Jessica la miraba fijamente, minutos antes la alta y esbelta vampira Nana había detenido la ira de Mika, mencionándole que seguramente Tiffany tenía planes para eliminar a Jessica por lo que si se atrevía a arruinarlo la enfurecería más y la haría añicos.

Mika termino por dejar tranquila a Jessica y dejarlas a solas, por eso de la mirada penetrante de la Jung a la Sen.

-Lo haces para que Tiffany te premie. –Reproche de Jessica.

-Para nada, en verdad creo que mereces morir a manos de ella, por eso lo hice.

-Siempre me odiaste. –Hizo una pequeña pausa. -Hasta ahora conozco la razón. –Soltó una pequeña risa.

-Puedes reír aun después de todo lo que está sucediendo, eres más sin vergüenza de lo que pensé.

-Gustas de Tiffany, de Miyoung. –Hizo la acusación nada contenta. -Como eras una débil y cobarde nunca te atreviste a nada.

-¡Te equivocas!

-¿Sobre qué? ¿Vas a negarlo?

Ella frunció el ceño y negó. -No comparto su pensar, por eso no lo intente. Tener sentimientos buenos le trajo desgracia, enamorarse de ti ha sido su peor error, espero que te lo haga pagar caro. –Salió de la habitación azotando la puerta.

En ese momento Jessica se preguntó si Tiffany tendría planes para eliminarla o que haría en su contra, se le veía capaz de todo.

Con esfuerzo salió de su habitación, continuaba con heridas en su cuerpo pero, necesitaba saber lo que sucedía en la mansión con la ausencia de Tiffany. Como lo supuso el caos se veía, vampiros extraños en cada rincón haciendo estragos, algunas habitaciones sin puerta.

-Los ilusos creen que Tiffany ya no va a regresar.  

Al girarse para ver a la dueña de la voz, se encontró con Yoona acompañada de Yuri.

-Se rumora que se fue, ya no se siente su presencia en este mundo. –Sigue Yuri.

-¡El mundo humano! –Se le vino a la mente. -Llévame  la mansión del ocultismo.

-Las únicas órdenes que seguimos son las de la reina, volverá, creemos en eso, espérala. –Respondió Yuri.

Eso le fastidio como nunca, sin perder tiempo se dirigió de inmediato a buscar a Krystal, antes de llegar a la habitación de esta se topó con Shunei.

El vampiro con un pañuelo limpiaba sangre de su rostro, de sus labios para ser exactos, tal acción no pasó desapercibida para Jessica sin embargo lo perdió de vista justo cuando capto el porqué de esa sangre.

-¡Bastardo!

Fuera de la mansión Jung.

-La seguiremos, somos sus esclavos. –El licántropo de ojos de diferente color hablo.

-Es a su lado donde debemos estar. –Su compañero continúo.

 Mika negó. –En este momento los libero, hagan lo que quieran excepto seguirme, se los prohíbo así como meterse en esto. Tal vez regrese, cuando encuentre la forma de detener a Tiffany.

-¿Qué es lo que piensa que esta por suceder? –Pregunto Atsushi.

-Jessica hizo de ella un verdadero monstruo, una bestia, no, Tiffany ya debe estar al nivel de un demonio, no hablo de su poder, sino de la forma en que va a comportarse.

-Sin límites, sin nadie que la detenga hasta que sacie su ira. –Menciono Tetsuji.

-Es así. –Asintió con su vista perdida. -Dejé que pasara mucho. –Reflejo culpabilidad.

Los dos licántropos se percataron de ello y se miraron sin entender bien las palabras de su dueña.

Mundo Humano.

Las primeras acciones de la vampira provocaron horror en la joven bruja.

Nada pudo hacer ante los actos crueles en contra de simples humanos, agradeció que uno de ellos muriese al instante, por desgracia el resto no tuvo tanta suerte y sufrieron tortura antes de fallecer. La ira de Tiffany era descomunal, las dudas continuaban en Seohyun, sobre que pudo llevarla a actuar a esos extremos. ¿Era culpa de Jessica? ¿Del pasado?

