Era el último día de clases para salir de vacaciones, todos los estudiantes entusiastas salían de las aulas emocionados, estirando sus cuerpos y haciendo planes para desquitar la carga horaria del pesado semestre, con una amplia sonrisa y extrema alegría, abandonaban los pasillos de aquella institución.

Tiffany caminaba tranquilamente, al lado de Minho, envueltos en una conversación banal sobre lo que harían aquellas vacaciones, no fue hasta que, por el pasillo vislumbro la silueta de su ahora novia, Taeyeon, la cual salía de un salón riendo a carcajadas, pues detrás de ella salía también aquella morena alta y atolondrada que tenía por mejor amiga, Sooyoung.

El corazón de Tiffany se hincho de alegría y se repitió que no se cansaría de verla así de feliz. Se había metido por completo en el mundo Taeyeon, que dejo de escuchar todo lo que el muchacho a su lado le comentaba. Justo en cuestión de segundos, Taeyeon giro el rostro y se encontró con su perfecta mirada, haciendo conexión al instante y regalándole una dulce sonrisa.

Tiffany se quedó quieta y las réplicas de sus latidos aumentaban, esa sensación no se iba de ella cada vez que la veía y hacían contacto visual. Las inmensas ganas de lanzarse a sus brazos y besarla infinitamente la llamaban. Mordió su labio inferior, tratando de apagar el deseo en su interior y dándole una sonrisa también.

Taeyeon dejo de verle para prestarle atención a Sooyoung, que seguía caminando por el pasillo y no dejaba de parlotear, se daba cuenta de las reacciones de su novia, de los nervios que podía sacarle y de las ansias infinitas que podía darle.

—¿Entonces estás de acuerdo? —Sooyoung la trajo de vuelta al mundo real, recordándole que conversaban acerca del supuesto romance oculto de Wooyoung, últimamente se encontraba extraño y mucho más tímido cuando hablaban de relaciones.

—¡Oh, sí! —Respondió rápidamente—. Aunque al final nos llevaremos tremendo golpazo cuando él se entere —dijo nerviosa. Su amiga quería seguirlo para averiguar que era eso que les ocultaba tan celosamente.

Y como si lo hubieran llamado, el chico se atravesó en su camino, sonriéndoles ampliamente y acercándose a ellas para saludarles de beso en la mejilla. Los tres emprendieron camino a la salida, cambiando de tema rápidamente para que no sospechara sus planes, pero Sooyoung era pésima disimulando, mostraba una mirada sugerente y sonreía burlonamente, como si supiera su secreto. Wooyoung se sentía nervioso con aquella interacción de la alta, tanto que prefiero poner en medio a Taeyeon.

Caminaron envueltos en una conversación sin sentido, llena de risas y comentarios fuera de lugar, se detuvieron en el estacionamiento, al pie de una motocicleta estacionada.

—Nos vemos mañana, ¿Cierto? —Cuestionó el muchacho, sacando las llaves de sus pantalones, aflojó la corbata y desabotonó el primer botón de la camisa.

—Claro —respondió risueña Sooyoung—. Llevaras a tu amigo, ¿Verdad? —Pestañeo un par de veces.

—Por supuesto —le sonrió ampliamente y se montó en la moto, colocándose unas gafas de sol que lo hacían verse radiante y y.

—Si no fuera lesbiana y tu mejor amiga, ya estaría babeando por ti Woo —comentó Taeyeon riendo, pues conocía el atractivo que su amigo tenia.

—¿Es enserio? —Dijo incrédula Sooyoung, mirándolos con cara de asco.

—Oh, vamos. A que hacemos linda pareja —se burló Wooyoung, bajando de la moto y acercándose a Taeyeon para abrazarla. Sooyoung los observó, pero se quedó con la boca abierta y las palabras atoradas en la garganta cuando escuchó aquel grito.

—¡Yah! —Tiffany caminaba rápidamente en su dirección, con los ojos envueltos en llamas.

—Y ahí viene la ley —bromeó Sooyoung, conteniendo la risa, pero falló cuando Tiffany aparto a Wooyoung bruscamente de la mayor y la abrazaba posesivamente.

La carcajada que lanzó Sooyoung llamo la atención de algunos alumnos que aun deambulaban por ahí y observaban en aquella dirección, en la lejanía, Minho observaba atónito todo, el juraría que vio celos en Tiffany, pero su mente decía que solo eran figuraciones suyas. Sin embargo, eran celos auténticos.

—¡Rayos! —Se quejó Wooyoung—. Tu chica sí que golpea duro —soltó nerviosamente.

—Si-i.- tartamudeó Taeyeon—. Le gusta proteger lo que es suyo —dijo avergonzada, repitiendo las palabras que su novia había dicho en un centro comercial, cuando una camarera le sonrió "coquetamente".

