Buenas noches! primer capitulo y realmente no estoy muy convencia ni estaba muy segura de como comenzarlo, es que esta historia la vengo pensando hace tanto que ya se me mesclaron muchas ideas. Espero les guste y perdon por tardar tanto en actualizar. Espero les guste, beso :)

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En una lujosa torre perteneciente a uno de los tantos complejos departamentales del districto de Gagnam en la ciudad de Seúl una bella mujer de cabello rubio platinado, piernas torneadas, pequeña cintura y delgado cuello se hallaba frente a la cocina, movia insesantemente un cucharon dentro de una olla y llevaba cada tanto el cucharon a sus rojizos labios para comprobar que el sabor fuera el indicado.

-¿cómo te ha ido hoy?- pregunto ,sin desviar su atencion de su labor , la joven mujer de cabellos rubios al escuchar el código de la puerta sonar y el ruido sordo de unos zapatos chocar contra el suelo de madera lustrada, evidencia de que la persona que entraba se los había quitado lo más rápidamente posible.

- agotador!- exclamo una voz femenina desde la entrada, se escucharon unas llaves caer sonoramente contra el suelo  y seguido de esto una maldición que le saco una sonrisa a la cocinera, mientras sacudia su cabeza de un ladio hacia el otro.

- ven, estoy preparando sopa de hueso de res!- exclamo entre risas, el sonido unos pies arrastrándose le indicaron que su compañera estaba realmente cansada, mientras se mantenía revolviendo  y testeando el sabor de la preparación, un par de brazos rodearon su cintura y un mentón se apoyó en su hombro derecho. La ya conocida fragancia de su acompañante mezclada con lo que ella llamaba "el olor de la calle" le provoco picazon en su nariz.

-huele rico Unnie- dijo su acompañante aspirando el aroma proveniente de la sopa por encima su hombro.

- así es, después de todo yo lo prepare- contesto sonriendo, apago el fuego y le coloco la tapa a la olla para que no se enfriara- prepara la mesa Eunjung.- le indico separándose de ella mientras servia  en pequeños cuencos el arroz que habia estado manteniendo caliente en la arrocera.

Eunjung  se dirigió hacia la alacena, tomo los vasos y los cuencos para sopa, cuando acomodo todo sobre la mesa fue hacia el refrigerador, y de allí tomo un recipiente con kimchi de pepinos.

- compraste kimchi de pepinos Unnie- dijo Eunjung  sonriente  mientras observaba la etiqueta del producto.

-claro, sé que es tu preferido cariño.- respondió la rubia mujer dejando la olla repleta de humeante sopa sobre la mesa y sentandose. La mujer pelirroja se colocó a su lado y comenzó a servir la sopa en los cuencos.

- ¿y bien? ¿Qué has hecho hoy?- pregunto la mujer rubia mientras tomaba el cuenco repleto de sopa que su acompañante le tendió

-pues mucho trabajo, últimamente los grupos debutantes están llenos de integrantes que se creen la gran cosa y no pueden siquiera entonar bien- respondió disponiéndose a probar la comida que la mujer había preparado.- eso me desespera, incluso los grupos no tan nuevos a veces pareciera que tienen miedo escénico, si no pueden con la presión no deberían haber elegido ser idols.- llevo la cuchara hasta su boca - esto está realmente bueno cariño.

- no deberías ser tan dura, suelen ser niños prácticamente- respondió sonriendo- gracias, puse mucho de mi amor mientras lo preparaba.-su sonrisa se tornó picara, dejo la cuchara de lado y con la yema de su dedo índice comenzó a trazar círculos en el brazo de Eunjung por sobre su blusa.

-¿que está buscando señorita Lee Ji Hyun?- pregunto Eunjung alzando las cejas-

-sabes lo que busco- respondió mordiéndose el labio inferior ligeramente provocadora a lo que Eun rio.

- primero déjame terminar esto, realmente estoy exhausta hoy- respondió volviendo la atención a su plato, Ji Hyun bufo molesta pero no quiso insistir más, sabía que si Eun le decía estar cansada era porque realmente lo estaba, pero en cuanto llegaran a la cama no podría poner excusas- realmente has cambiado Ji Hyun. - dijo Eun sacando de sus pensamientos para nada sanos a la mayor..

-¿a qué te refieres Eunjung?- pregunto extrañada.

