Himchan mejora a una velocidad que tiene a Yongguk citado con el doctor Wu una hora antes de que su turno empiece.

—¿Qué? —El guardia inquiere entrecerrando los ojos, como si eso le hiciera recibir mejor la pregunta.

—Es solo que Himchan ha tenido cambios realmente positivos, no como los pretenciosos de otras veces, esta vez es enserio y todos sabemos que siempre baja a hablar contigo, pero eso no puede ser el único factor de su mejoría porque solía hablar con tu predecesor también, así que algo te tiene que estar haciendo esto especial para él, por eso pregunto.

—Pues… no lo sé.

 Y es que en serio no sabe si Himchan está enamorado de él o no.

—¿Y tú?

 El doctor Wu le pidió esta entrevista hace unas horas, cuando Yongguk se terminaba de vestir para irse a casa y el chico jura que sintió como si sus órganos dejaran de pesar por un segundo, ¿qué pudiese haber hecho que fuera tan malo como para enviarlo a una entrevista con el doctor a cargo de Kim Himchan? Sea lo que fuese tendría que ver con Himchan, eso era obvio, pero ¿qué era? Sería algo que le quitara el puesto, que le prohibiera hablar con el otro, sería algo por lo que dejaría de permitir al paciente que bajara por las noches. O quizás era por Daehyun, pero eso no podría ser tan malo. ¿Y si al guardia del segundo piso se le hubiese escapado que ya le había visto más de una vez fuera de su lugar de trabajo?, ¿y si un enfermero llegó antes esa vez que Yongguk se quedó sosteniendo la mano de Himchan y no hubiese dicho nada hasta ahora?, ¿y si habían revisado las cámaras? Todas las posibilidades le llevaban a una mala noticia, así que cuando Yifan le preguntó si tenía algún tipo de relación con Himchan fue como si le diesen un tiro en la sien. Cuando la voz del doctor siguió con “o tal vez él está enamorado de ti” fue la resurrección, la bala saliendo de su cráneo pero sin hacer daño. La otra pregunta entonces le hacía abtit la herida de nuevo. ¿Y él?, ¿qué sentía él?

—No lo sé…

—Suenas menos convencido que con la otra pregunta —Insiste el doctor.

—Es mi amigo…

—Por decir menos —Dice el de delantal blanco cortando la frase del Yongguk —No te digo que sea malo, digo, soy psicólogo-psiquiatra y filósofo de ratos libres, lo bueno y lo malo es bueno o malo mientras haga bien o mal a un individuo, no sé si me entiendes. El punto es que no critico los posibles sentimientos que tengas por él o él por ti, pero quiero saberlos, al menos para tener apuntes, para encontrar un motivo verdadero antes de darle la alta a uno de mis pacientes.

 La voz del doctor tiene cierta malicia que Yongguk no puede ignorar pero que no importa cuando la posibilidad de Himchan sin su traje de enfermo se presenta.

—¿Qué quiere que le diga? —Intenta Yongguk sonando un poco más desesperado de lo que tenía originalmente planeado.

—La verdad.

—Tal vez le gusto, él me gusta eso sí.

—Gracias.

 Eso era lo que el doctor quería, Yongguk lo sabe, lo siente en la forma en que los ojos de este se iluminan al mismo tiempo que escribe unas cosas en un papel que seguramente son los que contienen los avances y apuntes del paciente Kim Himchan, sin embargo Yongguk no sabe si es lo correcto.

 Lo bueno y lo malo es bueno o malo mientras haga bien o mal a un individuo, se repite Yongguk saliendo de la oficina del doctor y dirigiéndose a comprar un café antes de ir a cambiar su ropa. Para él lo bueno es lo que le haga tener más cerca a Himchan, porque eso le hace sentir bien.

-

—¿Crees que hablar conmigo te haga bien?

 Himchan lo mira y Yongguk sabe que algo va mal. Lo sabe porque conoce a Himchan. Le incomoda un poco, porque no es como si se hubiesen topado hace mucho, pero Yongguk ya lo conoce y su rostro perdió la compostura por poco menos de un instante pero es suficiente para saber que algo va mal y Yongguk se engaña a sí mismo diciendo que tal vez Himchan le corresponde y no quiere dejarse descubrir, se lo repite porque se siente bien creerlo por un segundo, pero es mentira.

—¿A qué viene esa pregunta?

—Y, no sé, se me ocurrió preguntar, ¿no vas a responder?

—Claro que me hace bien hablar contigo, me hace muy bien —Su tono es alegre, las palabras lo son, su voz, timbre y entonación también, sin embargo hay algo más abajo que Yongguk puede oler apenas. Mentira. Mentira —¿Por qué se te ocurrió que no?

