Una cierta rubia estaba frente al espejo del baño, arreglándose el cabello para la noche que le venía por delante. Se inclinó para mirarse de cerca, comprobando su pintalabios una vez más. Se había puesto una capa de color y una capa de brillo, haciendo que fueran brillantes y esperaba que para su cita de esa noche, también fuera irresistibles. Utilizó un rizador de pelo para ondularse las puntas del cabello, cosa que había descubierto que le encantaba a su pareja. Al terminar lo desenchufó y se encargó de dejarlo sobre su cabezal para que no quemara nada de su entorno. Tras eso, se rizó las pestañas y echó un último vistazo a su ropa. Unos pantalones vaqueros con unas Converse de tobillo bajo rojas, una camisa blanca con una corbata a juego de las zapatillas y un chaleco negro. Quería que cuando su Julieta la viera, pudiera parecer su Romeo sin perder ese toque femenino.

Habían pasado cuatro meses desde que empezaron a salir y esa noche iban a ir a un karaoke con sus amigos. Les había costado coincidir con Kibum, pero ahora que habían conseguido que los astros se alinearan para que el joven pudiera salir una noche, tenían que aprovecharla. El muchacho les había tachado de maricas malas cuando habían propuesto el plan de ir a un karaoke, pero tras proponer otra cosa, el hombre se hizo de rogar para aparentar no dar la sensación de que le había encantado la idea. Así que ese sábado por la noche, aprovechando que Jiyeon estaría en casa de Eunjung de fiesta de pijama, la pareja, acompañadas de sus respectivas mejores amigas y el famoso idol, iban a ir a cenar al restaurante de la cocinera y luego a un karaoke que estaba al otro lado de la calle.

Su relación iba viento en popa, poco a poco. Habían tenido más que unas cuantas citas: un picnic en el parque con Jiyeon y la tía Boram, una película francesa en el cine que acabó con más besos de los que compartieron los protagonistas de ese drama, una noche de videojuegos en el que Hyomin venció a Ganondorf en la última escena del Legend Of Zelda: Ocarina of Time. Cada cita era impresionante, cada encuentro se sentía bien ya fuera planeado o totalmente improvisado. 

Las dos mujeres habían notado, por la progresión que habían llevado sus últimas dos citas, que estaban sintiendo ganas de más intimidad entre las dos. Por eso Qri se había propuesto que esa noche fuera la noche. Iba a ser todo lo irresistible que pudiera para su chica y que hubieran quedado en el karaoke no era una casualidad. Tal y como habían estado ensayando Boram, Soyeon y ella, iban a cantar una canción en acústico para ella. Ya habían hablado con los encargados para que les guardaran todo el material necesario. La profesora se había pasado por allí a la mañana antes del trabajo y había visto el gran trabajo que habían hecho en esconder la funda de la guitarra bajo el sofá de la sala privada. Habían hecho cómplice a Key, porque a cambio pidieron una foto con él, y el muchacho fingiría sorprenderse cuando todo sucediera. Su única condición fue que una de las canciones que cantaran fuera de SHINee, cosa que no fue muy difícil de elegir. La señal para que Kibum preparara todo el operativo que habían denominado para la vergüenza de la rubia "Misión conseguir que Minkyul acaben en la cama" era que las tres se lanzaran a cantar en el karaoke la canción Sherlock de SHINee. Mientras interpretaban la versión, el muchacho tenía que sacar la guitarra de su escondite y cambiar la iluminación. 

En general, habían conseguido un repertorio de tres canciones muy y con dos de SHINee y una original, por lo que esperaban que Hyomin pillara la idea y esa noche fuera de veras la noche, no como los intentos anteriores que habían sido interrumpidos por alguna que otra razón.

Sonó el timbre y la mujer se dedicó una última mirada antes de tomar su bolso y dirigirse a la puerta. Al abrirla, se encontró a la castaña sonriendo, vistiendo ropa casual. Se apoyó provocativamente en el marco de la puerta, quedando más cerca de la mujer que hoy había prescindido de sus lentillas y llevaba sus gafas. 

- Buenas noches - la saludó, quedando cerca de sus labios.

