Epílogo

Tú eres el cielo que jamás podré tocar

«Diez años después»

La ciudad estaba oscura ya, lo único que la iluminaban eran las luces de los faroles encendidos en las calles y algunos edificios.

El gran ventanal, que va desde el piso hasta el techo, muestra una magnifica vista de la ciudad de New York, demasiado hermosa. Años atrás, nunca se habría imaginado estar viviendo en aquella ciudad y mucho menos, estar viviendo como en un sueño.

Kim Taeyeon, era una mujer completa, tenía todo lo que deseaba y estaba completamente feliz con su vida actual. Aquella sombra del pasado, solo ha quedado como eso, pasado. Un pasado que la hirió, donde perdonó y liberó, donde maduró y conoció el amor. Hoy en día agradece haber encontrado al amor de su vida en la última oportunidad que tenia de vivir.

Una enorme sonrisa adorno sus labios, sostenía una copa con champagne y jugaba con su anillo matrimonial en su dedo anular de la mano izquierda, escuchó la puerta abrirse, pero no se inmuto en ver quien ingresaba, no era necesario, su corazón le avisó que era aquella persona que le robaba el aliento.

—¿Qué haces aquí, cariño? —Interrogó la intrusa, encaminándose hasta estar cerca de su esposa, abrazándola por la espalda y apoyando su mentón en el hombro de Taeyeon para ver a través de la ventana—. La fiesta es abajo y tú sigues aquí —le recriminó, depositándole un suave beso en la piel descubierta del cuello.

—Lo sé —respondió Taeyeon, llevando la copa hasta sus labios para darle un sorbo a su bebida—. Pero no quería perderme esta hermosa vista —se sinceró.

—Es una hermosa vista —reconoció—. Y por eso compramos este departamento —le recordó, alejándose de ella—. Así es que, no es excusa para que estés aquí, la ves todas las noches y los invitados no estarán siempre en casa —le recriminó—. Anda, debemos bajar —le pellizcó el hombro con afecto.

Taeyeon se giró para encararla, para derretirse en aquella hermosa sonrisa cargada de amor. Si en el pasado le hubieran dicho que se enamoraría perdidamente de alguien que le salvo la vida, diría que está loco, porque lo repudiaría con toda el alma, pero ahora, ahora está muy agradecida con la vida.

La envolvió entre sus brazos, dejando la copa en el escritorio a su costado y acercándola lo más posible hasta su cuerpo, el calor la recorrió y su corazón salto de emoción, observo sus rojizos labios, apetecible y brillantes, sin preámbulos, los capturo en un beso tierno y dulce. La amaba con toda su alma y no se arrepentía por haber optado en mudarse a New York.

—Gracias —susurró aun con sus labios rosando los ajenos—. Gracias por todo, amor —le dio un beso corto y se alejó para observarla.

La devoción, el amor y el anhelo, escurría de aquella mirada chocolate y no hacía falta agradecer absolutamente nada, la vida la había puesto en aquel punto culminante de la vida de Taeyeon y le dio una sacudida para ayudar a aquella indefensa adolescente en busca de consuelo.

Le acaricio la mejilla, con una delicadeza que provoco cerrar los ojos en la mayor, disfrutando del suave y cálido tacto de su mujer. Tiffany sonrió, alegre de su amor y satisfecha con su vida.

—Tantas cosas han pasado en nuestras vidas, obstáculos se han puesto en nuestro camino y hemos saltado cada uno de ellos —habló Tiffany—. Incluso nosotras mismas hemos cambiado —sonrió, dejando sus manos en los hombros de su esposa.

Taeyeon la abrazo con más firmeza y dejo descansar su frente con la de Tiffany, con los ojos cerrados, se dejaba llevar por la dulce melodía de la voz de su mujer.

—Pero lo que no ha cambiado y tampoco cambiara... —susurró—. Será nuestro amor —susurró con una amplia sonrisa, Taeyeon asintió, de acuerdo con las palabras dichas por su esposa—. Te amo —declaró besando sus labios tiernamente, envolviéndose en la dulce sensación que le producía besar al único amor de su vida.

La vida había obstaculizado en muchas ocasiones el camino de Taeyeon, dejándola a la deriva, haciéndola sufrir y dándole una buena lección para el resto de su vida. Bien dicen que después de la tormenta llega la calma y su tormenta se fue cuando Stephanie Hwang apareció en su vida, justo cuando su ángel la rescato de las profundidades del río.

