Memories

Over The Rainbow

SeHun estaba sentado con la espalda recta en la cama, esperando a que pasara el poco tiempo que quedaba para el amanecer, cuando oyó un ruido. Parecía como si alguien hubiera llamado con algo blando o tirado alguna cosa a la puerta.

-¿Puedo pasar?-preguntó una voz al otro lado.

-Nada te lo impide.

La puerta se abrió y Chanyeol entró a la habitación.

-He estado paseando por la ciudad, la gente es muy simpática, me han contado muchas cosas sobre el Brujo-comentó, lanzándose a los pies de la cama-. Dicen que tiene un ojo que siempre está abierto, que puede cambiar de piel como un lagarto, y que su alma es tan impura que el agua le derretiría.

-Entonces no será difícil matarlo.

- También me han contado que hay Animales rebeldes dándole cobijo, aunque eso no lo he entendido muy bien…

Chanyeol se quedó mirando al chico de hojalata, intentando con todas sus fuerzas contener la pregunta que le había rondado la cabeza desde que lo conocía. Había comprendido que hablar de aquello hería al leñador, pero en ese momento sentía que necesitaba saberlo, comprender la historia de SeHun.

-¿Qué pasó?-inquirió, sentándose y mirándole con toda la seriedad de la que era capaz-¿Por qué te hizo de hojalata?

El chico le devolvió la mirada sin verle, con la vista puesta en algún lugar lejos de allí, en un tiempo igual de lejano.

-Iba a casarme-comenzó de improviso-. Yo era el leñador del pueblo, ella la criada de una vieja granjera, nos conocimos, nos enamoramos y nos prometimos. Pero la vieja granjera se opuso al matrimonio; sus tres hijos se habían alistado en el ejército y no tenía a nadie más que a Gara-detuvo la narración un momento, hacía tiempo que no pronunciaba su nombre.

Chanyeol aprovechó la interrupción para cambiar de postura, doblando las piernas y agarrándose los pies con las manos, sin apartar la mirada del otro.

-Así que pidió audiencia con el Brujo del Este y le pidió que rompiera el matrimonio. “No te preocupes” me dijo mientras me arrancaba el corazón, sonriéndome como si me estuviera haciendo un gran favor del que yo aún no era consciente “, el único amor que necesitas es el del Dios Innominado”. Se marchó y me dejó ahí, desangrándome. Pero el otro no, el verde se quedó el tiempo suficiente para murmurar unas palabras en un idioma desconocido y ver cómo me retorcía de dolor por su hechizo hasta que perdí la consciencia. Creí que había muerto, pero desperté en mi cama, creyendo que todo había sido una terrible pesadilla que ya había terminado.

-Pero no fue así…

-No, no fue así. Gara me encontró de esta forma-se señaló a sí mismo con desdén- frente a mi casa, me metió en la cama y cuidó de mí hasta que desperté. Pero yo me había convertido en un monstruo, una figura de hojalata sin corazón ¿Qué clase de vida podría darle? “Ahora que no tengo corazón, no tengo ningún motivo para casarme contigo, así que tú no tienes ningún motivo para cuidar de mi” le dije. Al principio no me tomó en serio, pensó que estaba bromeando, pero no tengo corazón, eso es un hecho. Le costó mucho asimilarlo, era una persona terca-comentó con una triste y casi imperceptible sonrisa-, pero sentía que yo no era el mismo. Un día le dije que se marchara  y ya no volví a verla.

Chanyeol tenía ahora la barbilla apoyada en las rodillas y los brazos rodeando sus piernas, esperando una continuación que no llegó.

-¿Y ya está?-preguntó incrédulo- ¿Así terminó todo?

-Lo próximo relevante que pasó fue que vosotros aparecisteis.

-Dejaste de moverte cuando ella se marchó-comprendió el espantapájaros-, aún la amabas.

-No tengo corazón-explicó SeHun.

-Y yo no tengo cerebro-replicó Chanyeol levantándose de la cama con el ceño fruncido-, pero desde que emprendimos este viaje he aprendido muchísimas cosas y he creado muchos recuerdos. Lo de tu corazón no es más que una triste excusa, tú eres el cobarde, no Tao.

El leñador se quedó en la cama, con la mirada fija en la puerta que Chanyeol había cerrado de un portazo al salir. El primer rayo de sol entró por la ventana y se reflejó en su cuerpo, iluminando la habitación.

•~•~•~•~•~•~•~•

El cielo apenas empezaba a clarear sobre las montañas en las que se asentaba el palacio de Kiamo Ko, pero Kai ya subía las escaleras que conducían a la torre del brujo, con el desayuno caliente en la bandeja.

Llamó a la puerta y entró sin esperar respuesta, o al menos eso intentó. La puerta, contra todo precedente, estaba cerrada. La empujó un par de veces más, pensando que tal vez simplemente estaba atrancada, después de todo era una puerta vieja. Pero dio igual como lo intentara, la puerta no solo estaba cerrada, estaba bloqueada por un hechizo, simple pero efectivo, que no lo dejaría entrar.

Kai suspiró, dejó la bandeja en el suelo y volvió escaleras abajo, Kris no necesitaba llegar a esos extremos para evitarle.

•~•~•~•~•~•~•~•

-¿Qué te pasa hoy?-inquirió LuHan durante el desayuno al espantapájaros, que estaba extrañamente silencioso.

-No me pasa nada-respondió el chico de paja con una sonrisa de paja-, solo pensaba en el Brujo, la gente de la ciudad le tiene mucho miedo, matarlo sería una buena acción.

-Puede que sí…-dijo el chico pensativo.

-Bueno, no me gusta el Mago, y me aterra la sola idea de intentar matar al Brujo, podríamos ayudar a Oz de alguna otra manera-comentó Tao-. Aunque así no consigamos lo que deseamos, seguro que hay otras formas-y así LuHan no tendría que irse.

-Yo voy a matar al Brujo-informó SeHun con voz plana, atrayendo la mirada de sus compañeros.

-¿Al fin admites que si quieres recuperar el corazón?-picó el humano.

-Me da igual tener corazón o no, el brujo merece morir y morirá, con o sin vosotros.

Chanyeol se inclinó para darle algo de comer a Byul y dijo:

-Yo voy.

LuHan miró de uno a otro y cogió aire.

-Vosotros me habéis acompañado hasta aquí, yo os acompañaré a vosotros.

Tao suspiró y dejó caer la cabeza, golpeando la mesa con una fuerza inesperada.

-¡Au!-saltó de la silla y cayó hacia atrás.

Los chicos estallaron en carcajadas, las miradas de Chanyeol y SeHun se cruzaron, y la tensión desapareció. El espantapájaros le dedico una sonrisa de verdad, y el leñador le devolvió otra.

-Está bien, supongo que eso significa que tú también vienes-LuHan ayudó al león a levantarse entre risas.

-Hasta el fin del mundo-susurró sin poder evitarlo, con los ojos fijos en los del chico.

-Y tal vez lo sea-añadió SeHun-, más allá del Vinkus solo está el inhabitable desierto que rodea Oz.

-Bueno, afortunadamente, no tenemos que ir más allá.

-No, solo tenemos que subir a la cima de la montaña más alta de la cordillera más extensa de Oz. Ahí tiene el castillo el Brujo-terminó el leñador, señalando por la ventana hacia el Oeste, donde se intuía la silueta de los Grandes Kells.

El hogar del Malvado Brujo del Oeste.

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Comments

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Ellasauras
#1
Me gusta esta fanficfion. ¡Es entretenido! Daebak