Capítulo 8

Been so long (Sin editar)
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Era de mañana, para ser precisos, era la mañana del cumpleaños de Kyung Il. Todos aun dormían, era bastante temprano como para que un alma este de pie, pero… fuera de la habitación del chico, estaba una chica frente a la puerta cerrada, llevaba rato observándola y debatiéndose mentalmente en abrirla o no. Sus parpados se apretaron y su mano se apoyó en la perilla.

-Ya estás aquí.- se decía a sí misma. –No puedes retractarte.- volvía a decir.

Se preguntaran que es de lo que habla esa chica. Abrió la puerta con sigilo y en la oscura habitación, sobre una enorme cama, estaban una pareja abrazados. Apretó los parpados y su mandíbula se tensó, se introdujo dentro de la habitación y camino hasta la enorme cama.

En la cama se encontraban, Kyung Il y Taeyeon, Kyung la abrazaba desde la espalda y Taeyeon tenía su mano sobre la mano de Kyung, sus dedos estaban un poco entrelazados.

Su vista se posó sobre Taeyeon, su rostro angelical era lo único en lo que podía prestar atención, le gustaba verla dormir, su rostro denotaba tanta paz. Sin siquiera contener sus acciones, se encontró a ella misma acariciando aquel hermoso rostro, removió unos mechones de cabello que le impedían ver a la perfección sus bellas facciones y fascinada por tanta belleza, se olvidó cuál era su cometido.

POV Taeyeon.-

La mamá de Kyung, nos había asignado las habitaciones a todos, dado que íbamos en pareja, no fue difícil para ella organizarnos así. Nos encontrábamos en la cabaña, a las afueras de la ciudad, de la familia Song. Habían decidido que la convivencia iba a ser mucho mejor aquí, que en casa de los padres de Kyung.

Recuerdo haberle pedido a Tiffany que me levantara por la mañana, tenía algo importante que hablar con ella y también aprovecharía para darle un buen desayuno a Kyung por su cumpleaños.

Mis parpados se mantienen cerrados, disfrutando de las suaves caricias que ella me proporciona. Si, ya me había dado cuenta de su presencia en la habitación y también me di cuenta de cómo nos miraba, su dulce aroma se coló por mis fosas nasales, me encanta su aroma y hace que me pierda.

-Te ves tan adorable.- susurro. No pude contener la sonrisa que comenzó a dibujarse en mi rostro, ella paro con las caricias y con pereza abrí mis ojos, encontrándome con los de ella.

-Gracias por venir a despertarme.- dije en susurro para no despertar a Kyung, el cual sintió que me moví y me apretó más a él. –Ahora salgo.- le indique, ella sin decir más, salió de la habitación.

Con dificultad pude salir de la cama, el chico a mi costado parecía dormir profundamente y mis movimientos no parecieron molestarle, toque el piso con la punta de mis dedos del pie y al contacto sentí un frio recorrerme por completo, apreté mis parpados con fuerza y puse completamente mi pie sobre la superficie fría.

-Taeyeon.- un susurro salió de los labios de mi novio. Me puse de pie y lo mire, ahora abrazaba la almohada en la cual dormía, su boca levemente abierta, su pie sobre la enorme almohada y sus brazos aferrándose de ella, me conmovió por completo. No pude evitar darle un tierno toque de labios.

Una luz proveniente del pasillo me alerto de que la puerta se había abierto, en la entrada de la habitación estaba nuevamente ella, ahora llevaba algo más abrigador y al ver sus ojos pude ver la tristeza que los invadió. Me había visto, eso era seguro. No dijo más y cerró la puerta con delicadeza. ¡Demonios!

Cuando termine de ponerme algo mucho más abrigador, salí a la sala, en ella no había nadie, ni señales de la castaña que hace latir a mi corazón con furia.

-¿Dónde te metiste?- lance la pregunta para mí. Escuche ruidos en la cocina y me dirigí a ella. Ahí frente a la isla, se encontraba ella con una taza humeante en sus manos. Su cabello estaba suelto y su caída natural la hacía verse muy hermosa, mordí mi labio inferior al verla concentrada en un punto indefinido de la incrustación de piedra que había frente a ella, estaba muy pensativa y sus labios pegados a la taza humeante. Con sigilo me acerque a ella y la abrace. –Buenos días, Phany.- bese su hombro por encima del abrigo y sentí como se estremecía entre mis brazos.

-B-buenos días, Taeyeon.- con delicadeza de alejo de mí. –Prepare café también para ti, ya te lo sirvo.- dejo su taza humeante sobre la isla y se encamino a la estantería.