Nunca imagino enamorarse perdidamente de alguien y a estas alturas, donde al fin puede mirar al pasado sin rencor alguno, se da cuenta que la lección que aprendió con Ji Eun, solo fue una experiencia y no se compara en nada con todo lo que Tiffany provoca en ella.

—Te amo también —susurró sobre sus labios, sonriendo amorosamente y respirando profundamente—. Bajemos ya —se alejó de Tiffany y con una sonrisa le tendió la mano.

Ambas salieron de aquella habitación, aquella que la mayor usaba para trabajar, tomadas de las manos se dirigieron hasta el salón, justo donde sus invitados reían, hablaban y convivían. Las sonrisas estampadas en sus rostros eran inmensas, todos las observaron cuando ingresaron en la habitación, se podía observar a leguas el aura que emanaban, un aura llena de dicha y felicidad, tal como debía ser.

Familiares, amigos y alguno que otro colega de trabajo, deambulaba por ahí, festejando como todos los años el aniversario de la feliz pareja. Ese día se celebraban cinco años de matrimonio. Tiffany saludo a algunas personas y Taeyeon se alejó de ella para dirigirse con sus amigos.

Sooyoung y Wooyoung le sonreían ampliamente, ambos seguían completamente solteros y se jactaban de que Taeyeon tenía que pedir permiso cuando la invitaban a salir. Muchas cosas habían cambiado en esos diez años, Wooyoung, debuto como cantante en un grupo después de dos años de haber salido el instituto y Sooyoung, ella fue demasiado impresionante, se convirtió en modelo por casualidad y al parecer llamo la atención de algunas agencias, contactándola al instante.

Sus dos amigos dejaron la universidad, en cambio Taeyeon, ella había continuado la universidad, era bastante complicado estudiar administración empresarial y mantener el contacto con Tiffany, quien se había regresado a su país para poder convertirse en una buena abogada. Todos aquellos sacrificios al final tuvieron su recompensa.

La familia Kim y Hwang, congeniaron de las mil maravillas cuando se presentaron, lo cual impresiono a las esposas, pero como no congeniar a la perfección cuando lo único que importa es ver a sus hijas felices, ese era su cometido y ambos patriarcas de familia hicieron una alianza.

·Flash Back·

La casa de la familia Kim recibía la grata visita de la familia Hwang, hacía tiempo que ambas familias mantenían contacto y se visitaban con frecuencia, inclusive un nuevo negocio en potencia nació entre ambas familias y los dos hombres de familia, eran los encargados de que aquel proyecto se llevara a cabo.

Pero aquella mañana, encerrados con pestiño en el despacho de Liam Kim, no hablaban precisamente del negocio en sí, si no que su conversación giraba en torno a sus hijas.

Entonces también están de acuerdo con nosotros —confirmó Liam. El hombre sentado frente a él, con un vaso de whisky entre sus gruesas manos, asintió confiado de su decisión.

Muy de acuerdo —sentenció, dando un sorbo a su bebida.

Entonces el acuerdo prenupcial tendrá que ser firmado, Daniel —Liam sonrió ampliamente, complacido con las decisiones que habían tomado.

Taeyeon y Tiffany, serían la excusa para sellar un acuerdo entre ambas familias en los negocios, porque ciertamente, lo único que querían hacer era casar a esas dos chicas que solo dejaban pasar el tiempo, llevaban saliendo cinco años y Liam no comprendía como su hija aún no se atrevía a pedirle matrimonio a Tiffany.

Por lo que se vio en la necesidad de pactar un matrimonio a la antigua y grata fue su elección al saber que su consuegro estaba de acuerdo con que sus hijas se unieran en matrimonio. Daniel Hwang, estaba más que seguro que su hija no encontraría a ninguna otra persona que la protegiera, la amará, la cuidará y respetará como lo hacía aquella castaña de nombre Taeyeon.

Ambos hombres sonrieron satisfechos con el acuerdo mutuo, y complacidos de que a partir de ese día se volvían familia. Se pusieron de pie, estrechando sus manos con alevosía y abrazándose cordialmente. Cuando abrieron la puerta de aquel despacho, sus mujeres los observaron perturbadas, interrogando con la mirada cual había sido el veredicto y estallaron en un grito animoso cuando la respuesta silenciosa se dio con la amplia sonrisa de ambos hombres.