- Hola - devolvió el saludo la otra, todavía un tanto alucinada por cómo vestía hoy su chica-. Hoy estás en muy modo Romeo, ¿eh? 

Rió suavemente, tirando de la corbata para poder acortar la distancia que quedaba para un breve beso, el cual la rubia alargó posando unos cuantos besos más. 

- Venga, vamos. No quiero llegar tarde a la cena - dijo la mayor, cerrando la puerta tras de sí y luego dándose la vuelta para cerrarla con llave. Al terminar, se volvió a la castaña quien ya se daba la vuelta ofreciéndole su mano para caminar junto a ella, cosa que Qri no rechazó, pero no la tomó sin antes darle una palmada en el trasero. Hyomin se rió ante aquello y le dio un golpe suave en el brazo, tan suave que ni siquiera podría considerarse un golpe. Se sonrieron y entrelazaron sus dedos antes de emprender su camino escaleras abajo hasta llegar al coche.

La noche en el karaoke no había hecho más que empezar y los partícipes de la sorpresa no hacían más que mirarse con complicidad ante una actriz que no se enteraba de nada. La noche comenzó con unas cuantas canciones divertidas. Kibum animó a Boram a cantar Gangnam Style, seguida después de Gentleman que cantó con Hyomin. Las presentes les siguieron intentando bailar con ellos, de manera bastante ridícula pero diveritda. Después Hyomin cantó Bar Bar Bar de Crayon Pop con Soyeon, pasándole el micrófono ocasionalmente a Boram o a Qri. Soyeon luego arrastró a Kibum y a la rubia a cantar Wolf de EXO, haciendo ambos hilarantes intentos de parecer fieros lobos pero pareciendo más un gatito enfadado porque le van a bañar. 

Los acompañantes no tardaron en lanzar a la pareja a cantar un dúo, pero como pareja un tanto extraña que eran, escogieron una canción que no era una balada romántica: Gee de Girls Generation. Kibum no podía estar más emocionado con una canción de su propia compañía siendo interpretada tan adorablemente por una pareja que le encantaba. Dado que estaba tan emocionado, después de eso se lanzó a cantar I got a boy, acompañado de Soyeon que hacía las partes agudas. El chico había cortado hace un mes con su novio, pero estaba ligando bastante como era de esperar. Había seguido su propio consejo y estaba saliendo con gente de fuera del mundillo y le estaba yendo muy bien.

FInalmente, como quien no quería la cosa, en un tono bastante casual, las tres mujeres que habían tomado el nombre de grupo de QBS (porque BQS les sonaba a salsa barbacoa), liderado por Qri en el centro, comenzaron a cantar Sherlock de SHINee. Kibum interpretó la señal de inmediato, acercándose distraídamente al control de la luz, asegurándose de que Hyomin se levantaba del sofá del que tendría que sacar el estuche de la guitarra.

- QBS is back - decía Boram, tomándose en serio su papel dero-, QBS is back. QBS is back, back, back, back.

Hyomin fue sorprendida cuando su novia la tomó de la mano, cantando las partes que le correspondían, que eran las de Taemin y las de Kibum mirándola a los ojos, mientras que Boram tomaba las partes de Minho y Onew y la vocalista principal del grupo tomaba las de Jonghyun. Al llegar al estribillo hicieron un curioso juego de palabras al pronunciar "I'm so curious" como "I'm so Qrious" exagerándolo para que la castaña se diera cuenta. Se echó a reír cuando Qri hizo la parte de rap de Kibum y la tomó de una muñeca, tomándose en serio el papel de detective.

- Tonight! - exclamó Boram al llegar al final del último estribillo, viendo cómo la actriz presionaba sus labios contra los de su novia- Minkyul is in the house! Woo! Hoo! - celebró con Soyeon, chocando su mano con la de ella.

- So give it up for QBS! Give it up, give it up, give it up for QBS! - terminó de manera épica la vocalista principal.

