Tin Man

Over The Rainbow

-¿Qué es eso?

-Un gorrión.

-Oh. ¿Y eso?

-Una mariposa.

Chanyeol señalaba todo lo que le llamaba la atención, emocionado por el nuevo mundo que estaba descubriendo, y LuHan le respondía lo más escuetamente que podía. Llevaban un par de horas andando, con las preguntas del espantapájaros como banda sonora, y el chico sentía su paciencia a punto de agotarse.

-¿Y eso de ahí?

-Una estatua.

-¿Y porque no se mueve?

-Las estatuas no se mueven, no están vivas, solo son… un adorno.

-¿Y qué es un adorno?-preguntó el alto intrigado, acercándose a la estatua, que representaba a un leñador cortando leña, con el hacha en alto, frente a lo que seguramente fuera la casa de un auténtico leñador.

-Algo que solo sirve para hacer bonito.

-Pues sí, es muy muy bonito-dijo Chanyeol en voz baja, admirando la cara de la estatua de metal, con el rostro a pocos centímetros de ésta-. Y los ojos parecen de verdad, ¡hasta se mueven!

-¿Qué dices?-el comentario llamó la atención del chico que, aburrido, se había acuclillado en el camino y le rascaba el cuello a Byul.

-Parece que quiere algo-el espantapájaros giró sobre sí mismo, buscando aquello que la estatua pudiera estar señalando con la mirada-. ¿Qué es eso?

-Parece una jarra de aceite.-LuHan se acercó al borde del camino, mirándolo con el ceño fruncido.

 -¿Y para qué sirve?

-Para echar aceite.

Chanyeol parpadeó un par de veces, desconcertado, y entonces cuestionó:

-¿Y el aceite?

-Para muchas cosas. Ese parece aceite de lubricar. Hace las cosas más suaves, más fáciles de mover-añadió, al ver al espantapájaros inclinar la cabeza ignorante.

Ante la respuesta, el rostro del más alto se iluminó con una radiante sonrisa, y se apresuró a coger la jarra de aceite y verter un poco sobre los labios de la estatua, que se abrieron con un chirrido.

-Graciaz-dijo la estatua con esfuerzo.

Ante esto LuHan corrió a su lado, con Byul dando saltitos a su alrededor, y se puso a inspeccionar al chico de metal, mientras daba órdenes al hombre de paja.

-Ponle también por aquí, y aquí, por donde debería poder moverse. Menos en el ¡brazo!-esquivó de milagro el hacha, que cayó directamente hacia donde estaba su cabeza cuando Chanyeol lubrico el hombro.

-Lo ziento, llevaba mucho tiempo intentando bajarlo, no he podido controlarlo.-dijo, con tono de no sentirlo realmente, con tono de no sentir nada realmente.

El chico se levantó del suelo con ayuda del espantapájaros, que le tendió la mano como éste había hecho antes con él, y sonrió al chico-estatua.

-No pasa nada, nosotros también deberíamos haber tenido más cuidado.

Chanyeol terminó de lubricar todas las juntas del metal con expresión seria, muy concentrado en la misión que le había sido encomendada, decidido a no cometer ningún otro error que pudiera molestar a su nuevo amigo, y con la intención a añadir al bonito chico de hojalata a su recién inaugurada lista de amigos.

-¿Ya puedes moverte bien?-preguntó LuHan preocupado.

-Zi, graciaz otra vez-el chico frunció el ceño, le quitó la jarra de aceite al hombre de paja y pegó un trago, se enjuagó la boca y escupió a un lado-. Gracias.

-De nada, y hola. Yo soy Chanyeol, él es LuHan, y ella Byul-saludó con efusividad, sacudiendo el brazo del desconocido-¿Tú cómo te llamas?

LuHan cogió a la perrita en brazos y la hizo saludar al chico con una patita, mientras él le sonreía. La expresión del chico de metal no cambió al responder.

-SeHun.

-Encantados de conocerte, SeHun.

-¿Por qué estabas ahí paralizado?-cuestionó Chanyeol.

-Me había oxidado.-respondió simplemente.

-¿Y por qué te oxidaste?

-Porque estuve mucho tiempo sin moverme.

-¿Y por qué no te movías?

-No tenía ningún motivo para hacerlo.

-¿Y ahora sí?-

Su expresión siguió sin cambiar, pero SeHun no respondió a la pregunta, no sabía que responder.

-A veces queremos hacer algo solo porque no podemos hacerlo.-explicó LuHan al espantapájaros-¿Y ahora qué quieres hacer?

-No quiero nada, los deseos surgen del corazón: yo no tengo corazón.-concluyó, golpeándose el pecho metálico, que emitió un sonido hueco.

-¿Por qué no tienes corazón?

-¡Chanyeol!-reprendió LuHan.

-¿Qué?-preguntó el espantapájaros desconcertado, temiendo haber cometido algún error que impidiera al bonito chico de metal ser su amigo.

-Me lo arrancó el Brujo.

SeHun desvió la mirada, y la próxima pregunta del alto quedó sin pronunciar. Chanyeol decidió que prefería verle los ojos a disipar sus dudas, y LuHan se sorprendió por lo que interpretó como el tacto que empezaba a nacer en el espantapájaros.

-¿Y si vienes con nosotros? Vamos a ver al Mago de Oz, Chanyeol va a pedirle un cerebro, seguro que tu podrías pedirle un corazón.

SeHun consideró la propuesta de LuHan, y Chanyeol, impaciente como solo él podía serlo, se apresuró a sacarse una uva aplastada de la boca y ofrecérsela, con una sonrisa tan amplia que deformaba ligeramente su rostro.

-Si quieres tengo más.

-Está bien, al menos así no me oxidaré.

Y los tres continuaron el camino hacia Ciudad Esmeralda, después de que LuHan obligara a Chanyeol a vaciarse la boca y limpiársela de restos de uva, siguiendo el Camino de Baldosas Amarillas.

•~•~•~•~•~•~•~•

-¿Y por qué estabas cortando madera?

-Porque soy leñador.

Había empezado a anochecer, y los compañeros de viaje decidieron acampar en un claro del bosque al que el camino los había llevado, desde el que las baldosas amarillas aun eran visibles. Mientras LuHan inspeccionaba el morral que el joven matrimonio le había dado para ver que podía comer, SeHun se sentó en el suelo, con las piernas en angulo recto y la espalda apoyada en un árbol, y Chanyeol se acuclilló a su lado, atacándole una vez más con sus preguntas.

-¿Y los leñadores cortáis madera?

El chico no se molestó en abrir la boca para responder, y simplemente asintió con la cabeza.

-¿Y por qué cortáis madera?

-Para hacer leña.

-¿Y para qué sirve la leña?

-Para hacer fuego.

-¿Y para qué sirve el fuego?

-Para calentar las cosas.

Chanyeol pareció maravillado por la respuesta, ¡una cosa que se hacía con madera y que daba calor! Toda su vida había estado atado a un palo de madera, y éste no despedía ningún calor, los leñadores debían saber hacer algún tipo de magia que Chanyeol quería conocer.

-¿Y cómo es? El fuego…

-Así.-respondió el chico de metal, señalando la paja en llamas que asomaba bajo la camiseta del espantapájaros, que se giró y se quedó mirando el fuego como hipnotizado.

-¡Chanyeol!

LuHan se abalanzó sobre el alto, arrancándole de un manotazo las briznas de paja que le ardían, mientras una sombra oscura atravesaba el atardecer, rumbo al oeste.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Ellasauras
#1
Me gusta esta fanficfion. ¡Es entretenido! Daebak