Organizaron una celebración, con aparente regocijo de haber logrado el objetivo que ambos se habían planteado hacía ya algunos dos años atrás. Para Tiffany y Taeyeon, solo era una celebración por los negocios de sus padres, pero no eran conscientes de que el motivo eran ellas.

Empresarios, amigos, familia y algunos medios, se encontraban en dicho evento. Los Hwang y los Kim, con brillantes sonrisas, saludaban a sus invitados. Taeyeon estaba al lado de su hermana mayor, riendo tontamente de comentarios absurdos, observando de vez en cuando a la multitud y bebiendo tranquilamente a la espera de que sus amigos hicieran la entrada triunfal.

Tiffany, por su parte, se encontraba con una amiga que había hecho en el instituto y hacía años que no veía, la linda Seohyun, sonreía grácilmente mientras tocaba su pequeña pancita de embarazada, se había casado no hace mucho y su esposo trabajaba para una de las empresas invitadas a la celebración.

El ambiente era tranquilo y se respiraba la alegría por doquier, pero los ojos malvados de Liam y Daniel, no abandonaban para nada a sus respectivas hijas y con una mirada de "es hora", se plantaron en el pequeño escenario donde una orquesta tocaba música clásica.

Ambos con un micrófono en mano, enfundados en sus elegantes trajes hechos a medida y una sonrisa burlona, llamaron la atención de todos los presentes.

Buenas noches a todos —hablo Daniel. Lamentamos la interrupción —se disculpó y observó a su mujer.

Queremos agradecer a todos por estar presentes en esta noche de alegría —espetó Liam. Como todos sabrán, somos unos novatos en esto de los negocios, sin embargo nuestra unión ha sido muy bien vista por varios empresarios, dándonos su apoyo —reconoció. Los flashes de algunos reporteros, fueron lanzados en su dirección, sabía que todo sería captado.

Para ese momento, Tiffany había vuelto al lado de Taeyeon, abrazándose a uno de los brazos de la mayor para poder sentir su calor y dejándole un delicado beso en la mejilla, todo a sabiendas de que toda la atención estaba en sus padres, sin embargo aquellos hombres en el escenario tenían buen ojo y habían visto aquella interacción, sacándoles una sonrisa de satisfacción.

Queremos proponer un brindis —alentó Daniel, un camarero le dio una copa al igual que a su colega y con una gran sonrisa en el rostro, continuó. Por la franquicia hotelera "K&H", que hemos abierto —alzó la copa.

Por la unión Kim y Hwang —continúo Liam, alzando también su copa.

Y porque sea un éxito total —terminó Daniel.

Salud —ambos dijeron al mismo tiempo, la multitud también brindo en su honor y bebieron festivamente, dándoles todas las energías positivas.

Antes de bajar del escenario, también queremos anunciar con alegría —comenzó Liam, llamando la atención de todos, quienes los miraban confundidos—. El compromiso de Taeyeon y Stephanie. Nuestras hijas —dijo orgulloso.

Taeyeon, quien estaba bebiendo tranquilamente de la copa de champagne que tenía en la mano, ajena al anuncio de su padre, escupió el trago que había dado al escuchar el anuncio, con los ojos abiertos como plato y el pulso acelerado, miró nerviosa al escenario. Tiffany, quien aún seguía abrazada del brazo de su novia, se había puesto completamente roja y el corazón le iba a mil.

Cuida bien de mi bebé, cariño —Daniel dijo a través del micrófono a Taeyeon, estremeciéndola por completo y siendo objetivo de todos los ojos dentro del salón. Tragó y humedeció sus labios, se le habían resecado de los nervios y sin más, un flash las cegó.

·Fin del Flash Back·

Tiffany camino hasta su familia, regalándoles una amplia sonrisa y siendo interceptada por su esposa, quien se había acercado y la abrazaba dulcemente.

—Al fin llegan —habló Liam, con una sonrisa divertida—. Pensamos que tendríamos que correr a los invitados porque a las anfitrionas se les había ocurrido hacer algo más divertido —comentó sugerente, observando a su hija con picardía y haciéndola ruborizar al instante.