Sunyoung ni veía venir de dónde venía lo que sucedía a su alrededor, que ni siquiera notó cuándo había terminado la canción cuando se separó de su chica, sonriendo atontada por lo encantadora que estaba siendo esa noche. Sólo se dio cuenta de que el equipo de karaoke había sido apagado y que las luces habían cambiado dándole un tono más íntimo cuando Soyeon rasgó las cuerdas de la guitarra que ahora colgaba por su hombro, Kibum sonriendo cómplice ante la escena que se presentaba ante ellos. La guitarrista principal tardó un minuto en afinar la guitarra y cuando lo hizo comenzó a tocar unos acordes animados, que por alguna razón le sonaban tanto a la actriz como al cantante, que no sabía cuál iba a ser el repertorio a partir de Sherlock.

- This song is... - comenzó Qri, acercándose a los labios de la castaña de manera tentadora, sin embargo cuando la actriz fue a cerrar la distancia ésta se separó con una sonrisa maliciosa antes de lanzar un mordisco al aire y situarse junto a Soyeon-. Song for my Juliette!

Kibum soltó una sonora carcajada al reconocer otra de sus canciones de su grupo. La castaña llevó sus manos a su boca, riendo de alegría y emoción, aunque estaba al borde de las lágrimas por el detalle que su chica estaba teniendo con ella. El reparto fue el mismo que en Sherlock. Cantaron sólo hasta el rap que Boram interpretó, mezclándola con la siguiente canción, la que Qri había compuesto. No era una experta en la composición, pero se había asegurado de que quedara claro, titulándola y Love. Le habría gustado interpretar esa canción a solas para ella, pero por la manera en la que lo había compuesto, necesitaba más de una voz y sus dos amigas eran perfectas para llegar a algunos tonos que ella no podía alcanzar o para hacer la parte de rap que Boram hacía a la perfección. 

Al llegar el estribillo fue señalando esas partes del rostro que en la canción mencionaba que encontraba ies. Kibum no pudo evitar soltar un gritito de ardilla, incapaz de controlar sus emociones. El aire que se respiraba en el ambiente estaba cargado de tensión ual y se podía ver en la manera en la que Hyomin se mordía los labios mientras escuchaba y prestaba especial atención a los gestos y las expresiones de su novia. 

En cuanto tocó los últimos acordes la actriz no pudo evitar lanzarse a sus labios de nuevo, envolviéndola en un beso ardiente y apasionado. Los amigos lo celebraron chocando sus manos. Kibum estaba tan emocionado que llegó a levantar a Boram en brazos, causando que ésta se riera.

- Oh, por favor. Conseguid una habitación - bromeó la que ahora se quitaba la guitarra de alrededor de sus hombros, mirando a la pareja que ahora se abrazaba, susurrándose palabras cargadas de amor y deseo. Las apodadas Minkyul se rieron, incapaces de contener su alegría. 

La rubia lanzó su clásica carcajada cuando al llegar a la puerta de Hyomin fue presionada contra ella, la menor mostrándose irresistiblemente atraída hacia ella, aprisionándola contra la superficie de madera. Tuvo una sensación de dèja vu, la situación enormemente parecida a la que vivieron en el club de citas expres, pero las cosas habían cambiado desde entonces. 

- Estás un poco impaciente, ¿verdad, cariño? - rió la rubia, posando un dedo sobre los labios de la actriz cuando sus ojos se encontraron cuando ésta dejó de atacarle el cuello. La mujer gruñó, buscando en sus bolsillos para encontrar sus llaves. Palpó hasta encontrar el bolsillo adecuado, encontrándolas finalmente en su chaqueta de cuero. Sin apartar su mirada de los ojos de la magnífica mujer que tenía delante de ella, encontró la manera de meter la llave en la cerradura y giró varias veces hasta abrirla, la pesada puerta abriéndose de golpe, haciendo que el perchero que estaba junto a ella se cayera, pero poco le importaba en ese momento. 

Tiró de la mano de la mayor, apartándola del pequeño recibidor antes de cerrar la puerta tras ella. Buscó el interruptor de la luz, sin saber que la rubia sonreía conocedora de algo que ella no sabía. Al encenderlo, notó algo distinto en la entrada. Había un camino hecho de aviones de papel, corazones de origami y toda una serie de figuras de papel que formaban un camino que sabía que llevaba a su dormitorio. Había hasta pequeñas figuras de los videojuegos que a ambas les encantaban.

