Mika caminaba con dirección a la habitación de Jessica, Krystal la seguía todavía en shock y con el miedo invadiéndola.

-¿Qué significa? Eso no era un demonio era Miyoung, tal cual, dijiste que

-¡Se lo que dije! –Acelero el paso.

-Jessica ¿La elimino? –Normal que temiera por su hermana.

-Está viva, yo la voy a matar. Fue ella quien la convirtió, le dije que no lo hiciera.

-¿Tú sabias?

-¡No sabía! No tenía idea que Tiffany es Miyoung, entiendo menos de lo que ya entendía. –Abrió la puerta de golpe. -¿JESSICA?

A simple vista la habitación se miraba vacía.

-¿La desapareció? ¿Dónde está? ¡Hermana! –Ambas levantaron sus rostros al techo para encontrar a Jessica en este. -¿Cómo demonios? –Preguntó asustada.

-Bájala. –Le ordeno Mika.

Cuando Krystal termino de bajarla noto lo mal que se encontraba aunque era extraño ya que no se le veía daño físico exterior.

-¿Qué está ocurriendo?  – Rain interrumpió en la habitación.

-Es lo que queremos averiguar. –Respondió Krystal sosteniendo a Jessica.

-¿Qué le paso?

-¡¿Por qué la convertiste?!  ¡¿Qué sucedió?! –Mika ataco a Jessica con preguntas y esta solo pudo negar. -¡Habla!

-Madre, no la presiones está herida. Jessica –La vampira volvió a negar.

-¡¿Acaso te arranco la lengua?! –Mika se desesperaba más y Jessica seguía negando.

-Creo que es peor. –Rain comenzó a entender.

-¿Por qué no hablas? –Pregunto Krystal y Jessica señalo su garganta. -¿Qué? –La reina no lo entendía.

-Le arranco las cuerdas bucales. –Dijo Rain aterrado.

-Entonces habrá que leer su mente. –El intento de Mika fue en vano. -La bloqueo.

-Si a la propia Jessica le hizo daño, nosotros estamos muertos. –A Rain también lo había invadido el miedo. - Además vieron lo que hizo con los zombies, los desvaneció.

-Iré con Jung Ah, juro que no voy a volver a esta casa hasta que no acabe con Miyoung. En cuanto a ti. –Miro a Jessica con odio. -Te lo advertí, cuando me deshaga de ella será tu turno. –Se marchó hecha la furia.

Rain también salió de la habitación y Krystal ayudo a su hermana a llegar a la cama.

-¿Qué te ha hecho?

Flashback

El frío helado que provocaba la presencia del ser de la muerte desapareció, se fue cuando Jessica le dio de su sangre a la desfallecida Tiffany y la trajo a la vida como vampira.

Miyoung volvió a existir, se incorporó y miro a Jessica regalándole la mejor de sus sonrisas, su perfecta eye smile, erradicando horror con ello. Aplaudió con soberbia y gusto.

 -Por primera vez en tu vida tomaste una excelente decisión. –Le dijo todavía con la sonrisa en sus labios.

-Mi –No pudo decir su nombre, la mano de Miyoung le imposibilito hablar.

-Shhh, es mi turno de hablar, no interrumpas. –Cubrió la boca de Jessica. -La bruja me hizo ver tus sucios recuerdos de cuando me traicionaste y ahora que soy vampira regresaron los míos. –Resoplo. -Tengo el doble de ganas de eliminarte.

Los ojos de Jessica se abrieron más de la cuenta.

-Eres una perra. –La empujo demostrando su enojo. -Incluso hiciste que te borraran tus recuerdos, nuestras memorias tan valiosas las eliminaste, te importaban poco. –Sonaba dolida.

-Al contrario, me importaban demasiado por eso

-¡Silencio! –Frunció el ceño ligeramente. -Me vendiste, decidiste olvidarme y cuando regreso como humana me haces sufrir. ¿Dónde quedo todo lo que te enseñe? Ah, decidiste olvidarlo.

-Miyoung

-¡Maldición! Te dije que no hablaras. Como no entiendes voy a solucionarlo. –Se aproximó y la tomo por el cuello, apretó un poco y la soltó.

Jessica abrió la boca pero ningún sonido salía, se llevó sus manos al cuello pues sentía un ardor terrible.

-Venga, ni dolió. –La tomo por la cintura con brusquedad y acorto la distancia entre sus labios, la beso con ímpetu, si bien se habían besado cuando era humana, no significaba lo mismo.