—Papá, por favor... —pidió avergonzada, bajando la mirada y recibiendo una risa general por los mayores.

—Oh, vamos cariño, ya sabes cómo es tu padre —comentó su madre.

—Un gran sentido del humor —dijo sarcástica Taeyeon.

—Bueno, deberían dejar eso y llevar a la niña a dormir —añadió la mamá de Tiffany—. Ha estado cabeceando desde hace un rato y ha preguntado por ustedes —repuso.

—Lo siento mamá —se disculpó Tiffany con una sonrisa nerviosa.

—Ya me encargo de esta princesa —acotó Taeyeon, tendiéndole los brazos a su pequeña, que al instante se abalanzo sobre ella, acurrucándose entre sus brazos y dejando descansar su pequeña cabecita en el hombro de su madre.

Tiffany observó a sus dos más grandes amores, el primero, su único y verdadero amor, y el segundo, el fruto del más grande y puro amor que ha tenido, su única hija, una pequeña de tan solo dos añitos de edad, con el cabello castaño ondulado, largas pestañas y ojos grises como los de su madre, y una sonrisa deslumbrante como la de ella. Su mirada al observarlas, desbordaba amor y la sonrisa cálida que sus labios dibujaban, solo corroboraba lo que su mirada decía.

—Es mejor llevarla a acostar —anunció a su familia y a su esposa, quien le sonrió cariñosamente y asintió.

—Si nos disculpan —Taeyeon habló, tomando la mano de Tiffany con delicadeza y alejándose de sus padres para poder llevar a su princesa a la cama.

Subieron a la segunda planta, ante la atenta mirada de varios invitados, caminaron por el amplio pasillo hasta llegar a una enorme puerta blanca con decorados rosados. Esa era la habitación de la pequeña niña. Tiffany abrió la puerta, adentrándose ella primero para encender la pequeña lámpara al costado de la cama con sabanas rosas, Taeyeon ingreso y acomodo a la pequeña en la cama que previamente Tiffany había acomodado para la menor.

La abrigaron con las sabanas y le depositaron un dulce beso de buenas noches en cada regordeta mejilla. Las mujeres se posicionaron al pie de la cama, observando al pequeño lucero de sus vidas, a la alegría de cada uno de sus días, esa pequeña adorable. Abrazadas, con una sonrisa en sus rostros contemplaron el pacifico rostro de la menor.

Taeyeon abrazo a su mujer por los hombros, siendo correspondida al instante. Ambas se sumieron en los recuerdos del pasado, en cómo es que aquella niña acobijada, había llegado a sus vidas.

·Flash Back·

Hyun Woo, el primo de Tiffany, se había vuelto un gran científico, junto a su esposa Ji Eun. Ambos estaban creando una especie de fórmula para que parejas del mismo o pudieran procrear familia, sabían que sería un verdadero reto, que era imposible manejar todo aquello y pese a que todas las expectativas eran negativas, decidieron arriesgar.

Para Hyun Woo, todo aquello se había convertido en su obsesión, colegas le habían asegurado de que aquel proyecto fracasaría, que no había futuro alguno para algún tipo de inversión en aquello, pero él no quería desistir de su cometido, experimento con animales en primera instancia, dándole los resultados deseados.

Y como un rayo, el rostro de su prima atravesó sus pensamientos, ellas eran perfectas para experimentar. Con una sonrisa siniestra marcó el número de su prima y le comentó acerca de su fórmula, Tiffany realmente no estaba muy convencida en convertirse en conejillo de indias de su alocado primo, pero muy en el fondo quería realizar ese sueño, tener un hijo con Taeyeon.

Una larga conversación con la mayor, la cual exasperada, caminaba de un lado a otro en la habitación, tenía los ojos desorbitados y movía las manos con nerviosismos, realmente estaba loca por aceptar aquello, pero el tan solo hecho de ver la ilusión en los ojos de su amada, alejo todo temor y duda. Y fue así como acepto someterse a aquel tratamiento.

Duro una semana en tratamiento, según las explicaciones de Hyun Woo, no habría reacción alguna y de haberla debía informarle de inmediato para suspender el experimento, asustada y con el alma pendiendo de un hilo, pidió al cielo que no hubiera efectos colaterales de dicho experimento.

