Es como estar en nuestra propia burbuja, una burbuja impenetrable de la cual no me gustaría que se reventara pero lamentablemente la realidad es otra, ella en el pasado decidió que lo nuestro no tenía futuro, ahora estoy con un gran chico que ha borrado toda tristeza de mí, que me hace sonreír como boba con tan solo pensarle y que ciertamente puedo llegar a amar con la misma intensidad con la que amo a Tiffany, para ambas es mejor no sobre pasar la línea.

Me separo de ella soltando un largo suspiro, miro en el mueble y tomo el control remoto. –Aquí tienes lo que buscabas.- se lo doy en las manos, ella me mira perpleja pero no dice nada, camino hasta la cocina, debo alejarme de ella unos segundos si es que quiero seguir con mi vida tranquila como hasta ahora, con esta nueva vida feliz que eh construido donde ella no tiene entrada.

En la cocina decido tomar un poco de agua y volver a pensar en mi novio, eso es lo más correcto, pensar en él y que pronto estará de regreso aquí en nuestro departamento. Ahora ella no está sola, me conto que su novio estaba aquí pero no le vi ninguna pisca de felicidad en el rostro, sino que su rostro era interrogante por mi respuesta. Otro suspiro salió de mis labios, ¿Qué habría pasado si ella y yo estuviéramos juntas?, ¿Sería una cantante y compositora como lo soy ahora?, ¿Abría conocido a Kyung Il?... muchas preguntas invaden mi mente pero es difícil darle una respuesta a cada una de ellas.

La semana que viene es el cumpleaños de Kyung y los preparativos van en perfectas condiciones, las chicas ya están listas al igual que los chicos… camino de regreso a la sala donde esta Tiffany con la mirada perdida. –Oye Tiff.- llamo su atención, ella me mira. –Deberías traer a tu novio para el fin de semana por el cumpleaños de Kyung.- automáticamente al mencionar su nombre una sonrisa se dibuja en mis labios, la veo fruncir el ceño y sus labios.

-Le comentare.- es la simple respuesta que me da para poner su atención en la televisión. Nuestra tarde de películas llega a su fin y ella se va a su departamento, cuando ella se va siento la soledad invadirme por completo y quisiera correr a ella para que regrese.

Miro el sillón y su sonrisa viene a mi mente, instantáneamente siento como una sonrisa se forma en mis labios pero esta desaparece cuando la imagen de Kyung llega a mí, una punzada en mi pecho se hace presente y siento culpa por volver a sentir estos sentimientos, unos sentimientos que había enterrado perfectamente en el fondo de mi corazón con mil candados.

POV Narrador.-

Taeyeon se quedó profundamente metida en su lago de confusiones, su cabeza trataba de descifrar las cosas pero su corazón estaba en un gran conflicto, se debatía entre ambos amores y para ella quien salía y merecía ser el merecedor de ese amor era Kyung Il.

Tiffany se encontraba en su cama y a su lado estaba aquel chico completamente ebrio, lo miro por unos minutos y no comprendía porque había llegado en ese estado.

-Ji Young.- salió de los labios de su novio, una sorprendida Tiffany no podía creer lo que había escuchado. -¿Por qué?- una pregunta escapo mientras unas pequeñas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

-Sung Jun.- dijo sorprendida.

Al escuchar tal nombre, recordó el pasado que le había contado su novio, el dolor en sus ojos y en su voz con tan solo contarle aquella historia. Acaricio su rostro con delicadeza, ciertamente él había sufrido a causa de ese engaño y aunque ella lo había hecho feliz desde que se conocieron, aun se podía notar el fantasma que había dejado aquella joven que el amo. El aun sentía amor por ella y se engañaba a sí mismo.

La luz entro por la ventana, aquel rayo molesto choco contra sus ojos y estos dolieron al instante, trato de cubrir su rostro con la almohada que abrazaba, pero la alarma la hizo sentarse aun con los ojos cerrados. Un bostezo salió de su boca, se estiro a más no poder aun con los ojos cerrados, rasco su cabeza y se fue de frente contra su colchón. Todas las mañanas era lo mismo, le costaba despertar.

-Taeyeon, despierta.- alguien la agito, pero esta seguía sin querer abrir los ojos. Murmuro algo inentendible y se mantuvo en la misma posición. -¡Dios!, siempre es lo mismo contigo.- la persona rodo los ojos. -¡Mira!, Kyung Il.- a pesar de eso tampoco reacciono. -¿Qué más puedo utilizar?- la persona se preguntó. De pronto una idea paso por su cabeza como un rayo de luz destellante, salió de la habitación y volvió con un alto parlante. –Si esto no funciona, no sé qué lo ara.- dijo decidida. Apunto el extremo más amplio al rostro de Taeyeon. -¡Kim Taeyeon!- grito a todo pulmón.

La nombrada al escuchar tremendo grito en su rostro, salto de la cama. Su corazón palpitaba con desespero y sus pupilas estaban muy dilatadas, desde el suelo miro a la persona que le había gritado de esa manera y se encontró a una morena alta sonriéndole burlonamente.

-¡¿Quieres matarme de un infarto al corazón?!- exclamo alterada, tratando de controlar los incontrolables latidos de su corazón.

-Lo siento.- sonrió con nerviosismo. –No sabía a cuál otro método recurrir.- se excusó. –Además, no debemos perder tiempo. Tienes una reunión con tu jefe en menos de una hora.- le replico.

