VII.

Amor Fati

 Yongguk ni siquiera conoce el nombre del guardia del segundo piso, pero lo llama y le ruega que lo deje pasar.

—¿Perdón?

—Necesito pasar a la número trece, por favor.

—¿De verdad eres guardia de aquí?

—Claro que sí, si no me viste en la capacitación es porque no vine y… por favor.

 El chico asiente, con cara de que en realidad no le interesa y Yongguk casi corre hasta la primera habitación vidriada. La número trece es una de las dos salas de control, en la que se supone los pacientes están bajo observación por la noche también, pero todos saben que los médicos no llegan hasta las tres o cinco, solo para que los encuentren allí, hasta entonces los guardias supervisan y si algo sucede llaman a los enfermeros que reposan en habitaciones del primer y tercer piso.

 Himchan está allí, recostado en la cama de en medio, pero no hay nadie más en la sala, solo él. Yongguk desearía que las ventanas no fueran de vidrio transparente para dejar de sentir que el guardia le está observando cuando puede estar en la otra esquina del pasillo.

—¿Himchan?

 El nombre suena al menos dos veces más antes que el paciente abra los ojos, apenas, menos de lo que están por lo general.

—¿Yongguk?

—¿Qué hiciste?

—Que no hice… —Himchan respira, tiene conectado en el brazo unos cables que le llevan suero y regulan su ritmo cardiaco  —Pues, no comía desde que te fuiste, no tomé las medicinas en una semana, no tomé agua en casi tres, ya sabes.

—¿Y no me dijiste nada?

—Quizás si te extrañé un poco.

 Yongguk sopesa la idea de realmente tomar a Himchan y apretarlo entre sus brazos o huir antes de que lo consuma, sin embargo solo extiende la mano hasta tomar la del otro y le aprieta los dedos.

—¿Qué harás cuando me despidan?

—No lo harán.

 El agarre se aprieta, pero esta vez es Himchan.

—Sí lo harán, porque estoy en un piso que no es el mío, el primero está vacío y si entran a robar y revisan las grabaciones yo estaré tomando de la mano a un paciente que se desvaneció por testarudo.

—Entonces ándate a tu piso.

—No —Rebate Yongguk intentado que la mano de Himchan no se despegue de las suyas —Y no seas tan niña, lo decía en broma. Le dije a Daehyun que estuviese bien atento.

 Ese martes empieza con Himchan y Yongguk tomados de la mano en la habitación número trece.

 Con el paso de los minutos Yongguk recupera su postura recta, pero incluso sentado en una silla, con la espalda bien pegada en el respaldo y las piernas cruzadas, mantiene la mano extendida, siempre sosteniendo la de Himchan ahí.

—Me tengo que ir… quiero que al menos me encuentren abajo y ya pronto podrían llegar los doctores.

—No quiero que te vayas.

—Pero dejas ir mi mano con facilidad —Yongguk mantiene los dedos de Himchan entre los suyos a pesar de que Himchan haya dejado de apretar ya, incluso los acaricia un poco, como para que el paciente quiera volver a aferrarse a él —Deberías apretar tú también.

 Himchan niega con la cabeza en un par de movimientos y luego añade levemente —No, porque que no quiera que te vayas no quiere decir que no debas irte, yo debo dejarte ir y esperar que vuelvas a mí algún día y tal vez ni siquiera regreses, pero debería bastarte con que yo te recuerde.

 Hay algo que le indica al guardia que esas palabras no se refieren a esta mañana, pero no dice nada.

—Yo vuelvo, ¿y tú?

 Himchan lo deja ir definitivamente.

 Es casi paranoia lo que persigue a Yongguk mientras baja la escala, el otro guardia le dice que aún no llegan los médicos, se lo dice como si hubiese estado vigilando para él en lugar de para la institución. Yongguk se hace una nota mental de preguntarle el nombre en otro momento, si mantiene su trabajo.

 Al llegar abajo da unas vueltas, como para ver que todo esté en su lugar y espera la hora correcta para ir hasta la habitación en donde se cambia de ropa. Daehyun está ahí, mirándolo.

