Aquel verano fue uno de los más divertidos para Taeyeon, entre juegos y salidos los días pasaron en un cerrar de ojos, hasta el día en que debía entrar a la escuela, quizás esa idea era una de las cosas que más le emocionaban pero también se sentía con miedo, iría a una nueva escuela más lejos de donde vive, los suficiente para que su madre no dejara de ver a una niña llena de emociones que desbordan por cada uno de sus poros.

 

Eran las seis de la mañana cuando Sun Yeon se levantó para despertar a su hija, le hablaba y la movía durante varios minutos hasta que logro que despertara, el rostro de Taeyeon se veía lleno de deseos de ser durmiendo pero cuando su madre le dijo que era momento de prepararse para ir a la escuela, su rostro dejo de demostrar sueño y cansancio. Los minutos seguían su curso así como una niña de tan solo seis años que se vestía con su nuevo uniforme, que constaba de una falda gris con unos diminutos cuatros de color negro y otros blancos, una blusa blanca de cuello en v, un suéter color azul marino, sus zapatos color negro recién comprados y brillantes, sus calcetas blancas; su cabello largo y negro amarrado en una coleta, todo limpio y nuevo, todo listo para su primer día. Después de haber desayunado y de lavarse, tomo su mochila con cuatro cuadernos forrados de diferentes colores, uno rojo, otro azul, una más amarillo y el ultimo verde; sus lápices de colores, tijeras, todo aquello que usaría a partir de ese momento.

 

-Taeyeon, es hora de irnos.- Dijo su madre quien ya se encontraba vestida y arreglada para dejar a su hija en su primer día.

 

El trayecto de casa a la parada más cercana de la escuela, fue de media hora; una caminata de quince minutos fue lo siguiente pero a pesar de tan solo ser las siete con diez de la mañana muchos niños de diversas edades acompañados de sus padres, algún hermano, incluso solos, se dirigían a aquel lugar donde pasarían los próximos seis años de su vida aprendiendo diferentes cosas, como leer, sumar o algo más complicado pero también a hacer amigos y jugar con ellos. Al llegar al colegio una enorme cantidad de niños con el uniforma idéntico al de Tae se despedían de sus padres para poder entrar. Ese edificio con escalaras que bajaban en dirección al portón de color rojo era vigilado por un señor de edad avanzada, así como una mujer de cabellos rubios y algo robusta de estatura baja, muy bien vestida a comparación de aquel señor que mantenía un gesto de molestia.

 

-¿Es aquí mami?- Cuestiona Taeyeon al ver a demasiados niños de su edad y mayores.

-Así es Tae, es aquí ahora entra, cuidate y portate bien.- El tono usado por Sun Yeon fue tranquilo pero también serio y reconfortante. –Entra, vendré por ti a la hora de la salida.- Tae solo asintió y fue directamente con el resto de los niños que hablaban entre sí.

 

Los minutos pasaban y los niños seguían llegando, cosa que sorprendía aún más a Taeyeon, quien se encontraba nerviosa en medio del patio principal de aquel instituto, al lado de este pudo ver cinco hileras de edificios, con al menos ocho salones, con excepción de un que parecía tener diez, detrás de esta ultimo había uno de la misma cantidad de salones, todo grandes, muy grandes. Los nervios de Tae seguían en aumento, no conocía a nadie de aquel lugar y sentía como los niños mayores la empujaban casi tirándola sin importales que se hiciera algún daño, uno de los más grandes no solo de edad sino también de altura empuja con fuerza a Tae ocasionando que perdiera el equilibro y cuando se preparaba para sentir aquel dolor, nada sucedió.

 

-Hay Taengo, debes de tener más cuidado.- Una voz muy familiar para ella fue quien la sostuvo, al darse cuenta de quién era su rostro dejo ese gesto lleno de miedo para mostrar ahora uno muy feliz. Una niña de la misma edad que Tae le ayudo a evitar la caída.

-Bom, ¿qué haces aquí?-

-Papá me dijo que esta será mi nueva escuela.- Aquella niña dijo tranquilamente mientras ayudaba a Tae a quitarse el miedo, cosa que no noto.

-Que bien, tendré a mi prima favorita conmigo.-

-Lo sé, estaremos juntas.- Ambas niñas se mostraron felices de que sus padre las colocaran en el mismo lugar.