- cuando comenzamos a salir, si llegaba a negarme...- Eun alzo un poco la vista recordando las situaciones pasadas en que ella por alguna razón se había negado a las insinuaciones de la mayor, soltó un leve suspiro y continuo- me hubieras gritado u acosado hasta el cansancio.

-oh vamos - dijo haciendo un pequeño puchero- ni que yo fuera una maniática del o Eunjung- se defendió la mayor volviendo a su comida

- ¿no lo eres?- pregunto divertida la mujer de cabellos rojo fuego- te recuerdo que me acosaste hasta el cansancio hasta que dije que sí y no era precisamente con rosas y chocolates que lo hacías.- Ji Hyun se sonrió recordando el pasado, cuando se conocieron hace ya casi diez años atrás y se decidio a conquistar a la menor de cualquier forma.

- exageras- dijo sonriendo- simplemente sabía que te quería a ti.- respondió sin ningún recelo, cosa que provoco un pequeño rubor en la pelirroja mujer- ¿realmente aun te sonrojas?- pregunto al ver el tono rojizo en sus mejillas.

- sigue sorprendiéndome la facilidad con la que dices algunas cosas- explico Eun sin mirarla.

- por esto aún sigues gustándome como el primer día- respondió tomando a Eun de la barbilla y obligándola a que la mirase- ya no eres la niña de que cabello corto como niño que conocí años atrás, ya no te muestras nerviosa ante mi sola presencia, ni tampoco tartamudeas al hablarme frente a los demás, pero sigues sonrojándote y esquivando mi mirada cuando te digo todo lo que te deseo, cuando cubres tu rostro para que no vea tus ojos brillosos por mi. Eso me sigue atrapando de ti, tal como la primera vez que estuvimos juntas, sigues siendo tú y eso me encanta de ti Eunjung. Estoy tan segura de que nadie puede gustarme como lo haces tú que puedo decirlo sin reparos, sin dudar. ¿Tú puedes decir lo mismo de mí?- sus ojos eran como fuego, recorrían el rostro de Eunjung insistentemente, pasando desde sus carnosos labios hacia su marcada barbilla y sus delicados pómulos para terminar en sus oscuros ojos, aquellos que la habían incitado a perseguirla años atrás sin siquiera proponérselo. No sabía si la amaba, porque para Lee Ji Hyun el amor no era algo que formara parte de su vocabulario, pero algo podía asegurar ante cualquier juez y tribunal del mundo y eso era que la mujer sentada frente a ella, Ham Eun Jung, le pertenecía en cuerpo y alma, porque fue suya desde el momento en que fijo sus ojos en ella.

- Unnie...- la voz entrecortada de Eunjung le denoto cuan nerviosa la había puesto.- ¿por qué sales con cosas así de la nada? sabes mi respuesta aunque no la diga.- dijo queriendo esquivar la penetrante mirada de su novia.

-perfecto- escucho Eunjung y lo próximo que sintió fueron unas fuertes manos tomarla de la cintura y levantarla de su asiento, en cuanto lo noto se encontraba siendo arrastrada hacia la habitación principal, aunque fuera más alta que su novia, cuando ella le besaba el cuello de ese modo sus defensas flaqueaban.

-la...la cena- articulo Eun queriendo zafarse al sentir que chocaba contra el borde de la cama y su pareja empujaba para lanzarla contra esta, la idea de esperar hasta despues de la cena se habia esfumado de la mente de Ji Hyun en el momento en que comenzo a pensar en el rostro de Eunjung sonrojado por el placer que ella le provocaba.

- puede esperar- dijo con la voz algo ronca, ese tono le indicaba a Eun que ya había llegado al punto donde no había retorno, su cuerpo cansado le iba a pasar factura al día siguiente pero aun así se dejó hacer por la mayor, se perdió en el éxtasis del placer una vez más. Hundió su rostro en la clavícula de la mayor para aspirar su aroma con mayor fuerza, ese aroma la había vuelto loca años atrás y aun conseguía hacerlo con la misma facilidad. - no te preocupes- dijo la mayor en su oído cuando dejo de besar su cuello- hoy hare todo el trabajo por ti, sé que estas exhausta. - Eun se sonrió sobre su piel y dejo un pequeño beso en su hombro- ves ¿acaso no soy realmente una buena mujer? te preparo dos deliciosas cenas en la misma noche, mañana deberías compensarme en tu horario de almuerzo ¿no crees?- Eun solo asintió divertida por las ocurrencias de su mujer.

