Los años pasaron, pero todos fueron iguales, levantarse temprano para ir a la escuela, atender a cada clase, escuchar las ofensas de sus compañeros que ya no le importaban aunque los golpes terminaron, después ir a clases extras o a trabajar, hacer sus deberes; los fines de semanas los grupos de música y de deportes, así era su vida tan rutinaria y normal, aun así su corazón le dolía todo el tiempo, sus recuerdos de niña dejan de estar presentes, había veces que pensaba que fue tan traumática que su mente bloqueo todo, lo cual no le parecía nada extraño.

 

En su penúltimo año, Taeyeon fue enviada al hospital debido a una complicación, en medio de su ojo derecho y su nariz tenía una marca de nacimiento, la cual decían los médicos que no era nada de qué preocuparse, erraron, ya que esa marca le daba frecuentes malestares, después de hacer algunas pruebas la sometieron a cirugía donde le retiraron la marca.

 

En su último año en aquella escuela, las cosas seguía siendo rutinarias, pero dentro de ello una noticia que comenzó darle una profunda tristeza, su abuelo Seo In tenía cáncer, aquella novedad provoco un gran cambio en la vida de todos los Park. Aun así su vida seguía siendo difícil pero no dejaba que nadie se diera cuenta de ello, para todos Kim Taeyeon solo era seria, solitaria y una chica que todos molestaban pero que nadie se atrevía a tocar por miedo a terminar como Nichkhun. En su primer día de secundaria Taeyeon volvió a encontrarse que varios de los chicos de la escuela anterior, entre ellos Yuri y para su pésima suerte Nichkhun.

 

-Hola Taengo ¿Qué tal las vacaciones?-

-Aburrida, como siempre ¿y las tuyas?-

-Igual, ¿crees que estemos nuevamente en el mismo salón?-

-Eso me gustaría.-

-Taengo ¿has tenido noticias de ella?-

-¿Quién? ¿Jessica?- Aunque la pregunta era más sobre otra persona Yuri solo asintió al ver que su amiga seguía sin recordar. –Sí la vi varias veces en vacaciones, bueno como no verla si solo vivimos a unas calles separadas.-

-¿Cómo le va en la nueva escuela?-

-Bien, me dijo que después de lo que sucedió con Nichkhun su padre cambio a ambas y que todo era mejor, ya nadie las molestaba y que incluso tenían amigos.-

-Me alegro por ellas.-

 

La asignación de clases fue muy larga ya que en ese nivel de estudios existían seis grupos de cada año, siendo solo tres. Taeyeon y Yuri sintieron felicidad de saber que estarían nuevamente en la misma clase, pero les duro poco ya que Nichkhun estaría en con ellas. Dentro de esta secundaria las cosas fueron diferentes, iniciando con el hecho de que podía empezar de nuevo y que todo sería mejor. Al menos eso fue lo que pensó al inicio porque solo pasaron tres días y todo volvió a empezar.

 

En su primer semana se dedicó a sentirse cómoda en ese nuevo lugar, ya que Yuri se hizo de amigas nuevas, por lo cual dejo de ser molestada, en cuanto a Tae se quedó sola y eso no le importo, sentía que sería mejor estar sola que tener que cuidar de alguien o fingir una amistad con alguien que solo sería un fastidio. Un día después de clases Tae camino por casi veinte minutos sin rumbo fijo, hasta encontrarse con el lugar que ella adoro.

 

-Increíble.- Decía la ver un negocio enorme lleno de diferentes tipos de videojuegos, cosa que le encanto, desde eso momento todos los días va a ese lugar para distraer su mente de los constantes insultos y de golpes que recibía.

 

En aquel sitio conoció a diferentes chicos y chicas con la misma pasión que ella por los videojuegos, incluso algunos que daban miedo ya que eran adictos a dichos juegos. Algunos de los que asistían a jugar eran de la misma edad que Tae, incluso eran mayores por uno o dos años, pero solo un par de chicas fueron con quien logro crear una amista que era también una enemistad.

 

-Hola Taeng, ¿lista para una competencia?- CL era una chica que conoció en este lugar y con quien siempre jugaba.

-Claro, ¿de qué será esta vez?-

-En la máquina de baile.-

-Bien hagámoslo.-

-Pero hay que apostar.- Aunque la idea de hacer ese tipo de cosas no le agradaba, su confianza en los videojuegos era grande que termino aceptando.