 

Park Bom, es la hija mediana del tío de Tae, hermano de su madre, con ella siempre tuvo buena relación, cuando ambas visitaban a sus abuelos se la vivían juntas jugando y hablando, era una relación de primas muy buena, tanto que hubo horas interminables de diversión para ambas.

 

Después de que la puerta cerrara todos los niños de seis años hasta doce se encontraba en el patio los mayores tomaron su lugar en el patio, todos formados en orden y por estaturas, en cuanto a un grupo de al menos sesenta niños de seis años estaba nerviosos y viendo lo que sucedía en el centro del patio.

 

-Se han bienvenidos a un nuevo ciclo escolar.- La voz de una mujer en tono amable y dulce dijo por el altavoz llamando la atención de todos los presentes.

 

Durante varios minutos dio indicaciones a los nuevos estudiantes, que aun desconocían sus grupos respectivos, aun así se formaron como sus compañeros en una de las orillas de aquel patio. En cuanto terminaron de hacer lo que aquella mujer que los recibió en la entrada, los deberes civiles iniciaron, con una pequeña ceremonia, al término de esta los grupos mayores se retiraron sus respectivos salones dejando a los recién llegados solo con dos maestros, la directora y otros académicos más.

 

-Diré sus nombres y el grupo al que pertenecen, cada uno de ustedes ira con el profesor cargo de su clase.- Miraba de manera amable pero llena de un tono serio al cual los niños se mantenían en completo silencio. –El profesor Cho será el encargado de la clase 1-A y la profesora Kang será la responsable del grupo 1-B.-

 

Por los siguientes minutos los niños escuchaban su nombre y al grupo que pertenecían, uno a uno los niños se acercaban a alguno de los docentes; Bom fue llamada y enviada al grupo 1-B, dejando a una Taeyeon impaciente, los niños seguía avanzando hasta que era el momento de Tae, quien fue mandada al grupo 1-A, a las primas esa noticia no les gusto ya que no estarían juntas, a pesar de eso las dos se mantenían felices de poder pasar los recesos y comidas juntas.

 

Después de haber dividido los grupos, los encargados llevaron a sus alumnos a sus salones respectivos. La clase para Tae fue divertida ya que conoció a sus nuevos compañeros, aunque también descubrió que una niña con la que asistía a la anterior escuela estaba ahí mismo.

 

-Hola Tae, ¿cómo estás?- Una niña de cabellos castaños se acercó al asiento de Tae.

-Hola Ji Young, bien ¿y tú?-

-Bien, que genial que estemos en el mismo salón.-

-Lo sé, no divertiremos como en la otra escuela.- Ji Young asintió ante las palabras de Tae para después ir a su asiento.

-Hola ¿me puedo sentar?- Una niña alta y de rostro amable se acerca a Taeyeon, quien solo se sorprende. –Es que no hay más lugar.- Dijo mostrando una sonrisa triste.

-Claro.- Taeyeon dejo que la niña se sentara su lado, mostrando una sonrisa. –Mi nombre es Kim Taeyeon.-

-El mío es Kwon Yuri.-

 

Los días pasaban y la relación entre Yuri y Tae se fue haciendo fuerte pero a pesar de eso Yuri jugaba con otras niñas y Tae se quedaba con su prima Bom o sola, ningún otro niño se acercaba a ella, si alguno de ellos lo hacía era para molestarla, ofenderla o quitarle sus cosas. Varias veces le pidió ayuda a su prima pero esta solo le dijo que dejara de ser una llorona y que enfrentará a esos niños, cosa que hizo y las cosas se complicaron.

 

Cada día Taeyeon era recibida por su madre con preguntas sobre cómo fue su día pero nunca dijo nada sobre lo que ella sufría, no solo por los niños de su edad sino también los mayores, todos la trataban mal y decían cosas para herirla. Un día cuando llego a casa tenía miedo que su madre se enterara de algo que le habían hecho; un grupo de niños de su clase y otros mayores le quitaron sus cosas lanzándolas por todos lados, para después reírse de ella y humillarla, en cuanto ellos se fueron Yuri ayudo a Tae a recoger sus cosas que se veían ya muy maltratadas y llena de rayones, Yul le dijo que no llorara y le dijera a su mamá lo que le hacían, Tae rápidamente dijo que no debía ya que las cosas serían peor.

