『Cap í tulo I X』

You're beautiful

Soltó los brazos de YiFan que estaban aferrados a sus caderas y se alejó para entrar nuevamente al lugar donde la fiesta aún transcurría. No tenía ni idea de qué hacer, solo quería salir de ese lugar.

A lo lejos, LuHan, que estaba precisamente junto a una ebria Irene y un aparentemente inconsciente MinSeok, avistó a MinJi, y se dirigió directo hacia ella.

 

 

-¿Cariño, sucede algo? -dijo limpiando las lágrimas de los ojos de la menor-

-No, estoy bien.

-No lo estás. Vamos ¿quieres que te invite un trago?

 

 

Curvó una maliciosa sonrisa que la menor no pudo ver; ella se mordió el labio como insegura mientras aceptaba aquella aparentemente amable propuesta.

LuHan sintió que la suerte nunca le había sonreído tanto como en ese momento.

MinJi, por su parte, desechó el consejo que su amiga le había dado, que decía que no debía recibir tragos de extraños, porque ¿LuHan no era un extraño, verdad?

Aquella frase le brindó confianza, aun teniendo un extraño presentimiento, mientras tomaba asiento cerca de la barra, junto a él.

 

 

-¿qué sucedió con MinSeok? -preguntó ella un tanto alarmada-

 

 

Mientras ella miraba a su hermano, LuHan aprovechó de disolver las pastillas, ya hechas polvo, en el trago.

 

 

-Muchos, muchos tragos. Eso fue lo que sucedió -se encogió de hombros-

-Pero ¿estará bien, cierto?

-Claro que sí, sólo tendrá un horrible dolor de cabeza mañana

 

 

Rio mientras le entregaba el alargado vaso.

Una risa aparentemente inocente y brillante que no hacía sospechar sobre sus intenciones ni de lo que le había hecho a aquel que tantas veces llamó su amigo.

La verdad, como no sabía si fiarse de esa simple cápsula, había probado los efectos de la droga que BaekHyun le había dado en su pseudo amigo, MinSeok, y había funcionado tal como le habían dicho.

 

 

-¿qué es esto? -dijo tras el esfuerzo casi inhumano que hizo por tragar el líquido-

-Sake -dijo él- ¿por qué?

-Es... un poco fuerte

-No lo es, sólo tú no estás acostumbrada. Ya verás que en unos minutos ni lo notarás.

 

 

Sentía su garganta y esófago arder por los grados de alcohol, que ella entendía, no eran muchos. Pero ella no era de las personas que tomaran tragos usualmente. De hecho, apenas hacía unos meses lo había probado por primera vez y no le gustó, si ahora lo tomaba era porque se sentía obligada a ello, ya que iba por cuenta de LuHan. Entre tanto, él le hablaba con suavidad y la mayor de las paciencias, a ella el mundo le estaba empezando a dar vueltas. Al principio creyó que era por el trago, pero el efecto, con el paso de los minutos, se hacía cada vez más y más fuerte. No pasó mucho tiempo cuando ya no sentía sus extremidades y había perdido el control sobre ellas; se había vuelto una verdadera gelatina humana.

 

 

-LuHan -dijo muy forzosamente- ¿qué me sucede?

 

 

Él se acercó a ella sabiendo que iba a desfallecer. La sostuvo en sus brazos mientras ella aún estaba sobre el asiento, y acercó su rostro al de ella.

 

 

-No sabes cuánto tiempo he esperado por esto

 

 

Le rozó los labios, para luego darle un beso.

Su primer beso.

Ella estaba confundida por aquella situación tan extraña, y trató de apartarlo, pero sus brazos hicieron caso omiso a las órdenes de su cerebro. Él, entre tanto, la tomó en sus brazos tal como un esposo lleva a su esposa, con la mirada perdida en la puerta de salida. Ella luchaba con todas sus fuerzas para detener todo aquello, pero pronto se encontró dentro de la habitación de un motel. 'Detente' ella trató de decir, pero un balbuceo nada entendible emergió de sus labios. LuHan rio divertido mientras la dejaba sobre la cama, depositando otro suave beso en sus labios.