 

Después de disfrutar la victoria que le trajo ganancias la costumbre de hacer apuestas en cada uno de los juegos en los que participaba salía ganando, el tiempo pasaba y las cosas en este lugar se volvieron tan normales en su vida, entre las máquinas y las apuestas, incluso el solo ver perder a otros se convirtió en algo que no dejaba de hacer. Con su familia las cosas eran diferentes, la presencia de su padre seguía igual, casi nula; la de su madre muy parecida, su hermana Hyoyeon se volvió una carga para ella, ya que tuvo que aprender a cocinar para que ambas pudieran comer; en cuanto a su abuelo Seo In, su enfermedad cada vez era peor. La escuela seguía siendo un lugar desastroso y doloroso, aunque en el nivel anterior sus notas eran altas, aquí eran bajas, ya que nunca prestaba atención, incluso se dormía en clases, eso debido a que los videojuegos se volvieron una dependencia, una adicción.

 

-CL, hagamos una ronda.- Un día después de los exámenes parciales Tae llego al casino llena de frustración.

-Por supuesto, dime ¿Cuánto será esta vez?-

-Que sean 10,000 wons.-

-Perfecto, serán dos de tres.-

-Si será así entonces que sean entonces que sean 20,000.-

-Te vez muy segura, bien.- Las apuestas seguían siendo comunes, tanto que terminaron siendo una de las razones de porque seguía en ese lugar.

 

Las cosas seguían su curso y la adicción de Taeyeon por los videojuegos y apuestas eran cada vez mayores, tanto era su dependencia que empezó a descuidar aún más la escuela, los abusos por parte de sus compañeros seguían. Un día que visitaba a su abuelo para ver si este ya se encontraba mejor comenzó a dejar ver el gran dolor que su corazón siente.

 

-Tae, ¿todo bien?- Aquel anciano postrado en la cama con varios artefactos ayudándole a recuperase la miraba muy desconcertado, aun no entendía como su hija y su yerno convirtieron a su nieta en algo tan deprimente y lleno de resentimiento, cuando en sus recuerdos veía a una pequeña feliz contándole sobre la increíble amistad que tenía con una niña de su edad.

-Sí abuelo Seo In, usted ¿cómo se siente?-

-Mejor hija.- Ver a su nieta llena de soledad interior era algo que nunca paso desapercibido por el anciano. –Sun Yeon, Hyoyeon salgan quiero hablar con Tae a solas.- Ambas que se mantenían al lado de la cama salieron sin decir nada dejando a ambos solos. –Taeyeon dime ¿cómo siguen las cosas con tus padres?-

-¿A qué se refiere abuelo?-

-Sabes a que Tae.- Seo In fue testigo de los golpes y amenazas que le daban a Taeyeon y Hyoyeon, siendo detenidas en el instante pero Taeyeon siempre fue quien se llevaba la peor parte de cada una de las cosas que sucedían. Un ejemplo es que a la edad de diez años, en Navidad su cuello fue quemado con un madero sacado de una fogata, siendo Hyoyeon quien lo hiciera. – ¿Aun te golpean?-

-No sé de qué habla abuelo.- Deseaba que ese tema no se tocara ya que no podría resistir las lágrimas que deseaban salir cada vez que pensaba en las cicatrices que su cuerpo apenas ha comenzado a quitar, aunque también tenía nuevas.

-Aun lo hacen, dime Taeyeon ¿confías en mí?- Eso sorprendió mucho a la chica quien de inmediato asintió con entusiasmo.

-Lo hago abuelo, usted siempre ha sido como un verdadero padre para mi.-

-Gracias.- Soltó un poco de aire mientras dejaba ver una sonrisa idéntica a la Taeyeon. –Cuando seas mayor estoy seguro que te enfrentaras a algo muy difícil, incluso sé que esta familia te rechazara.- Taeyeon escuchaba mientras pensaba “Más, me rechazaran aún más.” –Pero quiero que sepas lo mucho que te quiero por quien eres y tus gustos, sé que hablar de alguna pareja es muy temprano pero creeme no me importa si es chico o chica, lo que me importa es que seas muy feliz.-

-Abuelo no entiendo.-

-Eres lista, eso lo sé bien, todos lo sabemos…-

-Es obvio abuelo, mi IQ es de 185 puntos, es normal que lo sea.-

-No me refiero a eso, es cierto que naciste con una habilidad increíble para hacer las cosas pero eso es el motivo de que lo diga.- Sin entender la razón Tae solo inclina su cabeza mostrando confusión. –Has sabido manejar las cosas con tus padres, tu hermana, la escuela y lo que sucede en ella, así como tu pérdida de memoria, por eso sé que sabrás enfrentar lo que pasara.- La confusión de Taeyeon era cada vez más evidente. –Cuando la niña de rosa regrese, cuidala y se feliz con ella.- Esas palabras seguían en la mente de Taeyeon por días.