Según, al momento de cuando ella llegara al clímax y su o llegara, en lugar de liberar fluidos, se liberaría algo como el , lo cual aseguraba ser eficaz. Consternada y con dudas al respecto, aceptó.

Después de varios meses, en los que parecía no había funcionado en nada aquel experimento y con la desilusión disolviéndose en el aire, Hyun Woo, había perdido todas las esperanzas y cada palabra de sus colegas, le bombardeaban los pensamientos, sintiéndose deplorable e inservible.

Sin embargo, olvido algo mucho muy importante, la monitorización no era exactamente hecha a la persona correcta. Taeyeon había pasado por exámenes rutinarios cada semana, para verificar que no hubiera cambio alguno en ella o algún efecto colateral que le haya hecho reacción sin que ellos se percataran a simple vista. Dejaron de lado el verdadero blanco, Tiffany.

Últimamente, la ahora pelirroja, se había sentido extraña, náuseas matutinas, ascos repentinos, antojos extraños, cansancio extremo, mareos y otros síntomas que empezaban a asustarla. Ella se consideraba una persona completamente saludable y le asustaba que alguna enfermedad la atacara.

Esa mañana, un día lunes, se levantó por la madrugada, a eso de las 3:50 a.m. por un repentino antojo. Apenas iluminada por la luz del refrigerador, donde saco varias cosas para comer, últimamente estos asaltos nocturnos se volvían constantes, pero esa mañana tenia antojo tremendo. Preparó algo indescifrable, el aspecto que había en el plato era extraño y asqueroso, pero al paladar era exquisito por lo que le importo poco el aspecto de aquello que había preparado.

Era una mezcla dulce y salada.

Termino cada bocado con satisfacción, haciendo un gesto de excitación a cada bocado, para cuando termino, subió a su recamara y volvió a la cama, el sueño le había llegado con dureza y no quería caer en la alacena o en las escalera. Cuando su cuerpo se sumergió entre las sabanas, se abrazó firmante al cuerpo desnudo a su lado, olfateando el olor de su cabello y quedando profundamente dormida con una hermosa sonrisa en los labios.

Despertó a las 7:14 a.m. por las náuseas, corrió directamente al baño, levantando la tapa rápidamente y volcando todo lo que había comido esa madrugada en el inodoro. Las arcadas se repetían una y otra vez.

¿Tiffany? —Alguien la llamo desde la ducha, el eco resonó, pero ella no alzaba la cabeza, solo estaba sacando todo aquello que podía. Taeyeon preocupada por lo que escuchaba se asomó, con el jabón en el cuerpo y el cabello, el agua caía grácilmente dejando salir una densa capa de vapor. ¿Estás bien? —Cuestionó, saliendo de la ducha y acercándose a ella, su nariz se arrugó en un gesto de asco al ver a su mujer sacando hasta las tripas en el inodoro.

Era asqueroso, pero como buena esposa preocupada, se acercó a ella, tomándole el cabello para que no callera sobre su rostro y se llenara de vómito, el olor era horrible, pero se quedó ahí, dándole ligeros masajes en la espalda para calmarla.

La pelirroja alejó la cabeza del inodoro cuando sintió que había sacado todo, su rostro estaba pálido y se veía cansada, Taeyeon la estudiaba y se preocupaba por la salud de ella, bajo la palanca, para que todo aquel vomito se fuera por el caño.

Llamaré a Hyun —anunció, tomando una toalla y envolviéndose en ella. Tiffany seguía en el piso, reponiéndose de todo, su cabeza daba vueltas y sentía que el piso se le movía.

La voz de Taeyeon se podía escuchar en el cuarto de baño, hablaba rápidamente y en un tono elevado, estaba claro que estaba nerviosa por todo aquello, caminaba de un lado otro por la habitación y movía las manos con desespero. Para cuando volvió al baño, tomo a Tiffany entre sus brazos, llevándola hasta la cama y dejándola ahí con delicadeza.

Beso su frente y sonrió cálidamente, acariciando su cabello suavemente. Iré a quitarme el jabón del cuerpo —anunció y se puso en pie, abrigo a su esposa y desapareció nuevamente en el cuarto de baño.

Para cuando salió, estaba completamente vestida, con aquel traje entallado a la medida, como toda una ejecutiva. Camino descalza al armario, tomando ropa para vestir a Tiffany, quien seguía desnuda. Escuchó el timbre de la entrada, justo cuando terminaba de vestirla.