- ¿Cómo...? - preguntó, intentando hacer una pregunta completa pero no alcanzando a decir nada más.

- ¿No te pareció raro que Boram y yo tardáramos tanto en ir a buscar a Kibum? - rió la profesora, dándole un pequeño toque a la mujer en la nariz. La otra aún la miraba incrédula-. Aún no has visto lo mejor. Vamos, sigue el camino.

La animó de esa manera y la castaña no tardó en tomarla de la muñeca, guiándola hacia el dormitorio. No podía dejar de mirar al suelo, viendo todas las figuras que había hecho su novia. Le debía haber llevado gran parte del día hacerlas. En realidad, había hecho un comité formado por Soyeon y Boram, que ayudaron con todas y cada una de las figuras, amontonándolas en unas cuantas cajas que luego al llegar a la casa se encargaron de vaciarlas, extendiéndolas por el suelo.

Al llegar a la cama encontró un sobre abultado que tenía su nombre. Se volvió a la rubia, que sonría con complicidad. Se quitó los zapatos golpeándolos entre sí antes de subir a la cama, tomando asiento en el centro. Tomó el sobre en sus manos y miró a la rubia, que tomaba a siento al borde de la cama mientras se deshacía de sus zapatos.

- Kyul, ¿y esto? - preguntó, temiéndose que fuera una pedida de matrimonio o algo así. Quería mucho a su novia, pero llevaban de pareja cuatro meses. No se veía lista para nada de eso. La profesora vio el temor en sus ojos y lo vio adorable, sabiendo que se pensaba que sería una pedida. Sin embargo, ella que sabía lo que era, sabía que sólo era un pequeño detalle con ella. Se quitó los zapatos y se sentó frente a ella sobre sus rodillas.

- Ábrelo y lo sabrás.

*

No le hizo falta más que compartir una mirada para saber que no era nada de lo que estaba pensando. Palpó el sobre, notando que había algo que tenía forma circular. Tomó aire profundamente y lo abrió, el pegamento y su impaciencia haciendo que el sobre más que abrirse se rompiera. Sólo había una tarjeta en el interior, con algo pesado pegado en su interior. En la parte exterior estaba impreso la portada del Donkey Kong, las letras con la tipografía del videojuego escribiendo Love Game. Bajo él estaba el simio, golpeándose su pixelado pecho. Abrió la tarjeta y se echó a reír de alivio al ver que lo redondeado era en realidad la anilla de un llavero que tenía un mando en el otro extremo. En este lado ponía "PLAYER 1 READY. PLAYER 2 PRESS START."

- ¿Y esto? - volvió a preguntar, riendo suavemente, quitando el celo para sacar el llavero-. No tienes ningún juguetito dentro de ti ni nada así, ¿no?

La rubia rió ante la ocurriencia. Podría haber sido, pero el mando no era para eso, por lo que negó con la cabeza. Mientras la mujer se debatía entre presionar el botón o no, la rubia se quitó el chaleco, lanzándolo al suelo junto a los aviones de papel, yendo luego a aflojar su corbata roja para quitársela por encima de la cabeza. Se quitó los calcetines y se unieron pronto el resto de la ropa, después yendo a quitarse sus pantalones vaqueros. La castaña se dio cuenta en ese momento lo que significaba el botón y esperó con cierta impaciencia a que se quitara esa prenda, quedándose tan sólo con la camisa y su ropa interior. 

La castaña mordió su labio inferior antes de presionar el botón finalmente, encontrando que lo único que provocaba presionarlo era un acto simbólico, porque no ocurrió nada más que un pitido y el hecho de que su novia se lanzó sobre sus labios. Sonrió sobre sus labios, no pudiendo evitar reírse suavemente por la sorpresa. Después se aferró al cuello de su camisa, deseando tenerla más cerca. Se dejó caer sobre el colchón, la mayor totalmente sobre ella. Era excitante y dulce al mismo tiempo. Se besaron, sus manos recorriendo los cuerpos de la otra, cuerpos que ya conocían por aquella noche como las palmas de sus manos, pero que volvían a descubrir esa noche. 