—¿Viste a Himchan?

—Sí… habló toda la noche, no creo que esté tan mal… después de todo.

—Estoy pensando cambiar mis días de guardia, trabajar sábados y domingos, es demasiado dejarlo solo dos días.

—¿Eran amigos, antes, cierto?

—Lo dices por mi preocupación —Daehyun pregunta, pero parece más una afirmación y casi parecería una orden de algo si no fuera porque desvía la vista poniéndose una chaqueta de mezclilla —. En realidad era algo así como mi amor platónico, lo que no es novedad porque todo el mundo ama a Kim Himchan, lo idealizaba bastante, pero cuando comencé a trabajar aquí, cuando lo conocí de verdad, comencé a tomarle aprecio en serio, aprecio por el Kim Himchan que odia a su hermana, el que dice que podría estudiar toda su vida, el Kim Himchan que todos quieren ocultar. Pero… ya no lo amo ni nada, ahora es un amigo.

 Yongguk asiente, no dice nada más antes de partir, porque está celoso y es el peor sentimiento de todos.

 El viaje a casa es lento, o al menos así se siente. En el celular tiene un mensaje no leído de Mino y otro de Sooyoung, son cosas simples, pero Yongguk no los responde. No vuelve a sacar el móvil hasta que llega a casa. Le abre Yongnam con pijama todavía, tiene el cabello desordenado y solo lleva pantuflas en un píe.

—Te ves patético —Le dice el mayor de los gemelos.

—Mírate al espejo.

 Yongnam se ríe mientras se hace a un lado para dejar pasar a su hermano.

—¿Puedo dormir contigo?

 Es una tontería, pero cuando eran pequeños Yongguk se colaba en la cama de su hermano cada vez que tenía frío o miedo, cuando era por lo primero decía que era por miedo, cuando era por frío le echaba la culpa al miedo.

—¿Frío o miedo?

—Frío —Responde, porque sus manos y mejillas están heladas, pero en realidad no tiene tanto frío.

—¿Pregunto qué pasa antes o después de dormir?

—Después.

 Después del sueño es a las dos de la tarde, cuando ambos hermanos despiertan dándose la espalda el uno al otro pero con las piernas enredadas.

—Yongguk-ah, Yongguk.

—Hmn…

—Mamá hizo almuerzo.

—Hmn.

—Hay que levantarse.

—Hmn.

—Hermanito, arriba.

 Yongnam conoce la forma exacta de levantar a su hermano y lo hace con gusto, patea a Yongguk hasta dejarlo al borde la cama.

 Una vez ambos en pie, Yongnam queda mirando al menor de los dos un rato.

—¿Qué?

—¿Me vas a contar qué te pasa?

—¿No había hecho mamá comida?

—¿Una chica?

—Chico.

 Yongnam abre un poco los ojos y pestañea. Es obvio que no tiene las palabras correctas, Yongguk se siente levemente victorioso, porque si su hermano no tiene los consejos preciso es porque él se puede equivocar un par de veces, ¿cierto?

—No me sorprende tanto como me gustaría. ¿Cuál es el problema de verdad?

—Está loco.

 Yongnam se ríe mientras busca en el piso un par de pantalones, Yongguk debe mantener su expresión estoica por casi medio minuto para que su hermano lo mire de nuevo.

—¿Qué?

 El guardia se tropieza un poco con su propia lengua cuando le dice que no es broma, que de verdad el chico se ha intentado quitar la vida más de una vez y hoy tuvo una descompensación, y él se siente culpable porque fue justo la semana que pidió como vacaciones y no le avisó  y… en realidad le cuesta un poco porque sabe lo que va a decir su hermano.

—¿Y tú eres idiota? Me hablas y solo sé que te hará daño. Eres mi hermano, no me importa que sea chico, me importa que cambie la forma en que ves el mundo, Yongguk….

—¿Qué sabes tú de la forma en que veo el mundo?

