CHAPTER 17 – SENTIMIENTOS AL DESCUBIERTO.

 

 

Los sentimientos son algo confusos, por más que tratas de entenderlos terminas enredándote más. A veces suceden cosas que cambian por completo el rumbo de tu vida. Si antes eras una persona muy social, confiada y enamoradiza, de un momento a otro los eventos de la vida te pueden cambiar y hacer de ti alguien frio, desconfiado y renuente a aceptar a otro ser que no seas tu mismo.

 

Jessica Jung podría ser un claro ejemplo de esto, dado que no siempre fue la chica Altiva, fría y Orgullosa que es ahora. La vida le había enseñado en su corta edad que no siempre debías fiarte de todo aquel que te muestra una linda sonrisa, no debía creer en quien te ofrecía amistad y luego te traicionaba.

 

La rubia siempre lo ha tenido todo. Dinero, lujos, regalos y hasta amistades de grandes familias. Pero ella sabía que esas personas solo estaban a su lado para su propio beneficio, odiaba esa clase de gente. A ella no le molestaba tener una buena posición económica y social después de todo creció siendo influenciada por todo eso. Solo que en el fondo, a veces deseaba haber sido una chica ordinaria, sin tantos lujos y así poder jactarse de que todo lo que ha obtenido ha sido gracias a su esfuerzo. Lamentablemente eso no sucedería.

 

Ella había viajado a Corea con la finalidad de hacer amistades sinceras y no por conveniencia, para su mala fortuna a veces su propio carácter y orgullo le hacían parecer una persona que realmente no era.

 

Nadie la entendía, nadie sabía por qué ella era así, nadie había pasado lo mismo que ella. Para todo el mundo ella era la fría, calculadora, arrogante y chica sin sentimientos Jessica Jung.

 

La rubia estaba harta de tanta superficialidad para con ella, deseaba conocer a alguien que cambiara su vida por completo, que pudiera sacarla de ese mundo de farsantes en el que se encontraba. Pero claro, eso jamás pasaría. En lugar de eso, ahora mismo se encontraba encerrada en una cárcel por culpa de una tonta a la que deseaba jamás haber conocido, la cual por cierto estaba en el mismo lugar que ella.

 

Si su padre se llegase a enterar, de seguro seria severamente castigada. Por esa razón, uno que otro recuerdo de su infancia y la horrible sensación de sentirse encerrada, la rubia no aguanto más e hizo lo que cualquier persona en su lugar haría, llorar, para ver si con eso lograba dejar todo atrás y aliviarse ella misma.

 

Yuri quien se encontraba a su lado, se sentía muy extraña al ver a la rubia en ese estado, se había acostumbrado a una Jessica fuerte, arrogante, que siempre buscaba e inventaba un insulto para ella, pero… verla así, tan triste, tan frágil, tan sola… Solo hacía que en ella despertase un sentimiento de ternura y cariño hacia la rubia.

 

- Es bueno desahogarse ¿lo sabias? – Comento la morena – Pero es mucho mejor si lo hacemos cuando estamos acompañados por alguien más, para así no sentirnos tan solos.

 

Jessica aunque no lo pareciera, prestaba mucha atención a las palabras de Yuri quien ahora estaba sentada a su lado. La rubia seguía en la misma posición que minutos antes de que la morena la descubriera llorando.

 

- Ahora mírame a mi – Continuo Yuri – Todo me sale mal, no sé porque pero por más que intento hacer algo bien nunca lo consigo – La morena empezaba a sentir también ganas de llorar – Choque el auto de mama, vomite en el carro de Jia Unnie, ah y he tenido un sinfín de malos entendidos contigo. Empiezo a creer que todo lo que dices de mi es cierto – Comento la morena con la vista puesta en el techo – Pero ¿sabes algo? A pesar de todo lo que ha pasado entre nosotras, por alguna extraña razón tú me agradas mucho Ice Princess.

 

- No me llames asi – Contesto finalmente Jessica – No me conoces, no sabes como soy realmente, eres como todos los demás que solo se fijan en las apariencias y personalidad de las personas. Tú también me juzgas sin siquiera haberme conocido.

 

- ¡Eso no es verdad! – Se defendió – Es solo que tu nunca me das la oportunidad de hablarte o explicarte las cosas, claro ejemplo fue lo que sucedió hoy.

 

- ¿Y que me vas a decir? – Pregunto alzando la cabeza para poder verla - ¿Qué no eras tú la que conducías? O ¿Qué el auto estaba embrujado y se movió solo?