—Debería traer palomitas para esto —agregó Sooyoung—. Es divertido ver a Tiffany celosa —río con fuerza, pero calló al instante de recibir una mirada fulminante por parte de la mencionada.

—Nos vamos —sentenció, tomándola de la mano y halándola lejos de sus amigos.

—¡Nos vemos mañana linda! —Gritó Wooyoung divertido.

—¡Por supuesto cariño! —Gritó de regreso Taeyeon, ganando un apretón en su mano por parte de su novia.

Le encantaba picarla con el asunto de los celos, decía que Tiffany se ponía muy posesiva y apasionada cuando los celos la consumían.

No dijeron nada en el camino, Tiffany seguía con sus celos y Taeyeon, prefirió mantener el silencio, cuando llegaron al departamento de la menor, esta arrastro a la mayor al interior y ahí, dentro de las cuatro paredes silenciosas y solitarias de su hogar, la asaltó.

Sus labios capturaron los de Taeyeon en un fogoso y adictivo beso que la dejaba sin aliento, que la enviaba directamente al cielo y la regresaba al infierno para quemarse con el fuego ardiente de su interior. Aquellos besos eran su adicción, su droga personal, su calmante... cada vez que sus labios se unían parecían no querer despegarse nunca, pero siempre el aliento escaseaba en ellas.

Se alejaron apenas centímetros de sus labios, inhalando profundamente y exhalando todo en el rostro de la otra, sus alientos se mezclaban y jadeaban por oxígeno, sus ojos reflejaban la pasión y el deseo que sentían la una por la otra, y su piel ardía bajo el suave tacto de sus manos.

Taeyeon la apretó contra su cuerpo, dejando que sus manos recorrieran el cuerpo ajeno a su antojo, memorizando el recorrido de sus manos, besando hambrientamente el cuello de la menor y deleitándose de cada uno de los débiles gemidos que emitía. Caminaron hasta el sofá, cayendo sobre él, Tiffany quedó encima de la mayor y le sonrió con suficiencia.

Se agacho un poco, respirando sobre el cuello desnudo de su novia, sintiendo como se sacudía sutilmente y como su hermosa piel se erizaba con el contacto suave de sus labios, planto un beso ahí y saco la lengua para recorreré hasta el lóbulo de la oreja, mordiéndolo al instante y susurrándole.

—Siempre defenderé lo mío y tú, Kim Taeyeon. Eres mía —aquella declaración sacudió por completo a la nombrada, haciéndola respirar con más irregularidad y excitándola aún más. Sin siquiera esperarlo, Tiffany la estaba mordiendo en el cuello, succionando y lamiendo, sacándole gemidos que no podían ser más acallados.

La estaba marcando, eso era seguro y aun cuando no le gustara, el que Tiffany lo hiciera le entusiasmaba. La giró en el sofá, quedando ella encima de la menor y le sonrió seductoramente.

—Oh, Stephanie, eres una niña muy mala —dijo con fingida indignación—. Tendré que darte un castigo —y con aquellas palabras, los ojos de Tiffany se ensombrecieron en lujuria.

No hubo necesidad de palabras, sus labios se unieron nuevamente y la guerra comenzó, pero...

¡Oh, dios!

Llaman a la puerta en ese instante, frustrando por completo lo que parecía ser una tarde lujuriosa y apasionada, sus labios rompieron el beso con un sonido húmedo, sus pechos subían y bajaban, sus respiraciones estaban agitadas y sus ojos solo reflejaban deseo.

El timbre volvió a resonar, acallando por completo el sonido de sus respiraciones. Taeyeon se alejó, dejando que Tiffany pudiera ponerse en pie y justo cuando lo hizo, hicieron contacto visual, ambas acomodaron sus cabellos y verificaron que sus ropas estuvieran en su lugar. La mayor se sentó en el sofá, tratando de contener su frustración, mientras que la menor atendía al intruso.

—¡Santo cielo! —Se escuchó el grito y Taeyeon asustada, corrió a ver que sucedía—. Jessica —dijo emocionada, abrazándola con fuerza y recibiendo un beso en los labios por parte de la rubia, dejando paralizada a la castaña en el acto y en shock a la mayor.

Una corriente la recorrió hasta la cabeza, haciendo clic en su cerebro y ardiendo en furia al instante, sus manos se hicieron puños a sus costados y los celos afloraron de lo más recóndito de su interior.

Oh dulce karma, sí que te gusta jugar sucio...

Actualización dedicada a Skyth06, muchísimas gracias por tus comentarios.

Con este capítulo llegamos al final de la historia, gracias a aquellos que siguieron la travesía y la leyeron. Nos vemos en otras de mis historias.