IV.
Lifetime-¡Yah! ¡Kim Taeyeon! ¡Se nos hace tarde!- Gritó la pelirroja después de esperar a su esposa por media hora.
-Ten algo de compasión, mujer. Casi me matas allá arriba- Respondió la más bajita con un deje de cansancio mientras bajaba las escaleras abotonando su blusa.
-Siempre has sido una debilucha- La recibió con un beso.
-Lo que diga, Directora. Ahora, yo conduzco.
Bajaron al sótano de la mansión, donde Taeyeon guardaba su amplia colección de autos. Tiffany solo tenía un Volkswagen rosa con el que iba al trabajo, pues en cualquier otra situación Taeyeon no la dejaba manejar.
La rubia cantante tenía más de diez autos de lujo, qué iban desde Porches clásicos a potentes Ferraris, pasando por estridentes Hummers. Pero para cuando iban con los gemelos, Taeyeon solo sacaba una Lange Rover blanca, pues la seguridad era lo más importante para ella.
-Estuve pensando en lo que me dijiste Taetae, y creo que tienes razón. Llamaré a Soo mañana para considerar todo más a fondo con el resto de las chicas. Hay asuntos legales que debemos cubrir, dudo que SM nos quiera administrar de nuevo- Dijo en tono profesional la pelirroja mientras esperaban un cambio de luz.
-Sabes que los negocios no son lo mío, tú gestiona todo lo que tengas que gestionar.
Unos minutos después se estacionaron en el parqueadero de la escuela de los gemelos, esperando que salieran de sus clases.
Después de unos minutos y detrás de un tumulto de niños corriendo hacia sus hogares, divisaron a un par de mellizos idénticos caminando lentamente uno al lado del otro. Jiwoong y Michelle eran la exacta replica de su madre. Habían decidido nombrarlos en honor a sus hermanos como muestra de afecto y porque a Tiffany le gustaban mucho esos nombres. Para Taeyeon, ver cada día crecer a sus hijos delante de sus ojos era una experiencia maravillosa, verlos era como ver su amor hacia la pelirroja materializado en dos seres hermosos. Taeyeon los protegía con toda su vida. Michelle era vivaz, hiperactiva, alegre. Siempre se las arreglaba para divertir a la familia con sus ocurrencias. Jiwoong en cambio era callado, tranquilo, inteligente y un tanto tímido, a Taeyeon le recordaba a si misma cuando era una niña.
Cuando la pequeña niña vio la camioneta de sus madres, tomó por el brazo a su hermano y lo jaló hasta el auto corriendo. Taeyeon y Tiffany salieron a recibir a sus hijos con un abrazo.
-¡Hola cachorritos!- Saludó Taeyeon, agachándose para estar a su nivel -¿Qué tal las clases?
-¡Jiwoong vomitó sobre la profesora!- Se apresuró a gritar la pequeña Michelle.
-¡Oh dios! Te lo dije Kim, darles de desayuno pastel y leche con chocolate no era buena idea.
-¿Ups? Lo siento- Respondió Taeyeon asustada por la ira de su esposa.
-Esto no se queda así- Le dijo Tiffany con una mirada asesina –Súbanse a la camioneta niños, vamos a casa.
Condujeron de regreso hasta la mansión y dejaron a los niños a cargo de una nana que los cuidaba y una profesora particular que les ayudaba con las tareas para dirigirse al bar de Taeyeon.
Otro capítulo algo corto que se complementa con el que subí ayer, disfrutenlo. Nos vemos en una semana.
-PoeticMadness.
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