Luego de haber estado trabajando durante mucho tiempo en entrevistas, canciones, nuevos álbumes, colaboraciones, etc; por fin tenían un tiempo de relajación. 

La líder había decidido llevar a su nueva novia a campar a un lado del lago. Habían estado juntas realizando todas las actividades que con esfuerzo pusieron en el intinerario.

Comieron antes de viajar en el auto de la menor, fueron al supermercado para comprar más comida ya que Hyomin casi siempre tenía hambre. También jugaron un rato en el lago, caminaron alrededor con las manos entrelazadas mientras veían el paisaje. 

Todo era como una luna de miel. Excepto por un factor: "El teléfono de Hyomin".

Qri había intentado despegarla sutilmente pero no aguantó más y cuando estaba a punto de arrebatárselo de las manos la menor habló

— ¿Sabías que cuando un pingüino encuentra pareja, permanecen juntos para toda la vida?

— ¿Eh? — preguntó confundida.

— Si, dicen que ellos son muy leales y si se muere su pareja ellos no la cambian por nadie más — Hyomin alzó la vista e hizo contacto con los ojos amielados de Qri. — Yo me considero un pingüino — confesó de una manera seria y sólo hizo que Qri se ruborizara.

— ¿Qué cosas cursis dices? — agarró su almohada y la estrelló contra el rostro de la castaña. Pero esta más rápida tomó a Qri con fuerza por los brazos y se abalanzó sobre de ella haciéndole cosquillas.

— Lo dice quien preparó un campamento romántico al lado del lago — se mofó y Qri sólo le dio otro golpe mientras reía.

Luego de una pelea entre cosquillas y burlas entre ellas. Ambas jadeaban del cansancio por la falta de aire de haberse reído tanto. Delicadamente la mayor entrelazó su mano con la de su novia y plantó en ella un sutil beso.

— Yo también me considero un pingüino. — colocó un mechón de cabello castaño de Hyomin detrás de su oreja — no me imagino una vida sin ti, y no podría estar con nadie más que no seas tú. — sonrió gentil y Hyomin con un puñado de sentimientos creciendo en su estómago se adueño de los labios de Qri y luego se acurrucó sobre su pecho.

— Te amo — susurró.

— Yo también te amo Hyomin.