Ese día fue totalmente enérgico para las miembros del grupo de T-ara. Más que obvio que se habían emocionado por estar de vuelta en China, el lugar que las acogió con mucho amor. Hyomin y Qri no eran la excepción.

Se instalaron en el hotel, y como por costumbre, la pareja se acomodó en una habitación. Al anochecer ambas se encontraban relajándose en su recámara esperando el día de mañana que con tanto trabajo les aguardaba. 

Qri quería sólo descansar, ponerse su mascarilla facial y ver la televisión antes de dormir, pero Hyomin tenía otros planes.

— Qri ¡vayamos a comer! — gritaba emocionada mientras abrazaba a su novia que se encontraba sentada frente a un enorme espejo arreglándose el cabello. 

— Ya es tarde, ya cerraron el buffet — respondió Qri tranquila y Hyomin le mordió la oreja juguetonamente riendo como causaba un escalofrio en el cuerpo de la rubia.

— No me refiero a comer ahí, vayamos afuera, ¡deben haber un montón de lugare a los cuales podemos ir a cenar! — se despegó de Qri alzando los brazos de una forma emocionada.

— No creo que sea conveniente que salgamos las dos solas — Qri volteó a verla con una mueca y Hyomin hizo un puchero a la negatividad de la rubia.

— Pero yo quiero salir — se sentó en la cama derrotada — hace mucho que no tenemos una cita — susurró pero la rubia alcanzó a escuchar. Esta sonrió amable entendiendo por donde se dirigía el asunto.

La verdad es que últimamente había tenido mucho trabajo desarrollando su deber de líder y no le había dedicado el tiempo suficiente a su novia. Se levantó del sillón y se sentó a un lado de la castaña mientras acomodaba un mechón rebelde de esta detrás de su oreja.

— Minnie — comenzó mientras tomaba la mano de Hyomin para acariciarla — si me extrañas solo tienes que decirlo, no es necesario salir a comer para pasar tiempo juntas.

— ¿Quién te dijo que te extrañaba? — la castaña contestó a la defensiva como una niña pequeña y Qri sonrió y le siguió el juego.

— ¿Ah no? Y yo que pensaba que me querías, ahora ya no pediré el servicio a cuartos para pasar contigo la noche y no salir a ningún lado.

Hyomin abrió los ojos y negó con las manos rápidamente.

— ¡Era broma! Obvio que te extraño y quiero pasar tiempo contigo

Qri sonrió ampliamente ante la actitud infantil de Hyomin. Habían ciertas veces que le desesperaba pero ¿Cómo no amar esa parte de ella si era tan adorable?

— Entonces ¿Qué opinas de pedir el servicio a cuartos inmediatamente y luego prepararnos para irnos a la cama?

— Pero creí que dijiste que... — Hyomin abrió la boca al entender lo que su novia estaba sugiriendo— ¡Como usted ordene Miss Lee! — Hyomin sonrió enormemente y fue corriendo al teléfono que se encontraba en la mesita para pedir de comer.

Qri la observó detenidamente. Si, aquella despistada castaña le alegraba la vida.