III.

Amor Fati

 Yongguk se siente levemente preocupado el quinto día, más que nada porque es su último día de trabajo en la semana y el jueves Himchan apenas bajó las escaleras a las dos y cuarto para dejar un vaso de agua y desaparecer. No es que el paciente le preocupe ni nada, es solo acaba de descubrir que es una persona mentalmente inestable (qué sorpresa, ¿no?) y no quiere tener que cargar con un suicidio. No es nada más que eso.

 Yongguk hace la guardia algo exaltado, como preparándose para decir “vete a dormir”, pero con ganas de decir otra cosa. El sonido en el segundo piso se extinguió hace un rato y el resto de los guardias ya están en posición, para la tercera vuelta por el primer piso Yongguk cree que el paciente no va a aparecer.

—Me acabas de hacer creer que soy invisible.

—Himchan —Responde el guardia sintiéndole levemente seguro con la forma en que las palabras fluyen por sus labios.

—¿No me vas a mandar a dormir o algo?

 La mueca auto-suficiente en el rostro apenas iluminado por los faroles exteriores le hacen recordar a Yongguk que es guardia y tiene derecho a disparar si algo se sale de control.

—No estaba entre mis planes, pero…

—Mi nombre es Himchan.

 Las palabras se quedan flotando y hoy, por primera vez, Yongguk ve en el rostro de Himchan signos de que sí necesita estar aquí, es como si sus ojos fueran otros, como si necesitara hablar con alguien, como si necesitara un abrazo.

—Lo sé.

 Pero Yongguk está entrenado para actuar como un soldado capacitado en momento de guerra.

 El guardia se pregunta por qué un chico sería sinónimo de guerra.

—Nací en Seúl, vivo con mis padres y mi hermana. Bueno vivía, mi vida es malditamente larga y no vale la pena, simplemente quería seguir con una rutina, quizás te usé para llenar el vacío que dejó Hanbyul: el guardia anterior —Aclara tan pronto Yongguk frunce el ceño.

—Mi turno es malditamente largo y tampoco vale la pena.

 Himchan parece dudar, pero tan pronto Yongguk se sienta a su lado es como si en realidad quisiera sonreír.

—Nací cuando mamá tenía 38, dijeron que era riesgoso, ella lo negó siempre, lo niega incluso ahora que estoy encerrado aquí, yo creo que tal vez es por eso que mi mente es diferente a las otras en parte… mi padre, él le pidió el divorcio a mamá cuando yo tenía diez, sin embargo ahora están juntos, alguna parte de ‘nuestro hijo está loco’ los volvió a conectar.

 “Eso es el contexto que necesitas, de mí… Kim Himchan era un niño normal, aunque no recuerdo mi infancia en realidad, solo sé que cuando era pequeño quería ser una mariposa, el resto es una reconstrucción que no es mía, no es mi vida, es lo que el resto creía que hacía, así que no podría asegurar si que mi inestabilidad mental nació en alguna parte o nación conmigo. Creo que siempre me ha gustado estar solo, pero me da miedo también, así que solía llenarme de amigos que ni siquiera sabían mi color favorito, o bueno sí… pero se entiende. La primera vez que intenté quitarme la vida es un recuerdo tan vívido que la adrenalina me vuelve de solo de pensarlo, tenía trece, supongo que era una etapa, escuchaba esa música que escuchan todos los preadolescentes y aunque nunca me corté el pelo sobre un ojo ni nada… dejé de comer —Una sonrisilla se le escapa a Himchan al mismo tiempo que niega con la cabeza un poco —Una chica de la clase me dijo morsa, ella era cruel, se burlaba de todos, ni siquiera entiendo bien por qué me afectó tanto que dijera eso, ya lo sabía en parte, en casa siempre hacía cosas deliciosas, como para ocultar que no teníamos tanto dinero, así que era cierto: estaba gordo.

 Y bueno, supongo que después de eso me fui en picada, es patético como te afectan esas cosas cuando eres niño, no tenía ganas de nada, a veces pienso que era porque ya no tenía energía, aunque en perspectiva ya no importa. He llegado a la conclusión que los demonios siempre están allí, como atrás de tu rostro, siempre con ganas de salir y sin embargo es uno quien los deja actuar. Yo no los había sentida hasta que me di cuenta que me estaban dominando, que ya no eran demonios detrás de mi rostro sino yo, era yo triste, yo enojado, yo con ganas de morir, con ganas de que otras personas sufrieran lo que yo y recién tenía dieciséis, creo que casi diecisiete. La verdad ningún recuerdo es exacto, mis historias resultan más tristes cada vez que las cuento, ni siquiera sé si es porque me doy cuenta de más cosas o porque comienzo a exagerar, tú tienes permitido hacer tu propio juicio. Oh, sí, sí… pues bueno, entonces seguiré la historia. Era el último año de preparatoria y fue como si un monstruo despertara el primero de enero para solo perseguirme a través de todos los días siguientes, jamás me había visto a mí mismo sin uniforme, era como un sueño, pero no uno que quisiera alcanzar, era simplemente una etapa a la que prefería huirle y mi madre cambiando las hojas del calendario cada primero del mes no ayudaba en nada. No me iba tan mal en las pruebas que hacía con mis amigos en los ratos libres así que no estaba nervioso para el día de la prueba de selección, recuerdo que incluso pensé era exagerado como los autos evitaban los locales de rendición, hice todo tal como me había dicho, tomándome mi tiempo, qué-se-yo, recuerdo que entonces tenía de novia a una chica bonita que terminó media hora después que yo, la esperé y caminamos juntos hasta la parada de buses, no me sentía tan mal como antes de rendir la prueba y aunque era extraño me gustaba, pensé que el monstruo se había cansado, que otra vez volvería a ser normal y entonces, ocho días antes de las respuestas… el monstruo volvió.”