Salió corriendo escaleras abajo y abrió la puerta rápidamente, jalando a Hyun Woo al interior del departamento y mirándolo con desespero.

¿Dónde está? —Cuestionó aquel hombre.

Está arriba —respondió ella. Debes asegurarte de que este bien Hyun, me preocupa que siga con esos síntomas —realmente estaba preocupada.

Tranquila, ella estará bien —le apretó el hombro amistosamente y le regaló una sonrisa tranquilizadora, aun cuando en el interior él estuviera derrumbándose por la preocupación. Ahora mismo iré a revisarla —le aseguró. En ese momento se dio cuenta de la presencia de Ji Eun, quien le tendía el pequeño maletín a su esposo.

Hyun Woo se perdió en el pasillo para ir directo a las escaleras y dejo en un tenso silencio a aquellas dos. Taeyeon la invitó a tomar asiento en el sofá, mientras ella caminaba de un lado a otro por la inmensa sala de estar, las pantuflas color azul, rechinaban cuando daba la vuelta para continuar con su camino, mordía con desespero una de sus uñas y miraba insistentemente hacia el piso de arriba por la barandilla.

Deberías calmarte —habló por primera vez Ji Eun—. Ella estará bien, pero a ti te está dando una crisis —dijo burlona. Taeyeon la fulmino con la mirada, quedándose quieta y soltando un profundo suspiro.

Mientras la tensión seguía en el piso de abajo, en el piso de arriba Hyun Woo, sonreía ampliamente, dejando ver sus blanquísimos dientes y asustando a su prima por aquella sonrisa tan amplia, y tenebrosa. Le había dicho los síntomas que había tenido en las últimas semanas y todo aquello solo le daba un diagnóstico, se sentó rectamente en la cama, y observó a su prima.

No le has sido infiel a Taeyeon o ¿? —Alzó una ceja. Al instante, los colores le subieron al rostro, ¿Cómo podía preguntar eso o si quiera pensar en ello?, no sabía si estar molesta o indignada por aquella pregunta.

¿Estás demente? —Dijo fastidiada. No sería capaz de serle infiel, ni siquiera con el pensamiento. ¿Por qué buscaría en otra parte lo que ya tengo en casa? —Estaba ofuscada y más por aquella sonrisa socarrona que apareció en el rostro de su primo. Se cruzó de brazos y miro hacia la puerta, no quería verlo a los ojos.

Soltó una ronca carcajada, estaba eufórico, pero aún quedaba comprobar su teoría, de ser así, su amado experimento sería un completo éxito.

Entonces —se apresuró a hurgar entre su pequeño maletín, encontrando una caja de prueba de embarazo—. Por favor, hazte esta prueba, es importante —Tiffany giró su rostro y con amplios ojos, observó la cajita que su primo le extendía.

¡Una prueba de embarazo!

Tiffany, temblorosa, tomó la cajita entre sus manos. Bajo de la cama con torpeza y avanzó hacia el baño, siendo vigilada por su primo con la mirada. Trago saliva y humedeció sus labios, curiosa y temerosa por la respuesta que pudiera arrojar aquella prueba. Al salir le tendió aquel objeto plástico a su primo, el cual observaba atento a que la marca aparecía y sus ojos crecieron animosos al ver la respuesta. Esa prueba lanzaba positivo, estaba entusiasmado.

Siéntate por favor —le palmeó un lado de la cama y este se puso en pie, tomando las cosas que había dejado en el mueble.

Tomo una banda elástica y se la ató en el antebrazo, presiono delicadamente sobre las venas, en busca de cuál sería la afortunada de dar la sangre que él requería, se colocó los guantes ante la mirada atenta y curiosa de su prima, hizo la asepsia y tomo la jeringa, la destapo y la hundió en la piel, extrayendo poco a poco la sangre, desató la bandita elástica y alejó la jeringa cuando el tubito estuvo lleno.

Ya está —le sonrió, pasándole el algodón con alcohol por el pinchazo, se lo puso ahí y le doblo el brazo. Permanece así por unos minutos, de lo contrario se te hará un hematoma —le advirtió, mientras hacia lo necesario para guardar lo utilizado. Llevare esto con Ji Eun, necesito una respuesta inmediata —no dijo más, pues salió disparado de la habitación, dejando a Tiffany sorprendida.