 

-¿Qué le sucedió a tus cosas?- Sun Yeon revisaba las cosas de Tae y noto el estado de sus libretas y lápices, además de que le faltaban cosas. –Dime Taeyeon, ¿por qué están así tus cosas?- El miedo invadía a Tae debido a que sabía lo que sucedería si contestaba pero su opción de no hacerlo era peor.

-Uno niños en la escuela me molestan y me quitaron mis cosas, jugaron con ellas y me dijeron cosas feas.- Las palabras de Taeyeon salieron con gran dificultad y llenas de miedo, dolor así como un sinfín de cosas más.

 

Su madre no dijo nada solo tomo la libreta de color azul y con ella empezó a golpear a Taeyeon, uno tras otro, en cada una de las partes de su cuerpo pequeño y frágil, la ira de Sun Yeon era liberada en la espalda, cabeza y pecho de su hija mayor, quien solo lloraba y trataba de cubrir su cuerpo con sus brazos, así como suplicar que se detuviera, cosa que no hizo, solo dejo la libreta y comenzó a golpearla con su mano. Después de casi quince minutos de golpes Sun Yeon de canso de hacerlo comenzó a insultarla, diciéndole que era una estúpida por dejarse hacer esas cosas, que no quería tener una hija tan débil y tonta, que dejara de llorar o la haría llorar de verdad. Todas esas palabras Tae las había escuchado con anterioridad pero siempre ocasionaron un inmenso dolor, ya que no podía ser defendida y protegida por nadie, su padre viajaba mucho y casi nunca estaba, pero la presencia de él era peor ya que los golpes que recibía por parte de su papá eran peores dejando que su cuerpo sangrara y tuviera moretones por cada golpe.

 

Los días seguían su curso y los tratos horribles de sus compañeros aumentaban, siempre se reían de ella, siempre le destruían o roban sus materiales, incluso le quitaban su dinero, Tae pedía ayuda pero nadie se la brindaba, nadie quería ayudarla, ya que la única persona que lo hizo comenzó a sufrir el mismo destino que Tae, cuando descubrieron que Yuri ayudaba a Taeyeon, ella se convirtió en un objetivo más. A mitad de ciclo una niña lleno a la clase de Taeyeon, esta niña fue directamente a sentarse al lado de Taeyeon ya que Yuri no había asistido ese día.

 

-Hola, ¿cómo estás?-

-No me hables.-

-¿Por qué?- Pregunto la niña recién llegada

-Taeyeon, la nueva se sentó contigo, dime ¿dejaras que te hable?- El tono usado por uno de los niños se encontraba lleno de arrogancia y deseos de hacer llorar a la niña.

-¿Tú quién eres?- La recién llegada no entendía porque Tae no se defendía pero le molesto que ese niño le hablara así.

-Soy Nichkhun y ¿tu?-

-Soy Tiffany, ahora deja en paz a Tae y vete.- La sonrisa de Nichk apareció, así como un gesto de miedo y preocupación en Taeyeon.

-No sabes lo que dices, nadie debe de ayudar a Taeyeon, ya ni su prima le ayuda, ella es una niña tonta.-

-Claro que no, Tae es una niña linda y amable.-

-Sí que eres tonta, no la conoces y la defiendes.-

-Yo si conozco a Tae, así que vete o le diré al maestro Cho.-

-Dejalo Nichk, quizás el maestro no le haga caso a Taeyeon pero ella es nueva.- Dijo uno de sus amigos, para lo cual Nichk solo golpeo a Taeyeon y se fue a su lugar.

-Ya se fueron, ¿te sientes bien?-

-¿Por qué hiciste eso?-

-Porque no está bien lo que hacen.-

-Ahora ellos te molestaran.-

-Claro que no.-

-Lo harán, eso hicieron con Yuri cuando me ayudo.-

-No lo harán Tae, así que seguiré ayudándote.-

-No quiero tu ayuda y no me llames Tae, no te conozco.-

-Sí nos conocemos, tú me diste de tu helado y me enseñaste a jugar Mario Bross.-

 

Tae no dijo nada solo mostro sorpresa y duda ante las palabras de aquella niña que solo la veía, para después dejar ver esa sonrisa que puso nerviosa a Taeyeon, su corazón nuevamente latía rápido y no podía dejar de ver a la niña nueva.

 

 

 

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Cómo dije esta historia esta basada en hechos reales, así que la chica realmente sufria de estos abusos por parte de sus compañeros de escuela y su familia.

 

ATTE: ACZ KIM SUN YOUNG.