VI

Hay un sonido muy fuerte colándose a través de las ventanas de Kyungsoo, pero de alguna forma encuentra la manera de ignorarlo por varios minutos.

No es que no le interese o no quiera involucrarse, viene de la sensación de que lo que escucha no es real, si lo fuera alguien habría llamado a la policía, habría gente despierta y rodeando el origen del sonido, porque el adolescente sabe que está cerca. Tan cerca que bien podría estar bajo su ventana.

Es tan fuerte que siente le está perforando la cabeza como un martillo, y al final, no puede seguir fingiendo que no existe.

Se puso ropa ligera, aún no sobrepasa el calor, es muy pronto para eso. Así que vuelve a la camisa sin mangas y a un par de pants para deportes, tiene que doblarlos hasta por encima de su rodilla.

Baja las escaleras en crocks y sale por la puerta de la cocina….

La noche es fría (o su casa está muy caliente), la piel se le eriza pero el sonido lo siente más cerca y puede ignorar el escalofrío sobre la piel.

El sonido viene del departamento frente a su casa, el hogar de Kai.

Kyungsoo no sabe si vale la pena el intentar abrir la puerta,  ha estado cerrada por casi tres meses y Kai sigue sin hablarle.

Aunque él lo extraña.

Pero es el sonido o su incomodidad e incapacidad de pedir perdón… Piensa en si Kai estará bien, o si están asaltando su casa… tal vez tuvo un accidente…

Sin darse cuenta aprieta el paso hasta que cruza la barda, la puerta y el pequeño pasillo que divide su patio trasero del departamento. Cuando toca el pomo de la puerta, se sorprende al descubrir que no está cerrado…por primera vez en tanto tiempo.

Entra tentativamente, con pasos silenciosos, da un vistazo dentro pero todo está muy oscuro.

El edificio no tiene tantos departamentos como se ve por fuera, en años no ha tenido más que un par de inquilinos que pagan una renta muy alta, aunque Kyungsoo nunca se ha atrevido a preguntar de que trabaja el Sr. Kim, el siempre tiene dinero para pagarla y concederle algunos caprichos tecnológicos a su hijo.

Dentro solo hay unas escaleras que dan directamente al tercer piso,  solo hay una puerta y esa es la casa de Kai.

El sonido aumenta en intensidad.

-¡Kai!!...- Kyungsoo se tomó del barandal y empezó a subir por las escaleras, son largas y cansadas pero sus pies se han acostumbrado a ellas. No tarda en llegar a la puerta y entonces pegar la oreja para saber si viene de ahí. 

Hay silencio y entonces un golpe contra la madera que lo siente en la cara y lo tira hacia tras casi empujándolo contra las escaleras si no fuera porque su mano encontró otra vez el pasamanos.

La cara le arde y los dedos están dolorosamente torcidos pero al menos no tuvo una caída de dos pisos de altura.

-¡Kai…ábreme!..- grita antes de siquiera intentar abrirla por si mismo. ¿Qué demonio está pasando ahí dentro??...-

Toma la puerta, listo para empujar, pero cae hacia el frente. Jamás estuvo cerrada.

Kyungsoo mira a su alrededor para enfocar algo, lo que pueda, dentro está Kai, puede ver su sombra reflejada contra la pared y se está moviendo una y otra vez a la misma dirección, cuando lo hace el sonido vuelve. Es tan fuerte que la cabeza amenaza con dolerle.

-¡KAI!!...-

El minotauro lo mira con un gesto asustado que se transforma rápidamente en rabia, Kyungsoo puede verlo pero no puede detenerse a tiempo antes de que Kai se dirija hacia el y lo empuje contra la pared contraria.

-Aaaaghhh….- el no grita, no está en su naturaleza hacerlo pero el golpe le sacó todo el aire y removió su estómago hasta que un líquido caliente y salado sube por su garganta, acompañado de dolor, intenso y penetrante como una navaja justo en su costado, donde el pequeño cuerno de Kai se ha clavado sin romperle la piel.- 

Sin fuerza en las piernas, Kyungsoo se resbala de la pared cuando Kai finalmente deja de empujarlo. Solo tiene la energía suficiente para doblarse hacia el frente y vomitar en el piso su cena veteada de rojo y negro.