 

Tan solo los dos meses fueron suficientes para que Taeyeon perdiera a su abuelo Seo In debido al cáncer, pero lo que marco más las cosas es que se encontraba con sus tíos y tías en la habitación de él, su abuela incluso se le veía llorar a mares aun abrazada de su esposo. Aquel dolor intenso la hizo más adicta a los videojuegos y apuestas, incluso un chico al que todos llamaban GD la indujo a las drogas, dejando que la niña que Seo In amaba se volviera algo inexistente.

 

-Hola Taeng, dime ¿hoy probaras mi nuevo producto?- GD era mayor que ella al menos por siete años pero siempre se encontraba en aquel lugar de videojuego vendiendo sus drogas.

-Claro pero no tengo nada de dinero, espera deja reto a alguien.- Entre los chicos que jugaban ahí, existían algunos que estaban obsesionados con ganarle a Taeyeon y a CL, Taeyeon se acercó a ellos retándolos para así obtener el dinero para pagarle a GD. Mientras esos chicos y Taeyeon decidían que jugar, un grupo de chicas de la secundaria más cercana entraban, entre ellas se encontraba CL.

-Vamos, solo será un juego y después nos iremos.-

-CL debemos estar en casa temprano, sabes que a tu mamá no le gusta que estés aquí.-

-No exageres Min, solo necesito un momento y…- La mirada de CL se posó en Taeyeon quien se preparaba para una roda de baile en aquel juego. –Increíble Taeng jugara contra ellos.-

-¿Quién?- pregunta una de las chicas.

-Ella.- señalo a Tae quien seguía esperando su turno para usar el videojuego. –Taeng es una de las mejores aquí, vamos a ver como juega y nos iremos.-

-¿Ya no jugaras?-

-No Min, lo que veremos es mejor que jugar, Taeng ha destrozado incluso al dueño del lugar, así que verla hacer lo mismo con ellos será interesante.- Las cuatro de las cinco chicas se acercaron hasta estar al lado de Taeyeon. –Hola Taeng ¿Por cuánto vas?-

-Hey CL, iré por 45,000.-

-¿Tanto?-

-Sí, la culpa es de GD.-

-¿GD? ¿Acaso le compras…?-

-Kim, es nuestro turno.-

-A jugar, ¿me veras darle una paliza?-

-Por supuesto.- La primera ronda iniciaba dejando muy en claro que Taeyeon ganaría por su anhelo de consumir y dejarse ir. –Min tus amigas y tu quédense cerca.-

-Claro.- Dijo mientras veía a sus amigas, pero su rostro cambio de expresión a una de confusión. -¿Y Tiffany donde esta?-

-Está ahí.- Dijo una de las chicas. –Iré por ella.- En la entrada una chica de uniforme se encontraba viendo cada uno de los chicos que ahí jugaban. –Tiff ¿qué haces aquí?-

-No quiero estar aquí Bora, este lugar apesta a alcohol, cigarro y creo que a orines.-

-Lo sé pero no podemos irnos, no aun.-

-¿Por qué?-

-CL vera jugar a una de sus amigas, después nos iremos, ahora camina o ¿quieres quedarte aquí con esos tipos mirándote así?- Cerca de ellas un grupo de chicos veían a las chicas de una forma tan morbosa que provoco asco y miedo en ambas. Al llegar con el resto Tiff seguía sintiendo que ese lugar era peligros.

-¿Quién es la amiga de CL?- Pregunta Fanny quien veía a un grupo de chicos drogarse.

-Es ella.- Respondió Min señalando a Taeyeon quien jugaba con gran entusiasmo. –Le dicen Taeng.- En cuanto reconoció ese rostro ya mayor y lleno de tristeza así como de marcas de cansancio su corazón comenzó a latir con tanta rapidez.

-¿TaeTae?-