-Byul, te he dicho un millón de veces que no te subas a mi cama.-murmuró LuHan entre sueños.

El peso sobre su colchón dio un respingo y volvió a su lugar, ignorando el comentario.

-Byul…-repitió con tono amenazador.

El colchón se inclinó hacia él, y la perrita le lamió la nariz.

-¡Byul!-gritó el chico, abriendo los ojos indignado por el comportamiento de la pequeña bola de pelo y dispuesto a echarle la regañina de su vida.

Y entonces cerró la boca.

Frente a él, a unos escasos 10 centímetros de su cara, había un chico al que no conocía de nada, con la perrita de su tío en brazos, una sonrisa dulce, el pelo castaño en perfectas ondas y una tiara. LuHan se frotó los ojos: sí, era una TIARA.

-Vale tío, no sé de qué manicomio te has escapado, pero quita de mi cama. Ya.

-Que gruñón-dijo el desconocido risueño, pellizcándole la nariz al otro y levantándose, al fin, de la cama-. Deberías estar más contento, todo el mundo ahí fuera está muy contento. No todos los días muere un malvado brujo.-continuó, sin mirar a LuHan y haciéndole carantoñas a Byul, aun en sus brazos.

El chico estudió al desconocido, comprobando que no llevara nada que pudiera parecer un arma, y se dio cuenta entonces de que llevaba puesto lo que parecía ser una túnica, con muchos bordados y brillantes. “A juego con la TIARA” pensó.

-¿Eres uno de los chicos del tío Joonmyun?

Era la mejor explicación que encontraba, que fuera uno de los marginados con los que su tío trabajaba.

-No, tonto. Soy Baekhyun-respondió entre risitas, como si eso lo explicara todo. Ante el rostro de ignorancia de LuHan, tuvo que añadir-. Baekhyun el Bueno, el Brujo Bueno del Norte, la Luz de Gillikin, ¡tienes que haber oído hablar de mí!

-Ya…

-¡Lord Baekhyun!-llamó alguien asomándose por la ventana-¿Vuelve a la fiesta?

Ese fue el momento que LuHan escogió para saltar de la cama y pegarse a la pared, con la mano en el corazón.

-¿Por qué hay un hobbit asomado a mi ventana DEL SEGUNDO PISO?

-No es un hobbit, tonto (sea lo que sea eso), solo es un munchkin, y esto no es un segundo piso.

-Primero, estoy bastante seguro de saber en qué piso esta mi habitación, y segundo, ¿un qué?

-Un munchkin, habitante de Munchkinland, personas pequeñitas pero proporcionadas, diferentes de los enanos. No eres de por aquí, ¿no? Y tal vez esto fuera un segundo piso antes del tornado, pero ahora estás a pie de calle.

-Vale. ¿Qué ha pasado, donde estoy, y que tengo que hacer?-respondió LuHan decidido. Había llegado a la conclusión de que aquello tenía que ser un sueño, y pensaba disfrutarlo.

-Un tornado trajo tu casa hasta aquí, Colven Grounds, Munchkinland, Oz, y aterrizo justo sobre la casa del Malvado Brujo del Este, que gobernaba Munchkinland y a los munchkins como un tirano. Y hacer… ya has hecho lo suficiente por nosotros, puedes hacer lo que quieras.-terminó Baekhyun con una sonrisa brillante.

El chico parpadeó confuso, ¿qué clase de sueño era ese que empezaba cuando la acción había terminado?

-¿Y qué hago ahora?-preguntó-Si no me das ninguna tarea no tengo ningún motivo para seguir aquí. ¿Cómo vuelvo a casa?

-¡Pero si tu casa está aquí mismo!

-Solo la mitad-dijo LuHan, empezando a pillarle el ritmo a la conversación-. Además, yo no soy de Oz; Byul, la mitad de la casa y yo deberíamos volver con mis tíos.

-Oh vaya, si es así… igual el Mago os pueda ayudar. ¡Tiene unos poderes increíbles! Y dicen que él tampoco es de Oz, ¡seguro que puede ayudaros a volver, con casa y todo!

-¿No puedes hacerlo tú mismo?

-Oh no, por favor, yo no tengo tanto poder.

-¿Y ese Mago sí?

-¡Por supuesto que sí! ¡Es el Mago de Oz, la persona más poderosa de Oz, podría cumplir cualquier deseo!

-¿Y dónde vive este Mago?