 No hay eco, pero Yongguk siente su propia pregunta resonar dentro de su cabeza más de una vez y Yongnam deja de moverse, se queda quiero un segundo y se endereza en el otro, tiene la mandíbula apretada y no la destensa hasta que puede mirar a los ojos a su hermano menor.

—Sé que ya está suficientemente arruinada.

 Yongguk se queda con la pataleta muerta en la garganta. Porque su hermano sí lo conoce, pero no es fácil asumir que su odio al mundo es un producto de su imaginación, así que, aunque no cruza los brazos como quiere, corre la mirada y responde.

—No sabes, Yongnam.

—Sí sé, soy tu hermano, mira, sé que eres un idiota cobarde que jamás le pudo decir que no a Papá, incluso cuando te dimos la oportunidad. Tuviste los cojones para entrar al ejército, algo que ninguno de los primos pudo, pero cuando te empezaron a lavar el cerebro ni siquiera dejaste que lo hicieran, te volviste más callado y ahora estás aquí, probablemente creyéndote enamorado de un pendejo que simplemente dice lo que a ti te gusta escuchar, porque odias a la sociedad y a nuestros padres y a todo lo que te tiene donde estás, pero ¡no tienes los putos cojones para hacer algo!

 Yongnam está vestido cuando termina de hablar y cuando se gira para gritar la última parte, Yongguk siente que es más idiota de lo que jamás pensó, queda en su lugar, procesando el que le hayan despojado de todas las pantallas en una sola intervención. Observa y se odia, observa a Yongnam volver a respirar con normalidad y se odia porque quiere un abrazo ahora.

—Pero nunca es tarde para un oportunidad, ¿no? Llévame a conocerlo —Vuele a hablar el mayor antes de salir de la habitación, guiñándole un ojo a su hermano.

 Si no fuera porque Yongguk ha buscado sobre problemas psicológicos de un tiempo a esta parte, diría que su hermano es bipolar.

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Thank you!
blueous
No volveré a escribir algo así de enfermo...

Comments

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AphroditeLetter
#1
Chapter 12: Entonces...lo del decimotercer piso no era una metáfora de Yongguk sino que Himchan realmente se tiró o no entendí? El caso es que esta historia es genial. Aunque esta página es principalmente de historias en inglés, esta historia es mejor que muchas de las que he leído acá, te felicito, lo transmites increible, una excelente historia y de mis FF favoritos hasta el momento, buen trabajo♡
erickkbaj_tipa #2
Chapter 12: Hasta que me animo a crear una cuenta aquí, hahaha es lo primero que he hecho al crear y es buscar esta historia, casi me da algo cuando olvidé el nombre, pero en fin, es una de mis favoritas, me acuerdo que la leí por primera vez en la escuela :v hahahaha me gusta mucha la historia, ya no hay muchos de estos u.u
GukkieKookie
#3
En espanolllll ~!
Bachelorette
#4
Chapter 10: Great story!
JusticeWillPrevail-L
#5
Chapter 6: Asdfghjklasdfghjkl, la tensiónnnnn *O* Jajaja, sentí el momento tan real, que tenía ganas de agarrar una tijera y cortar el aire xD Celos...~
Pero pobres Himchan y Yongguk, que cuanto más vamos conociendo de sus historias, más quiero abrazarlos y decirles que todo está bien ;w;
¡El final fue épico! En Argentina diríamos: "¡Hay onda...!" (Como que hay química entre los dos >///<). Me gustó mucho como va avanzando todo. Y creo que si te parece necesario explotar más, y bueno, que lo hagas, a mí por lo menos no me molesta :D
JusticeWillPrevail-L
#6
Chapter 5: ¡¡Woooow!! Lo leí todo recién, y me gustó mucho... Aún si sé que no habrá romance, siempre me interesan los psiquiátricos y las enfermedades mentales, etc. Me atrapó bastante la personalidad de Yongguk...
Es el primer fic en español que leo en AFF. ¡Lo seguiré leyendo! Buen trabajo, me gusta tu forma de escribir n.n