En otra parte no tan alejada en la misma ciudad de Seúl las hermanas Park regresaban luego de un agotador día de grabación al departamento que compartían junto con algunas trainers de su misma empresa. Hyomin, quien era la mayor entre las dos arrastraba a su hermana pequeña del brazo, desde que habían puesto un pie en el estudio de grabación su hermana parecía estar en otro mundo muy distinto al de ella, varias veces debio ser regañada por una de las productoras generales, pero parecía que cada vez que aquella mujer pelirroja se acercaba a su hermana esta se volvía una bola gigante de nervios pues ni hablarle correctamente había podido, aquello no solo había llamado su atención sino también la de varios de los presentes. ¿Acaso aquella mujer le había dicho algo a su hermana que le hacía reaccionar de ese modo? ¿ Tal vez la había regañado de más?.

- y bien...- dijo Hyomin cerrando la puerta de su habitación una vez dentro y girándose para escrutar el rostro de su pequeña hermana- ¿qué es lo que te está sucediendo Jiyeon?

- a...a ¿qué te refieres?- tartamudeo la menor, signo de que ocultaba algo y era algo importante.

- Jiyeon...- la reprendió Hyomin endureciendo un poco su voz- no me ocultes las cosas ¿que sucedió hoy con la señorita Ham?- Jiyeon desvió su mirada hacia la ventana - Park Jiyeon! Mírame!- exclamo Hyomin logrando la atención de la menor nuevamente- ¿ella te regaño? ¿Te dijo algo inapropiado? ¿Fue dura contigo de algún modo?-  pregunto preocupada al ver que su hermana tenía los ojos cristalizados, a punto de romper en llanto- dime Jiyeon, ¿ te grito? ¿Hizo algo malo?- se acercó y la tomo por los hombros, ella solo negó moviendo su cabeza.- ¿entonces qué sucedió? ¿Porque estas de este modo? ¿No fue ella? ¿Fue alguien más?- Jiyeon se mordió el labio inferior conteniendo las lágrimas y trago fuerte, lo que debia decir no era algo facil para ella pues no era algo que hubiera sentido antes.

- Unnie..,- dijo por fin con un hilo de voz, los ojos preocupados de Hyomin la incitaron a continuar hablando- yo...- suspiro tomando fuerza para decir las palabras que nunca creyó decir y menos aún bajo tales circunstancias- yo...creo que me enamore a primera vista.- soltó bajando su mirada, se sentia tonta incluso por decir aquellas palabras "amor a primera vista" ¿aquello existia en realidad?.

Hyomin se quedó helada, aquello no se lo esperaba ¿su pequeña hermana enamorada? bueno, aunque en realidad ya no era tan pequeña para ella siempre sería una niña, siempre seria su niña. La observo mejor y luego de toda la vida a su lado pudo ver que quien estaba frente suyo ya no era una niña, era una mujer, una mujer que lograba sacarle suspiros y pensamientos inapropiados a más de un hombre cuando bailaba en el escenario, una mujer que podía ser arrebatadoramente sensual y en un segundo transformarse en la inocencia pura y aquello era lo que más le preocupaba. Que al ser tan inocente lograran lastimarla o usarla, ¿quién era el hombre que había logrado cautivar a Jiyeon al punto de hacerla llorar de ese modo? al punto de provocar que incluso se equivocara en el escenario, cosa que no pasaba ni siquiera en sus tiempos de debut.

-¿ quién es ?- pregunto Hyomin, pero ella no respondió y siguió con la mirada baja- Jiyeon...¿ quién es él?, tengo el derecho a saber quién se robó el corazón de mi niña ¿no crees?- insistió,  entonces Jiyeon alzo la vista.

-él es...- repitió la menor - él es... alguien que conocí en el estudio de grabación.- termino por decir volviendo a morder su labio inferior.

-¿realmente? ¿En qué momento mi pequeña Dino escapo de mi vigilancia y conoció a su príncipe azul?- contesto Hyomin sonriendo, intentando calmar las lagrimas de su hermana menor  mientras acariciaba con dulzura su cabello. Jiyeon sonrió fingidamente y se liberó del agarre de su hermana.

- ¿podríamos hablar luego?- pidió dejándose caer en su cama- estoy realmente  agotada Unnie.- agrego escondiendo su rostro en la almohada, no quería que Hyomin viera las pequeñas lagrimas que comenzaban a surcar sus mejillas, no ahora que había terminado de entender que, no solo le gustaba una mujer, si no que eso también la había llevado a mentirle por primera vez en su vida a su hermana mayor.

pd: sé que es corto u.u