-K-kai…- dice entre gemidos, sosteniéndose el estómago porque no puede soportarlo, el dolor va a partirlo a la mitad…-

-“vete”…- responde el minotauro con las manos, sin mirarlo a la cara.-

De ese rostro castaño y blanco queda muy poco, en tres meses el pelaje de Kai cambió drásticamente; es de un negro fortísimo, refleja el brillo de sus ojos y la iris blanca que puede ver otra vez.

Es la misma sensación de horror y el cosquilleo eléctrico que le recorre la espalda y levanta cada pelo sobre su piel, pero esta vez no siente asco….

-No…- responde con un hilito de voz, sus pulmones están muy lastimados por el impacto como para responderle de inmediato, sin embargo no se ahoga.- dime… que… haces!!..-

Kai piensa que es sorprendente que tenga el descaro de venir a gritarle a su casa, pidiendo por explicaciones.

-“vete”.- repite, siendo más enérgico con las manos. –

Pero hay un problema con el lenguaje de señas y Kai lo conoce muy bien. Es útil y lo ayuda a comunicarse con algunas personas, no todas, pero si las más importantes de su vida, su padre y Kyungsoo.

El problema es que el resto del mundo nunca lo entenderá ni aunque puedan manejar el mismo lenguaje. Nunca entenderán el estado de la vida de Kai, jamás comprenderán como se siente ser un verdadero rechazado… alguien que no encaja en ningún lugar.

Kai quisiera pasear por ahí, caminar entre las personas sin que le griten “animal” o sin avergonzar a su padre que  ha sido despedido una y otra vez cuando alguien se entera que está contaminado con “eso”. ¿Qué… es “eso”???!!! ¡QUÉ ES??!!!!...

Kai quiere saber, quiere entender porque todos lo odian y quieren verlo muerto sin darle la oportunidad de defenderse, de decir “no”.

Quiere comprender porque la palabra “animal” duele tanto…

-“vete”…- repite un sinfín de veces con las manos.-

-no…- es la única respuesta de Kyungsoo, tiene tiempo de levantarse ayudándose por la pared y algunos muebles regados por ahí que Kai había golpeado horas antes.- no me iré…-

Kyungsoo puede soportar el dolor pero no que alguien malentienda lo que dice….

-Dime… que estás haciendo…?..- puede sonar como una pregunta muy simple pero  es la única duda que tiene. ¿Qué lo tiene así?...- Quiero…ayudarte…-

Se sorprende a si mismo con esa oración…. ¿Qué es exactamente lo que podría hacer por Kai?... ¿Qué quiere hacer por el…?¿A qué fue exactamente?

Como fuera, no tiene tiempo para pensarlo, porque la cara de Kai se está contorsionando otra vez en una mueca de enojo.

Sus manos pequeñas cubren su rostro enorme y negro con desesperación, con el deseo de dejar marcas rojas y  arrancarse todo el pelo, tal vez bajo la carne de toro esté su verdadero rostro… si solo pudiera encontrarlo…

Pero al final solo está el, con la misma realidad y la uñas llenas de sangre, pelo, sudor y piel.

-“vete…VETE, VETE!!! VETE!!!!!”.-

-¡NO!!.-

Kai quiere gritarle, pero ni ese beneficio de las personas tiene. Su garganta es muy amplia para que tus cuerdas vocales trabajen como deben… tiene la garganta de un toro.

-¡Dime que te pasa!!!...-gritar hace que le duela el estómago así que se detiene solo para torcerse hacia el frente, sosteniéndolo con fuerza entre sus manos, eso mitiga el ardor…- dime…- pide al final.- por favor…-

Kyungsoo comprende que esa palabra no era la que debía salir de su boca, pero no puede pedir perdón por algo que no se le permite entender… Kai tiene que hablar con el primero.