Fruncí el ceño. –Tiffany, espera.- la tome de la muñeca para impedir que continuara alejándose de mí. –Lo siento.- ella me daba la espalda, pero la pude sentir tensa.

-No entiendo porque te disculpas.- su tono de voz, no era suave y tampoco agresivo, sino que era un tono neutral. Se soltó de mí con suavidad y siguió su camino.

Caminamos sin prisa por el bosque, los arboles a nuestro alrededor son enormes, la neblina que cubre nuestra vista nos dificulta ver con facilidad nuestro camino. El silencio entre ambas ha perdurado bastante y eso está crispando mis nervios a más no poder.

-¿No me hablaras?- detengo nuestro andar en medio de la nada y ella también se detiene, me mira sin comprender porque la pregunta.

-¿De qué hablas?- cuestiona con inocencia y atisbo de dolor en su mirada.

-¡Por dios, Tiffany!- grito de repente, asustándola un poco. La tomo de los brazos. –Mírame a los ojos.- le ruego, ella me mira directamente a los ojos. –Escúchame bien.- le digo en tono severo y suave a la vez. –Tú eres a la única que podré ver con ojos de amor, lo que viste en la habitación, fue solo un impulso por lo tierno que se veía. Quieras o no, él y yo tenemos historia, tenemos un pasado y un inicio de relación muy bonito. Pero eso no quiere decir que te haya borrado por completo de mi corazón, de ser así, no estaría arriesgándome una vez más, cuando sé que… ese chico me hizo sentir cosas que pensé nunca volver a sentir, cuando pego los trozos de corazón que tu rompiste.- la  vi con los ojos cristalinos y me di cuenta, que en lugar de aclararle mis sentimientos hacia ella, solo estaba ocasionando que ella creyera que yo amaba a Kyung Il. Solté un suspiro resignado y baje la mirada. –Lo siento.- levante la mirada y al hacerlo, me encontré con sus hermosos ojos opacos por las lágrimas, sin más la abrace, atrayéndola a mí, envolviendo entre mis brazos, sintiendo la calidez de su cuerpo por sobre toda la ropa de frio. –Te amo a ti, Tiffany. Compréndelo.- cerré mis ojos y guarde silencio.

-Lo siento Taeyeon.- dijo con dificultad, su voz se escuchaba débil. Escondió su rostro en mi cuello. Yo sonreí.

Nos quedamos ahí, por unos minutos más y después continuamos con nuestro camino. La quería llevar a un lugar especial para mí, a un lugar que descubrí en una ocasión que me perdí. Sostenía su mano firmemente, sin intención de soltarla alguna vez, la miraba que iba un poco callada, pero no dijo nada después de nuestra conversación.

Me detuve unos pasos más delante de nuestro destino, inhale profundamente el aire fresco de la mañana, al exhalar se podía divisar un halo que salía de mis labios y sin más sonreí. Mire más allá de los árboles y a la distancia se podía divisar un ciervo comiendo hierba.

-Que hermoso.- la escuche susurrar fascinada, una sonrisa boba se formó en mis labios, el ciervo alzo la cabeza mientras mascaba y miraba en nuestra dirección.

-Shh.- puse mi dedo índice en mis labios, haciendo una seña de que guardara silencio e hice que se agachara un poco.

Sin protestar se agacho y siguió observando. El ciervo continúo con su habitual rutina. Me levante con sumo cuidado y me fui acercando poco a poco, mire hacia atrás y pude ver como Tiffany me miraba con pánico, seguí mi camino y antes de que pudiera dar un paso más, el ciervo levanto la cabeza, me miro con pánico, pero esa mirada se transformó en una de curiosidad.

-Hola.- dije acercándome un poco más. -¿Me recuerdas?- se quedó quieto observando cómo me iba acercando poco a poco, sin apartar sus ojos de los míos, solo unos centímetros más y mi mano toca su cabeza. –Si me recuerdas.- una sonrisa de alegría se formó en mi rostro cuando por fin mis dedos tocaron el suave pelaje del ciervo. –Has crecido bastante.- hablar con él era reconfortante, debo admitir.

-¡Taeyeon!- la voz chillona de Tiffany, asusto a mi pequeño amigo, el cual salió corriendo en estampida.

Solté un largo suspiro y observe como mi amigo desaparecía de mi vista. –Lo has asustado Tiffany.- le recrimine.

-Son peligrosos.- su voz sonaba preocupada y eso me hiso volver a sonreír.