—Nunca se me ocurrió que no, solo quería oírlo de ti.

 Ambos se callan y por primera vez en bastante tiempo es incómodo.

 No vuelven a hablar, pero es como si cada uno quisiera decir algo. Pero no dicen nada y Himchan ya se sabe el trayecto de memoria así que ni siquiera es necesario que el guardia le diga “por aquí” o “detente” cuando tiene que inspeccionar un sector con más cuidado, porque Himchan lo hace solo. Así que no existe ni un solo pretexto para decir algo.

 Ni siquiera al despedirse Himchan abre la boca, en cambio se detiene frente a las escaleras. Yongguk se demora un par de pasos en notarlo y está apunto de decir algo, sin embargo el más delgado se apresura a frenar sus palabras acercándose y juntando su boca con la de Yongguk. Y ninguno dice nada.

 No es un beso, Yongguk duda que eso quepa en la definición de beso en cualquier sentido, fue solo los labios de Himchan sobre los suyos por un segundo. Fríos, fríos como solo el invierno puede ser frío, pero haciendo crecer un verano dentro del cuerpo del guardia. Himchan está rojo, no, eso es poco, está burdeo mientras se aleja de Yongguk y se va por las escaleras. El mayor tal vez está igual, no sabe, no se atreve a mirar su reflejo en los mosaicos de una de las paredes.

 Se va con el corazón más liviano, pero un liviano bueno, no como el que le produce la presencia del doctor Wu, es un liviano que solo puede hacer Himchan y eso lo convierte todo en más liviano todavía, tan liviano que cree llegar a su casa casi volando. Es viernes por lo que no verá a Himchan hasta el lunes, sinceramente le gustaría ir a verlo este fin de semana también, pero tal vez sea presionar en demasía y hace ya mucho que no sale con sus amigos, cree que le hará bien despegar la mente de Himchan y sus labios, así que llama a Sooyoung y le pregunta si tiene algo que hacer y ella dice que no y quedan en un café y hablan y ríen y no pasa mucho hasta que llega Mino con cara de perro con rabia, pero es fácil reírse de eso también y decirle que en el otro examen le ira mejor, así que beben café, té y batidos porque esta noche es para relajarse. De todos modos se ponen de acuerdo para hacer una pseudo-fiesta el domingo por la tarde y aunque la cabeza de Yongguk está llena de cosas y preguntas y risas y nombres de tragos no puede dejar de pensar totalmente en Himchan.

  El lunes, cuando llega al psiquiátrico, tiene pequeñas ojeras porque la fiesta que partió a las cuatro de la tarde se alargó hasta las dos de la mañana cuando ya todos estaban tambaleándose, pero Jiho decidió que no importaba levantarlos al otro día a las siete para ver un programa que realmente no tenía sentido pero que se debieron bancar por una hora entera y después no pudo dormir de nuevo hasta ya entrada la tarde, pero todavía tiene un par de horas que atrapar de sueño. Le explica eso a Daehyun cuando este le pregunta si tiene problemas para dormir. El menor comienza a sonreír con cada palabra y termina con un “entonces te alegraré más aún”.

 Y Himchan aparece esa noche, pero aparece sin su bata blanca, lleva pantalones de denim azul (¿desde cuándo tiene Himchan muslos tan apetecibles?) y una playera blanca con rayas blancas-o al revés, Yongguk no pondría sus manos al fuego cuando lo ve en la oscuridad de los faroles de la calle. Tiene una sudadera negra y una bufanda y una sonrisa espléndida.

—Sorpresa —Le dice él ex-paciente y Yongguk no tiene ganas de decirle que Daehyun ya le soltó la noticia así que él ya le estaba esperando.

—Vaya…

—Resulta que el dueño de la jaula ya puso su firma para soltar al pajarillo.

 Yongguk se ríe y le apunta con su linterna para verlo bien. Himchan se tapa los ojos y se da una vuelta.

—Vaya....

—¿Se te olvidó hablar?

—Tienes efecto en las personas.

 Solo entonces Yongguk se detiene a pensar que tanto como este Himchan no se parece mucho al que le recibió la primera noche, este Yongguk no tiene nada en común con el que le hizo confronte al primer Himchan.

 Y la felicidad es tanta que Yongguk olvida que la gente no cambia, es solo que todavía no se descubre bien a sí misma.

 (O no tienen tiempo para volver a caer.)

 Le falta el epilogo... y arreglarlo un poco. UHUHUHUHUHU. Y la explicación, si quieren quedar con este final feliz, aconsejo que no lean cuando suba el resto. <3