 Yongguk no puede evitar desviar la mirada del rostro del paciente cuando este termina su frase, porque mirarlo parece doler.

 —¿Te tienes que ir?

 Y no es hasta que Yongguk tiene que pestañear porque la luz de la ventana le encandila que se da cuenta que quizás se ha enfocado demasiado en Kim Himchan, ¿y si entraron y robaron todo?, ¿y si uno de los pacientes se escapó?

—Pero mañana no voy a volver.

 ¿Y si mañana le roban a Himchan?

—Lo dices como pidiendo disculpas, idiota

 Es instinto lo que frena la sonrisa en la cara de Yongguk, es instinto y por primera vez lo odia.

—Lo digo pidiendo disculpas.

 El “supongo que me gusta escucharte hablar” se lo traga también, pero el rostro de Himchan da a entender que lo captó.

—Pero volverás el lunes.

—No me has contado nada... —Himchan frunce el ceño, queriendo alegar que ha contado todo —Quiero decir que la noche se nos hizo corta.

 El guardia se arrepiente tan pronto las palabras se desvanecen en el aire, pero no se retracta, en lugar de eso se levanta de la escalera donde ambos se han acomodado e inclina la cabeza. Tiene ganas de quizás haber ofrecido su mano al paciente para ayudarle a levantarse, pero eso es demasiado riesgoso, además no es como si Himchan lo esperara de cualquier forma, así que no importa.

—Adiós, nuevo guardia.

—Yongguk —Dice como si no fuera importante decirlo ya caminando hasta la habitación donde se quita el uniforme.

 Yongguk no nota a Himchan diciendo su nombre varias veces en susurros, tampoco la sonrisa victoriosa que se esparce en esa boca.


 Ya, lo terminé, no puedo creer que lo terminé. Tiene nueve capítulos, un extra y una explicación porque el extra es un poco enfermo y, como siempre, debo advertirles que no habrá tanto romance como quisieran, suelo solo pedir prestados los cuerpos de los oppas para crear historias extrañas que se centran más en la evolución de un personaje que en la relación de ambos... así que, ¿perdón?

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Thank you!
blueous
No volveré a escribir algo así de enfermo...

Comments

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AphroditeLetter
#1
Chapter 12: Entonces...lo del decimotercer piso no era una metáfora de Yongguk sino que Himchan realmente se tiró o no entendí? El caso es que esta historia es genial. Aunque esta página es principalmente de historias en inglés, esta historia es mejor que muchas de las que he leído acá, te felicito, lo transmites increible, una excelente historia y de mis FF favoritos hasta el momento, buen trabajo♡
erickkbaj_tipa #2
Chapter 12: Hasta que me animo a crear una cuenta aquí, hahaha es lo primero que he hecho al crear y es buscar esta historia, casi me da algo cuando olvidé el nombre, pero en fin, es una de mis favoritas, me acuerdo que la leí por primera vez en la escuela :v hahahaha me gusta mucha la historia, ya no hay muchos de estos u.u
GukkieKookie
#3
En espanolllll ~!
Bachelorette
#4
Chapter 10: Great story!
JusticeWillPrevail-L
#5
Chapter 6: Asdfghjklasdfghjkl, la tensiónnnnn *O* Jajaja, sentí el momento tan real, que tenía ganas de agarrar una tijera y cortar el aire xD Celos...~
Pero pobres Himchan y Yongguk, que cuanto más vamos conociendo de sus historias, más quiero abrazarlos y decirles que todo está bien ;w;
¡El final fue épico! En Argentina diríamos: "¡Hay onda...!" (Como que hay química entre los dos >///<). Me gustó mucho como va avanzando todo. Y creo que si te parece necesario explotar más, y bueno, que lo hagas, a mí por lo menos no me molesta :D
JusticeWillPrevail-L
#6
Chapter 5: ¡¡Woooow!! Lo leí todo recién, y me gustó mucho... Aún si sé que no habrá romance, siempre me interesan los psiquiátricos y las enfermedades mentales, etc. Me atrapó bastante la personalidad de Yongguk...
Es el primer fic en español que leo en AFF. ¡Lo seguiré leyendo! Buen trabajo, me gusta tu forma de escribir n.n