Episodio 8

The Queen of the Show

- ¿Desea algo más señora Park?-

- No, retirate Boram. -

- Bien- dio una pequeña reverencia y giro sobre sus talones.

La mujer de escasa estatura y flequillo negro salió por la puerta del despacho de la congresista Park con la misma alegría que hacia semanas la caracterizaban, nula. No importaba como intentase hacerle frente al trabajo de secretaria de Park Soyeon no lograba entender que era lo que la angustiaba tanto , ella siempre había sido alguien optimista y alegre, pese a todas las dificultades en su vida, nunca había bajado los brazos ni se había sentido menos frente a nadie, pero esto era distinto, había algo en su nuevo trabajo que la hacía sentirse... Para decirlo de manera coloquial, una idiota. Quizás era el frío temperamento de su jefa, la manera en qué está la miraba por sobre los lentes de lectura o la forma en que entornaba los ojos y suspiraba ante el más mínimo error, o posiblemente era el tono de voz impersonal que usaba con ella. 
Boram era consciente de que solo era su empleada y no podía esperar un trato distinto pero hacia más de un mes que pasaban la mayor cantidad de horas del día juntas y compartían noches en desvelo cuando Soyeon debía dar un discurso en el congreso, ya que cada palabra debía ser elegida cuidadosamente y aunque muchas veces Boram no estaba de acuerdo con el contenido del mismo no se atrevía a contradecirla, el tacto no era lo suyo y la paciencia no era lo de Soyeon.

Con las semanas había aprendido que Park Soyeon había llegado a donde estaba a tan corta edad no solo por sus méritos académicos que eran admirables sino en realidad por su temple. Su postura, su forma de mirar y dirigirse hacia los demás dejaban en claro a primera vista que no era una persona y mucho menos una mujer con quién meterse, no era alguien a quien se pudiera doblegar o convencer fácilmente. Boram incluso llegó a pensar que no había nada a lo que su jefa le tuviera miedo o le hiciera retroceder, y lo hubiera seguido pensando de no ser porqué una noche sin quererlo descubrió el talón de Aquiles de Park.

Pasaban las dos de la madrugada y Soyeon continuaba trabajando en un proyecto de ley que establecía un nuevo protocolo para la adjudicación de licencias de venta de psicofármacos a las principales droguerías del país, esto abriría un mercado muy amplio para la industria farmacéutica del país y era una proyecto que el propio jefe del partido conservador le había encargado a Soyeon, con lo cuál todo su empeño estaba puesto en ello. 
Soyeon había llegado al punto de dormir poco más de tres o dos horas al día y habiendo arrastrado a Boram al mismo ritmo inhumano de trabajo las tazas de café se acumulaban en el suelo del departamento de azotea de la mayor.

Soyeon había decidido que el mejor lugar para trabajar hasta altas horas de la noche era el departamento de Boram y tal elección no había sido arbitraria. La mayor vivía al otro lado de la ciudad y aunque el metro fuera una buena opción de transporte, quedarse en la oficina hasta terminar el trabajo había tenido la nefasta consecuencia , según la perspectiva de Soyeon, de que al día siguiente Boram se quedase siempre dormida por el tiempo que perdía en llegar a su hogar durante la noche.

Por lo tanto la mejor solución era salir de la oficina, llevar en su automóvil a Boram y quedarse trabajando allí con ella. Claro estaba que la idea de pasar horas metida en un diminuto apartamento no le agradaba ni un poco.

Una de las tantas noches de trabajo Boram no pudo evitar quedarse dormida sobre la mesa y Soyeon prefirió no molestarla, tan exhausta era de poca ayuda y solo conseguía equivocarse más de la cuenta.

Aproximadamente una hora después de que Boram cayese dormida Soyeon recibió un mensaje en su móvil, era del jefe de prensa del partido. Habían descubierto a su esposo siendole infiel e incluso habían tomado fotos, no era algo que podía salir a la luz , bajo ningún concepto podía llegar a los medios masivos de comunicación. 
Y no era porqué a Soyeon le preocupará ser vista como la mujer engañada, era porqué ella era la imagen del partido y algo así mataría todos los estereotipos de familia perfecta que había construido al decidir casarse y qué tanto defendía frente a sus electores.

Soyeon respiro profundo y contestó el mensaje mantiendo la calma.
-"¿Cuánto dinero quieren?"
-" ¿Cuánto estás dispuesta a pagar? Deberías cuidar mejor tú matrimonio" 
-"¿Cuánto?" 
-" $500.000 dólares" 
-"Eso es mucho dinero" 
-"¿Tú carrera política no lo vale? Estás poniendo en riesgo a todo el partido, hazte responsable."
- "Bien, tendrán el dinero mañana por la mañana, enviame los datos de la cuenta al mail que tu ya sabes"

-"Ok"

La congresista sintió el dolor en las cienes asomarse, ya lo veía venir, necesitaba una aspirina urgente si no quería que la noche fuese un desperdicio. Se levantó y se dirigió al baño, convencida de una pastilla y un poco de agua fresca en el rostro calmarian su incipiente malestar. 
Entre tanto Soyeon no había notado que Boram había despertado con el sonido del teléfono, y es que al ver la expresión sombría en el rostro de su jefa la mayor prefirió simular y pasar por dormida. 
En cuanto Soyeon se levantó Boram no pudo con su curiosidad, aquella que le había dado problemas bastante seguidos de joven,  tomo el móvil y reviso los mensajes.

