Capítulo 2.- Morir es la mejor solución

Tú eres el cielo que jamás podré tocar

POV Taeyeon.-

Mis parpados se sienten pesados, tanto que me es difícil abrirlos, lentamente trato de hacerlo. Sintiendo una tenue luz blanca cegarme, parpadeo un par de veces, dejando que esa luz potente se acople a mi visión. Cuando empiezo a distinguir mi entorno, la decepción comienza a inundarme.

Nuevamente he fracasado, nuevamente me encuentro encerrada en estas cuatro paredes blancas de la solitaria habitación de hospital. Sola. Como lo he estado en los últimos meses.

¿Acaso no comprenden que ya no soporto más esta vida? ¿Por qué simplemente no me dejan morir? ¿Por qué no dejan que aleje este dolor?

Estoy cansada y nadie lo nota. Estoy sufriendo y nadie lo nota. Estoy sola y nadie lo nota. Estoy vacía y a nadie le importa. Ya no quiero que mis pensamientos sean consumidos por este dolor que me quema por dentro, que me deja sin aliento y me destroza por completo. Quiero olvidar, quiero dejar de sentir, solo quiero morir...

···

«Ocho meses atrás»

Ha pasado un mes desde que Hyoyeon se fue. Mis padres continuaron su rutina diaria, dejándome de lado y omitiendo la vergüenza de la familia, olvidando que estoy sufriendo por la soledad en la que me encuentro en esta casa.

Siento un enorme hueco en mi interior y extraño en demasía la compañía que solo Hyoyeon podía darme. Aquellas pláticas que nos entretenían todas las tardes o aquellas noches de películas. No tengo con quien compartir ahora y aun cuando me siento triste, sé que ella ha de estar completamente feliz.

Observó mi celular descansando sobre el mueble al lado de mi cama, es sábado y estoy sola en casa como de costumbre, no quiero pensar más en la situación en la que se encuentra mi familia, pero aún cuando se las respuestas para alejar estos pensamientos, no hago absolutamente nada. Me estiro y tomo el celular entre mis manos, revisando mis contactos, mi mejor amiga es una buena opción para la distracción, pero justo hoy se encuentra trabajando en la cafetería.

Sooyoung, mi mejor amiga, es la única persona a la que le tengo la suficiente confianza, nos entendemos a la perfección y aun cuando somos polos opuestos, hacemos una buena combinación, sabe cómo hacerme reír en mis malos momentos y escucharme cuando es necesario, aconsejarme cuando lo cree conveniente y protegerme como a su hermana. Es inevitable no sonreír ante la imagen de mi atolondrada amiga, solo ella sabe cómo animarme, pero supongo que hoy estoy yo sola conmigo misma para levantar mi ánimo.

Observó el techo de mi habitación, pensando unos minutos sobre que es pertinente hacer para distraerme, la mejor opción que invade mis pensamientos, es un paseo en bicicleta. Me quedo quieta, analizando esa opción y buscando otra, pero ninguna viene, por lo que optó por dar un paseo en bicicleta.

Mis piernas siguen pedaleando con fuerza, el viento sigue chocando en mi rostro y los rayos del sol, cubren mi cuerpo. Llevo un tiempo pedaleando sin rumbo fijo, simplemente dejándome llevar por mis instintos y despejando mis pensamientos, me detengo al sentir como el sol comienza a ponerse, señal de que esta por apagar su luz ante todos y es entonces que doy un largo respiro, sonriendo por lo que la madre naturaleza nos brinda, realmente es hermoso.

Decidí volver a casa, no quiero recibir un regaño más por la hora que es, al llegar lo primero que escucho al ingresar, son las continuas discusiones entre papá y mamá, desde que Hyoyeon se fue, las discusiones han aumentado entre ellos. Estoy cansada de escucharlos todas las noches, escuchar cómo se gritan el uno al otro, mientras se echan la culpa de lo que está llevando al colapso de esta conservadora familia.

Me detengo en el pasillo unos segundos, observando la escena que se está llevado a cabo en la sala principal, papá camina de un lado a otro, agitando sus manos mientras grita y mi madre sigue en una sola posición, con su ceño fruncido y gritándole de regreso todas sus verdades. Aparto mi mirada, dejándola fija en los escalones que me llevaran a un refugio seguro y con un suspiro cansado, emprendo camino hacia mi refugio.

