En busca del dúo perfecto
El Último de Nosotros.El único camino que había era por arriba, empezamos a subir los escalones y llegamos al segundo piso, desde ahí pude ver el cuerpo de Teddy tirado sobre un charco de sangre.
-Objetivo neutralizado. Suban y busquen a los demás. –Junto al cuerpo de Teddy había militares abatidos, parece que elimino algunos antes de morir. Tomé a Dara del brazo y con cuidado avanzamos a la otra habitación.
-Pasillo despejado. –Escuche que los militares ya estaba bastante cerca.
-Están muy cerca, nos mataran. –Dara estaba nerviosa de nuevo.
-Dara mírame, no temas saldremos de aquí… yo… te lo prometo. –Odiaba prometer cosas pero era la única manera de mantener a Dara calmada, preparé mi arma, y genial, solo tenía tres balas y eran más de cinco militares.
-¿Pasa algo? –Dara se acercó a mí.
-No nada, sigamos. –Seguimos avanzando y en la siguiente habitación había un agujero y justo enfrente otra habitación.
-Tenemos que saltar, iré yo primero y luego tú. ¿Está bien? –Tomé impulso y salte, no fue difícil, lo difícil era convencer a Dara de hacer lo mismo.
-Vamos, salta, yo te atrapó aquí. –Me posicione para recibir a Dara cuando saltará y así no se lastimara al caer.
-No quiero, está bastante lejos, no creo lograrlo. –Dara estaba en la orilla del otro extremo.
-Vamos, salta o los militares nos alcanzaran, no hay mucho tiempo. –Dara asintió con la cabeza y tomó impulso, como pude la detuve para que no se lastimara. La atrape y nuestros cuerpo estaban muy pegados, podía sentir su corazón palpitar muy rápido, debe de ser por la adrenalina.
-Casi muero. –Me empujó y se cruzó de brazos.
-Pero nada te paso, así que sigamos. -¡Vaya! Pensé que me daría las gracias por evitar que se estrellara contra el suelo. Seguí adelante y posicione a Dara detrás de mí.
-Mira eso. –Dara apuntaba hacia un cadáver, me acerque y junto al cuerpo había un fusil de caza, lo revise y tenía una bala, revise el cadáver y encontré cuatro balas más.
-Genial, sigamos. –colgué el arma en mi espalda y seguimos caminando.
-¡Eh, luciérnagas, elimínelas!. –Genial, nos vieron, me cubrí detrás de unas cajas y puse a Dara detrás de mí.
-Agacha la cabeza, y no te separes de mí. –Disparé a la cabeza a uno de ellos, ya solo me faltaban cuatro, me metí a la habitación de al lado y uno de los militares se lanzó sobre mí estaba tirada en el suelo y él me golpeaba, como pude me cubrí el rostro, lo patee por el abdomen para que retrocediera, me puse de pie de un salto y me lancé sobre él, forcejeamos unos segundos, hasta que logre ponerme detrás de él y rompí su cuello.
-¿Estás bien? –Dara estaba parada junto a la puerta con las manos en la boca, me acerqué y la tomé de las manos.
-Tu labio, está sangrando. –Limpie la sangre con el reverso de mi mano.
-No es nada, sigamos. -Continúe avanzando, teníamos que salir a prisa de ahí, todavía quedaban tres militares. Baje las escaleras y justo delante de mi estaba la salida. Tomé a Dara del brazo y corrí a la salida.
-¿A dónde creen que van? –Voltee y los tres militares restantes nos apuntaban con sus armas.
-Bajen sus
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