Este beso estaba cargado de enojo, necesidad y porque no, de amor, tenían una historia pasada. 
Miyoung tenía el control y devoraba los labios de Jessica como si jamás los fuera a probar de nueva cuenta. 

No puede decirse que Jessica se quejara de ello, lo había disfrutado a pesar del ardor que aún era persistente en su garganta. El beso fue cortado y apenas y podía recuperar el aliento.

-Tengo que hacer un par de cosas, vendré por ti más tarde. –Lamio sus labios saboreándoselos. -Te voy a eliminar de la manera más lenta y dolorosa que jamás haya experimentado un ser sobrenatural. –Se acercó nuevamente ahora para morderla y extraer sangre hasta saciarse.

Fin de flashback.

Por desgracia Jessica no podía trasmitirle ese recuerdo a su hermana y mucho menos hablar para decirle que tenía las horas contadas, que Miyoung se vengaría de ella y todas las que le debía.

Tarde o temprano se pagan las cuentas pendientes, de una forma u otra.

Cerró sus ojos y dejo que pasaran aquellos recuerdos que le habían regresado, rememorando esa primera vez que la vio.

Pasado.

Clan Kuh.

-No quiero que te vayas. –La más joven formo un puchero que desagrado a más de uno de los presentes, de todas formas ellos no podían decir nada.

-Fuiste tú quien me convenció.

-O sea sí, pero que ella venga, a ellos les interesa.

Los clanes, Jung y Kuh habían comprometido a sus dos princesas, les convenía unir  los clanes, sobre todo al Jung puesto que Miyoung iba a ser la reina absoluta de la especie vampírica. Por supuesto la futura reina y la misma Jessica estaban en contra de tal unión, sin embargo una segunda petición surgió y era por la que la Kuh se dirigía al clan Jung, ayudar a Jessica a controlar sus poderes les bastaría a los Jung.

-Es una princesita caprichosa ¿no?

-Eso dicen, peor que tú.

-Yo no soy caprichosa.

-Eres el temor en vivo y directo.

-Basta. Puedes irme a visitar.

-No lo sé, los Jung no me llaman la atención.

-Iras a verme a mí no a los Jung. –La vio asentir con una sonrisa triste. -No dejes que nadie te moleste en mi ausencia, ni Dongwan o cualquier otro de sus esclavos, nadie.  

-Si me molestan los amenazare con decirte, no te preocupes.

-Te voy a extrañar Yura.

-Ya es hora. –Interrumpió Dongwan. -No hagas esperar más a la señora Jung.

-¿O sino que? –Como siempre asusto e intimido con su contestación.

-No la hagas esperar por favor. –Se suponía que Dongwan era su padre y el actual rey del clan, aun así le temía como la mayoría en esa casa.

-Que se vaya si tiene tanta prisa, puedo aparecer en su clan en segundos.

-Ve ya. –Aconsejo Yura. -Si ha venido por ti es porque seguro tiene que hablarte de algo. –Las hermanas se despidieron con un efusivo abrazo.

Había vampiros del clan mirando la partida de la princesa y futura reina Miyoung, no se burlaron de aquel acto de afecto porque sabían lo que sucedía si se llegaban a burlar, hacerla enojar era mortal incluso para alguien que ya no tenía vida. En cuanto la vieron salir de la mansión pudo decirse que respiraron tranquilos, la tensión que por sí mismos se habían creado desapareció, el miedo se fue junto con la partida de Miyoung.

La princesa miro la carreta con desagrado, bien podía transportarse con el clan Jung en cuestión de segundos pero la señora Jung había ido por ella así que no le quedo más que subir.

 -Futura reina. –La recibió con una reverencia.

-¿Usted es la madre de Jessica?

-Madrastra, mi nombre es Mika y es un placer conocerte. –Volvió a hacer una reverencia.

-Deje de hacerlo.

-Eres la futura reina de todos los vampiros y también mi futura hija.

-Eso ultimo si se concreta la unión con Jessica.

-No quieres verdad?

-¿A sido plan suyo? –Mika tardaba en responder. -Conteste, no la voy a matar.

-Lo es, mi hija es poderosa, no como tu pero puedo decir que es la segunda más poderosa, si te quedas con ella, tu reinado merecerá mayor respeto.

-El trato es que la ayude a controlar sus poderes, cumpliré esa función únicamente.