Ingreso a mi habitación, cerrando la puerta de golpe, dejando que mi cuerpo se recargue en ella y que caiga lentamente hasta el suelo, donde me quedo completamente perdida. Nunca imagine que mi vida diera un vuelco tan grande y mucho menos imagine que mi familia se desmoronaría tan fácilmente.

Me pongo de pie y me dirijo a mi cama, dejándome caer sobre el colchón y acomodándome en posición fetal, este día solo quiero dormir y soñar que nada ha pasado en mi familia, que seguimos siendo la familia perfecta de la que mamá tanto presume.

Despierto en la mañana por el ruidoso despertador, con pereza me revuelvo en la cama, otro día de escuela, en cierta manera me ayuda a despejar y distraerme de todo este drama que se ha convertido mi vida.

Bajo a la cocina una vez estoy completamente vestida y lista para marcharme a clases, como todas las mañanas, la cocina se encuentra desierta y tan solo una nota pegada en el refrigerador me confirma que mis padres siguen en esta casa. Saco la jarra con jugo del refrigerador y me sirvo un vaso, sopesando la ausencia de todos por la mañana, es lo único que desayuno.

Camino por la acera de la entrada del Instituto, como siempre muchos chicos y chicas en la entrada viendo a las personas populares o simplemente criticando el cómo se ven ese día la mayoría de los estudiantes, un fastidio.

—¡Taengoo! —Solo pocas personas me llaman de esa manera, por lo que levanto la mirada y me encuentro con el rostro sonriente de mi mejor amiga, quien alza su mano al aire y la agita de un lado a otro con alegría para saludarme. Corre en mi dirección, posicionándose delante de mí y sin mediar algo más, sus brazos me envuelven en un caluroso abrazo—. ¿Estás bien? —Cuestiona a mi oído, me conoce tan bien, que no puedo mentirle ni con la mirada.

Me aparto de ella, observándola a esos ojos miel que me ven con preocupación, sabe de mis problemas familiares y también sabe cuánto me está costando todo lo que implica.

—Sí.

Ajito mi cabeza de arriba abajo como un niña. Le sonrió de manera cálida, tratando de ocultar lo que realmente había pasado anoche.

Una mueca se forma en sus labios, es disconformidad, pero aún así, me sonríe ampliamente y pasa uno de sus brazos por mis hombros—. Entonces vayamos a clases —dice animosa. Comenzamos a dar pasos y se detiene de golpe—. ¡Espera! —Dramatiza—, Debemos ir por comida —me río de su acción dramática, su rostro parece el de una persona que no ha comido en días y su estómago ruge.

—¿No desayunaste? —Alzó una ceja en su dirección. Ella asiente—. ¿Entonces? —Su expresión cambia a una de súplica extrema y no puedo resistirme a su pequeño puchero—. De acuerdo, de acuerdo. —Alzo las manos en derrota—. Vayamos por algo para calmar tu apetito —ella salta como una pequeña y toma mi mano para arrastrarme a la cafetería.

Mientras corríamos, acaparamos varias miradas, grupitos de personas que nos miraban con rareza y otros tantos que comenzaban murmullos, unos cuantos reían al ver cómo era arrastrada por esta comelona compulsiva y otros más simplemente les daba igual.

Al estar dentro de la cafetería, esperando a que Sooyoung haya conseguido todo lo que deseaba, sentí que tocaban mi hombro, me gire a quien estaba dando la espalda y sonreí al ver a mi mejor amigo varón, Wooyoung.

—¡Taengoo! —Su enorme sonrisa, ilumino su rostro y su energética voz irradiaba felicidad.

—¡Wooyoung! —Expresé, lo abracé y bese su mejilla a modo de saludo, al alejarnos Sooyoung venía con una bandeja repleta de comida a nuestra dirección—. ¿En serio comerás todo eso? —Señale la bandeja incrédula, su boca estaba llena de comida y sus mejillas se movían al masticar. Asintió encogiéndose de hombros para quitar importancia—. No creo que termines todo eso... las clases están por comenzar —dije nerviosa, pero parece que mi comentario no le afecto en nada.

