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Requiem Gitano 

La chica y el encuentran varios temas de conversación agradables, Baekhyun tiene razón, es una chica amable y divertida. Se siente cómodo con ella, como no se ha sentido con otras personas en mucho tiempo.

Así que sin dilaciones le da lo que quiere.

De noche, cierra las cortinas de su ventana, pone seguro  a la puerta y le asegura con una mirada fija en sus  ojos que esto no tiene repercusiones en el futuro, si vuelve a llamarla será para exactamente lo mismo.

Y de esa forma rápida e intensa, Do Kyungsoo pierde su idad….

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“¿Cómo fue?”

“No sabría explicártelo”

“Hyung, tengo 20, no necesitas darme la plática de las abejitas y las palomas. Cuéntame….”

Kyungsoo  gira el rostro. Entiende las palabras de Kai, pero no es por eso que se niega a decirle nada.

“es como cuando te la…” y hace un gesto despectivo sobre su entrepierna.

“¿Eso es todo…?”

El toro se pasa una mano tras la nuca y entierra los dedos en el grueso y tupido pelaje. “No te creo…Dime que paso, de principio a fin…”

Finalmente lo mira a la cara solo para dedicarle una mirada de fastidio, algo que no siente, pero parece correcto en el momento.

-Fue muy frio, kai… MUY frio! “muy frio, Kai…. “-Lamenta haberse dado cuenta hasta ese momento.

Kyungsoo no puede entender la expresión de Kai, aunque ya no utiliza tan seguido el trozo de tela aún es difícil para su rostro mostrar expresiones… 

El joven minotauro se mantuvo en silencio y giró el rostro unos segundos, con la respiración un poco más alterada, más profunda… Sus manos se cierran y abren nerviosas mientras su cuerpo se decora por una capa brillante y delgada de sudor.

 “¿Cómo….es…el o…el deseo?”

La verdadera pregunta sale a la luz.

Kyungsoo no siente vergüenza

“Los libros dicen que es diferente cuando estás con alguien que cuando…” y Kai, el toro, hace el mismo gesto que Kyungsoo momentos antes.

El más pequeño sonríe mostrando los dientes, sus labios con forma de corazón se estiran hasta sus límites. Divididos entre reírse o solo sonreír….

-¿Quieres intentarlo conmigo?...-

“Hyung….”

La pregunta se sintió muy natural, sorprendiendo al mismo Kyungsoo, se sintió incluso necesaria.

“..tienes novia…”

Los labios de D.O. optan por reírse.

-No es mi novia. Nunca me gustó, no recuerdo ni como se llama… “Cuando llego a ti todo se me olvida…” - no entiende lo que dice… Registrar cosas en su cerebro parece innecesario. –

Tentativamente coloca una mano sobre los pantalones de Kai, siempre usa ropa deportiva, la única con el elástico suficiente para abarcar sus poderosos muslos y estrecha cadera. Su cuerpo podría ser envidiado por muchos, incluso por Kyungsoo…

El Minotauro sin embargo se crispa, pero no se retrae. Kai se queda en su lugar bajando la vista del rostro de Kyungsoo hacia sus dedos, expectantes.

“no… hyung…” El es normal… no debería tocarlo… no deberían estar tan cerca. De repente parece muy claro. “Detente...”

-¿por qué?...-

“Somos hombres…”

Sus manos tiemblan, Kyungsoo apenas puede entender lo que dicen….de cierta manera ya no es importante.

Recorre con la yema de los dedos el largo, no es mentira que lo ha visto antes, incluso en situaciones donde no debía. El toro estaba solo, explorando su cuerpo como cualquier joven sano y Kyungsoo se mantuvo en silencio sin acercarse más.

Nada parece erróneo en ese instante.

-Shh….Kai…¿Tienes miedo?…- las palabras se quedan en el aire, sin ser dirigidas a nadie en particular.

El elástico sede con poca resistencia ante sus dedos, bajo el no hay nada además de piel lampiña. Kyungsoo no menciona nada, pero guarda la imagen mientras sus dedos marcan un camino sobre la piel morena, está caliente, más que el cuerpo del minotauro y deja la palma de Kyungsoo roja, cosquilleando.

Un pequeño movimiento de la carne le avisa que Kai no solo está nervioso…

Kyungsoo decide que puede dejar los juegos de lado mientras atrapa el largo de su miembro entre sus manos, como esperaba; arde, su piel va a derretirse en cualquier momento…

Masajea lentamente de arriba abajo sin observar los gestos del toro, sin saber si su piel tiembla o si sus manos pueden seguir sosteniéndolo. Se dedica a su trabajo, a escuchar los pequeños bufidos entrecortados de Kai y el aliento pesado y espeso chocando contra su hombro.

Su mano va más rápido ahora que presemen la baña y la piel se ha vuelto más oscura, más dura si es posible, Kyungsoo casi no puede cerrar el aro entre sus dedos. Pero presiona fuerte, aprieta con una intensidad que ningún otro hombre soportaría sin llorar.

Kai lo hace, Kai se deshace en bufidos y gemidos animalísticos mientras más se acerca... Incluso cierra los ojos cuando Kyungsoo besa la punta de su miembro y deja caer un chorro de saliva que se siente como hielo sobre su piel.

Gime de nuevo pero su pecho salta y las venas en sus brazos relucen tensas. Está cerca, Kyungsoo puede sentirlo en la punta de la lengua que acaricia una vena especialmente hinchada en el miembro ajeno.