-dime…-

-DYOH…!!!-

El más pequeño levanta el rostro para saber que está pasando con Kai. El minotauro se sostiene la garganta con la mano entera, apretando tan fuerte que podría colapsar la tráquea de cualquier persona.

-DY…dyoh…oh…- su esfuerzo pierde fuerzas y también su cuerpo, que se dobla poco a poco hasta que sus piernas tambalean y cae hacia atrás, sentado.- Dyoh…- repite, usando la mano otra vez.-

-es…-

-“es una sorpresa…”- responde Kai sin verlo a la cara. Está muy cansado de estar enfadado y frustrado…-

No, Kyungsoo tradujo mal…“era” una sorpresa. 

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“Hoy, a las 19 horas se reportó un enfrentamiento entre las fuerzas armadas y una manifestación Animal en las calles de Myeondong. Dicho enfrentamiento comenzó a las 17 horas cuando los Animales y simpatizantes de la causa comenzaron a tomar las calles y centros públicos en una manifestación no autorizada, varios de ellos cargaban con navajas y otras armas punzocortantes.

Dada la ilegalidad de los hechos las fuerzas armadas tuvieron que tomar cartas en el asunto para retirar las armas, la respuesta fue violenta y trajo consigo la muerte de tres simpatizantes, Kim Minseok, Park Bom y Huang Zitao, ciudadano chino..

En otras noticias, el zoológico de Seúl fue víctima una vez más de…. “

Kyungsoo apagó el televisor, el sonido lo molestaba y no podía concentrarse en leer el último libro que Kai le había prestado. Un tomo avanzado de aprendizaje del lenguaje de señas.

Últimamente Kyungsoo firma sus libros con una D y una O, separadas por un punto, como siglas de algún nombre más largo.

No lo hace con todos sus libros, solo con los de señas que poco a poco se apilan en su habitación junto a los de aprendizaje vocal que ha pedido prestados a la biblioteca y que algunas veces corre con la suerte de encontrar en venta.

El se lo achica a la falta de lectores que cada día se reduce aún más, también a la sobrepoblación del mismo tomo.

Esos libros son especiales, porque son pocos y nadie tiene el nivel de atención suficiente para entrar y abrirlos, mucho menos para preguntar porque esas dos letras nada más.

Son especiales, eso es todo. Especiales para Kyungsoo y Kai.

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En los siguientes 6 meses no volvieron a hablar del asunto. Kai no mencionó nada al respecto cuando estaba con el, y Kyungsoo corrió con la suerte de que el tema de la sangre en el estómago no fuera algo por lo que tuviera que ir al hospital.

Aún no podían verse, porque los padres de Kyungsoo decidieron alargar el periodo de espera otro par de meses en que el miedo por las noticias sensacionalistas se reducía. 

Nadie sabe nada acerca de porque la “gente” como Kai está naciendo, pero nadie va a tomar riesgos de que su familia corra con el mismo destino. La ignorancia genera miedo y el miedo en las personas que lo tienen todo  genera violencia…

Por suerte, los padres de Kyungsoo no lo tienen todo,  aún deben salir a trabajar para ganar dinero, aún tienen que mandar a su hijo de 16 años a la escuela preparatoria y por ende están muy cansados como para darse cuenta de como sigue saliendo por la puerta de la cocina para encontrarse con el chico toro.

No necesitan saberlo, no tienen que cambiar su forma de pensar porque Kyungsoo no se encuentra en esa cruzada. Sus padres son felices tal y como viven, y Kyungsoo también lo está, porque están en esa línea entre la violencia y el cansancio humano que mantiene las cosas calmas y pasivas como han sido desde que tiene memoria.

Esa noche debe encontrarse con Kai, porque la nieve amenaza con caer finalmente y tiene un par de brazos extremadamente calientes que van a recibirlo mientras platican con las manos, sin cruzar una sola palabra.