Capítulo 9

Been so long (Sin editar)
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Las luces se prendían y apagaban por tiempos, parpadeaban de varios colores y una música muy alegre sonaba. Las conversaciones en la cocina reinaban en el interior de esa casa. Habían pasado ya cuatro años, cuatro años en los que Tiffany regreso a su país.

-La cena estuvo deliciosa, He Young.- alabo uno de los invitados. He Young, es el nombre de la mamá de Tiffany.

-Muchas gracias Sung Jun.- respondió con una amplia sonrisa la señora. –Me alegra que este año la pases con nosotros.- comento mientras le regalaba una encantadora sonrisa.

-Este año me dieron permiso.- dijo con sarcasmo. Todos en la mesa rieron.

La convivencia familiar era amena, las sonrisas en sus rostros por la víspera de navidad era grandiosa. Estaban agradecidos por las grandes oportunidades que habían tenido, todos y cada uno de ellos, pero uno de ellos sentía la tristeza sucumbirla.

Después de la cena de navidad se fueron a la sala, para continuar con los regalos. Las risas y comentarios, iban y venían, en esos momentos todo era alegría, pero esas fechas ponían nostálgica a Tiffany.

-¿Qué es lo que atraviesa esa mentecita?- Sung Jun paso su brazo por los hombros de Tiffany y le sonrió cariñosamente.

-No es nada.- jugo con la copa de champagne que llevaba en las manos. –Es solo que…- guardo silencio, mirando al frente, mirando el hermoso cuadro de alegría familiar que tenía frente a ella. ¿Por qué sentirse así? ¿Por qué no disfrutar esos efímeros momentos como todos? ¿Por qué no desear algo mejor?

-Ah~…- hablo Sung Jun. –Entiendo.- dijo y quito su brazo de los hombros de Tiffany. -¿Sabes?...- llamo su atención. –No sé qué sería de nosotros, si no me hubiera dado cuenta antes, de la manera en que te quiero, de la manera en la que me quieres.- comento. –Me alegro que las cosas entre ambos resultaran de maravilla. Gracias Tiffany, me liberaste en el momento justo.- le sonrió con complicidad y Tiffany le regreso la sonrisa. –Es hora de que yo te regrese un favor.- ¿Un favor? Se preguntó Tiffany, frunció el ceño y lo miro fijamente sin comprender. Habían captado la atención de todos los presente. –Este es mi regalo… ábrelo.- era un pequeño sobre color rosa palo.

-¿Una carta?- cuestiono sin comprender. Sung Jun rio y asintió.

-Eso parece a simple vista, pero…- se interrumpió mirando a todos, todos sonreían con complicidad y Tiffany no comprendía porque esa estúpida sonrisa. –Ábrelo…- le ánimo.

Abrió la carta ante la mirada expectante de todos los presentes. Al leer había unas indicaciones y unas hermosas palabras.

“Sé que éramos muy jóvenes para saber que era el amor, mas sin embargo el amor nos llamó. Nos llevó por un camino peligroso y nos quemamos con nuestros juegos. Te amo, esa es la única verdad y la única razón por la que hago esto”

Tiffany miro a Sung Jun y con la mirada pedía una explicación.

-¿Qué es esto?- alzo la carta.

-¿Terminaste de leerla?- pregunto, ella negó.

“Los primeros años que te conocí, supe de inmediato que eras única, eras especial. Cuando te perdí, supe que no habría alguien más como tú.

Ahora ve a la cocina y busca en la alacena”

Los miro a todos y se puso de pie, camino a la conocía y miro con pánico todas las alacenas, ¿Cómo iba a saber cuál era la correcta?

-Yo opino que deberías husmear en esa.- dijo su hermana que iba tras ella, junto con su familia. Miro confundida la alacena y sin más la abrió.

Había otro sobre, lo abrió y esta vez comenzó a leer en voz alta.

-No sabía qué hacer, no sabía cómo reaccionar, no sabía si era lo correcto, no sabía si luchar o dejarte partir. Lo único que me consolaba, era saber que siempre me amarías a mí. ¿Sabes algo? Nadie ocupo tu lugar.- miro en dirección de todos y volvió a leer. –Ve al baño y busca entre las toallas.- camino al baño que estaba en el pasillo y comenzó a buscar entre las toallas, volvió a encontrarse otro sobre del mismo color que el primero. Lo abrió. –Las noches cada vez eran más eternas cuando no estabas, mis lágrimas eran incontenibles al pensarte, el dolor en mi corazón no podía soportarlo sabiéndote lejos de mí. Pero supe en ese momento, que lucharía por ti.- su corazón latía desbocado. –Sube las escalera y ve a tu habitación, en tu cama hay algo.- subió los escalones y abrió su habitación, en su cama estaba un peluche de felpa, llevaba una carta, la tomo y comenzó a leer. –Un año fue suficiente para valerme por mi misma, para resolver los conflictos que se avecinaban, para calmar los clamos de mi corazón por ti, para poder decir adiós a algo que me ataba. Un año me basto para planear la mejor manera de llegar a ti.- un nombre venía a su mente y su corazón no le daba tregua alguna. –Los pequeños mensajes, los pequeños regalos que te hacia llegar, el tiempo que tarde para poder llegar a ti a mitad del primer años que paso. Fueron el comienzo para poder conquistarte poco a poco.- miro a todos y sus ojos ya se estaban cristalizando. –Necesitaba tiempo, tiempo para poder resolver el conflicto que ocasione, tiempo para poder organizarme y tiempo para poder pedirte esto.- una lagrima resbalo por su mejilla. –Baja a la sala, busca bajo el pino. Ahí se encuentra tu regalo.- sin más corrió a la sala y busco bajo el pino, una caja se movía, no estaba ahí hace un momento. Frunció el ceño y abrió la caja adornada, al destaparla un cachorro salto sobre ella, lamiéndola y ladrándole cariñosamente, movía su colita con alegría. –Hola pequeño.- lo comenzó a acariciar.

-Busca dentro de la caja, tal vez venga otra carta.- dijo uno de sus hermanos. Lo miro unos segundos y después husmeo en el fondo de la caja, en efecto había otra carta.

-Aún recuerdo como te fuiste, como me dejaste, como volví a sufrir en silencio. La diferencia de todo aquello, es que en esta ocasión tome la decisión de luchar. Los primeros meses no sabía qué hacer, no sabía que pasaría, estaba perdida. La primera vez que fui a buscarte me cerraste la puerta en la cara asustada por verme ahí, frente a tu puerta con una sonrisa en el rostro, mi nariz sufrió.- unas risitas se escaparon de sus labios, al recordar aquello. –Pero al poco rato saliste preocupada al verme tocar mi nariz, me preguntaste si estaba bien y lo que te respondí, solo fue un “Te amo”, me golpeaste en el hombro y comenzaste a llorar. Mi mayor recompensa, fueron tus dulces besos. Te amo Tiffany Hwang y porque te amo, me gustaría pedirte algo.- limpio las lágrimas que resbalan de sus ojos. -¿Podrías abrirme la puerta?- miro sorprendida en dirección a la entrada principal, se puso de pie y corrió a abrirla. En la entrada estaba ella, con un ramo de flores en su mano, con una hermosa sonrisa que tanto amaba. –Taeyeon.- dijo sorprendida.

-Hola pri…- no término de

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Comments

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kyutesooo #1
is this a translation??