-¿Por qué huyes del compromiso? Nos conviene a todos y lo sabes.

-Odio que me impongan lo que tengo que hacer o como debo comportarme, incluso Jessica tiene que ser libre de elegir lo que guste, no lo que ustedes convengan. –Mika noto como sus azules ojos se volvieron más oscuros, al parecer se volvían sombríos cuando algo le molestaba. -Si algún día me comprometo será porque así lo quiero, no por imposiciones de estúpidos.

Clan Jung.

-NO.

-Jamás te lo pregunte, es una orden y más te vale acatar lo que ella te diga, no tiene paciencia para caprichosas y nadie juega con ella.

-Que me elimine entonces, pierdes más tu que yo. –Se burló.

-No eres mi única hija.

-Krystal es una inútil, serás la burla si la vuelves reina de esta casa.

-Arrogante, te enviare a la sala de castigos.

-Lo estoy esperando.

Yunho la miro con odio, no le tenía miedo, le molestaba el hecho de no poder controlarla, le imponía castigos y por más severos que fueran parecían no hacerle cosquillas.

Golpeo su escritorio de frustración cuando la vio salir de su oficina, seguido de ello dos vampiros entraron riéndose de ellos.

-Tu dolor de cabeza.

-La vampira Kuh tendrá mucho trabajo con ella. –La vampira tomo asiento en el escritorio.

-Miyoung va a eliminarla por arrogante, no va a durar ni un segundo.

-Dicen que no es una vampira normal. –Dijo el vampiro.

-Que tiene sentimientos de afecto, amor y consideración por quien le interesa. –Se soltó a reír.

-Jay, Nicole, no vayan a cometer ninguna estupidez o los puede eliminar a ustedes y no quiero perder miembros.

-Nos mantendremos al margen.

Cuando Miyoung entro a la mansión Jung fue recibida con reverencias por parte de los vampiros que estaban a su paso, apenas y se atrevían a darle miradas rápidas, suficientes para descubrir la belleza que había en ella.

Mika la guiaba en el interior, le hablaba de la personalidad de Jessica.

-Es arrogante, despreocupada, fría y malcriada. Cree que puede hacer lo que quiera, puede sacarte de tus casillas pero por favor no la elimines, sé que te darán ganas de hacerlo pero en verdad no lo hagas.

-Lo escondes bien. –Sonrió de medio lado.

-¿El qué?

-La amas, la quieres como si fuese tu hija.

-¿Perdón? No lo dije porque me preocupe, lo digo porque no me conviene, yo propuse tu ayuda, si la eliminas yo estaré en problemas.

-Descuida, no creas todo lo que dicen ni hagas juicios de mí nunca, no elimino porque me dé la gana, siempre lo hago por motivos grandes.

-Con ella los tendrás de sobra.

-Habrá que vivirlo.

-Es aquí la habitación de Jessica, ya sabe que vienes así que solo entra. –Le indico y se fue cosa que dejo extrañada a Miyoung.

-Aquí vamos. –Abrió la puerta y se adentró buscándola con la mirada.

Ahí se hallaba la rubia, recargada en la pared, inexpresiva y de brazos cruzados.

Cruzaron mirada por primera vez y desde ese instante algo extraño ocurrió, porque Miyoung se sintió intimidada ante los ojos rojos que mostraban soberbia. Jessica por su parte estaba firme, no le iba a temer a nadie, por eso daba esa imagen arrogante.

Aquella fachada arrogante no fue molesta para Miyoung, le pareció atractiva al punto de perderse, cuando quiso reaccionar ya la tenía frente a ella.

-¿Azules? –Jessica también se había perdido en esos ojos extraños para ella, nunca antes había visto a un Kuh y aunque lo hiciera se hubiera impresionado, los ojos de Tiffany tenían un brillo diferente a cualquier vampiro.

-¿Te gustan?

-No son tan impresionantes como me contaron.

-Te hablaron de mí, no les creas, no soy lo que dicen.

-Obviamente, si fueras cruel y malévola no habrías aceptado tal estupidez como un compromiso arreglado.

-De hecho no la acepte.

Jessica arqueo sus cejas casi molestándose. -¿Qué haces aquí?

-Me han pedido que te ayude a controlar tus poderes y acepte porque de esa manera no molestaran con comprometernos.

-¿Estas de broma? –Ya se hallaba molesta.

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