 

- ¿Ves cómo eres? Todas mis acciones las quieres tomar como si tuviera algo en contra tuya y no es cierto.

 

- ¿A no?

 

- Pues aunque lo dudes rubiecita, no tengo nada en tu contra - Contesto – Me caes bien en serio, hasta desearía ser tu amiga n_n.

 

 Luego del comentario de Yuri ambas se quedaron calladas, Jessica estaba procesando las palabras dichas por la joven y Yuri trataba de aprovechar esta oportunidad de oro de poder hacer las paces con la rubia.

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Eran las 8:00 de la noche en Seúl, una castaña realizaba todos los trámites necesarios para poder recuperar el valioso tesoro familiar que aunque lo tenía su hermana, realmente su verdadero dueño era nada más y nada menos que su propio padre.

 

- Por última vez Señorita Kim, no le puedo entregar el vehículo – Hablo un joven como de unos 25 años – Solo su padre lo puede retirar ya que está a su nombre.

 

- Ya le explique que mi padre está en una gira de negocios por China y Japón – Comento Yoona bastante cansada por todo lo ocurrido el día de hoy.

 

Pov De Yoona:

 

Esto realmente no es justo, ¿Por qué tengo que ser yo la que este aquí paradota intentando convencer a este hombre de entregarme mi auto? Debería de estar durmiendo plácidamente en mi hermosa y confortable camita -_-

 

Llevo ya un buen rato en este lugar sin poder conseguir nada aun, esto sin duda alguna me las tendré que cobrar Kwon Yuri y ya se perfectamente con quien y como lo hare.

 

- ¿Señorita se encuentra bien? – Me pregunto el hombre con quien conversaba.

 

- Pues ¿Cómo quiere que este? – Conteste molesta – Usted se rehúsa a entregarme mi auto ¿Tiene idea de quién soy yo? – Mierda, la junta de hoy con mi nueva socia me está empezando a afectar.

 

- Se perfectamente quien es usted Señorita Kim – Me contesto un tanto nervioso – Y También se quién es su padre.

 

- Pues si lo sabe debe de saber que él se enfadara mucho si no ve su precioso coche en el garaje – Conteste mirándolo retadoramente a los ojos.

 

- Yoong deberías de relajarte un poco, lo estás asustando - ¡Rayos! Con todo este embrollo del auto me olvide que Luna había decidido acompañarme.

 

Luego de que dejáramos a todas las chicas en sus respectivas casas, Luna  se ofreció a hacerme compañía mientras resolvía lo del Ferrari, he de reconocer que es una buena amiga, siempre está conmigo cuando más la necesito aunque a veces me cause dolores de cabeza como el de hoy -_-

 

- Yo solo trato de hacerlo entrar en razón – Le conteste a mi amiga.

 

- Hagamos algo Señorita Kim – Dijo el hombre retomando la compostura – Por que mejor no deja las cosas en manos de su padre ¿eh? Además  él ya fue informado y de seguro será quien decida venir por el auto.

 

- ¿En que idioma le digo que mi… - No sé porque de pronto sentí que el piso se movía - ¿Dijo que mi padre ya estaba enterado?

 

- Por supuesto, el oficial que trajo el auto al taller hablo con él para informarle lo del accidente. Ese era su deber, comunicarse con el dueño del vehículo.

 

Luego de su comentario empecé a sentirme extrañamente mareada. Esto no me puede estar pasando a mí. Sin duda alguna papá nos matara a Tae y a mí.

 

- ¿Yoona te sientes bien? – Pregunto Luna al ver que me había sentado.

 

- Estoy muerta – Comente – Estoy realmente muerta.

 

- No exageres, no es para tanto.

 

- ¿Qué no lo es? – Pregunte irónicamente - ¿Tienes idea de como es mi padre? Obvio que no – Me levante y me dispuse a entrar en el Ferrari para de alguna manera hacerlo andar.

 

- ¿Señorita que hace? - ¿Es idiota o qué? – No puede llevárselo, va en contra de las normas de la compañía – Me vale madre sus estúpidas normas, tengo mis propios y graves problemas para resolver.

 

- No me importa lo que diga, si lo dejo aquí esta noche de seguro moriré – Comente intentando encender el auto, pero por más que giraba la llave el estúpido vehículo no arrancaba.

 

- Yoona tengo que decirte algo...

 

- No tengo tiempo para tus chistecitos Luna – Le dije girando la llave nuevamente.