-¡Ciudad Esmeralda! La capital de Gillikin, y de todo Oz. Oh, te va a encantar, ¡es un sitio mágico!-Baekhyun dejo a Byul en el suelo y cogió a LuHan del brazo, arrastrándolo hacia fuera de la casa, como si salir por la ventana fuese lo más normal del mundo.

Lo que vio al salir impactó al chico más de lo que habría esperado. Casas de colores chillones, árboles de intensas tonalidades de verde, un cielo azul brillante, y cientos de personas de mayor y menor estatura riendo, cantando y bailando.

-Fíjate en lo que has provocado, ¡todos son felices por la muerte del malvado brujo!-entonces el Brujo Bueno del Norte pareció darse cuenta de algo, y su rostro se ensombreció-Bueno, tal vez no todos…-comentó, más para sí mismo que para LuHan.

Baekhyun giró sobre sus talones, como buscando algo que no tardó en localizar.

-Aun no sé tu nombre, Salvador de Munchkinland-comento distraídamente, mientras rebuscaba en la manga de su túnica.

-LuHan, mi nombre es LuHan.

-Ahá, aquí estás-exclamó triunfante, sacándose de la manga lo que parecía ser una varita mágica con una estrella en la punta.-Muy bien, LuHan. Verás, la verdad es que el Brujo tiene un hermano mayor, y no creo que él esté tan contento como sus compatriotas por este desgraciado accidente.-terminó, señalando unos pies que sobresalían por debajo de la casa.

-¿Ese era…?

-El Malvado Brujo del Este, sí. Y esos son sus zapatos-señaló los pies de LuHan, que ahora lucían unos extravagantes zapatos de cristal-. Yo mismo puse un hechizo protector sobre esos zapatos, antes de que perdiera la cabeza, o quizá ya la había perdido y yo no me di cuenta. ¡Da igual! Lo que importa es que ahora esos zapatos te protegerán a ti.

-¿Tengo que ir andando con zapatos de cristal hasta esa Ciudad Esmeralda?

-Oh, lo siento mucho, te llevaría encantado, pero mi burbuja es monoplaza, tendrás que ir por la ruta clásica, sigue el Camino de Baldosas Amarillas. Otra gran idea del Mago, un camino que conecta las tres grandes ciudades de Oz con la capital, ¿no te parece brillante?

-Brillante, si, un amarillo muy brillante.

-¡Para no perder el camino!-respondió entre risitas.

-¡Byul, vamos!-llamó a la perrita, que jugaba con un grupo de niños.

-Que tengáis un buen viaje, LuHan y Byul, y que vuestros deseos se hagan realidad.

-Muchas gracias por tu ayuda, Baekhyun el Bueno-se despidió el chico con una sonrisa, emprendiendo el camino con andar saltarín.

Baekhyun saludó con la mano hasta que estuvo ya casi fuera del alcance de su vista.

-¡Sigue el Camino de Baldosas Amarillas!-le gritó una última vez, antes de verlo desaparecer entre los campos de trigo.

-¿Qué has hecho?-preguntó una voz sombría a sus espaldas.

-¡Kris!-exclamó Baekhyun, girándose con una sonrisa dulce-Te he echado de menos.

Frente a él, de pie sobre una escoba que flotaba un metro sobre el suelo, se encontraba el Malvado Brujo del Oeste, con la piel de un verde más brillante del que recordaba, la capa y el sombrero de pico negros haciéndole parecer aún más alto de lo que ya era y el ceño fruncido.

-¿Dónde está YiXing?

-Ha habido un terrible accidente-dijo con rostro apesadumbrado.

-Baekhyun. ¿Dónde está mi hermano?

El más bajo señaló a los pies que sobresalían por debajo de la habitación de LuHan sin decir nada.

Kris se bajó de la escoba como si bajara un escalón, y esta se apresuró a ponerse vertical y seguir a su amo. No podía apartar la mirada de los pies descalzos de su hermano. Su pequeño y dulce hermanito, el niño de sus ojos, al que siempre había intentado proteger, muerto. Muerto y enterrado bajo una casa.

-Fan…

-Calla. Cállate. No me llames así, no me llames de ninguna forma. Vete a chupársela a tu querido Mago, se feliz en tu mundo de piruletas y terribles accidentes, que yo me quedaré en el mundo real y vengaré a mi hermano.

-¡Kris!

El alto saltó sobre su escoba y alzó el vuelo, de vuelta al oeste.