Miyoung ahora Tiffany se hallaba a mitad de la habitación disfrutando la vista de lo que había hecho, mirando sus manos ensangrentadas y sumida en pensamientos de mayor rencor. De pronto se giró y encontró su mirada con la de la bruja haciendo que esta se intimidara.

-¿Alguna vez te has enamorado?

A Seohyun le tomó por sorpresa la repentina pregunta que no tuvo tiempo de responder.

-No lo has hecho.

-¿Leíste mi mente?

-Nadie demora en contestar algo así y tu lenguaje corporal tampoco respondió. Cuando te enamores ten cuidado, la vista engaña y mentir es tan fácil, toda una arte barata.

-¿A qué viene eso?

-Regresemos, no, vayamos a la escuela.

-¿Vas a decirles que eres Tiffany?

-¿Quién dijo que iba a visitar a niñatos idiotas?

Pasado:

Se encontraba furiosa, era la ta ocasión que la rechazaba desde la última vez que le había mencionado ese “vete acostumbrando”, comprendía la razón y la ponía aún más furiosa, simplemente no concebía que su prima estuviese cambiando por culpa de la intrusa.

-¿Es en serio Jessica Jung? –La nombrada continúo su camino ignorándola por completo. -¡Respóndeme! ¿O es que ya te prohibió hablar? Eres su perra.

Jessica se dio media vuelta en segundos, con su mano le apretó la mandíbula. -No me hables así estúpida.

-Te está hipnotizando y no te das cuenta. –Era la única lógica que encontraba. Pronto se vio contra la pared. - ¿Acaso la amas? Caíste en sus basuras, te convenció con su palabrería, no puedo lo creer de ti.

-¡No la amo! –Jessica comenzaba a enfurecer.

-Demuéstralo. –Hyomin la reto mientras sonreía.

Para Jessica no había reto que no tomase, sin embargo esta ocasión era distinto.

-He dicho que no la amo y si con eso no te basta no es mi culpa.

-¿Entonces explícame porque estas idiotizada con ella?

-Es mi nuevo juguete, tú me habías cansado, todo era lo mismo y con ella todo es nuevo.

Hyomin se sintió ofendida hasta cierto punto, al ver la presencia de Miyoung a espadas de Jessica se tranquilizó y prefirió sacar provecho, después de todo la Kuh escucho perfectamente esas últimas palabras.

-¿Y que más con esa nueva mujer? Sigo sin entender tu idolatría por ella, deberías de verte, tu mirada se pierde en ella, como si la amaras.

-¿Cuántas veces debo repetirte que no la amo? –Hablo fastidiada. -Esto es temporal, se largara en poco tiempo mientras tanto aprovecho.

-¿Cuándo te canses de ella volverás a mí?

-Probablemente, mientras tanto la disfruto junto a su dulce y exquisito sabor hasta que se marche.

-Cuándo se vaya sigues siendo bienvenida en mi habitación. –Lamio los labios de Jessica.

-Hasta entonces. –Se despidió de ella, al girarse se encontró con la presencia de Miyoung.

La pelinegra sonreía plenamente, tenía los brazos cruzados y con esa fachada camino hasta Jessica quien se mostraba calmada, sin vergüenza o arrepentimiento alguno por lo que acababa de decir y que por su puesto le había escuchado.

-Suele no ser suficiente pero lo seria para mí. –Quedo frente a frente. -Di lo siento y todo quedara olvidado mágicamente. –Sus ojos brillaban, aun no oscurecían por lo que todavía no estaba furiosa.

Jessica soltó una carcajada. –Al decir que te quería a ti me refería a lo que es natural para nosotros, tu cuerpo, tu sangre. No esperes que te amé, solo la estamos pasando bien y sabes que te encanta.