 

- En serio creo que deberías de escucharme... – Me insistió.

 

- ¿Qué no entiendes que nos tenemos que llevar el Ferrari antes de que…

 

- ¿Antes de que? ¿Kim Yoon Ah?

 

Fin Del Pov De Yoona.

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En un para nada lujoso apartamento de Seúl, una chica estaba sentada en un gran sofá viendo la televisión, mientras que su amiga se encontraba en la cocina preparando la cena para ambas.

 

Krystal llevaba un buen rato inspeccionando el lugar, no podía creer que alguien pudiese vivir en un espacio tan pequeño. Ella sabía muy bien que Victoria no poseía los mismos beneficios económicos que ella pero de igual forma no se esperaba esto.

 

- ¿Te incomoda estar aquí? – La pregunta de Victoria la hizo regresar a la realidad.

 

- No es eso, la verdad es que…

 

- Tranquila no tengo problema con eso – Dijo la castaña sentándose a su lado al mismo tiempo que le entregaba un plato – Sera mejor que comas de una vez, no sabe bien cuando esta frio.

 

Krystal se quedo unos minutos observando el plato que le había entregado la castaña, luego alzo la vista para verla comer.

 

- ¿No te gusta el  Kimchi? – Pregunto Victoria al ver que aún no probaba bocado.

 

- Ahhh… es que…. – Krystal no sabía cómo explicar su problema – Realmente la comida Surcoreana y yo no nos conocemos todavía.

 

Victoria quien para ese momento estaba masticando, casi se atraganta cuando escucho el comentario de la pelinegra.

 

- ¿Estas bromeando verdad?

 

- No – Contesto apenada – A pesar de que mis padres son coreanos yo no sé nada de este país, bueno solo el idioma y eso es porque mi padre me dio clases – Todo esto lo dijo con la cabeza gacha, estaba muy apenada que siendo mitad coreana no supiera nada de ese país.

 

- Entonces… - Hablo Victoria - ¿Nunca has probado la comida coreana? – La pelinegra negó con la cabeza - ¿Y Desde que llegaste a Corea tampoco? – Krystal volvió a negar – Bueno… eso si me sorprende.

 

- Lo siento.

 

- Relájate – Le dijo alborotándole los cabellos – Bueno, ya que eres nueva en esto… solo prueba lo que te prepare, si no te gusta prometo hacer un platillo americano solo para ti n_n

 

- Gra... Gracias… - Contesto apenada e inmediatamente se llevó su primer bocado a la boca - ¡Esta muy bueno! – Comento sinceramente, no sabía ni de que estaba hecho ese platillo pero aun así le encantaba, tanto así que empezó a comer con normalidad.

 

- Me alegra que te haya gustado – Comento felizmente la castaña.

 

Así pasaron los minutos, comiendo, riendo, viendo televisión y una que otra mirada entre ambas que solo conseguían dejarlas apenadas.

 

- Por cierto – Hablo Victoria mientras llevaban los platos a la cocina - ¿Qué has decidido sobre la propuesta que te hice?

 

- Te agradezco que me hayas dado tiempo para pensarlo – Contesto la joven – Sé que a lo mejor esto molestara a mi hermana pero… - La chica se había sentado en uno de los bancos de la cocina y jugaba con el servilletero – No me importa, quiero intentarlo.

 

- ¿Entonces estas aceptando? – Pregunto contenta la castaña quien ya sabía la obvia respuesta.

 

- Si – contesto viéndola fijamente – Acepto unirme al equipo de futbol.

 

- ¡Esa es la respuesta que estaba esperando! – Dijo Victoria mientras le daba un abrazo – El lunes le informare al resto del equipo. Se van a sorprender pero sé que les dará gusto n_n

 

Krystal estaba raramente feliz, pues estar a solas con Victoria era lo que había estado esperando desde hace varios días, quería aprovechar el momento, pero sinceramente no sabía cómo actuar sin que la mayor la rechazara.

 

Ambas volvieron al sillón pues querían terminar de ver la interesante película. Krystal aunque estaba cómoda, quería estarlo aún más y sabia como conseguirlo.

 

Sin siquiera darle tiempo a la castaña, Krystal se acostó en el sillón, poniendo su cabeza en las piernas de Victoria.

 

La castaña se sorprendió por el acto de la joven, pero supuso que se debía al cansancio que traía por el incidente de hoy. Así que lejos de molestarse o incomodarse, simplemente se estiro en su puesto y puso las piernas en la mesita que tenían frente a ellas.