En el primer piso, Ji Eun, seguía en el sofá, observando aquellos muebles modernos, las decoraciones y unas cuantas fotografías. Taeyeon estaba en la cocina, hablando de negocios, trataba de dialogar para poder tomar ese día como descanso, no quería separarse de Tiffany si se encontraba mal, pero realmente no podía alejarse de sus obligaciones. Resignada corto la llamada, justo cuando Hyun Woo llegaba a la sala.

¿Ella está bien? —Preguntó rápidamente, acercándose al primo de su esposa. Sin embargo, este la ignoró y centró su atención en su esposa.

Ji Eun, cariño. Necesito que vallas al laboratorio y examines esta prueba de sangre —le tendió el tubito, dándole una mirada despectiva y una sonrisita de aparente victoria. Es urgente, por favor, ve y cuando los resultados estén listos. Llámame —pidió y se acercó a su oído. Es posible que nuestro experimento haya funcionado —le susurró para luego alejarse con una amplia sonrisa.

Ji Eun, asintió y salió corriendo de aquel departamento, ante la mirada atónita de Taeyeon. Lo observó entrecerrando los ojos y cruzándose de brazos.

¿Me dirás lo que sucede con Tiffany? —Dijo desesperada.

Lo sabrás pronto —le guiño un ojo. Taeyeon seguía tratando de averiguar en su mirada cual era el secreto, pero justo cuando iba a hablar, su celular sonó.

Hola —respondió rápidamente. Voy en camino —respondió cortante y miró a Hyun Woo. Tengo que irme ya —le comentó. Por favor, llámame si algo pasa, no importa que sea, solo llámame —le pidió preocupada.

Se colocó las zapatillas que guardaba en la planta baja, tomo el bolso, sus llaves y observó a Hyun Woo una vez más.

No puedo subir a la habitación para despedirme de ella, por favor comunícale que llevo prisa y volveré a casa temprano —le aseguró.

De acuerdo, buen día —se despidió aquel hombre con una amplia sonrisa.

Las horas pasaban y el desespero crecía cada vez más en el joven científico, le hacía compañía a su prima, pero esta se había dormido del cansancio que sentía, había recorrido todo el departamento en busca de algo que hacer y justo cuando se iba a resignar a ver televisión, su teléfono celular sonó.

La emoción lo lleno por completo, la satisfacción y orgullo lo zambullían en sus sensaciones, estaba eufórico, saltaba y gritaba emocionado, su corazón no dejaba de dar las palpitaciones muy fuertes, la adrenalina lo recorría por completo y se sentía satisfecho.

Llamó a Taeyeon, alegando que era de suma urgencia que volviera a casa y como si de teletranspotación se tratase, Taeyeon había llegado a casa como un rayo, subiendo las escaleras a grandes pasos y corrió el pasillo para llegar a su habitación, abrió la puerta de un golpe. El corazón le latía rápido, estaba preocupada y temerosa, tal vez algo malo le habría pasado a Tiffany en su ausencia.

¡Tiffany! —Gritó desesperada, con el aliento escaseándole y el sudor recorriéndole el rostro, había corrido demasiado. La observó con sorpresa, estaba bien, ella seguía bajo las sabanas observándola con rareza.

¿Te has fumado algo? —Preguntó con una ceja alzada. Taeyeon suspiró y avanzó hasta la cama, sentándose al lado de Tiffany, tomando sus manos y besándolas con delicadeza. ¿Sucede algo, cariño? —Ahora ella era la preocupada.

Pensé que algo malo te había pasado, tu primo me llamo y me pidió venir con urgencia, estaba asustada —se sinceró, observándola perturbada.

Cariño, estoy bien —le acarició la mejilla sudorosa y le sonrió cálidamente. No ha pasado nada grave, ¿Te ha interrumpido en algún asunto importante? —Verdaderamente si la había interrumpido.

De hecho había dejado a los accionistas estupefactos con su repentina salida. No —mintió.

Bueno, ya que están las dos aquí —Hyun Woo sonreía burlón desde una de las esquinas de la habitación, había visto toda la escena. Taeyeon lo observó enfadada y a punto de gritarle, él la interrumpió. Antes que nada, me disculpo por hacerte venir así —río roncamente. Pero esta noticia es importante —aquella sonrisa no podía quitársele del rostro.