La paciencia con la que había contado todos esos meses se le estaba acabando, así que se deshizo de las prendas de ropa que le estorbaban, y siguió con ella. Comenzó por desarmar la trenza, quedando unas ligeras ondas en su largo cabello, para luego deshacerse de sus zapatos y vestido. Tomó lugar cerca de ella, y le tomó de la cintura para acercarla más a él.

Hizo puchero luego de decir que era una pena que no pudiese moverse, y le arrebató un beso asegurándose de grabar cada espacio de su boca con su lengua. Y se aferró cada vez más, sin separarse ni un poco del tibio cuerpo de la menor. Jaló su largo cabello, que había enredado en los dedos de sus manos, obligándola a alzar su rostro, dejando así el cuello de la menor a su disposición.

 

 

-Es lamentable tener que llegar estas instancias para poder estar contigo -turnaba cada palabra con un beso proporcionaba en su piel- Quizás... -se detuvo con la voz agitada- en el fondo lo deseabas tanto como yo.

 

-LuHan –dijo en voz inaudible, con lágrimas saliendo de sus ojos-

 

 

 

 

 

YiFan aún seguía de rodillas, pensando en lo que había pasado. Tenía la mirada perdida debido a que, aquellas imágenes, se reproducían una y otra vez en su mente. No estaba llorando, algo dentro de él no se lo permitía, aunque aquello no significaba que no le entristecía en lo más profundo todo lo que MinJi podía estar pensando de él en ese mismo instante. Se levantó pronto del suelo, decidido a encontrarla, al menos para cerciorarse de que se encontraba bien. Entonces entró en la sede y se dirigió al único ser que podía saber dónde estaba.

 

 

-MinSeok -se acercó corriendo a él, pero éste no levantaba la cabeza de la mesa de la barra- ¿dónde está MinJi?

-LuHan -dijo en un esforzado susurro sin moverse ni un ápice-

 

 

Luego de buscar por todo el lugar a la menor, se dio por vencido y pensó que sería mejor salir a la calle. No sabía exactamente por dónde empezar y estuvo titubeante entre ir allí o allá por un rato, hasta que escuchó un desgarrador grito femenino.

Provenía del motel que estaba a sólo unas casas más allá, y estaba seguro de que esa había sido la voz de MinJi, por lo que corrió con todas sus fuerzas en esa dirección.

 

 

 

 

 

 

Eran aproximadamente a las 6am, y ella aún seguía despierta, recostada su cabeza en una almohada y la mirada pegada al techo. Hasta ahora había podido, con mucha dificultad, mover sus extremidades. Quizá debía alegrarse por ello, pero aquel escenario era desolador.

LuHan la había llevado e hizo de ella lo que quiso. Quería llorar en ese entonces y no podía explicar lo que sentía contra el que, ahí mismo, se encontraba a su lado completamente desnudo y dormido. Sus besos sólo habían dejado un amargo sabor en su boca, un sabor que parecía difícil de borrar entonces.

Se sentó en la cama lentamente, asegurándose que su cuerpo no le fallara o de no despertar a su compañero, y pudo contemplar los rastros de un líquido blanquecino y otro rojo en las sábanas de aquella cama.

Lo último era su sangre.

Había perdido su idad con él la noche anterior.

Su vestido, que ella había guardado como un tesoro, había sido rasgado por LuHan, y pensó que no tenía con qué llegar a casa, hasta que avistó sus zapatos en buen estado, el pantalón y camisa de él, los cuales no dudó en ponerse. En sus prendas había unos cuantos wons, cantidad exacta para que un taxi le llevara de ahí. Así lo hizo, salió inmediatamente de aquel lugar luego de cerciorarse de que su movilidad había vuelto y tomó un taxi al azar, uno que simplemente le llevara lejos de donde se había llevado a cabo aquel acto por parte de LuHan.

 

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Gracias por haber leído<3 ¡críticas constructivas serán bien recibidas (y son notoriamente necesarias xD)! Que tengan una linda semana.

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Comments

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MimiXD #1
Chapter 2: Waaaaaaa!!!!! Ok ok esta historia me encanta y me intriga muchoooo!!! Sigue adelante autora-nim ya tienes una fiel fan!!! ^O^^O^^O^^O^