 

Ahora si podría decirse que la menor de las hermanas Jung, estaba completamente feliz

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Se podría decir que tener que chocar su auto favorito y encima tener que esperar por mas de 3 horas a que el jefe de la comisaria se dignara a darle la libertad a sus amigas, sería más que suficiente para que Kim Taeyeon estuviera completamente molesta y con ganas de demandar hasta a el que colocaba el agua de los filtros.

 

Pero realmente o extrañamente, la rubia se encontraba muy calmada, con una sonrisa de oreja a oreja y soltando de vez en cuando una que otra carcajada. ¿La razón? Pues que su hermosa compañera pelirroja había decidido alegrarle un poco el rato a su amiga, sabía que la rubia se estaba empezando a exasperar, así que decidió aliviar su humor con algunos chistes.

 

- Jajaja… ¡Ya párale! – Comentaba Taeyeon quien ya no aguantaba más el ataque de risa que sufría en ese instante – En serio tenia tiempo que no me reía de este modo.

 

- Pues me alegra ser la causante de tu risa – Comento la pelirroja – Es la primera vez que te veo sonreír tanto.

 

- Si… - De pronto la rubia había cambiado su semblante – La verdad es que… no recuerdo la última vez que reí de este modo.

 

- Y ¿Eso porque? – Pregunto Tiffany extrañada, pensaba que con unas amigas tan divertidas como las que tenía Taeyeon de seguro vivía todo el tiempo de risa en risa.

 

- Digamos que los eventos que te da la vida a veces no son tan buenos como tú lo esperas.

 

- Tal vez porque solo ves el lado malo de esos eventos – Contesto la pelirroja al ver que su amiga empezaba a ponerse triste – No me gusta verte así Tae – Le dijo tomando sus manos – Me gusta más la Taeyeon divertida y alegre.

 

- Esa Taeyeon dejo de existir hace mucho tiempo – Comento con algo de sorna – O Eso creí hasta hace unos minutos.

 

- Tal vez nunca se fue – Le dijo sonriéndole – Tal vez solo esta dormida aquí, esperando a que tú te dignes a dejarla salir – Comento al tiempo que ponía su mano en el pecho de la rubia

 

- Pues espero que se quede ahí – Hablo la rubia levantándose bruscamente.

 

- ¿Por qué? ¿Por qué eres tan negativa? – Pregunto Tiffany al no entender la actitud de su amiga.

 

- No quiero hablar de eso.

 

- Pues deberías – Insistió – A veces es bueno desahogarse con alguien ¿no crees?

 

- ¿Por qué tanto interés en saber sobre mí?

 

- Porque no me gusta ver sufrir a la gente que quiero – Comento la joven sonrojándose en el acto.

 

- ¿Tú me quieres? – Pregunto la rubia un poco avergonzada.

 

- ¿Acaso no es obvio? – Pregunto enojada - ¿Qué te sucede Taeyeon?

 

- No sé de qué hablas – Realmente si sabía de qué hablaba la pelirroja, solo que no deseaba tocar ese tema. No quería enfrentar la realidad que desde hace varios días la estaba perturbando.

 

- Claro que sabes – Comento la chica empezando a enojarse tras la repentina falta de memoria por parte de la rubia – ¿O ya se te olvido el beso que nos dimos en el gimnasio?

 

- ¿Y? ¿Piensas que por un simple beso estoy en la obligación de darte explicaciones? – Comento Taeyeon con una sonrisa – No eres la primera y te apuesto que tampoco serás la última chica a la que besare.

 

Taeyeon no quería decir esas palabras, en realidad deseaba decirle que desde que la beso no podía sacar de su mente ese momento tan hermoso, que sin darse cuenta la pelirroja se estaba adueñando de sus pensamientos y quién sabe si de algo más. Pero lamentablemente ya había dicho las palabras equivocadas y pudo darse cuenta de su grave error cuando sintió un gran pinchazo en la mejilla.

 

- ¡Eres una tonta Kim Taeyeon! – Grito Tiffany con lágrimas en los ojos.

 

La pelirroja estaba a punto de irse cuando sintió como la rubia la tomo de la mano y la jalo hacia ella.