Ella seguía comiendo sin parar y mascaba rápidamente, devorando cada uno de los bocados que había comprado, realmente me pregunto a donde va tanta comida en su cuerpo, es tan delgada. Wooyoung contenía la risa al ver como Sooyoung llenaba su boca con los pastelillos y terminaba embarrándose los labios. Negué con la cabeza y en menos de unos minutos, ella ya había terminado con todo.

—¡Guau! —Exclamó Wooyoung en sorpresa—. Sí que eres rápida —le alabó, palmeándole el hombro amistosamente.

Sooyoung blandeo la mano, sintiendo orgullo por su hazaña—. Gracias —respondió—, pero será mejor irnos a nuestras aulas —comentó, dejando la bandeja en su lugar.

Nos emprendimos camino a los pasillos, nos despedimos de Wooyoung y nosotras continuamos con nuestro camino, los pasillos aún seguían transitados por estudiantes que se dirigían a sus clases y nosotras íbamos envueltas en nuestra propia conversación.

—Espera —recordé que el libro de biología lo había dejado en mi casillero—. He olvidado mi libro, iré por él —le comuniqué—. Ve adelantándote, ya te alcanzo —le aseguré.

—Date prisa, que al profesor Matthew no le gustan los retrasos.

Asentí y salí corriendo en dirección a mi casillero. 

Cuando llegue a mi casillero, me apresure lo más rápido posible para recoger mi libro y justo cuando me disponía a irme, escuche como alguien golpeaba intensamente otro casillero, camine hasta el sonido y en la distancia observe a una estudiante batallando con su casillero.

Me acerqué y dije—: ¿Necesitas ayuda?

Ella me daba la espalda, pero al escuchar mi voz se sobresalto y se giro para verme de frente.

Me quede paralizada en mi lugar, mi corazón dio un vuelco desconocido y una sensación extraña se sintió en mi estómago, trague duro para reaccionar, pero mis ojos no se podían apartar de la bella compañera frente a mí. 'Esto está mal', es lo que mi subconsciente dice al instante.

—¡¿Hm?!... —Su reacción fue muy tierna de ver, sus mejillas comenzaron a enrojecer y sus acciones se volvieron algo torpes—. Mi... casillero —susurró—, está atorado. —Su suave voz parecía tener un hechizo en mí.

'¡Maldita sea Kim! ¡Aleja esos estúpidos y despreciables pensamientos de tu cabeza!', mi subconsciente habló una vez más.

Sacudí la cabeza ligeramente y observé tras de ella, el casillero que ella mencionaba—. No creo que abra con facilidad —comenté—. Deberías buscar a un conserje o a algún encargado del pasillo. —Le di opciones. Miré mi reloj de muñeca y me estremecí al darme cuenta que estaba cinco minutos tarde—. Disculpa, debo irme. —Le informé, afirmando el libro de biología en mis manos—. Un gusto... —guarde silencio para que ella continuara con su nombre.

—Ji Eun —alargo su mano en mi dirección y sin pensarlo, la tome, sintiendo el cosquilleo que su piel ocasiono a su contacto con la mía.

'¿Qué demonios me pasa? ¿Acaso estaré enfermando?'

—Taeyeon —dije mi nombre y solté su mano, ella me mostró una sonrisa amable que solo me dejó volando—. B-bueno... t-tengo... —'¡¿Qué demonios me pasa?! ¡¿Por qué carajos estoy tartamudeando?!'—. Tengo que irme —y sin más salí casi corriendo de ahí.

···

«Actualidad»

Mis ojos siguen fijos en las aparentes tranquilas aguas del río Han, me encuentro sentada al borde del puente, dejando que mis pies cuelguen y sosteniéndome del borde. La altura es mucha y tal vez al impacto deje de sentir, y muera como tanto lo deseo.

¿Lo podré lograr?

La noche se siente tenebrosa. El frío viento corre en mi dirección y es entonces que alzo la mirada al cielo oscuro de la noche, ninguna estrella adorna el cielo nocturno y el viento frío solo me hace recordar el desolado hueco en mi ser. Observó nuevamente las aguas tranquilas y frías del río, dejando que por unos instantes mi lado racional me asalte con miles de dudas y temores, pero mi lado sádico y suicida es más fuerte que el racional.