“hyung… voy… tendré un….”

“H.A.Z.L.O-….”-solo puede deletrear palabras con una mano ocupada y la boca enganchada en otros asuntos.

Su cuerpo le advierte que debe retirarse y lo hace cuando siente el último brinco de la carne de Kai, especialmente violento y agitado, deja de respirar en el instante en que un chorro blanco y espeso brota de el y baña los dedos del más pequeño, quemándolos…

No aleja la mano pero sus ojos se cierran buscando alivio. Sigue ordeñando y moviéndose sin ritmo hasta que está seguro que nada más va a brotar de él, hasta el punto en que el minotauro se queja por el estado hipersensible post o.

Tímidamente aleja la mano de Kyungsoo de si.

Ha manchado su ropa, la mano de Kyungsoo y el piso….

“hyung…”

-Tu turno…-

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Kyungsoo está en su habitación de nueva cuenta, observando por la ventana en medio de la noche en completa oscuridad. Ni siquiera la luna brilla a esa hora, está oculta por una nube inmensa…

Siente la piel de su mano sensible, el solo moverla es doloroso pero eso no lo preocupa. Kyungsoo tiene su mente en otras cosas. En otras imágenes que no puede borrar y tal vez (solo tal vez) no quiere, porque no sabe si volverá a sentir algo tan intenso de nuevo.

No sabe que piensa el minotauro, no se dijeron palabra alguna luego de que finalmente soltara el pelaje de Kai y le permitiera alejarse de su entrepierna. Solo se miraron a la cara, la propia roja y brillante, la del minotauro manchada por una línea blanca delgada entre los ojos.

Un gesto violento.

Sus manos huelen a él, el aroma mohoso de la tierra, el sudor y el cubriendo las palmas.

Aún puede escuchar la respiración entrecortada de Kai, el hocico negro enterrado entre sus piernas donde su pubis se desarrolló como el de un hombre, no como el de Kai …. Siente sus manos tímidas intentando recrear lo que Kyungsoo hizo antes con el, pero no puede...

Escucha su propia orden de lamer y entonces no poder ver que hace el minotauro bajo su enorme cabeza…

¿Ha hecho algo malo?...

No.

Si así fuera, Kai lo perdonaría….

Kai lo necesita.

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Las cosas no cambian los días siguientes, ambos comprenden de maneras diferentes que no es algo de lo que puedan darse el lujo de hablar, y es para mejor, ambos se convencen, no darle palabras a lo que han hecho.

Las circunstancias no les permiten más.

Pero eso no evita que se repita. 

Ni la pena ni el temblar de sus manos cuando se encuentran con la piel del otro. Las voces del televisor quedan olvidadas cuando ambos se encuentran en el piso, un murmullo lejano que habla de una nueva ley aprobada de forma unánime por el congreso, que vuelve ilegal cualquier nacimiento de animales. Todo embarazo debe interrumpirse…

Las voces no llegarán a ellos en ningún momento, porque la piel tiene su propio sonido.

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Su mano no necesitó curaciones, ni gasas ni hielo, con el tiempo descubre que solo fue una reacción natural de su piel ante la nueva temperatura, en realidad no le afecta de manera significativa.

Su piel se vuelve más resistente, se acostumbra a esta nueva temperatura tan drástica.

-Mañana…volveré… a la universidad...-exclama Kyungsoo cada momento que su garganta no está ocupada.

Kai lo mira por sobre la tela de su hocico, húmeda por los pesados gemidos. Hay un silencio de su parte que Kyungsoo traduce como sorpresa, pero asiente de todas formas.

LA realidad del minotauro se ha difuminado un poco ahora que su relación ha cambiado a eso que no tiene  definición. Volver a la de Kyungsoo se siente apresurado y confuso. Hay todo un mundo afuera de ese edificio y espera por el más pequeño, un mundo al que Kai nunca podrá entrar.

Lo mira a la cara sin poder avisarle que está cerca y acaba manchando el rostro de Kyungsoo.

-duele…- afirma el más pequeño, sin embargo toma con el pulgar los rastros del líquido desparramados sobre su cara y los lleva a su boca, donde los labios hinchados y manchados con sangre propia lo consumen….- extrañaré esto…-

Kai también…

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La Universidad nunca fue interesante…..ahora tiene un aire muy extraño.

Algo que no entiende, pero  no le agrada la sensación de frialdad que tiene desde que pone un pie dentro y solo mira personas como el, personas con rostro, con miradas fijas que le dicen todo lo que quiere de su portador.

Encuentra curiosidad, deseo, hasta la más pequeña de las mentiras.

Es un mar de personas pequeñas y frágiles, frías, insulsas en su más pura expresión.

Kyungsoo se aterra de recordar que es uno de ellos, es pequeño, frágil, frio e insulso en su más pura expresión.

Sin darle cuentas a nadie, durante 5 días no va a la escuela, no responde llamadas ni textos, ni siquiera de Kai. Hace un mundo bajo las mantas donde puede esconderse y pensar aunque la sensación sigue ahí, el frío no se va, no cree que lo haga nunca.

La tarde del cuarto día esta obligado a levantarse y lo hace luego de ver por 15 minutos sus manos.

¿Qué ha hecho…?

El no cree en los ángeles, no cree en el cielo ni en el infierno, pero se siente asqueado de si mismo.

El arrepentimiento no tarda en venir. 

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Amo el ost de esta película, es muy intenso. 

Io Non Ho Paura - Requiem Gitano

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*arrastrándose bajo una piedra*