 

- ¿Quieres que te diga la verdad? – Pregunto Taeyeon acercándola más a ella – Es esta – A Tiffany no le dio tiempo de reaccionar, puesto que sin que ella lo esperase, la rubia le había dado un beso en el que esperaba que la pelirroja pudiera comprender sus atormentados sentimientos

 

Al principio Tiffany luchaba por separarse de ella, pero con el pasar de los segundos, su lucha cesó. Simplemente se dejó besar, pues no podía negar que deseaba volver a sentir sus labios, incluso desde el mismo momento en que los había dejado de besar en el gimnasio.

 

Al sentir como se relajaba la pelirroja, Taeyeon suavizo su agarre en la joven y solo se dedicó a besarla tiernamente, ella sabía que estaba haciendo mal, pero no podía evitarlo, sinceramente no quería que la pelirroja pensara lo peor de ella.

 

Lo había decidido, le diría la verdadera razón por la cual ella no se podía enamorar. Solo esperaba que la chica pudiera comprenderlo, pero por ahora… solo quería seguir unida a ella.

 

Era evidente que para ambas el tiempo se había detenido, en ese momento no existía nadie más, incluso ni cuenta se dieron que los policías las estaban observando, se les olvido que aun seguían en la comisaria. Habían olvidado por completo la razón por la que estaban en ese lugar.

 

Taeyeon pronto se arrepentiría de haberse dejado dominar por sus emociones, ya que desgraciadamente todo lo bueno, no siempre dura el tiempo que uno desea.

 

- ¿Te estas divirtiendo? ¿Kim Tae Yeon?

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El Tiempo había pasado rápido en el apartamento de Victoria, ambas jóvenes ya habían visto dos películas, bueno realmente solo una de ellas, puesto que la otra… no pudo evitar quedarse dormida.

 

Krystal al ver que estaban dando comerciales, decidio que era momento de investigar él porqué su prima no le había informado nada aun sobre la situación de su hermana.

 

La pelinegra quien aún se encontraba con su cabeza en las piernas de Victoria, se levantó.

 

- Unnie – Hablo la chica – ¿No te parece raro que aun no nos hayan avisado nada sobre mi hermana? – Pregunto la joven, pero al ver mejor a la castaña, se dio cuenta que ésta se había quedado dormida.

 

Krystal no pudo evitar sentir ternura hacia la mayor, pues le parecía muy linda al verla dormir tan plácidamente.

 

Así se quedo varios minutos, observándola dormir, mientras que al mismo tiempo pensaba en que momento esa chica se había empezado a meter tan adentro de su mente y al parecer, también de su corazón.

 

- ¿Qué me has hecho Victoria Song? – Comento Krystal mientras la contemplaba – ¿Cómo es posible que me esté pasando esto con alguien mucho más mayor que yo? – Evidentemente no pudo resistirse a tocarla, lentamente e intentando que la castaña no se despertase, la joven fue acariciando su rostro – ¿Acaso no ves lo que estoy empezando a sentir por ti? – Comento mientras su mano viajaba hacia los labios de la mayor – Debo estar bien loca como para hacer esto – Muy despacio, Krystal se fue acercando a Victoria, se había decidido a besarla, no quería desaprovechar ese momento, necesitaba confirmar sus sentimientos hacia la mayor.

 

Para molestia de la pelinegra la suerte ese día, no estaba de su lado. Pues cuando estaba a escasos centímetros de los labios de la castaña, el celular de la mayor empezó a sonar fuertemente, lo cual evidentemente, la hizo despertar.

 

 Para cuando Victoria abrió los ojos, Krystal ya estaba en la otra esquina del sillón fingiendo que veía la televisión, así que evidentemente la castaña ni se enteró de lo que estuvo a punto de hacer la joven.

 

- Hey – Dijo Victoria – Lo siento, me quede dormida.

 

- No te preocupes Unnie – Contesto la pelinegra – Creo que deberías contestar, puede ser algo importante.

 

- Tienes razón – Contesto la castaña – Y te dije que me llamaras Victoria – Le recordó al mismo tiempo que atendía la llamada - ¿Diga?... ¿Sunny?,  Pues bien, no me duele mucho la verdad, no aun no recibo noticias de Yuri, supongo que todavía no han conseguido nada, si no te preocupes si me entero de algo te aviso. ¿La hermana de Jessica? Esta conmigo, supongo que pasara la noche aquí.

 

Krystal escuchaba atentamente la conversación de la castaña, hasta ese momento no se había percatado de la hora y mucho menos le paso por la cabeza la posible probabilidad de tener que quedarse a dormir con la mayor.

 

Este pensamiento la hizo apenarse, pues evidentemente no sabia lo que haría si se llagase a dar la necesidad de tener que  compartir la cama con la castaña.