—Es momento de dejar este terrible mundo.

Sonrío de lado, sintiendo como mis manos se debilitan cada vez más en el agarre del borde, una lágrima resbala por mi mejilla, pero el viento la seca al instante, recordándome que estoy cansada de llorar y sufrir. Es suficiente.

El agua parece llamarme con su tenue movimiento, invitándome a entrar de una vez por todas, prometiéndome que me acogerá entre su marea y que me dará lo que al fin tanto he deseado.

—Adiós.

Y sin más suelto mi agarre, empujando mi cuerpo hacía delante y dejando que el agua me aprisione por enteramente, el impacto es fuerte, pero luego de unos segundos todo empieza a ser sonidos sordos.

POV Narrador.-

El agua fría la acogió entre sus brazos, envolviéndola en la oscuridad de sus profundidades, apremiándola de la manera que ella deseaba, pero esa jugarreta no le saldría para nada.

En la distancia alguien más era espectador de su suicidio, alguien que no comprendía porque había saltado el puente si la temperatura del agua estaba totalmente fría. No supo que la motivo o la movió para ella saltar al agua fría y acudir al rescate de aquella mujer que se había lanzado del puente, en ese momento no pensó en nada más que salvar la vida de aquella mujer.

Su cuerpo tembló al contacto del agua fría, sus brazos brasearon hasta llegar al lugar donde la había visto hundirse y sin pensarlo más, ella tomo bastante oxígeno y se sumergió, abriendo los ojos bajo el agua en busca de aquel cuerpo que no salía a flote, le costaba bastante enfocar su vista, el agua estaba oscura y que estuviera nublado no favorecía en nada su búsqueda.

Sus ojos seguían buscando frenéticos, el oxígeno en sus pulmones comenzaba a escasear, pero justo cuando iba a subir para respirar, observó un bulto a pocos metros de ella, pequeñas burbujas escapaban de él y sin esperar más, nado en su dirección abrazando al cuerpo casi inerte con ella y llevándolo a flote, a la superficie, un jadeo escapo de sus labios cuando el oxígeno volvió a sus pulmones y comenzó a nadar a la orilla.

En la orilla, su cuerpo comenzó a temblar por el viento que comenzó a correr frenético, pero ella seguía practicándole los primero auxilios a la inconsciente mujer, después de varios intentos aquel cuerpo se agito y tuvo que alejarse un poco para dejarla escupir el agua que había tragado, un respiro profundo fue la señal que ella necesitaba para saber que la había salvado.

Se acercó a la mujer y la observo detalladamente, buscando alguna herida visible que no haya notado, pero lo único que encontró, fueron los ojos entre abiertos y una tenue sonrisa en los labios de la mujer.

—Ángel —musitó y sin más volvió a desmayarse.

La salvadora se estremeció al verla inconsciente una vez más y en ese momento comenzó a gritar por ayuda.

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Comments

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ashleyurdiales24 #1
Chapter 12: no recordaba lo preciosa que es esta historia, ame como fue el final y simplemente toda la historia, supo desenvolver muy bien mis pensamientos y sentimientos conforme iba leyendo, muy corta pero dejando mucho en su paso ,gracias por comparyir tan bella historia ✨
Skyth06
#2
Chapter 12: Belleza de historia ❤️
popilin1643
#3
Chapter 12: Yo creo que reaccionaría igual a Taeyeon XD
Aleja_byun96 #4
Chapter 12: Espera ¿Qué? ¿Ya acabó? omg... oh bueno muchas gracias por compartirnos esta bella historia <3
Skyth06
#5
Chapter 11: Waaa muchisimas gracias fue un gran cap!!!
Skyth06
#6
Chapter 10: xD el papá directo xD
Skyth06
#7
Chapter 9: Hyo <3
dani_ela
#8
Chapter 3: Suena genial, esta noche me la leo toda <3
roguecr #9
Chapter 8: cada capitulo se pone mas interesante xd esta muy bueno y ojala pronto se de una oportunidad con Fanny
Skyth06
#10
Chapter 8: Quedó muy bueno