Poco tardó Qri en deshacerse de la molesta chaqueta de la castaña, lanzándola lejos junto a su camiseta. Hyomin aprovechó ese momento para quitarse las gafas y dejarlas sobre la mesilla. Tocó sus pechos por encima del sujetador, sonriendo al notar cómo la otra contenía su respiración, acercándose para tentarla a besarla pero separándose cuando estaba a punto de hacerlo, haciendo que la otra gruñera de impaciencia. Siendo benévola, volvió a besarla, dejando esta vez que sus lenguas se encontraran. La castaña ni vio venir cuándo la otra se deshizo de su sujetador sin tirantes. Sólo lo sintió cuando notó las manos de la otra sobre ellos y soltó un audible gemido gutural. Los masajeó mientras las manos de la actriz viajaban bajo la camisa blanca de la rubia, soltando un sonido de sorpresa al notar que el sujetador que llevaba era de los que se abrían por delante. Su novia lo había calculado todo para que esa noche fuera todo un juego.

Qri se separó de sus labios, con su respiración entrecortada y fue bajando sus besos hacia su mejilla, su barbilla, su mandíbula y su cuello. Su mano comenzó a tocarle su zona íntima por encima de sus leggins, suavemente, sin hacer presión. La castaña llevó sus manos al inicio del elástico, queriendo retirarlo ella misma.

- El jugador uno juega antes que el segundo, cielo - la picó la rubia, haciendo que la otra se riera audiblemente. Era tan tierno que se hubiera preocupado por aquello, por hacer que su primera vez como pareja fuera especial, así que aceptó sus normas, pese a que al final cumpliera lo que ella quería haber hecho, quitándole los pantalones y tirando la elástica prenda lejos de allí, ayudada por la castaña, que alzó sus piernas para facilitar la tarea. 

Subió sus besos por su estómago hasta capturar sus pechos con su boca, dejando caer su lengua para hacer endurecer sus pezones. Adoraba los pequeños lunares que se extendían por el cuerpo de la castaña, especialmente el que estaba justo entre sus pechos, por lo que tras prestar suficiente atención a ambos, no pudo evitar detenerse en ese punto en concreto. Le vinieron a la mente las palabras que escribió el día que volvió de Tokyo sobre el lunar y no pudo evitar sonreír. Hyomin también se acordó de aquello y cuando alzó la cabeza, no pudo evitar llevar su dedo índice al lunar de su nariz, el punto de encuentro de su vida. Lo acarició y la rubia subió a ella, volviendo a tomar sus labios.

La castaña comenzó a desabotonarle la camisa a la otra, quien se dejó hacer, olvidando las normas del juego. Quería sentir el amor de su dulce y ardiente chica. La camisa se unió a las prendas del suelo entre los aviones de papel y la actriz se lanzó a besar su clavícula. Por alguna razón, siempre le había gustado la de Qri. Le gustaba ver cómo sobresalía en sus camisas de profesora. Deseaba besarlo con ansias y así lo hizo, sus manos encontrando el camino a sus pechos. No tardó en deshacerse del sujetador, observando la preciosidad que se extendía frente a ella en forma de percidión hecha mujer.

Se relamió antes de tirar el sujetador lejos, comenzando a juguetear con sus pezones, deseando endurecerlos de la manera que ella había conseguido con los suyos. Sonrió para sí misma al ver que lo lograba. Sus ojos se encontraron con los de la mayor y unieron sus labios en un beso. Como acción involuntaria, la rubia movió sus caderas para ajustar sus posturas, su zona íntima haciendo contacto con la de ella por un momento a través de sus braguitas. Ambas soltaron un gemido y la castaña imitó el movimiento, intentando repetir la sensación, haciendo que se estremecieran. La mayor llevó sus manos al elástico de las braguitas de la otra, deseando deshacerse de esa molesta prenda. La menor se dejó hacer, facilitando la tarea levantando sus caderas y alzando sus piernas, no mostrando vergüenza alguna cuando se encontró totalmente desnuda bajo Qri.

La mayor iba a llevar su mano a su zona íntima cuando la otra la detuvo.

