclino en el sillón, dándole más acceso a Tiffany en su cuello, esta última se sentó a horcajadas en sus piernas y seguía esparciendo besos perezosos por su cuello.

—S-si... ma... mamá, soy yo —respondió con la voz inestable.

"¿Por qué te escuchas así, Kim Taeyeon?" —su madre la cuestionó—. "¿Qué andas haciendo?" —se sentía como una niña que habían pillado en su travesura.

—N-nada mamá, no estoy haciendo nada —respondió y suspiró—. Solo estoy con una amiga —sacó la típica excusa. Tiffany se detuvo al escucharla y la observó con una ceja alzada.

"Por favor, querida. Cuando tu apenas vas, yo ya fui y vine" —le soltó con una risita—. "Sé que estás con tu novia"

—N-no... —tartamudeó.

"¡Oh, vamos cariño!" —dijo—. "No lo niegues, lo que deberías hacer es dejarme hablar con ella para saludarla" —Taeyeon dejo caer la frente en el hombro de Tiffany, sus padres siempre encontraban la manera de avergonzarla.

—N-no... mamá, no te la pasare. No caeré en eso de que la quieres saludar —espetó.

"Tu padre dice que están haciendo cositas en este momento" —se puso totalmente roja y Tiffany no pudo evitar reír un poco por lo que alcanzaba a escuchar.

—Demonios —soltó.

"Cuidado con esa boca, señorita. Que con ella besas a tu madre" —le reprendió.

—Lo siento, mamá —se disculpó. La habían pillado, era evidente que no los convencería de que estaba con una amiga, ya que ella misma se había echado de cabeza.

"Deberías traerla a casa si no quieres pasarle el teléfono" —reprochó su madre.

—Mamá —se quejó Taeyeon.

"Nada de mamá jovencita, quiero conocer a tu novia. Tu padre dice que es muy hermosa y educada" —alabó. Taeyeon rodo los ojos—. "Ya está, tráela esta noche para conocerla, no hay 'pero' que valga y tampoco espero una negativa" —repuso su madre.

—¡¿Qué?! —Dijo sorprendida—. Pero mamá... —intentó replicar.

"Nada, así es que iré preparando una cena especial" —sentenció—. "Nos vemos" —espetó su madre.

—Mamá, espera... —y sin más su madre corto la llamada, no quería replicas—. Me colgó —dijo sin más, observando su celular y parpadeando sorprendida, la había dejado con la palabra en la boca.

Se quedaron calladas, el ambiente pasional había pasado y tan solo se quedaron en silencio, Tiffany seguía a horcajadas sobre Taeyeon y acariciaba su cabello, mientras la mayor seguía con su cabeza apoyada en el hombro de la menor.

—¿Qué harás esta noche? —Rompió el silencio la mayor.

—¿Yo? —Cuestionó. Taeyeon asintió—. Nada, tal vez llame a mis padres o vea televisión —se encogió de hombros.

Taeyeon se alejó y la observó fijamente, dejando descansar sus manos en las piernas de Tiffany. Suspiro sonoramente.

—Olvida eso. Ya tienes plan para esta noche, cariño —le sonrió afectuosamente—. Mi madre quiere que vallas esta noche a casa, así es que vendré por ti a eso de las 7:40 p.m., quiere conocer a mi novia, mi padre no ha parado de hablar de ti desde que te conoció el viernes —reveló cansinamente—. Lo siento —se disculpó—, pero así es últimamente en mi familia —bajo la cabeza avergonzada.

Tiffany sonrió tiernamente y acaricio sus mejillas, llamando la atención de la mayor.

—Está bien, no hay ningún problema —le aseguró, dándole tranquilidad. Le dio un casto beso en los labios y la volvió a observar.

—Entonces será mejor que me valla —soltó y Tiffany se puso de pie, para que Taeyeon también lo hiciera—. Ponte más guapa de lo que ya eres —le dijo con afecto. Tomó su mochila y la colgó a su hombro, ambas caminaron hasta la entrada y se detuvieron en la puerta—. Nos vemos esta noche —le sonrió y abrió la puerta.

Pero antes de dar un paso al exterior, Tiffany la había aprisionado en un beso apasionado, dejándola sin aliento y delirando.

Para cuando Taeyeon llego a casa, se encontró con que sus padres estaban en la cocina, preparando un banquete, su padre había sacado un vino añejado que tenía reservado para las ocasiones especiales y se sorprendió ante todo aquello. Por favor, solo era la presentación de su novia, no diría que se casaría o algo por el estilo.