-Tengo a muchos para pasarla bien.

-¿Dónde? En tu casa, vuélvete a ella, no me haces falta.

-Lo peor que puedes hacer es mentirte a ti misma. –Solo relajo su expresión más.

-¿Según tú en que miento?

-Apareces en mi habitación siempre, quieres más de mí, lo pides y aun con ello no quieres admitir lo que realmente sientes.

-Estas mal.

-No me molesta que me llames juguete porque no lo soy, lo molesto es que reprimas y contengas a la verdadera Jessica solo por lo que los demás puedan decir.

-Que estupideces dices, dan ganas de golpearte.

-Conoceré a la verdadera Jessica y haré que se enamore de mí.

-De verdad voy a golpearte.

-Si con ello te sentirás mejor, adelante. –Puso las manos en su cintura esperando el ataque.

 Jessica simplemente negó y desapareció.

-¿Cómo es posible que te guste?

Tiffany se giró para encontrarse a su hermana. –Hasta que vienes a visitarme, me alegra verte.

-Haz favor de responder.

-Yura, ni yo lo sé, lo único que puedo decir que me gusta mucho, mucho y estoy orgullosa de ello. –Sonrió formando su típica eye smile. -Me encanta admitirlo.

-Admitiré que los Jung son atractivos aun así.

-Jung Yonghwa, mi hermanita está enamorada.

-Calla, de eso no hay que hablar. –Se sonrojo un tanto. –Si algo se da yo no tolerare bestialidades como las que Jessica te hace pasar, a la primera lo mandare al infierno.

-Eso quiero verlo. –Sonrió en burla.

-Ya basta, pasando a otras cosas. Nuestro padre recién se enteró del problema con los seres marinos, siguen furiosos.

-Pero si ya arreglamos el problema, recibí mi merecido y una tortura por castigo.

-Te culpaste, tú no lo hiciste, puedes ser desgraciada pero no atacarías ni acabarías a alguien por gusto. ¿Por qué salvaste a Jessica? De su merecido castigo.

-Fue por amor, ya lo entenderás.

-Idiota, estas llevándolo al extremo. ¿Será que se te paso la mano desarrollando sentimientos? ¿Por eso eres así con ella?

-Para nada, es una táctica, a Jessi.

-¿Jessi? –Mostró una expresión desagradable.

-A Jessica le cuesta admitir sus sentimientos, no los muestra pero ya los tiene, yo no le soy indiferente tal vez no me ame como yo a ella pero me quiere y también le preocupa su hermana.

-A la que golpeaba.

-Porque le cuesta admitir

-Ok basta, sigue tus tácticas para que la señora fría se vuelva cálida o lo que sea que tengas en mente pero por favor no me cuentes, saberlo me da asco y ganas de hacerla pagar, nadie lastima  a mi hermana mayor.

-Soy yo quien te va a procurar siempre. ¿Entendido? –Acorto la distancia y la abrazo.

Presente.

¿Qué seguía? Yonghwa era un Jung, se encaminaban a su oficina, hipnotizo a la secretaria y personal fuera de su oficina para entrar fácilmente.

-Si gustas puedes esperar, se pondrá feo. –La escucho decir, los escalofríos la invadieron unos segundos.

-Quiero ver. –Respondió firme, quizás la escena en el interior le serviría para comprender puntos importantes.

Tiffany se encogió de hombros. –No digas que no te lo advertí. –Abrió la oficina.

Yonghwa se hallaba revisando unos papeles, no necesito levantar su rostro, sintió el aura especial, paso saliva con dificultad y entonces levanto su vista.

Seohyun noto el miedo en sus ojos, ni siquiera parpadeaba o respiraba, había quedado inmóvil. Algo grande hizo como para temerle tanto a Tiffany.

-Volví. –Llego hasta el escritorio y se sentó en este. –¿Imposible?  –El abrió la boca y ella rápidamente se la cubrió con su mano. –Soy real,