 

- Entiendo, hablamos luego, descansa y dale saludos a tu hermana de mi parte, bye – La joven corto la llamada -    Bueno, al parecer no somos las únicas que no hemos recibido noticia alguna sobre Yuri y tu hermana.

 

- Ya veo – Comento con tristeza la pelinegra.

 

- Pero no te preocupes – Le dijo con una sonrisa en el rostro – Creo que será hora de irnos a dormir – Comento tranquilamente – Dejare el teléfono prendido por si llegan a llamarnos.

 

- Ahhh – Ok, el momento había llegado, quisiera o no, tendría que hacer la pregunta de rigor – Y… disculpa pero… ¿Dónde dormiré yo?

 

- ¿Eh? – La pregunta descoloco a Victoria, se le había olvidado que su apartamento solo tenía una habitación y evidentemente una sola cama, ¿Qué podría hacer? No sería nada cortés de su parte poner a dormir a la joven en el sillón – Pues creo que deberás dormir en mi habitación conmigo, digo mi cama no es que sea muy grande pero… si lo suficiente para que puedas entrar tu – Comento tranquilamente mientras apagaba la televisión, luego observo a la joven y podría jurar que la vio un tanto nerviosa – A no ser que quieras dormir sola, en ese caso yo puedo usar el sillón, por mí no hay problema, Tú decides n_n.

 

Bueno este era el momento de la verdad, de lo que dijera la pelinegra dependía su futuro con la mayor, hasta el momento Krystal solo había compartido cama con su hermana. Ni siquiera cuando tuvo a Sulli de vecina lo llego a hacer.

 

Debía decidir, pero… ¿Qué haría?

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- ¿Creo haberte hecho una pregunta Tae Yeon?

 

La rubia quien hace solo unos instantes estaba besando a Tiffany, no podía creer lo que estaba viendo, le parecía increíble como paso de estar en el cielo junto a la pelirroja, a estar en el infierno con la persona que tenía en frente.

 

¿Por qué? De todas las personas que podrían aparecer… ¿Por qué tenía que ser justamente él?

 

- ¿Te has quedado muda? – Pregunto el hombre al ver que la chica no respondía.

 

- Ahhh – Contesto nerviosa la rubia – No padre… es solo que no esperaba verlo aquí.

 

- Pues créeme que yo tampoco esperaba verte tan pronto – Contesto El Sr. Kim evidentemente enojado – Mucho menos que sería en un lugar como este – Le dijo mirándola seriamente – ¿Me puedes explicar cómo mis dos hijas terminaron metidas en todo esto?

 

Taeyeon estaba evidentemente asustada, algo que Tiffany pudo notar al instante. No era para menos, ella también lo hubiera estado si en lugar del padre de Taeyeon fuera el suyo el que estuviera allí en ese momento.

 

- Yo lamento todo esto padre.

 

- No te estoy pidiendo que te disculpes – Contesto aun enojado – Solo dime ¿Qué estás haciendo en este lugar?

 

- Tratando de ayudar a Yuri – Contesto la rubia - La encerraron debido a un inconveniente que tuvo después de que choque el auto.

 

- ¿Chocaste? – Pregunto sonriente el hombre – Eso no fue lo que me dijo tu hermana.

 

Taeyeon estaba tan nerviosa y asustada por la inesperada llegada de su padre que no se había dado cuenta de que no llegó solo, pues justo detrás de él se encontraban Yoona y Luna, ambas estaban igual de asustadas que la rubia. De seguro su padre ya se había encargado de reprenderlas a las dos.

 

- Bueno pues…

 

- Hasta donde sé, fue esa chica la que causo el accidente – Continuo el Sr. Kim – Lo que quiero saber es ¿Cómo se te ocurrió la brillante idea de darle mi Ferrari a esa niña? ¿En que estabas pensado?

 

- En verdad lo lamento – Se disculpó la joven – No pensé que sucedería esto.

 

 El Sr. Kim aunque estaba enojado con sus dos hijas, comprendía que no podía armar ningún tipo de escena en un lugar como ese, no podía permitir de ninguna manera que esto se volviera un circo.

 

- Luego discutiremos este tema en la casa – Hablo, luego se dirigió al jefe de policía que seguía en su puesto leyendo y firmando papeles – Disculpe pero me gustaría que liberara a las dos chicas que encerró el día de hoy.