Ambas lo observaron curiosas y confundidas, ¿Qué noticia?, era la pregunta que vagaba por sus cabezas.

Felicidades —dijo feliz, confundiendo aún más a las dos mujeres. Serán mamás —Taeyeon se quedó helada, ¿Cómo era eso posible?

Imposible —susurró.

Posible —contraatacó él—. Queridas, la formula fue un éxito total —dijo con alegría. Por lo que Tiffany ha quedado embarazada de ti, Taeyeon —les informó a la estupefacta pareja. Serán madres —repitió. Felicidades.

—¡Oh por dios! —Gritó Tiffany con los ojos húmedos.

¡Santa madre! —Dijo una atónita Taeyeon. Ahora sería madre y estaba nerviosa por ello. Pero su interior gritaba y bailaba de la emoción.

·Fin del Flash Back·

Sonrieron ampliamente, aquella fue la mejor de las noticias y si les preguntan si se arrepienten de haber colaborado con tal experimento, ambas responderían con un rotundo no, realmente ellas no cambiarían para nada su hermosa familia.

Volvieron a la fiesta, brindaron, rieron y conversaron amenamente con los invitados, la noche transcurrió tranquilamente y las horas se iban yendo poco a poco, y con ello los invitados, hasta quedar solamente la familia.

Los padres de Taeyeon y Tiffany, estaban en la misma mesa, junto a Hyoyeon y su esposa, ellas se unieron a aquella mesa cuando despidieron al último invitado, quedando tan solo en un ambiente más íntimo y familiar, con risas estruendosas, chistes de por medio, la velada se volvía agradable. Taeyeon apenas estaba probando la cena que habían ofrecido, cortaba la carne delicadamente y daba bocados, escuchando la conversación familiar.

Ya habían dejado en vergüenza a Hyoyeon, el tema era el mismo, la familia. La conversación dio de pronto un vuelco.

—Es tan lindo ver a los nietos crecer —hablo Daniel Hwang, observando burlón a las anfitrionas—. Sally ha crecido bastante —comentó tristemente.

—Eso es verdad, esa pequeña ha crecido bastante —todos asintieron en acuerdo.

—Pero dígannos. ¿Cuándo viene el segundo? —Taeyeon abrió los ojos de par en par, deteniendo el proceso de masticación e intentando tragar de una el bocado que tenía en la boca.

—Cof, cof... a... cof... —se estaba atragantando—. A... cof... gua —pedía, Tiffany le dio rápidamente un vaso con agua y empezó a darle ligeros masajes en la espalda para calmarla.

—¡Dios mío! —Exclamó Liam Kim—. Deberemos tener cuidado cuando toquemos estos temas, siempre te andas atragantando —se burló y todos estallaron en una carcajada.

 

 

 

 

 

 


Con esta última actualización doy cierre nuevamente a esta historia. Muchísimas gracias por leerla.

Recuerden que pueden seguir mis historias en Wattpad y aquí mismo. Nos leemos en otra de mis historias c:

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Comments

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ashleyurdiales24 #1
Chapter 12: no recordaba lo preciosa que es esta historia, ame como fue el final y simplemente toda la historia, supo desenvolver muy bien mis pensamientos y sentimientos conforme iba leyendo, muy corta pero dejando mucho en su paso ,gracias por comparyir tan bella historia ✨
Skyth06
#2
Chapter 12: Belleza de historia ❤️
popilin1643
#3
Chapter 12: Yo creo que reaccionaría igual a Taeyeon XD
Aleja_byun96 #4
Chapter 12: Espera ¿Qué? ¿Ya acabó? omg... oh bueno muchas gracias por compartirnos esta bella historia <3
Skyth06
#5
Chapter 11: Waaa muchisimas gracias fue un gran cap!!!
Skyth06
#6
Chapter 10: xD el papá directo xD
Skyth06
#7
Chapter 9: Hyo <3
dani_ela
#8
Chapter 3: Suena genial, esta noche me la leo toda <3
roguecr #9
Chapter 8: cada capitulo se pone mas interesante xd esta muy bueno y ojala pronto se de una oportunidad con Fanny
Skyth06
#10
Chapter 8: Quedó muy bueno