No me siento amenazada
High School Queen
CAPITULO III
No me siento amenazada.
Solo había una cosa que Tiffany odiaba más que perder: chismes. Ello solo la enfurecía, ella había experimentado el veneno de ellos un par de veces y se convirtieron en los peores recuerdos de la escuela que alguna vez tuvo. Así que a toda costa, trató de detenerlos, muchas veces eran chismes sobre otras personas, pero de todos modos los detuvo, y desde que era “la reina” nadie la cuestionaba, por supuesto cuando el chisme era sobre ella misma deteniendo los chismes era un poco más complicado…
Tiffany se las arregló para usar su máscara de indiferencia una vez más, todo el equipo estaba “casualmente” pasándola en los vestuarios, ella se vistió lentamente y se calmó una vez que termino de cepillarse el cabello y vio a Jessica entrando, ella parecía estar debatiendo en su mente sobre tomar una ducha o no.
Tiffany se levantó y se acercó a ella; de pronto el vestuario estaba en total silencio. “¿Estás lista para el tour? Ella preguntó sonriendo brillantemente.
La rubia la miro, dudosa. “Claro, ¿Puedo tomar una ducha primero?”
“Por supuesto, pero no llegues tarde, el almuerzo se sirve en una hora y luego tenemos clases.” Ha, yo soné malditamente cool que ninguna de estas chismosas podrá decir algo. “Te esperare afuera”
“Ah…. Me duchare en el dormitorio, deje mi ropa allí”
Tiffany asintió y salieron juntas de los vestuarios.
No es que ella sintiera algún tipo particular de enojo contra la rubia sino hacia sí misma, había sido demasiado confiada por eso la había derrotado, no había estado entrenando lo suficiente… o tal vez, solo tal vez no podía dar más, eso era una patética excusa de un atleta. ¡Maldita sea Jessica! ¿Por qué tenía que venir a romper su hermosa y muy útil burbuja? De pronto se encontró culpando a Jessica por su fracaso y eso la hacía sentir peor. ¿Por qué no puedo culparla y vivir feliz ¿eh? Sí, porque es mi culpa no la suya…”
Jessica suspiro; se miró así misma al espejo, y suspiro otra vez. No había forma alguna de que saliera de la habitación vistiendo esa falda. Ella no era fan de las faldas, demin era lo suyo. No era tan corta y no tan reveladora, pero aun era una maldita falda corta! Con la blusa blanca y la corbata no tenia ningún problema, pero la falda… ¡esa maldita falda!
“Maldita sea papá” Jessica tuvo una idea, para despues quedarse mirándose al espejo durante unos 5 minutos hasta que oyó un suave golpe en la puerta. Y después de un minuto la puerta se abrió.
“¿Estas lista, Jung? Es tarde.” Tiffany parecía impaciente.
“Eso creo…”
Tiffany miró a su compañera de habitación con sorpresa. “¿Qué es eso?” ella señalo su ropa.
“¿Ah?”
“¿Qué diablos llevas debajo de la falda?
“Ah… ¿pantis?
“Esos son pantalones, no pantis, además no se supone que debemos usar medias en un clima tan caliente, estamos al final del verano no puede ser posible que sientas frio… quítate eso.”
“¡No!” No, no había manera que andará por ahí con esa falda. Que dirían sus amigas si la vieran.
“Oh vamos, estás haciéndome perder tiempo, quítate esos pantalones.”
J
Comments