 

- Lamento no poder cumplir su petición Sr. Pero ambas jóvenes deberán permanecer aquí, mínimo 24 horas – Contesto el oficial ya harto de que nadie entendiera sus razones por la cual no las dejaba salir – Ellas causaron muchos disturbios en…

 

- ¡No me interesa saber lo que hicieron! – Hablo fuertemente el Sr Kim, asustando a todos los presentes, entre ellos al propio jefe de la comandancia – No me haga perder mi tiempo, así que cumpla con lo que le ordene.

 

- ¿Cómo se atreve a hablarme así? – Grito el oficial levantándose bruscamente de su asiento - ¿Quien se cree que es usted?

 

- El nombre de Kim Jong Heon ¿Le suena? – Pregunto con una sonrisa.

 

- ¿Usted es el famoso empresario Kim Jong Heon? – Pregunto asustado el hombre, el Sr Kim solo asintió – Lo lamento mucho Sr Kim, no lo reconocí, inmediatamente soltare a las jóvenes. Mil disculpas por las molestias causadas.

 

Tiffany se quedó estupefacta al ver al propio jefe de la policía ir en dirección a las celdas, para poder liberar a sus amigas. No podía creer que el padre de Taeyeon pudiera tener tanto poder hasta con la propia policía Surcoreana. La pelirroja se preguntaba ¿Quién era este hombre? ¿Por qué era capaz de asustar al líder de una estación policiaca?

 

Bueno, sea lo que fuera, en el fondo estaba muy feliz de que por fin este episodio se terminara, la chica ya empezaba a temer por su prima, creía que realmente le tocaría pasar la noche encerrada.

 

- Bueno esto está solucionado ya – Hablo el Sr Kim – Una vez que saquen a tus amigas de sus celdas nos iremos a casa. Y tú Kim Tae Yeon tendrás que explicarme todo, comenzando desde la fiesta que realizaron en mi casa sin mi consentimiento y finalizando con la escena que presencie cuando entre aquí.

 

- ¿Cómo supiste lo de la fiesta? – Pregunto sorprendida la rubia, para luego fijar la mirada en su hermana.

 

- No te molestes en culpar a tu hermana, que ella no tiene nada que ver con esto – Comento seriamente - ¿Acaso pensaste que podrías ocultarme algo como esto?

 

- Pues ya me di cuenta que no – Contesto con la cabeza gacha – Y con respecto a lo que viste hace rato…

 

- Te dije que eso lo hablamos en casa – La interrumpió – ¡Yoona!

 

- ¿Si Señor? – Contesto la castaña quien se había mantenido callada desde su llegada.

 

- Tú y tu amiga vayan al auto, enseguida las alcanzamos – Ordeno el hombre e inmediatamente su hija lo obedeció - ¿Y tú eres?... – Pregunto el Sr Kim a la pelirroja a quien había está ignorando puesto que no le había causado nada de gracia ver a su hija besándose con esa niñita.

 

- Stephanie Hwang Sr. – Contesto temerosa la joven.

 

- ¿Hwang? – Pregunto extrañado, pues ese apellido se le hacía muy familiar, es más incluso juraría que había visto a esa chica en alguna parte – Y dime, ¿Tu compañera y tu tienen como volver a su casa?

 

- Sinceramente no Sr, ya que el auto de mi prima está en estos momentos en un taller.

 

- Ya veo… - Contesto – No hay remedio – Comento mientras se ajustaba el saco – Por esta noche dormirán en mi casa, es muy tarde y realmente lo único que deseo es dormir. Mañana las enviare a su hogar.

 

- No quisiera molestarlo Sr. – Comento apenada la pelirroja.

 

- Digamos que es mi forma de disculparme en nombre de mis hijas por hacerle pasar este mal rato.

 

Tiffany tenía intenciones de refutar el comentario del Sr Kim pero Taeyeon se lo impidió.

 

- La Señorita Hwang está muy agradecida por su amabilidad padre – Comento la rubia.

 

- Si tú lo dices – Contesto algo indiferente el hombre - ¿Por qué tardaran tanto?

 

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Mientras Tanto En Las Celdas:

 

Por fin después de una extraña pero por primera vez agradable conversación, Yuri y Jessica pudieron arreglar un poco los problemas entre ambas.

 

La rubia había optado por darle vuelta a la página siempre y cuando la morena no le diera motivos para querer matarla.

