El grupo estaba emocionado por su presentación más importante hasta el momento: Su primera vez en el Tokyo Dome. Pero a Jessica Jung le preocupaban otras cosas, como el hecho de que su corazón se había vuelto un hoyo negro por soportar tanto tiempo el inocente rechazo de Tiffany, cada día le costaba más despertarse para aguantar a Taeyeon restregando en su cara el hecho de que en el corazón de Tiff ya habitaba alguien más. Jessica estaba más que convencida que esa insípida enana no merecía semejante mujer. Aun así, su amor nunca sería suficiente, pues Tiffany parecía estar tan embelesada en los inexistentes encantos de Kim que nunca la vería de otra manera que no fuera su mejor amiga.

Jessica y Tiffany tendrían un dueto en el tan importante concierto, y pasaban mucho tiempo a solas ensayando en el edificio de la compañía. Uno de esos días Jessica se había despertado con un particular odio hacia el mundo y su desgraciada suerte en el amor. Se negaba a creer que tan largo enamoramiento hacia la pelirroja estaba destinado a ser de un solo lado por siempre, no se podía ser así de miserable. Así que esa particular mañana manejó su Bentley al edificio de SM Entertainment convencida de qué haría que Tiffany Hwang se diera cuenta que la amaba.

Ese día Taeyeon no tenía mucho que hacer puesto que su solo para los conciertos ya estaba listo, así que decidió ir con Tiffany a verla practicar, le vendría bien observar en vivo los movimientos seductores de su novia. Así que cuando ambas llegaron en el BMW blanco de la rubia ella subió al cuarto de monitoreo para no distraer a su novia y no tener que toparse con Jung, en este cuarto habían muchos plasmas que proyectaban lo que las cámaras en los distintos cuartos de práctica de la empresa grababan, los coreógrafos lo usaban para seguir las prácticas de los distintos grupos sin tener que interrumpir. Tae simplemente esperaba ver los pasos de baile de su novia, pero lo que presenciaría cambiaría el rumbo de SNSD para siempre.

Jessica entró eufórica al cuarto de prácticas, podía oír la sangre latirle en los oídos, todo se sentía como si fuera en cámara rápida. Ya había aguantado suficiente tiempo bajo las sombras de Kim Taeyeon, ya había encadenado su amor por demasiado tiempo solo para no incomodar a Tiffany, era hora de liberarlo. Caminó con furia hasta donde estaba Tiffany y la empujó con fuerza hasta la pared de espejos, acorralándola con su cuerpo. “Me cansé, Tiffany Hwang” y la besó con un deseo mantenido captivo por demasiado tiempo, sintiendo por primera y última vez el sabor de su gloria personal en los labios de la pelirroja. Tiffany quedó estupefacta ante el repentino acto de la castaña, pues la pequeña líder acaparaba todos sus pensamientos y nunca se había detenido a reparar el extraño comportamiento de Jessica hacia ella. El beso la tomó por sorpresa y no supo cómo reaccionar, trató de separarse pero Jessica la tenía acorralada y sostenía sus antebrazos con fuerza, Tiffany separó sus labios agitada “Sica…” alcanzó a murmurar, tratando de descifrar en la mirada de su mejor amiga lo que estaba pasando,  pero no alcanzó a hacerlo, puesto que Taeyeon entró en la habitación arrasando como una tormenta todo a su paso, furia en su mirada y dispuesta a matar a golpes a la castaña. Empujó con una fuerza producto de la adrenalina a Jessica, lanzándola lejos y liberando a Tiffany.

“Te lo advertí”, Le dijo. Antes de estamparle un puño justo en el pómulo derecho. Tiffany vió como sus dos mundos chocaron y tuvo que atravesarse frente a Jessica para evitar que Taeyeon siguiera golpeándola, cuando volteó a mirar a la castaña no encontró a su novia de dulce mirada, sino a una mujer consumida por la ira. Se dio cuenta que había despertado algo en Taeyeon que nunca más volveria desaparecer.  Se acercó a Jessica y le acarició la mejilla que sangraba, antes de murmurarle suavemente un “Será mejor que te vayas, Sica. Hablaremos después”.

Tiffany estaba confundida por lo que había pasado ese día,  pero cualquier clase de amor que Jessica le brindara para ella significaba lo mismo, puesto que solo había espacio para un romance en su vida y Jessica había sido su mejor amiga desde que ambas eran unas niñas con sueños más grandes que ellas. Convenció a una dudosa Taeyeon que su amistad con Jessica no significaba un peligro para su relación, a la rubia poco le importó lo que su novia tenía para decir, puesto que había logrado lo que más quería. La Ice Princess dejaría Girls’ Generation.