-Él era inofensivo.- le asegure. –Ven.- le tendí mi mano, ella camino hasta mí y tomo mi mano. –Mira en esa dirección.- le señale a las montañas. -¿Ves cómo el sol se asoma por aquellas montañas?- ella asintió. –Bueno, cuando yo llegue a este lugar, me encontraba perdida. Esa vez, salí corriendo de la cabaña sin más y tras de mi venia Kyung, pero no pudo alcanzarme.- sonreí ante el recuerdo. –Al final me canse y me senté en un tronco, no sé cómo paso, que me quede dormida y desperté hasta la mañana siguiente, viendo por primera vez este lugar, era hermoso y al ver por aquellas montañas, pude ver como los primeros rayos de sol se asomaban y daban la bienvenida a un nuevo día. Fue reconfortante, me olvide de mis problemas, de mi dolor y sentí mucha paz. El ciervo que viste hace un momento.- pare un momento y me tome el tiempo de observar su rostro concentrado viendo lo hermoso que estaba el lugar. –Lo encontré esa mañana, estaba atrapado en una trampa para osos, no sé cómo saque fuerza para poderlo ayudar, en ese entonces aún era muy joven y temeroso, recuerdo sus ojos llenos de temor y al verme quiso alejarse, pero con cada movimiento brusco se lastimaba cada vez más. Ese día comprendí que era como él, atrapada en mi propio dolor, incapaz de poder volver a amar y ese día decidí darle otra oportunidad al amor. Salve al ciervo y con gratitud en su mirada se quedó observándome, era una mirada que me hacía ver mi propio dolor, un dolor que debía liberar, sin más llore y el pobre animal fue el único que lo presencio.- suspire.

-Lo siento.- la escuche musitar y al mirar su rostro, note que lo había bajado, evitando mi mirada. –Yo fui la causante de ese dolor.- sus palabras se entre cortaban. -Pero tenía tanto miedo.- era preferible guardar silencio y dejarla hablar. –Tenía miedo a estos sentimientos que iban en aumento por ti, cuando te vi besando a Suzy, me di cuenta que no sabría si sería capaz de mostrarme como ella, si sería capaz de decirle a mis padres que me gustaba una chica y no solo cualquier chica, sino que es mi mejor amiga.- escuche como un sollozo escapo de sus labios. –Creí que sería lo mejor, pero en todos estos años, no has abandonado mis pensamientos y mucho menos mi corazón.- limpio con su mano la lagrima que corría por su mejilla. –Logre apaciguar estos sentimientos cuando conocí a Sung Jun, pero cuando regrese y te vi nuevamente, mi corazón se desboco y se rompió en mil pedazos al verte de lo más feliz al lado de…- sus manos se hacían puños. –En fin… lamento todo, tal vez… si yo no hubiese huido, otra seria la historia.- asentí.

-Lo seria, pero toma en cuenta que son cosas que debían suceder. Tú te volviste en una gran modelo y yo… apenas estoy comenzando con mi carrera musical.-

-¿Qué pasara, si…- trago saliva y sus ojos se posaron en los míos. -… si dejas a Kyung?- aquella pregunta ya había rondado por mi cabeza y sinceramente no encontraba una respuesta a ella.

-No lo sé.- respondí encogiéndome de hombros. –No sé qué pasara, no sé qué será de nuestro dueto, no sé cómo reaccionara la compañía, no sé nada…- respondí, evidentemente preocupada por mi futuro.

-Tal vez será mejor detener esto que apenas comienza entre ambas.- dijo bajando la mirada. –Esto es un error y estamos a tiempo de detenerlo.- levanto nuevamente la mirada. –Así es que…- titubeo antes de hablar. –Esto aquí termina.- mi boca callo y mis ojos se abrieron de par en par, no podía creer lo que me decía, esto dolía más que cuando me abandono.

Cuando me di cuenta, ya estábamos de regreso en la cabaña, ella se había perdido en las escaleras y yo me metí en la cocina, mis pensamientos me comían y mi corazón ardía. ¿Otra vez?

Estas últimas semanas, me la había pasado de lo más lindo a su lado, con la ausencia de Kyung, renacieron nuevamente estos sentimientos por ella, esos sentimientos que llevaba aprisionados en lo más profundo de mi corazón, en un lugar donde nunca más volvería a aparecerme, pero mírame ahora, volví a abrir aquel baúl y fue una pésima idea.

La notica que conmociono a todo Corea con respecto al nuevo dueto “YeonKi”, era un embarazo no planeado dentro del dúo y un engaño por parte de Kyung. Leer aquellas notas me pusieron depresiva y sobre todo se

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Comments

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kyutesooo #1
is this a translation??