 

- Parece ser que nos quedaremos aquí el resto de la noche – Comento un tanto decepcionada Yuri, pues pensaba que sus amigas podrían sacarlas de allí. ¿Sería que se olvidaron de ellas? - ¡Yo quería dormir esta noche en mi camita, abrazando mi dulce almohada! T_T

 

- ¡No seas infantil Kwon! – Comento Jessica, pero no podía negar que muy en el fondo ella deseaba lo mismo que la joven.

 

- Oye… - Hablo Yuri - ¿No crees que ahora que hicimos las pases… podrías llamarme por mi nombre?

 

- No tientes tu suerte Kwon – Le amenazo la rubia.

 

- ¡Vamos! ¡No te cuesta nada! ¿Siii? – Pregunto tiernamente la joven, para Jessica no fue fácil ver esa cara (Para su molestia) tan linda. No quería aceptarlo pero la morena la perturbaba cada vez que actuaba de esa manera - ¿Entonces? ¿Aceptas?

 

- Mmmmmm – La rubia realmente se lo estaba pensando mucho – Ok, tú ganas Yuri.

 

- ¡Yeeaahhh! – Celebro la morena e inmediatamente se abalanzo sobre la chica dispuesta a abrazarla.

 

Solo que no conto con que Jessica había decidido ponerse de pie, así que sin poder evitarlo, Yuri tumbo o más bien tacleó a la pobre de  Jessica quien no fue capaz de evitar la caída.

 

- ¿Y luego preguntas porque me enojo contigo Yuri? – Comento molesta la rubia al ver lo ocurrido – Ahhhh… contigo de verdad que no hay remedio – Dijo llevándose las manos a la cabeza.

 

La morena al principio se había asustado, pues temía la reacción de la joven, pero al ver que el enfado de la rubia no había sido tan grande como ella esperaba, sintió mucho alivio, eso sin contar la felicidad que tenía internamente puesto que finalmente podía escuchar a Jessica Jung decir su nombre sin ese molesto tono de superioridad o de  acusación.

 

Ambas estaban tan metidas en sus pensamientos que no se dieron cuenta que aún seguían en la misma posición. Con Jessica en el suelo mientras que Yuri estaba encima de ella.  

 

Justamente la misma posición que habían tenido la vez que la morena tumbo a Jessica en el aeropuerto.

 

Cuando por fin se dieron cuenta de la situación en la que estaban, ambas chicas se sonrojaron, pero por raro que parezca, ahora ninguna tenía intenciones de moverse.

 

Jessica se había quedado sin palabras al ver el rostro de la morena tan cerca de ella. Por más que trataba no podía dejar de detallar (Lo que para ella eran) unos hermosos ojos que en ese momento la habían dejado completamente hipnotizada.

 

Algo similar ocurría con Yuri, la cual no dejaba de ver los labios de la rubia, le parecían tan lindos, tan perfectamente delineados, tan provocativos. Que no sabía cómo había podido pasar todo este tiempo sin haberles robado un beso.

 

Ambas definitivamente lo deseaban, aunque no se atrevieran a reconocerlo, las dos deseaban más bien necesitaban en ese momento sentir los labios de la otra.

 

Con calma, (pues algo le decía que no recibiría negativa alguna), Kwon Yuri se fue acercando lentamente a la rubia, esta a su vez estaba nerviosa por lo que sabía que ocurriría, lo peor para ella era que aunque tenía pleno conocimiento de lo que evidentemente iba a acontecer. No tenía intención alguna de evitarlo, al contrario, deseaba que ocurriese de una vez.

 

Sin esperar más, sin darle tiempo a que se arrepintiera y sorpresivamente, fue la rubia quien harta de que la morena tardase tanto, alzo los brazos y los puso alrededor de su cuello para así poder jalarla hacia ella y lograr darle el tan esperado beso.

 

Yuri quedo completamente sorprendida por la acción de Jessica quien poco a poco empezaba a embrujarla con el suave y dulce movimiento de sus labios.

 

La morena no tardo en corresponderle, besándola con la misma pasión e intensidad que lo hacia la otra joven. Suavemente tocaba con su lengua los labios de la rubia, como pidiendo la entrada a su boca, a lo que Jessica acepto gustosamente.

 

Ahora ambas se encontraban en una feroz batalla en la cual ninguna de las dos estaba dispuesta a perder.

 

 

 

 

Y Hasta Aquí Este Capítulo. n_n

¿Qué Tal? ¿Cómo Van Con La Historia?

Agradezco Los Comentarios Que Me Han Dejado.

Nos Vemos En La Próxima Actualización.

¡Bye!