Quito importancia al asunto y se fue a su habitación a prepararse. Para cuando llego la hora, fue a recoger a Tiffany en el coche de su padre, al llegar a casa todos estaban ahí, recibiéndola con una enorme sonrisa estampada en el rostro y un caluroso abrazo, no se hizo esperar la vergüenza para Taeyeon con los comentarios de sus padres y su hermana.

Su madre decía que se veían tan lindas tomadas de las manos, su padre que hacían una hermosa pareja y su hermana, socarronamente decía que su madre las había descubierto en pleno acto, por lo que las menores se sonrojaron hasta no poder más y elevo la risa de todos.

Se sentaron a la mesa, su hermana y su cuñada frente a ella y Tiffany, y sus padres a los extremos de la mesa. Todo estaba tranquilo, la conversación ahora no se centraba en la relación de las chicas, si no que hablaban del futuro y sin más su padre saco tema a colación.

—Dime Taeyeon —su padre tomo su copa de vino añejo, meneándola sutilmente y dio un sorbo, parecía relajado—. ¿Cuándo pedirás su mano? —Soltó la pregunta justo cuando Taeyeon daba un sorbo también al vino. Sorprendida, sus ojos se abrieron de par en par y el vino salió expulsado de su boca, mojando a Hyoyeon que estaba frente a ella.

—¡Yah! ¡Pequeña revoltosa! —Le increpó, limpiándose las gotas del vino del rostro—. Ya verás cómo te va en este momento... —se puso de pie, dejando la servilleta sobre la mesa en un golpe seco.

Taeyeon no reaccionaba, aún seguía en shock con la pregunta de su padre y si Hyoyeon le daba un golpe certero en el rostro, reaccionaria de las mil maravillas.

—Kim Hyoyeon, en esta mesa no hay peleas —la reprendió su madre, la aludida solo bufo y se dejó caer en la silla, con los brazos cruzados y el ceño fruncido observo a su hermana menor.

—Madre mía, pero mira nada más como están estas dos —soltó en tono jocoso el papá de Taeyeon, refiriéndose a su hija menor y a su novia, quienes seguían estáticas por la pregunta. Todos las observaron y rieron por su reacción, estaban sonrojadas hasta las orejas y se preguntaban cómo demonios se les ocurría preguntar sobre la pedida de mano, si apenas eran unas adolecentes con muchos sueños por delante.

El matrimonio aún no estaba dentro de sus planes.

Entre comentarios sarcásticos, bromas y temas al azar, disiparon el ambiente. Cuando terminaron, la madre de Taeyeon llamo a sus "nueras" a la sala, quería mostrarles algo muy importante, por lo que ambas mujeres sin rechistar la siguieron en silencio.

Taeyeon y Hyoyeon se encargaron de lavar los trastos usados esa noche, no fue hasta que terminaron que caminaron hasta el umbral de la sala, observando como las tres mujeres estaban en cojines en el suelo y veían concentradas un álbum de fotografías, la mamá de las hermanas contaba una historia con cada fotografía que mostraba y cabe decir que las dejaba en vergüenza una vez más.

—Oh, Tiffany, cielo, mira esta fotografía —dijo mostrándole el álbum—. Aquí Taeyeon tenía una alergia severa en sus nalguitas y tuvimos que... —y la historia comenzó...

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Comments

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ashleyurdiales24 #1
Chapter 12: no recordaba lo preciosa que es esta historia, ame como fue el final y simplemente toda la historia, supo desenvolver muy bien mis pensamientos y sentimientos conforme iba leyendo, muy corta pero dejando mucho en su paso ,gracias por comparyir tan bella historia ✨
Skyth06
#2
Chapter 12: Belleza de historia ❤️
popilin1643
#3
Chapter 12: Yo creo que reaccionaría igual a Taeyeon XD
Aleja_byun96 #4
Chapter 12: Espera ¿Qué? ¿Ya acabó? omg... oh bueno muchas gracias por compartirnos esta bella historia <3
Skyth06
#5
Chapter 11: Waaa muchisimas gracias fue un gran cap!!!
Skyth06
#6
Chapter 10: xD el papá directo xD
Skyth06
#7
Chapter 9: Hyo <3
dani_ela
#8
Chapter 3: Suena genial, esta noche me la leo toda <3
roguecr #9
Chapter 8: cada capitulo se pone mas interesante xd esta muy bueno y ojala pronto se de una oportunidad con Fanny
Skyth06
#10
Chapter 8: Quedó muy bueno