-Es verdad. Lo había olvidado.- realmente lo había hecho, tanto pensar en qué hacer con esos sentimientos que volvían a resurgir, la tenían mal. –Me daré una ducha.- se puso de pie rápidamente y salió disparada al baño. -¡Gracias Yuri!- se escuchó desde dentro del baño.

Una sonrisa bordeo los labios de la chica. –De nada Taeyeon.- respondió. Camino a la sala y se sentó en el sillón frente al televisor, con la mirada busco el control remoto y en su camino encontró un collar. La curiosidad pudo con ella y se dirigió a tomarlo. –Pensé que los había tirado.- comento para sí. Frunció el ceño al darse cuenta que solo estaba uno y el otro no, ¿Dónde se encontraba el otro?

-¿Qué haces?- Taeyeon apareció en el pasillo y miro a su amiga perdida en sus pensamientos, la examino con la mirada y en la mano de Yuri, miro el collar. -¿Q-que… que haces con él?- pregunto nerviosa.

-La pregunta es más bien. ¿Qué haces tú con él?- la encaro y se lo mostro. -¿Qué no los habías tirado?-

-Y-yo… yo no los tenía.- se sinceró. –Tiffany se había quedado con ellos.- se excusó. Los ojos de Yuri eran indescifrables en ese momento. Por instinto llevo su mano al collar que portaba, a ese collar que su novio le había dado cuando le propuso ser su novia. –Yo no lo usare.- dijo titubeante.

-Taeyeon.- hablo seria. –Hablaremos después.- repuso. –Debemos irnos.-

En el camino, ninguna dijo nada. Yuri iba abstracta en sus pensamientos y Taeyeon, ella… seguía con sus conflictos mentales y emocionales. Al llegar al edificio en el cual radicaba aquella chica, ambas bajaron del coche que la misma empresa había enviado, fuera de esta había mucha gente, reporteros que al verlas bajar comenzaron a acribillarlas con los flashes de las cámaras. Taeyeon no comprendía porque había tantos reporteros fuera del lugar, pero no se iba a quedar a averiguarlo y mucho menos cuando las interrogantes eran para ella y no para su morena amiga.

-¿Qué rayos fue eso?- cuestiono ya cuando ambas se encontraban seguras en el interior del lugar. -¿Por qué tanto reportero?- no comprendía y al ver el rostro de su amiga que estaba sin expresión alguna comprendió que había algo serio.

-Yo no te lo puedo decir.- respondió. –Anoche cuando te llame para decirte que el CEO quería charlar contigo, es por esto. ¿No has visto las noticias?- Taeyeon negó rápidamente, los últimos días se los había pasado aislada y porque no decirlo feliz, Tiffany fue la causante de que ella no estuviera al tanto de las ultimas noticias. –Me parece perfecto.- la mandíbula de Yuri se tensaba cuando dijo aquello y su mirada se dirigió al frente. –Andando.- dijo avanzando por el pasillo.

Al llegar a la puerta del CEO de la empresa, Taeyeon sintió como sus nervios se disparaban, su corazón latía irregular y sus manos temblaban. Con titubeo tomo el pomo de la puerta, con la otra mano dio dos golpes a los cuales desde dentro se escuchó un claro y sonoro “Adelante”. Conocía aquel timbre de voz, sabía que cuando el CEO usaba ese timbre de voz era porque algo serio sucedía.

Su respiración era pausada por los nervios, ¿Dónde se había metido Yuri?, se preguntaba, pero la chica tenía otras cosas que hacer. Sus pasos eran lentos cuando abrió con timidez aquella puerta, dentro vio personas que no esperaba ver, tras el gran escritorio se encontraba el CEO, en una silla frente al escritorio estaba su manager con la cabeza gacha.

-Pasa Taeyeon.- la voz del señor había sido algo fría cuando dijo adelante, ahora su voz se escuchaba un poco más suave. –Cierra con seguro la puerta al entrar.- pidió el señor mientras miraba a la manager de Taeyeon. –Siéntate.- le pidió una vez ella se encontraba frente a las sillas.

En silencio Taeyeon se sentó, sentía como su corazón no paraba de latir. Miro a su manager por unos instantes y luego sus ojos viajaron al rostro de aquel hombre que mantenía una postura seria, su rostro era indescifrable y su frente se arrugaba con frecuencia.

-¿Q-que… que sucede?- cuestiono con cautela. -¿Pasa algo malo?- cuestiono con pánico.

El hombre suspiro, tomo un periódico que mantenía bajo sus papeles y se lo mostro a Taeyeon. Sus ojos se dispararon a más no poder, ¿Por qué decía eso?, ¿Acaso era cierta esa noticia?, miro a Dara primero y luego al Ceo, con la mirada lo cuestiono.

-Ese no es el problema.- dijo con cautela. –Lee más debajo de esa noticia.- le indico.

Del otro lado de la ciudad una chica practicaba en una pequeña pasarela para esa noche, pero sus pensamientos volvían a su novio, a los recuerdos de las veces en que lo consoló y trato de hacerlo sentir mucho mejor. Ahora ella se sentía algo culpable, ciertamente lo estaba haciendo a un lado por Taeyeon, pero no debía sentirse así, no estaba pasando nada entre ambas.

-Tiffany.- una voz conocida la trajo a la realidad, no se dio cuenta cuando es que la música que tenía puesta había terminado y tampoco se dio cuenta que ya