Contuvo una exclamación tapándose la boca, y miró hacia el cuarto de baño en el preciso momento en que oyó como el grifo se cerraba. Dejo el móvil dónde estaba y aparento recién despertarse.

- veo que por fin despiertas- apuntó Soyeon cerrando la puerta tras si.

- si, lo siento- dijo Boram inspeccionando a Soyeon, esperaba encontrarla con los ojos rojos y aguados, con la voz temblorosa y las manos nerviosas pero por el contrario solo encontró frialdad en su mirada. - ¿Se encuentra bien señora Park?-

- solo un dolor de cabeza, nada anormal-  Soyeon volvió a colocarse las gafas y comenzó a releer el discurso en voz alta.

- Disculpé pero creo que debería descansar un poco-

Soyeon alzó la vista y dejó el discurso a un lado, se giró de modo que su cuerpo quedó frente a Boram y se inclinó sobre ella con la mirada fija en sus ojos.

- ahora es el peor momento para descansar- determinó

- ¿Por...por qué?-

- porqué debo hacerme cargo de mis errores- dijo y sin más explicaciones volvió a su posición original.

Boram tragó fuerte y tardo un segundo en procesar la escena, algo no le cerraba y eran los ojos de Soyeon. Nunca había visto ese leve brillo de miedo e inseguridad escondido tras una fachada de frialdad inmutable.  Podría haber sido por escasos segundos pero Soyeon había bajado la guardia frente a ella, se había mostrado débil sin quererlo. 

-  entiendo- respondió Boram más para si misma que para su jefa que solo la ignoro.

Boram entendió que Soyeon no estaba dolida por el engaño en si, estaba asustada de que se supiera, estaba avergonzada de cometer un error del que en realidad ella poco podía hacer, estaba asustada del que dirán. Y menos aún podía enterarse de que  laayor lo sabía, se sentiría inferior y cuando alguien de poder se siente inferior su primer recurso es atacar a aquellos que tiene a su alrededor y para mala suerte de Boram, ella era la única persona alrededor de Soyeon. 

Luego de esa reveladora noche Boram no pudo evitar sentir algo de pena por su jefa, la soledad que emanaba era aún más visible a simple vista y juraría que ya no volvía por las noches a su hogar, la secretaria sospechaba que Soyeon ya no tenía un lugar al que llamar hogar más que su oficina.

- deberías ocultar mejor tus sentimientos  señorita Jeon- señaló Soyeon dejando de lado el nuevo panfleto del partido.

-¿Cómo dice señora?- desprevenida Boram tartamudeo un poco.

- deberías ocultar mejor el hecho de que le tienes pena a tu jefa y no lo niegues, tu expresión hace semanas es la misma- clavo la mirada fija en la mayor mientras se ponía de pie e iba hacia ella.

- no señora, ¿Por qué le tendría pena? En absoluto- 

- también deberías aprender a mentir-  tomo a Boram de la barbilla y la obligó a alzar la vista hasta sus ojos- y mirarme a los ojos cuando me hablas- 

Boram se quedó en silencio, sintiéndose más pequeña de lo que era físicamente.

- no hay motivos para la lastima Boram, cada uno obtiene lo que se merece- dijo soltandola 

- usted merece más que esto- respondió sin pensar

- si tú lo dices- Soyeon sonrió  de lado

Boram se sintió algo ofendida por la risa de desdén de su jefa, que lanzaba por el suelo sus opiniones respecto a ella pero al instante lo entendio como un mecanismo de defensa propia de aquel que se cree una basura frente al mundo y recordó entonces lo que hacía su madre cuando ella no se quería a si misma de pequeña.

- señora Park-

En cuanto Soyeon dirigió su vista nuevamente hacia ella Boram la atrapó entre sus brazos y antes de que pudiese reaccionar la arrastró hasta el sillón haciendo uso de una fuerza que no creía tener y allí se quedaron , Soyeon atrapada entre sus brazos, sin entender qué demonios sucedía y Boram recordando que su madre siempre tenía razón cuando era cuestión de consolar a los demas, aún cuando ni ellos saben porqué deben ser consolados.

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Comments

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KouMara
#1
Chapter 12: me parte el alma la situación de mi Baekgu, pero me duele más saber que esta belleza de fanfic está inconclusa.
alexxgar18 #2
Chapter 12: Odio a Qri, pero está super bueno el fic
LizieSaRe #3
Chapter 12: Con eso que le dijo Eunjung hasta yo lo haría. Ahdhaasdfgjfkahdja.
Xhaibolt
#4
Chapter 12: Otra update por favor
LizieSaRe #5
Chapter 9: Necesito!
LizieSaRe #6
Chapter 8: NO SABES CUANTOOO ESPERÉ ESTE CAPÍTULO. Se me hizo eterno. Por favor no tardes mucho. Esta historia es increíble. Es uno de los mejores regalos de Año Nuevo. Gracias!
ham_eunjung97
#7
Chapter 8: Re boluda estaba Jiyeon jajajaja
Hedle19
#8
Chapter 7: ooohhh ya se acabo T_T... esperaré el siguiente capítulo.. bastante bien hasta ahora... fighting!!
Hedle19
#9
Chapter 6: jaja pobre Boram ♡♡
Hedle19
#10
Chapter 5: que controladora la Qri... :)