- Quiero sentirte - susurró, llevando su mano al rostro de la rubia antes de guiarla hasta volver a besarla. Sus manos se fueron a la única prenda que quedaba en pie antes de sentirla de nuevo como si fuera una primera vez.  La rubia dejó que la prenda cayera, quitándosela de los talones antes de volver a caer sobre su novia. Se besaron lentamente, sus manos volviendo a recorrer sus cuerpos como si trazaran mapas para no volver a perderse. 

Qri se alzó sobre sus codos y se observaron mutuamente, admirando la belleza la una de la otra. La rubia se detuvo en el tatuaje que la castaña tenía en su cadera: era la fecha del nacimiento de su hija. Su novia tenía discretos tatuajes que le encantaban. Tenía también una minimalista forma de dos alas en su hombro izquierdo, un tatuaje que se hizo por su fallecida abuela y uno en su tobillo por Boram que era un pequeño cupido. Besó la fecha de su cadera, como si de esa manera quisiera decirle que la amaba a ella como también quería a su hija. La menor arregló el cabello de la rubia, deseando poder verle mejor el rostro y alzó su barbilla para que sus ojos se encontraran de nuevo.

- Te quiero - le recordó como si fuera la primera vez. La primera vez que se lo dijo fue al de una semana de ser oficialmente pareja, tras una pequeña cita en el restaurante de Soyeon. Qri subió para poder besarla y al separle le susurró lo mismo

- Te quiero. 

Entonces la menor tomó el control y llevó sus manos a las caderas de la jugadora uno, comenzando a moverse ella misma bajo su o. Abrió sus piernas para que se encontraran mejor y no tardaron en llegar los gemidos de satisfacción al notar cómo encajaban de aquella manera. Fueron adaptando sus ritmos, intendando prolongar la sensación lo más posible, impacientándose mutuamente hasta que poco a poco iban dándose órdenes de ir más rápido o más fuerte. Se besaban para acallar sus gemidos o se separaban para poder escucharse, se murmuraban lo bien que se sentía. Las embestidas se hicieron más rápidas, ambas cerca de su clímax, una cálida e impaciente sensación formándose en la parte baja de su abdomen. Qri mordió el lóbulo de la oreja de la otra, haciendo que esta gruñera antes de sonreír por aquello, clavando sus uñas ligeramente en la espalda de la otra. 

Al alcanzar el o, siguieron un poco más, ralentizando el ritmo poco a poco para alargar la sensación. Sus respiraciones eran aún entrecortadas pero se reían y se daban pequeños besos, emocionadas por haber compartido su primera vez. La actriz rodeó con sus piernas a la mujer que tenía sobre ella y dejó un beso sobre su nariz.

- Eres tan idiota - bromeó, recordando todo lo que había hecho a lo largo de la noche-. Si querías o podías habérmelo dicho tranquilamente, no preparar tantas cosas. 

- Quería que fuera especial - razonó, divertida por la sonrisa que tenía la menor en su rostro-. No me vas a negar que no te has muerto cuando he cantado esa canción para ti.

- No sabía que te parecía tan y hasta que has cantado - le dio la razón, rozando su nariz con la de su novia-. ¿Cómo era? y mouth, y nose...?

- Ojos ys - mencionó en un susurro, señalando esa parte de su cuerpo. Cerró los ojos para permitir que la mayor besara su párpado-, y nariz - continuó, dejando un beso en la punta de su nariz, como le gustaba hacer a Hyomin con ella-, labios ys - rió suavemente antes de besar sus labios, notando la sonrisa de la otra sobre los suyos. Soltó un suspiro, llegando a la parte que le gustaba-, sexy love.

Dejó un beso sobre su pecho, acordándose de las veces que hablaban por videollamada y se mandaban un beso que la castaña atesoraba justamente allí. Apoyó su frente sobre la de su chica y se abrazaron en silencio unos minutos, la castaña acariciando el cabello de la rubia que caía a ambos lados de su rostro, situándolo tras su oreja. De pronto al mirar a su izquierda vio el pequeño mando. Soltó una carcajada y estiró su brazo para alcanzarlo.

- ¿Lista para una nueva partida, jugador uno? 

La otra tomó el mando de sus manos y presionó el botón, riéndose luego ella misma por aquello antes de besar a su novia con ternura.

*